Capítulo 42

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“¿Y todavía me tenéis miedo, no?”

_____ apretó los labios mientras se debatía como contestar a esa pregunta. “¿Qué queréis que te diga?”

“Quiero la verdad.”

“Bien. Sí. Todavía hay una parte de mí que te tiene miedo. Lo admito. Vi dónde viviste y lo que te hicieron. Horrores como esos dejan su huella. Es así. No podéis caminar a través del infierno y no quemarte. Y si bien he visto la bondad en ti, también vi lo peor. Lo peor me aterra. Así que dado todo eso, decidí escuchar el consejo de Jaden y no decirte que era un chacal. No quería que me criticaras o me lastimaras por algo que no puedo cambiar.”

Pero estaba bien que ella se lo hubiera hecho a él. Porque ella no veía al hombre que tenía en frente.

Ella solo veía al esclavo sin cerebro de Noir. El animal en el que Noir lo había convertido. Ella pensaba mal de él, lo suficiente como para creer que no tenía un sentido del bien y el mal. Que podía caminar por el infierno, y si bien tenía sus cicatrices, todavía estaba completo.

Todavía tenía valor.

Sí, había veces cuando las heridas se abrían y volvían a sangrar… como en este momento.

Pero él no era un monstruo. No arremetía contra nadie sin una razón. Y nunca lo había hecho con ella.

Ella no tenía razones para dudar de él.

Pero lo hacía.

Hay algo que no está bien con él. Nunca se puede confiar en los dioses, ni en sus bastardos. Son hijos de puta, truculentos y traicioneros.

Pero no eran solo los dioses.

Eran todos. Todos los seres tenían sus propósitos ocultos. No había buenas acciones sin que se esperara algo a cambio.

Y él ya estaba podrido de que lo lastimaran y lo patearan sin razón. “¿Sabes, no soy tan estúpido como todos piensan que soy. Puedo diferenciarte de los chacales que me cagaron la vida… pero quizás no. Porque en este momento, estoy pensando que me heriste mucho más profundamente que ellos.”

Esperaba más de ti.

Guillermo se dirigió hacia las puertas dobles más cercanas que pudo encontrar. No tenía un destino fijo, sólo quería alejarse de este lugar lo más posible.

No puedo creer que fui tan estúpido. Después de todo lo que había arriesgado por ella. Ella todavía no confiaba en él.

¿Por qué me tomé la molestia? “Quizás debería volver con Noir,” dijo en voz baja.

Al menos en Azmodea, sabía las reglas y esas nunca cambiaban.

Ahí sabía cómo protegerse. Bueno, no era demasiado bueno en eso, pero sabía que hacer para que no lo lanzaran a través de una pared. Allí, veía venir los golpes y podía decidir de antemano si los quería o no.

Pero en este lugar…

Era un campo minado, donde lo atacaban cuando menos lo esperaba. Y los golpes que _____ le había dado dolían mucho más que la peor tortura que Noir pudiera planear.

“¿Guillermo?”

¿Por qué el sonido de su nombre en sus labios lo debilitaba tanto? Él no quería frenarse ni darse vuelta.

Pero no podía alejarse. No de ella.

Contra su voluntad, se frenó y esperó a que ella llegara a él.

_____ bajó la velocidad al acercarse a su lado. Él estaba con una postura tan orgullosa y poderosa como nunca, con esa melena en punta desordenada que suavizaban sus rasgos, y lo hacían ver tan hermoso como letal. Durante toda su vida, ella había soñado con encontrar a alguien que la hiciera sentir de la forma que él lo hacía.

El Guardián [Willyrex&Tú] *Editando*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora