Me bajé del taxi luego de pagar y me encontré con la enorme casa de Christian frente a mi.
Sonreí para mi misma y prácticamente corrí a la entrada sintiendo una oleada de emoción recorrer mi cuerpo.
-¡Houston!-gritó Chris, elevando su vaso al aire-no creí que fueras a venir
-Yo tampoco-sonreí encogiendome de hombros.
-Pasa-sonrió de vuelta y se movió a un lado.
La gente bailaba alocada alrededor de la sala al ritmo de alguna canción de reggaetón.
Busqué a Amber por todos lados y la encontré colgada de la mesada de granito del bar de la sala de Chris, donde había un chico que iba a un año menos que el nuestro, sirviendo tragos.
-Joder, hay olor a zorra-hablé lo suficientemente fuerte para que ella pueda oírme-¿alguien tiene perfume o algo así? apesta aquí
Ella se volteó, con una ceja arqueada y cara de asesina, pero al verme a mi chilló y se arrojó sobre mi.
-¿Que haces aqui? creí que te sentías mal-me inspeccionó con la mirada.
Era exasperante que Amber tuviera esa manera tan efectiva de intimidarme y de intentar sacarme alguna verdad con su mirada instigadora. También era exasperante descubrir que lo había heredado de Justin.
-Mhm, pues mejoré-mentí e intenté cambiar de tema-ve y consígueme un vodka-gruñí, ella rió y me pidió la bebida.
El chico que hacía los tragos, del cual no recordaba el nombre, me entregó un vaso con vodka y jugo de naranja y ambas le sonreímos.
-¿Y? ¿ya te le tiraste a Chris?
-No-nego-voy a tomarlo con calma
-Como quieras-reí, sin estar segura de si creerle o no.
Ambas caminamos a donde las personas se aglomeraban, todos bailaban al ritmo de la música y nos unimos a la multitud.
-Joder ¿me das uno?-grité a una chica que sacaba un cigarrillo de su paquete.
-Claro hermosa-sonrió y me pasó uno.
-Gracias-le sonreí de vuelta en agradecimiento.
Bueno si, es un hábito horrible, no me juzguen, por experiencia se que el tabaco puede calmarte en los momentos mas estresantes.
Y yo lo estaba, nerviosa enojada y buscando olvidar todo lo que había pasado las ultimas semanas con el innombrable hombre con el cual compartía casa.
Tomé a Christian del brazo cuando pasó por mi lado y le sonreí.
-¿Se puede fumar aquí dentro?-grité para que me oyera, él me dio una sonrisa de borracho y acarició mi cabello.
Era gracioso lo extraño que se volvía Christian cuando estaba ebrio, me recordaba mucho a Amber.
-Si nena, puedes hacer lo que quieras aquí-respondió e intento irse.
-Espera-lo detuve, él me miró y me acerqué a su oído-ve con Amber, ella esta loca por ti-susurré y me alejé.
Él me dió una sonrisa amplia y asintió con la cabeza, volteando a mi lado y mirando a mi mejor amiga con ojos de depredador.
Tomé el cigarrillo colocándolo entre mis labios y lo encendí.
Aspiré y luego exhalé el humo sonriendo.
Se sentía bien.
Unas manos apretaron mi cintura y me voltee al instante.
Sonreí
-Hola
-Hola tu-respondió Brad-no creí que fueras a venir
-Tampoco yo-reí-pero me aburría en casa y decidí venir
-Hmm me alegra eso-ronroneó y me besó en la boca-sabes a vodka, cigarrillo y a chica sexy
Solté una risita y negué con la cabeza.
-¿Y cuál es el sabor a chica sexy?
-Pues... es el sabor a ti
-Claro-asenti irónica, como si sonara absurdo.
Él sonrió divertido y me quitó el cigarrillo de la mano, llevándolo a su boca.
Bueno, no podía negarlo, él se veía muy sexy fumando.
-¿Estas ebria?-preguntó seriamente, expulsando el humo a medida que hablaba.
-No
-¿Segura?
Bufé.
-Brad, acabo de llegar, además supongo que notaría si estuviera ebria-rodé los ojos divertida.
-Si, tienes razón-ladeó la cabeza sin dejar de observarme-bueno, mejor que no lo estés porque tengo que preguntarte algo
-Dime
-No ahora, ni aquí, ya encontraré un momento mejor-dijo y guiño un ojo.
Fruncí el ceño, pero no dije nada.
-Y dime...¿que le dijiste al padre de Amber?
Me puse verde, azul y roja, de todos colores del arcoíris.
Cuando intentaba huir de él, me perseguía, siempre estaba presente.
-Le pedí que no se metiera en mi vida-me encogí de hombros, aún aturdida por su pregunta.
Los ojos de Brad se expandieron y el luego soltó una risa negando con su cabeza.
-No me esperaba menos de ti- dijo acercando su mano para acariciar mi mejilla-¿y él que dijo?
-Dijo que no le caías muy bien-asumí-pero que me dejaría en paz, también que se entrometería si viera que me haces daño-rodé los ojos intentando demostrar que no me importaba.
Aunque si lo hacía, y mucho, sentía que él tenía mi espalda si alguien intentara hacerme daño, y por mucho que intentara demostrar que odiaba eso, me hacía sentir protegida.
Él me observó unos segundos en silencio, y luego me devolvió el cigarrillo.
