Día 30. Apasionado y romántico. ~Omegaverse~

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Track by: Christina Perri -A Thousand Years (From the Album: The Twilight Saga: Breaking Dawn Pt. 1: The Score), 2011


—¡Este lugar es hermoso!— Freddy sonreía ante la vista del bosque y las estrellas colocándose celosas e imponentes sobre el oscuro y misterioso cielo nocturno. —¿Porqué nunca me contaste sobre este lugar, Fred?

—Es el hogar donde Gold y yo nos criamos. Pero como pudiste notar, está muy alejado de la ciudad. Temí que Gold lo hubiese puesto en venta hace mucho. Fue hasta hace poco que me confesó que nunca se atrevió a venderla.— Murmuré en un hilo de voz, mientras con melancólica sonrisa contemplaba el hermoso lago, que reflejaba a la imponente y preciosa luna. —Tengamos a nuestros cachorros aquí, Freddy.— Fijamos mirada en el otro luego de aquello. —Sé lo mucho que amas el bosque. Tú te criaste entre la naturaleza, al igual que yo. Quiero que nuestros cachorros crezcan conociendo el lado más hermoso de este planeta. No rodeados de edificios de hormigón y árboles y plantas de plástico.— Tomé sus suaves y pequeñas manitos y las estreché entre las mías. Sus orbes celestes brillaban ante la emoción, reflejando las estrellas en ellos. 

Una estrella fugaz se reflejó en ellos. 

—Hagamos nuestro hogar aquí, Fred— Murmuró con una adorable sonrisa. Al unirnos en un dulce beso, una hermosa lluvia de estrellas comenzó, dando el toque mágico a aquella preciosa noche.

—Te amo, mi dulce Omega.— Al unir nuestras frentes, sonreí cual colegial enamorado. Una ligera brisa fresca nos interrumpió, provocando en mi pequeño castaño un fuerte escalofrío. —Entremos. No queremos que enfermes, ¿Cierto, hermoso?— El menor frente a mí solamente asintió levemente y se dejó guiar hacia el interior de la casa. Ahí, en la alcoba matrimonial que ahora nos pertenecía, nos fundimos en un cálido abrazo, con sólo la luz de la luna iluminando el oscuro pero acogedor cuarto.

—Fred... Dame de tu calor, por favor...— Sólo pude dejar escapar una ligera risilla ante aquello. —Estoy listo...— Mi sonrisa se borró ante aquella declaración. Me separé para mirarle, sus mejillas sonrosadas y sus ojos brillantes  me dieron a entender que no mentía. 

—¿Estás seguro? Sabes que por ti esperaría mil y una lunas.— Su dulce y tímida sonrisa derritió mi corazón en un segundo. Liberé el aire que retenía en mis pulmones, derrotado. —Muy bien. Pero si te lastimo, me detendré, no importa cuánto me ruegues.

Volvimos a unirnos en un dulce abrazo, mientras yo acariciaba su fino y suave cabello. —Cuento con eso.— Bajo la celosa mirada de las estrellas al pasar por el hermoso cielo para continuar por su travesía en el cosmos, uní sus dulces y esponjosos labios a los míos. Sonreí dulcemente entre el beso y apresé su cintura entre mis manos. 

—Cuidado atrás— Y antes de poder reaccionar, le tomé en brazos estilo princesa y nos encaminamos a la cama matrimonial. Ya ahí continuamos con el beso, dulce, lento, transmitiendo sin timidez todo aquello que no se puede expresar con simples palabras.

Nos uniríamos en cuerpo y alma con la luna como nuestro único testigo.

Un Omega y un Alfa, listos para pertenecerse por la eternidad. 

—Alfa...— Su voz dulce salía entrecortada. Invertimos posiciones y recosté cuidadosamente su cuerpo en la cama, mientras repartía dulces y húmedos besos en sus mejillas, clavículas y cuello. —A-Ah~....— Cubrió su boca tímidamente. Paré mis acciones para mirarle, su rostro sonrojado hasta las orejas y sus ojos abiertos cual platos. La sorpresa no tardó en hacerse presente en su mirar. —N-No era mi intención... m-mi cuerpo se s-siente raro...— Acallé sus excusas con una sonora y ronca risilla.

30 Days of OTP |Frededdy|Where stories live. Discover now