Somos una mentira | Min Yoon...

By BaeHyunLee

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Abril era una completa mentira, lo único real era su sonrisa y la forma en que lo miraba. Min Yoon Gi era dif... More

Prólogo
T1 | Capítulo 1
T1 | Capítulo 2
T1 | Capítulo 3
T1 | Capítulo 4
T1 | Capítulo 5
T1 | Capítulo 6
T1 | Capítulo 8
T1 | Capítulo 9
T1 | Capítulo 10
T1 | Capítulo 11
T1 | Capítulo 12
T1 | Capítulo 13
T1 | Capítulo 14
T1 | Capítulo 15
T1 | Capítulo 16
T1 | Capítulo 17
T1 | Capítulo 18
T1 | Capítulo 19
T1 | Capítulo 20
T1 | Capítulo 21
T1 | Capítulo 22
T1 | Capítulo 23
T1 | Capítulo 24
T1 | Capítulo 25
T1 | Capítulo 26
T1 | Capítulo 27
T1 | Capítulo 28
T1 | Capítulo 29
T1 | Capítulo 30
T1 | Capítulo 31
T2 | Capítulo 32
T2 | Capítulo 33
T2 | Capitulo 34
El regreso...

T1 | Capítulo 7

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By BaeHyunLee


El armario de Nam Joon estaba completamente iluminado por una lámpara de techo. Había tantas prendas colgadas que no sabía exactamente hacia dónde mirar, pero la gran mayoría eran de los mismos tonos: Café, beige, azul y blanco.

Un par de minutos antes había llegado de sorpresa a su habitación, era extraño encontrarlo ahí en vez de en su estudio, aun así, me recibió con una radiante sonrisa, de esas que hacían que los hoyuelos en sus mejillas se dibujaran, dándole un aspecto infantil y tierno.

Mi tarea era sencilla: Conseguir un abrigo. No lograba concentrarme en absoluto, aún percibía el aroma de las galletas con chispas de chocolate que Yoon Gi había preparado para mí y aunque no las había probado aún, podía apostar que eran deliciosas. Y a pesar de todo, seguía sintiéndome molesta y frustrada. Lo que había sucedido ayer... No tenía palabras. Me había ofendido de todas las maneras posibles, aun así... Tenía que seguir viéndolo todos los días para mantener mi trabajo. Mi corazón dolía y aunque él tuviera la iniciativa de arreglar las cosas, sabía que no sería suficiente. Tal vez debería dejarlo pasar por el momento... Pero no era específicamente de las personas que olvidaban, no después de la manera en que me había tratado.

— ¿Encontraste uno que te gustara? —La voz de Nam Joon me trajo de vuelta a la realidad. El chico estaba de pie junto a la puerta del armario con una bonita sonrisa en los labios, una que se amplió cuando me vio encogerme de hombros y sonreír apenada.

— Tienes tantos... —Murmuré volviendo la mirada hacia las prendas.

— Déjame ayudarte... —Se ofreció entrando por completo al armario. Sus largos y delgados dedos se deslizaron rápidamente por las prendas hasta que se detuvo en una, de pronto, sacó un enorme abrigo color azul— Levanta los brazos. —Me pidió y yo obedecí.

Con cuidado me ayudó a colocarlo, asegurándose de sacar mi largo cabello castaño que había quedado por debajo del abrigo. Me miré en el espejo por unos segundos, y si... No cabía duda de que era enorme. Las mangas eran tan largas que mis manos no quedaban a la vista, incluso me cubría unos 20 centímetros por encima de las rodillas, parecía un gnomo de jardín.

— Lo siento, es el más pequeño que tengo... —Soltó entre risas, avergonzado. — Deberías usar uno de Jimin o Yoon Gi Hyung.

— Este está bien. Yoon Gi me mataría donde me atreviera a usar una de sus cosas... —Dije rápidamente haciendo una mueca con los labios.

