Día 36. A escondidas ~Omegaverse~

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(Continuación día 30. Apasionado y Romántico. [6 años después])





—C-Cariño, suelta~ Me haces cosquillas~— Y ahí yacían de nuevo. Un Alfa y un Omega escondiéndose de sus cachorros.

—Bebé, tenemos suficiente tiempo ahora que los niños están tomando la siesta~— Freddy rió ligeramente y apartó los mechones de pelo que caían rebeldes en el rostro de su amado, quien sólo estrechó sus cuerpos entre sí, provocando roces muy calientes. —M-Mghnm~ Joder, aún después de dar a luz a dos cachorros, tu cuerpo sigue siendo tan perfecto y jodidamente hermoso~

—Oh, cariño~— El castaño no pudo responder cuando se percató que su marido ya estaba despojándole salvajemente de sus ropas. En lugar de negarse, el menor sólo comenzó un furioso beso francés, jugueteando con sus lenguas. Freddy sin reparo ni demora, tomó el enorme pene del de ojos escarlata para masturbarle a lo desgraciado.

—M-Mghnm~ Así, joder~— Gruñó el imponente Alfa mientras aún acorralaba a su pareja contra la puerta de caoba oscura del estudio, donde habían estado un par de minutos hablando antes de que la calentura arrasara con el sentido común que poseía el mayor.

Pero vamos, teniendo tremenda joyita como Omega, ¿Cómo iba a poder mantenerse cuerdo?

—¿Le gusta, Alfa~?— Gimió el adorable castaño casi en un ronroneo, intentando provocar al mayor con su dulce voz. Fred sólo sonrió y lamió la unión del cuello con el hombro del Omega, donde yacía su marca. Hacía sólo 6 años que se habían unido a los ojos de la luna y habían tenido a sus gemelos. Pero con lo activos que eran ambos, incluso cuando los cachorros eran sólo bebés, mantuvieron relaciones sexuales por puro placer.

Y no podían culparles. Al Fred ser un Alfa de sangre pura, sufría sus celos con más frecuencia y en un nivel mucho más extremo. Y al Freddy ser un Omega de sangre pura, era mucho más fértil y hormonal que los demás.

De ellos dos saldría un largo linaje de sangre pura.

A pesar de su tremenda ninfomanía, ambos eran dulces y cariñosos entre si, siempre cuidando por el bienestar y comodidad del otro, tal y como esa noche.

—Mi Alfa~ Por favor, hágame suyo otra vez~— Murmuró el dulce Omega mientras acariciaba los azabaches cabellos de su esposo, quien le retiró cada prenda, dejándole desnudo y a su merced.

—Te hice mío hace unas dos horas y ¿Ahora quieres más~? Qué Omega más caliente~— A Fred le gustaba burlarse de las necesidades de su Omega porque le encantaban los adorables pucheros y las caritas enojadas que podía hacer. Era simplemente encantador, y su lobo aullaba de ternura al ver a su pequeño compañero de vida hacer rabietas.

—S-Sabes que mi celo se acerca~ Mis hormonas están alborotadas~ Por favor~ Hazme tuyo, ya~— Entre tiernos lloriqueos, el Alfa se unió al Omega en un beso y caminó en reversa con el pequeño y frágil cuerpo en sus manos hasta llegar a la mesa del estudio.

—Da un salto, hermoso~— Y así luego de dar un pequeño saltito, el Omega fue tomado por los muslos para luego ser depositado sobre la mesa de roble, con sus piernas colgando. —Eres tan hermoso, Freddy~ Demasiado hermoso~~

—Oh, basta~ Me lo repites a diario

—Porque diariamente me enamoro más y más de ti~— El más alto comenzó una cadena de besos, bajando desde su cuello y hasta llegar al ombligo, donde se detuvo para observar las casi invisibles estrías que adornaban las caderas del más joven producto del embarazo. —Las marcas de nueve inolvidables y perfectos meses juntos~

—¿Quieres repetir esos nueve inolvidables meses?— Murmuró el Omega mientras acariciaba con dulzura la cabellera del mayor, sacándole una sonrisa.

30 Days of OTP |Frededdy|Where stories live. Discover now