El Guardián [Willyrex&Tú] *Ed...

By M-L-Cookies

38.2K 2.1K 25

Sinopsis A la Dream Hunter _____ le ha sido encargada la más sagrada y peligrosa de las misiones: Descender a... More

El Guardián [Willyrex&Tú]
Prólogo
Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 28
Capítulo 29
Capítulo 30
Capítulo 31
Capítulo 32
Capítulo 33
Capítulo 34
Capítulo 35
Capítulo 36
Capítulo 37
Capítulo 38
Capítulo 39
Capítulo 40
Capítulo 41
Capítulo 42
Capítulo 43
Capítulo 44
Capítulo 45
Capítulo 46
Epílogo

Capítulo 5

759 45 0
By M-L-Cookies

Su ceño se frunció más.

-¿Por qué arriesgarías tu vida por protegerlo?

Me di cuenta de que él honestamente no sabía de lo que estaba hablando. Era como si hablaran idiomas distintos.
-¿No hay nadie a quién protejas?

Orgulloso, se irguió más.

-A mí mismo."

-¿Y...?

Las emociones visiblemente le recorrieron el rostro. Sorpresa, introspección, shock, y finalmente se vio todavía más confundido.

-Nadie. Las criaturas milenarias son traicioneras y crueles. Nadie vale lo suficiente como para derramar mi sudor y sangre.

Bueno. Entonces eso era todo.

Él era un demonio, de pies a cabeza. Sin alma. Sin habilidad para valorar o amar a alguien excepto a él mismo. ¿Por qué esperaría algo más?

-Entonces eso me dice todo de ti, ¿no?

Él arqueó una ceja. -¿Qué te dice? -

-Que eres un bastardo.

Él no sonrió, pero podía darme cuenta que el insulto le parecía entretenido.

-¿Acaso no lo somos todos?

-No. -Bajé la voz para hablar en un tono firme. -No, no lo somos. Ni de casualidad. -

Él frunció la boca en un gesto siniestro y burlón que probablemente le habría dado pesadillas a muchas personas.

-Entonces eres una tonta. Solin ya se fue y te dejó. Ni siquiera miró hacia atrás cuando lo liberé.

Sí, claro. Conocía a Solin.

-Me estás mintiendo.

Él levantó las manos para formar una niebla. En el medio de la niebla, vio el lugar donde había estado Solin. Una habitación que en este momento estaba completamente vacía.

-¿Ves? Él se fue, pero tú todavía estás aquí, aunque él sabe que lo más probable es que te torture y te mate por estar acá.

El demonio me estaba mintiendo sobre... Me negué a terminar ese pensamiento en caso de que le estuviera leyendo la mente. Solin nunca haría algo así. Y lo sabía.

-Entonces él tuvo una buena razón para irse y dejarme acá.

-Él cambió tu libertad por la suya.

Negué con la cabeza.

-No te creo. Ni una sola palabra. Ni por un minuto. -Y no le creía, aunque mi instinto animal le decía que él estaba diciendo la verdad. Tenía fe en Solin. Siempre tendría fe en él.

Estaba sorprendido por la confianza que tenía en alguien que seguramente no la merecía. La única cosa en la que confiaba de esa forma era en la voluntad que los otros tenían para lastimarme o sacrificarme por caprichos, ganancias personales, y placeres. ¿Cómo podía alguien de su edad ser tan estúpida y ciega?

De repente, escuché que Noir me llamaba. Si no fuera porque estaba con ella, temblaría. Sabía lo que mi amo quería y también sabía cómo reaccionaría el bastardo cuando lo decepcionara con su reporte.

De nuevo.

Eso va a dejar una cicatriz...

Pero no tenía elección. Hacer esperar a Noir solamente empeoraría mi castigo.

Suspirando con resignación, manifesté comida para la mujer en su escritorio. No tenía sentido hacerla pasar hambre cuando no sabía cuánto tiempo estaría ausente esta vez.

Se me hizo un nudo en el estómago que me ahogaba. No de miedo, pero de ansiedad.

-Volveré.

Quise preguntarle a dónde iba, pero se fue demasiado rápido.

Agradeciendo su ausencia, traté nuevamente de encontrar una forma de salir. No había ventanas.

Ni armario. Sólo esta habitación y nada más.

Qué raro... -¿Qué voy a hacer cuando tenga que ir al baño? -

No era como si tuviera que usarlo ahora, pero... Un sonido a mi espalda me hizo saltar. Me di vuelta para ver una puerta en la pared. Con el corazón latiendo fuertemente, corrí hacia ella, esperando que diera al pasillo. Lo que había detrás de la puerta me sorprendió todavía más.

Era un baño enorme y brillante con una ducha de mármol y una bañera de pie. La decoración brillante parecía fuera de lugar junto a la austeridad del cuarto. Obviamente este era el lugar donde el bastardo vanidoso se malcriaba.

Abrí y cerré la puerta mientras consideraba la forma en la que había aparecido. ¿Cómo funcionaban las cosas acá? Uno preguntaba y...

-Quiero irme. -

No pasó nada. Vamos, no me hagas esto. Sabes que quiero salir de aquí. Volví a intentarlo.

-¿Por dónde me voy? -

-¿Qué hago cuando tenga que irme? -

Quizás la clave estaba en la forma de pedirlo. Pero volví a decepcionarme cuando la puerta no apareció.