— Aun así, Yoon Gi es más delgado que yo, podrías... —Entonces yo fruncí los labios— ¿Estás bien? He escuchado que has discutido con él, los chicos solo han hablado de eso en toda la noche. No te enojes tanto, sé que se portó como un tonto pero... No es muy amigable cuando tiene personas desconocidas a su alrededor, cambiará cuando se acostumbre y te tenga confianza...

— Eso no le da derecho a tratarme de la manera en que lo hizo. —Susurré levantando mi rostro para poder ver el suyo. — Sé que trabajó para él pero también soy una persona. No puedo soportarlo todo, sé que soy una molestia pero...

— Lo sé, pero no puedo solucionarlo por ti, esto es algo entre Yoon Gi y tú. Solo tienes que saber que nosotros siempre vamos a estar aquí para apoyarte, puedes venir cuando lo necesites ¿De acuerdo? Intenta hablar las cosas con él, puede que sea terco y que sea difícil que te escuche, pero en algún momento lo hará... Solo sé un poco paciente con él.

Y yo no supe qué más decir, Nam Joon tenía razón. A pesar de que seguía sintiéndome molesta, escucharle decir eso hacía que mi corazón se sintiera aliviado.

En ese momento, Yoon Gi apareció en la entrada del armario, tenía esa mala costumbre de aparecer en silencio. Lo vi contener una sonrisa en cuanto me vio, por su semblante podía saber que me veía ridícula con un abrigo tan grande, pero él no podía decir mucho ya que llevaba encima un abrigo negro igual de grande que el de Nam Joon.

— Debemos irnos ahora... —Anunció. Yo asentí con la cabeza y me apresuré a pasar por su lado para salir. Noté que Nam Joon le dijo algo pero no fui capaz de escucharlo.

Un par de minutos después Yoon Gi me alcanzó en la puerta del apartamento. Me encontraba sentada en el escalonan de la entrada cambiando mis zapatos mientras que él esperaba por mí con la mano sobre la cerradura metálica. Aun no me había dicho a donde iríamos ni mucho menos porque necesitaba un abrigo de más. 

Caminamos juntos hasta la salida del edificio en silencio, y me sorprendió no ver el auto en el que los chicos se transportaban. Por un segundo pensé que Yoon Gi conduciría el de Jin pero rápidamente esa idea desapareció de mi cabeza cuando lo vi avanzar por la calle.

— ¿No vienes? —Preguntó en voz baja al notar que no lo seguía. Rápidamente corrí hasta alcanzarlo. Era frustrante caminar en silencio, pero aproveché el momento para observarlo. Su cabello iba cubierto por un gorro azul de lana, incluso llevaba un cubre bocas negro, el enorme abrigo y pantalones anchos... ¿Debía decir el color? Era fácil de adivinar.

— Dijiste que debíamos ir con el staff a algún lado... —Comencé diciendo, él solo asintió con la cabeza— ¿Tomaremos el bus? —Volvió a asentir— ¿Estás bien con eso? No es que te gusten mucho las multitudes ni estar rodeado de la gente... No debe gustarte ni que te toquen.

— Parece que has preguntado mucho por mí. — ¡Me descubrió! — Si, tomaremos el bus. Llegaremos más rápido a la agencia, no tardaremos mucho ahí ya que saldremos con el staff, eso ya lo sabes. —Dijo. No entendía por qué sus palabras eran tan limitantes.

— ¿Vas a decirme a dónde vamos? —Esta vez traté de que mis palabras sonaran más suaves.

— A la playa. —Dijo sin más, dejándome en blanco. Debía estar mintiendo.

La parada de buses estaba vacía cuando llegamos. Solo habían sido un par de calles y a mí ya me faltaba la respiración. A pesar que Yoon Gi llevaba puesto un cubre bocas sabía que estaba sonriendo, se estaba burlando de mí.

El bus llegó y nosotros subimos. Al menos tuvo la delicadeza de pagar por mí, ya era mucho pedir. Yoon Gi ocupó uno de los asientos vacíos y yo tomé el que estaba en la fila contraria. De pronto mis ojos se encontraron con los suyos, me miraba perplejo, incluso escandalizado. Hizo un gesto para que me sentara a su lado y yo claramente me negué haciendo que el chico pusiera los ojos en blanco. Al menos, era divertido ver que él también podía sentirse frustrado.

