Capítulo 41

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"¿Tiene amigos?”.

El tono de Guillermo era estoico y seco. “Él crea a sus propios amigos”.

Moviéndose para quedar parada junto a Maahes, _____ no podía entender a que se refería Guillermo hasta que miró el paisaje allá abajo donde Verlyn había caído y vio que podía dividirse en múltiples seres. Múltiples seres que podían volar y trepar.. .

Rápido.

Maahes puteó. Él agarró a _____ del brazo y luego a Guillermo.

En un momento estaban en su casa, y al siguiente, aparecieron en el cuarto del trono de un templo egipcio gigante y dorado. _____ giró lentamente para apreciar la belleza del mismo. Por el modo en que brillaba, ella estaba segura de que ya no estaban en el reino humano, sino en otro.

Las paredes brillaban con láminas de oro. Había un estrado gigante en el centro donde un trono dorado tenía a sus flancos dos estatuas de dioses. Ella no tenía ni idea de quienes eran. Uno de ellos, podía jurar, era Maahes. No era que luciera como él. Solo le daba esa impresión.

“Ahora desafío a ese hijo de puta a que venga,” dijo Maahes orgullosamente.

_____ esperaba que tuviera razón, pero no se estaba sintiendo tan arrogante al respecto. “¿Dónde estamos?”

“En la casa de Ma´at. Su templo, en realidad. Ella no vive aquí. Piensa que es demasiado ostentoso.” Él dijo la última palabra riéndose.

Sí, claro que diría eso, dado el lujo exagerado con el que Maahes vivía. Obviamente, no tenía

problemas haciendo alarde de la riqueza excesiva.

“Estaremos a salvo en este lugar,” dijo Maahes con confianza.

Guillermo bufó. “No apostaría mi casa en ello. Créeme, él nos va a encontrar. Es lo que hace”.

“Sí, pero...”

Guillermo le dirigió una mirada fulminante. “Él era uno de los seis dioses primarios originales. Créeme, esto ni siquiera lo va a demorar.”

Maahes maldijo por lo bajo.

“Exacto,” contestó Guillermo en un tono sardónico.

Pero _____ se negaba a ser tan pesimista. “¿Entonces cómo escapamos de él?”

“No podríamos escapar. Nunca”

Maahes estrechó su mirada. “No me creo eso. Siempre hay una manera de vencer. Ustedes dos siéntanse como en casa, vuelvo en un rato”.

Él desapareció instantáneamente.

Solos, de repente, _____ se sentía incómoda mientras se volvía hacia Guillermo. Su cara era estoica, pero el tormento en sus ojos desgarró su alma.

“Perdóname. Tendría que haberte contado lo que era.”

Aun así, él no le dio ninguna pista sobre lo que sentía. “¿Por qué no lo hiciste?”

“Jaden me dijo que no lo hiciera. A causa de lo que te pasó, teníamos miedo de cómo reaccionarias”.

Él se frotó distraídamente su cuello donde la golondrina descansaba debajo de su armadura. “¿Jaden toma todas tus decisiones por ti, ahora?”

Ella hizo un gesto de disgusto. ¿Qué estaba tratando de decirle? No estaba muy segura. Pero sabía que la estaba enojando. “Eso no es justo y sabes que no toma todas mis decisiones por mí”.

Él se movió hasta quedar frente a ella, recordándole lo grande e intimidante que podía ser, incluso cuando no era su intención. Y aunque parecía completamente tranquilo y sereno, sus ojos verdosos la acusaban.

El Guardián [Willyrex&Tú] *Editando*Where stories live. Discover now