Día 38. El más temido.

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Track by: Bishop Briggs - River (From the album: River (King Kavalier Remix)), 2016


El joven de castaños cabellos y hermosa mirada como el sol de verano había cautivado al dios de las tinieblas con aquella belleza inigualable. La misma Afrodita seguramente estaría celosa de aquel hermoso ser.

Pero al verlo siendo atacado por aquellos gorgones y ninfas, sólo pudo gruñir y deshacerse del casco que le protegía de ser visto en el mundo de los vivos. 

—¿Qué ocurre aquí?— El de cabellos negros como la oscuridad se aproximó al grupo que observaba celoso al dios que se hacía ver frente a ellos. Sus marcados músculos hacían alarde de su titánica fuerza y sus negros ojos le hacían ver amenazantes. Las jóvenes deidades se estremecieron ante la cercanía de su señor. El hombre con aquellas prendas finas y hechas a su medida era nada más ni nada menos que el dios del inframundo y el mayor de los hijos del titán Cronos y Rea. 

Hades. El invisible. 

—M-Mi señor...— Una de las jóvenes ninfas se alejó y se inclinó en una reverencia, en señal de respeto. —S-Sólo...e-estábamos... 

—Déjenme adivinar, ¿Estaban jugando?— Su mirada penetró en lo más profundo del alma sucia y celosa de aquellos chicos que molestaban al precioso joven. —Largo, antes de que los castigue como a Sísifo.— Farfulló el dios, asustando a los gorgones y ninfas quienes despavoridos abandonaron el lugar, dejando a ambos solos en mitad del campo en Enna. El castaño dirigió una mirada furtiva al imponente gobernante del inframundo frente a él. Su aura aunque aterradora, no dejaba de ser increíblemente cautivadora. —¿Te han lastimado?

—N-No...— Apenas podía pronunciar palabra. Tenía miedo de decir algo que pudiese incomodar al dios. —¿C-Cómo supo que...?— Hades sonrió ligeramente y extendió su mano para remover un rebelde mechón de cabello que cubría el bello rostro del más bajo, impidiéndole apreciar su angelical rostro. —¿M-Mi señor?...

—Por favor, hermoso... deja de lado las formalidades...— Al ser exageradamente más alto que el contrario, necesitó agacharse para murmurar al oído del hermoso muchacho —Mi joven y amado Kore... deseo desposarte y convertirte en mi príncipe...— Contrario a lo que cualquiera hubiese imaginado, el mencionado ojiazul ardió en vergüenza ante aquello. 

Por el otro lado, el azabache sonrió ansioso. Deméter lo mataría en cuanto se enterara del rapto, eso si antes no lo hacía su hermano Zeus. 

—Vamos...— Extendió su mano en dirección al joven de preciosas facciones y aura pacífica —Déjame amarte como nadie nunca hará...— El castaño, dubitativo, extendió su mano y la posó delicadamente sobre la del mayor, notando que la diferencia del tamaño en sus manos las volvía perfectas. Como si fuese el destino. —¿Sabes? He estado observándote por un tiempo... Y estoy seguro que Hermes, Ares, Apolo y Hefesto se pondrían tan celosos si se enteraran de lo que acontece justo ahora.— Tomándole por el dorso de la mano le atrajo hacia si, apresando su esbelta cintura y marcando el territorio sin pena alguna. 

Zeus no era el único que sabía conquistar. 

—E-Esto... e-esto está mal, mi señor... U-Usted y yo...— Entonces sucedió lo que nadie hubiese esperado. Contrario a lo que cualquiera pensaría, Hades sólo poseyó aquellos esponjosos y suaves labios que había deseado probar desde que clavó su atención en el hermoso doncel. 

—Te he dicho que dejes las formalidades conmigo, Kore...— Paseando sus traviesas e inquietas manos por el cuerpo del más pequeño, tanteó el terreno jugueteando con sus muslos, estremeciendo al contrario en sobremanera. —No soy mucho de formalidades... Puedes preguntarle a mis hermanos~— Bromeó sabiendo que eso nunca ocurriría. —Te llevaré conmigo, ¿Me permitirás hacerte mío esta noche?

30 Days of OTP |Frededdy|Where stories live. Discover now