— ¿Qué estás haciendo? ¡Ven aquí! —Susurró haciendo que riera.

— ¿Por qué? No quiero...

— ¡Ya! —Levantó la voz llamando la atención de los otros pasajeros. — Que vengas aquí... —Yo volví a reír y esta vez accedí. Me levanté de mi asiento para tomar el que estaba vacío a su lado. Sentí como su cuerpo rápidamente se relajó, era tan difícil interpretar sus acciones.

— ¿Ibas a dejar que algún extraño se sentara a mi lado? ¿Y si me descubren? ¿Qué ibas a hacer? Seguro no saldríamos de aquí en un buen rato... ¿No ves que estoy de incognito? —Susurró.

— Que paranoico... —Solté entre risas. — ¿Acaso no soy una extraña también?

— Lo eres. Pero al menos no te me arrojaras encima, aunque debería dudarlo, tienes tendencias a ser pervertida. No se me olvida que me viste usando solo una toalla... —Dijo avergonzado.

— ¡Eso fue tu culpa! —Me escandalicé levantando la voz. Rápidamente Yoon Gi puso una de sus manos sobre mi boca para callarme. Ambos miramos alrededor, y solo un par de chicas nos miraban con curiosidad, tal vez se preguntaban si realmente era Suga de BTS.

— Deja de hacer escándalos, no creo que quieras una foto nuestra en las redes con el título de pareja. —Se excusó. Tomé su mano con cuidado para apartarla de mi boca.

Nos quedamos por un momento en silencio, tal vez minutos mientras que el bus avanzaba entre el tráfico de Seúl. De pronto sentí una leve corriente en el cuerpo cuando la cabeza de Yoon Gi cayó sobre mi hombro derecho. Giré mi rostro para verlo, él mantenía sus ojos cerrados, sus pestañas tocaban sutilmente sus pómulos y su respiración era tranquila... Lucía como un niño pequeño.

— ¿Estas dormido? —Susurré.

— Mmm... —Emitió, y por alguna razón mi corazón comenzó a acelerarse.

— Yoon Gi... Aún estoy molesta contigo. —Confesé en voz baja.

— Lo sé, lo siento... —Dijo, su voz era apenas audible, solo para que yo lo escuchara.

— ¿Estás siendo sincero? —Agregué... Él en ningún momento abrió sus ojos.

— Si. No debí hablarte de esa manera, debí haberte escuchado, también fue tu culpa pero fui yo quien actuó mal. Ahora... déjame dormir un poco. No hables... —Murmuró dejándome con las palabras en la boca. Volví a mirar a nuestro alrededor, ahora había más personas mirándonos y entendía por qué, seguramente para ellos parecíamos una pareja.

— Yoon Gi... Nos estás mirando, levántate. —Susurré removiéndome en el asiento con la intención de que él quitara su cabeza de mi hombro, él solo gruño. — Pensarán que somos parejas...

— No me importa, no molestes... —Entonces puso una de sus pálidas manos sobre las mías. Mi respiración se detuvo. — Que piensen lo que quieran... — ¿Cómo podía decir algo como eso y pensar que no iba a reaccionar? Seguía siendo una mujer. — Para mí... —Susurró dejándome a la expectativa, con mi corazón desbordado. — Ahora... Eres una almohada. —Y la magia se desvaneció, como si alguien arrojara un balde de agua helada sobre mí.

— Tonto... —Comenté rodando los ojos al tiempo que apartaba su mano.

Yoon Gi no volvió a decir nada, tampoco se apartó ni abrió sus ojos. A los pocos minutos sentí como se quedaba dormido ya que su respiración se hacía cada vez más profunda. Faltaban pocas calles para llegar por lo que disfruté cuando me levanté de golpe una vez que el bus se detuvo. Su cuerpo cayó a un lado en el asiento haciendo que despertara de golpe, desorientado y mirando alrededor como un niño perdido, solo se tranquilizó cuando me escuchó reír, seguido de esa mirada acusadora que me dedicaba cuando nos bajamos del vehículo.