No creiste que iba a ser tan fácil, ¿verdad? Un chacal podía soñar. Hablando de eso, traté de convertirme en chacal. Pero inclusive esa habilidad innata me había sido quitada. Era completamente humana.

Que horrible.

No es que ser humano fuera algo malo, pero no me gustaba sentirme vulnerable. Me gustaba tener mis poderes. Todo lo que me quedaba en este momento eran mis sentidos súper desarrollados. Al menos tengo algo.

Oh, genial. ¡Qué suerte tengo! Mañana ganaré la lotería.

Si, tenía tanta suerte.

-Pero ahora tengo voz. -No pude resistir decirlo en voz alta. Era tan extraño poder hablar después de toda una vida de silencio.

La última vez que había hablado... Me encogí al recordar el horror que me había costado la voz. Mi madre me la había robado para mantenerme a salvo.

Al final, deseaba que mi madre me hubiera dejado gritar y morir con el resto de ellos. Habría sido un destino más misericordioso.

Especialmente si el demonio me hacía lo que le había hecho a Solin.

Queriendo una distracción de un pasado demasiado doloroso para contemplarlo, y un futuro que no se veía muy bien, volví a la habitación, donde el aroma de la comida caliente me llamaba hasta el escritorio.

Saqué la tapa de la bandeja de plata para encontrar una mezcla extraña. ¿Panqueques de banana? 

Irónicamente, me encantaban. ¿Quizás le había leído la mente? Ese pensamiento me asustó. No me gustaba la idea de que alguien leyera mis pensamientos.

Los otros platos tenían más sentido. Dulces y una suerte de pastel de carne. También había muchas frutas frescas y vino. Suficiente como para alimentarme por días.

Todo se veía delicioso, lo que me hacía preguntarme. -¿Estará envenenada? -

Con un demonio, nunca se sabía. Aunque para ser honesta, si me quisiera muerta, seguramente no tendría que recurrir a envenenarme. Muy probablemente podría matarme con sólo pensarlo. Y definitivamente con sus manos.

Seguramente la comida era confiable.

Tomando un plato limpio, lo llené con comida, y luego me senté para comer en la guarida de mi enemigo.

* * *

-¿Y bueno? -

Odiaba esa palabra con una pasión furiosa. En mi lista, ocupaba los primeros lugares, como sacarle los ojos a alguien, destriparlo y castrarlo.

No tenía miedo de Noir. Era sólo que sabía lo que el bastardo iba a hacerme cuando contestara, y odiaba la espera del dolor que estaba por venir.

Solamente, no me castres. El sexo era mi única fuente de placer, por más remoto que fuera, que pueda tener. Lamentablemente, odiaría perderla.

-Estoy cerca, mi señor. -

Noir siseó como una serpiente que se estaba preparando para atacar.

-¿Cerca?¿No fue eso lo que me dijiste hace dos días? -

No, te dije que me dejaras solo para cuestionarme, Rey de los idiotas, y me mandaste a hacer tantas cosas que no tuve más que una hora para interrogarlo en más de dos días.

Apreté los dientes para evitar decir las palabras que sólo lograrían que me castraran. Me forcé a mí mismo a mantener la mirada en el piso, a los pies de Noir. Si miraba hacia arriba, Noir me arrancaría los ojos.

Pero lo que realmente quería hacer era matarlo a golpes.

Si sólo pudiera. Sin poderes, no podría ni siquiera darle un puñetazo antes de que Noir me inmovilizara. Y porque había tratado de hacerlo un número de veces, y sabía exactamente cuál era el castigo por esa estupidez en particular.

-Finalmente encontré una forma de hacerlo hablar. Tendré la respuesta muy pronto. -

En vez de calmar a Noir, lo hizo encender una furia homicida.

-Dime, ¿realmente, duele ser tan estúpido? Tengo que saberlo. ¿Realmente? Pensé que para este momento ya habrías aprendido que no tolero errores. -

Me preparé para el dolor, mientras este se esparcía por mi cuerpo entero y la armadura se desvanecía. Tan pronto como estuve desnudo, Noir me lanzó contra la pared de piedra que estaba detrás de él.

Tuve un doloroso aterrizaje en el piso, mientras trataba de respirar, pero era imposible hacerlo en la agonía del dolor. Noir fue rápidamente hacia donde estaba y me levantó por la garganta, asfixiándome con su agarre. Era imposible no ver el brillo maligno en sus ojos, que decía que esto no era un castigo.

Era puro placer.

Sí, iba a ser una noche realmente larga.

Continue Reading

You'll Also Like

892 77 15
Contenido erótico. Esta historia entorna y habla de Ayla, una chica bastante peculiar y llena de deseos por todo lo relacionado con la fantasía y la...
369K 24.2K 95
Todas las personas se cansan. Junior lo sabía y aun así continuó lastimando a quien estaba seguro que era el amor de su vida.
1.9K 135 13
Camille Lumbrad es una joven francesa de una familia prestigiosa, obligada a ser una dama mientras su fuerte deseo es vivir grandes aventuras y riesg...
915 135 30
Aria Winter estaba sola, en medio del enorme estado de California en la ciudad de los Ángeles, sin ningún familiar al que llamar para su cumpleaños o...