-¿Sabes? Creo que le gustas-murmuró
Mi piel se erizó, me quedé quieta y parpadeando en mi lugar.
-¿Qué?
-Que creo que le gustas al Señor Bieber-repitió como si no tuviera mayor importancia-él siempre esta preocupado por lo que tú y yo hacemos-rodó los ojos-aquella vez en la casa de Amber estaba mirándolo y él siempre esta tan pendiente de ti, de todo lo que dices y haces
-Creo que estas imaginándolo-murmuré llevando el cigarro a mi boca.
-No lo creo-frunció el ceño-pero no te espantes...supongo que cualquier hombre con sus cinco sentidos bien puestos y teniéndote en su casa, estaría detras de ti como un perrito faldero, no lo culpo-se encogió de hombros.
Acto seguido levantó una de sus cejas y me tomó de la cintura, apretándola con una de sus manos.
-Por supuesto, siempre que no se atreva a tocarte-sus ojos viéndose oscurecidos ante la idea.
Agaché mi mirada, evitando que notara mis mejillas ruborizadas.
Joder, él ya me había tocado, y que él lo mencionara sólo me traía recuerdos de por más excitantes a mi cabeza.
-Vamos Brad, ¡es el padre de Amber!-lo dije insinuando cuan absurdo sonaba.
-¿Y que? es un hombre joven, con hormonas y una chica hermosa viviendo bajo su mismo techo
Apreté los labios mientras ponía las palmas de mis manos en mis mejillas para enfriarlas.
-Como sea-giré mis ojos hacia la derecha, intentando cambiar de tema y arrojé el cigariilo al suelo luego de darle una última pitada, me acerque a Brad y expulsé el humo en su boca, él lo inhalo y luego lo exhaló sonriendo y mirando mis labios.
-Te quiero-susurró.
-Yo tambien-murmuré, y él se acercó en un movimiento brusco para darme un beso.
Nos separamos sonriendo tímidamente, y cuando miré detrás de Brad, solté un chillido sonoro.
-¿Que?-preguntó él volteándose.
-Mira-sonreí ampliamente y señalé el medio de la pista, donde Christian y Amber se besaban como si la vida se les fuera con ello.
Ambos reímos escandalosamente, Brad sabía como de obsesionada estaba Amber con Chris.
Estaba a punto de sacar mi teléfono para tomarles una foto por si Amber estaba muy ebria como para recordarlo al día siguiente, pero un fuerte empujón me desequilibró, obligándome a tomar a Brad fuertemente del brazo.
-Fuera de mi camino, zorra
Oh, esa maldita voz.
Rodé los ojos antes de siquiera mirarlo.
-Vamos Trevor, pareces una perra en busca de pelea-hice puchero y luego sonreí-ve a jalarte del cabello con alguna de las plásticas que te llevas a la cama los fines de semana, a mi no me jodas
Se oyó un fuerte 'uhhh'
Mierda, ni siquiera había notado que de un momento al otro media fiesta estaba a nuestro alrededor.
-¿Que pasa Houston? ¿estas cabreada porque tu bromita te valió estar el lunes a primera hora limpiando el patio del instituto?
Apreté los dientes, no me hacia ninguna gracia el castigo que nos habia dejado el director por la broma que le hicimos a Trevor y a Nick.
-¿Y tu? ¿Sigues enojado porque toda la escuela te vió el trasero...princesa sexy?-sonreí y Brad rio a mi lado.
-Cállate-gritó él dando un paso al frente y Nick lo detuvo poniendo una mano en su pecho.
-Oww ¿qué pasa? ¿estabas avergonzado?-pregunté con voz de niña-ahora, mi pregunta es, ¿te ofende porque eres homofóbico? Joder Trevor, no entra un puto defecto más en tu cuerpo-entrecerré los ojos.
Él golpeó el brazo de Nick a un lado y se acercó dando zancadas.
Mierda, creo que fuí demasiado lejos.
Él caminó hacia mi apretando sus puños, y cuando me vi en el hospital con respirador y en un coma 4, Brad se puso delante de mi y extendió sus brazos empujándolo hacia atrás.
-A un lado-le gritó él, viéndose colérico.
-No-dijo Brad, pareciendo mucho más calmado que Trevor.
-Que te muevas maldita sea-gimió, sus nudillos volviéndose blancos ante la presión de sus puños.
-¿Piensas golpear a una mujer?-abrió sus ojos, y le dió un pequeño palmeo en su pecho, como si intentara hacerlo reaccionar.
-Ella no es una mujer, es una jodida perra-escupió.
Me puse roja de pies a cabeza, pero no por sentirme avergonzada, sino porque me encontraba colérica.
Que imbécil.
-Cierra tu maldita boca-murmuró Brad , dejándonos mudos a todos
Creo que era de las primeras veces que veía a Brad insultando a alguien, y más de esa manera.
-Oh, ya veo, prefieres defender a tu perra en lugar de tu amigo-dijo Trevor poniendo sus brazos en jarras, sus enormes brazos que daban miedo contrayéndose.
-No me jodas Trevor, sabes perfectamente que Emma no es ninguna perra, solo estas cabreado porque fue la unica chica de todo el instituto que te rechazó
Y, no, no supe que hacer cuando el puño de Trevor impactó bruscamente en el estómago de Brad, haciéndolo doblar su cuerpo por el dolor.
Las quiero X