Entramos junto a Big Hit Entertainment. Poco a poco iba reconociendo a las personas del staff. Yoon Gi desapareció segundos después de haber llegado dejándome a la deriva, solo podía observar a los demás moviéndose de un lado para el otros. Unos llevaban cámaras, lámparas y de más cosas para organizar un set ¿Qué es lo que está pasando? De pronto, apareció mi salvación. Ha Neul corrió hacia mí en cuanto me vio dejando una gran pila de mantas sobre mis brazos, tuve que hacer un gran esfuerzo para sostenerlas todas sin dejarlas caer.

— ¿Qué es lo que está pasando? ¿Para dónde vamos? —Pregunté mientras la seguía.

— ¿Qué, no te lo dijo? —Preguntó la mujer de cabellos castaños como si se estuviera burlando de mí. — Oye, a estas alturas es para que conocieras la agenda de los chicos ¿Aun no lo ha dicho? —Yo arqueé mi ceja, haciéndole ver que su pregunta era ridícula.

— Yoon Gi me odia. Hace una hora me enteré que saldríamos... ¿Acaso creer que podría conocer su agenda? —Solté sin más dejando la pila de mantas sobre una silla para girarme a verla. Ha Neul solo sonreía divertidamente al tiempo que empacaba los maquillajes de los chicos.

— ¡Vamos! Eres astuta... ¿Cómo es que no has podido? Sé que discutieron ayer pero... Conocer las cosas que debe hacer es diferentes. Es tu trabajo... —Aquello parecía un regaño.

— Olvídalo, no quiero hablar de eso. No es como si Yoon Gi hiciera mi trabajo tan fácil, Unnie... —Mi voz demostraba la frustración que sentía ante ese tema. — Entonces... ¿A dónde iremos?

— Te lo diré en el camino... Ayúdame con esto. —Se limitó a decir, señalando dos bolsos junto a la entrada del salón. Era hora de irnos.

Habían dos carros negros estacionados en el parqueadero, reconocía uno de ellos ya que era donde los chicos se transportaban. Los miembros del staff se movían como locos mientras subían todos los implementos para una grabación. Pronto, uno de los vehículos emprendió su camino hacia quién sabe dónde.

Ha Neul y yo nos encargamos de subir el resto de cosas, solo hacía falta que Yoon Gi y el manager Kim aparecieran. El auto estaba repleto de bolsos, comida y demás cosas, ¿Cómo podrían necesitar tantas cosas para solo un par de horas?

— Presta atención... —Me regañó Ha Neul. Ella sí que aprovechaba la diferencia de edades entre nosotras. — En este bolso están todas las cosas que vas a necesitar para ayudar a Yoon Gi. —Comentó señalando el bolso color marrón— Hay mantas, toallas, paños calientes, guantes, orejeras... Y todo lo que pueda necesitar para el frío.

— Muy bien... ¿Qué se supone que voy a hacer con todo esto? ¿Acaso vamos para el polo norte? ¿Es real que iremos a la playa? ¿Por qué? En esta temporada hace tanto frío... —Me quejé.

— Lo sé. Escucha... Los chicos conducen un show en donde hacen retos, juegos y demás cosas... ¡Lo sabrías si los vieras! En el capítulo anterior, Yoon Gi perdió el juego y como castigo debe saltar al agua. Se debe emitir, por eso estamos todos corriendo con maquillaje, luces y demás cosas... Tu trabajo prácticamente es mantener a Yoon Gi caliente. —Eso sonaba tan... mal cuando ella lo decía— Quiero decir... ¡Ya, no me mires de esa manera! Me haces ver como una pervertida —Soltó escandalizada ante la mirada que le había obsequiado— Tendrá mucho frío en cuanto salga del agua, encárgate de eso... ¿Está bien? —Finalizó retomando el tema ante mi distracción.

Yoon Gi y el manager Kim por fin llegaron. No tardamos en emprender camino ya que estábamos retrasados y el viaje duraría un par de horas. Se sabía que con el pasar de las horas la temperatura poco a poco bajaría y sería imposible grabar la escena que necesitaban para el programa.

Una vez más miré a Yoon Gi. Estaba callado como de costumbre, con la mirada perdida a través de la ventana, pensativo. Fruncí el ceño y luego suspiré, este silencio me estaba molestando.

— ¿Estarás bien? —Le pregunté en voz baja. Él giró su rostro hacia mí, mirándome extrañado.

— Si... —Respondió sin saber muy bien a qué me refería, dudando. — ¿Por qué?

— El agua, estará fría y... podrías enfermar. —Me explique.

— Ah... Estaré bien, sólo entraré por un par de segundos, eso es todo. No voy a morir... —Se limitó a decir aunque no sonara convencido. — No me gusta... —Dijo de pronto, sin apartar la mirada de mí. — El frío y el agua... —Agregó al notar que yo no le comprendía.

— No te preocupes, me encargaré de eso... —Dije confiando plenamente en mí, a lo que sonrió.

— ¿Qué? ¿Vas a calentar el agua del mar para mí? —Claramente se estaba burlando.

— ¡Claro que puedo, pero no lo haría por ti! —Dije como si nada, llamando la atención del Manager Kim quien comenzó a poner más atención en nosotros. En eso Yoon Gi volvió a sonreír pero su sonrisa se distorsionó ante un bostezo. — Ven... Duerme. Aún falta mucho para llegar. —Agregué tocando mi hombro izquierdo para que él apoyara su cabeza como lo había hecho en el bus. Noté como los ojos de Ha Neul se abrieron como platos ante mis acciones, lo cual ignoré por completo, hasta Yoon Gi me miró diferente, incluso... dudó. 

— Esto se verá de otra manera si me lo pides tú... —Susurró pero eso no lo detuvo a cruzarse de brazos, acomodarse en el asiento y apoyar su cabeza contra mi hombro. — Quédate quieta y no hables... —Me ordenó. Contuve una sonrisa, al menos, solo por este día estábamos entendiéndonos.

— ¡Ah! Pero cuando lo haces tú sin permiso, no se ve de otra manera... —Solté como si nada, hasta el Manager Kim estaba escandalizado. Noté como la comisura de sus labios se curvaban, estaba conteniendo una sonrisa.

— Silencio... —Se limitó a decir él. Sabía que había ganado... Solo esta vez, no dije nada.


Tal vez no era tan mala después de todo... (Perspectiva de Yoon Gi)

El auto se detuvo, pero no fui capaz de abrir los ojos. Escuchaba voces a mí alrededor... El Manager Kim le pedía a todos que organizaran las cámaras y la iluminación, la voz de algún miembro del staff pidiendo que prepararan el café, la voz de Ha Neul, quien hablaba sobre el maquillaje que pondría en mí... Lo extraño era que no podía escuchar la voz de Abril.

Me sentía completamente agotado, no era capaz de moverme a pesar de estar despierto. Sabía que ya habíamos llegado porque sentía una fría brisa golpeando el lado derecho del cuerpo al momento de que alguien abría la puerta del auto. Otra cosa extraña era que el lado izquierdo de mi cuerpo se mantenía cálido. ¿Qué era? Entonces me vi obligado a abrir los ojos con brusquedad pero tuve que cerrarlos rápidamente ante la claridad... Repetí el proceso varias veces hasta que pude acostúmbrame a la luz, ahí fue que la vi. Aparté mi cabeza del hombro de Abril para contemplar su semblante, ella dormía profundamente.

Era la primera vez que la veía de esta manera, era agradable mirarla... Tenía unas largas pestañas que tocaban sus pómulos al tener sus ojos cerrados, su nariz era recta y sus labios delgados y pequeños, los que ahora estaban entreabiertos, su cabello castaño y liso, que caía delicadamente sobre sus hombros y uno que otro mechón en su rostro... Jamás admitiría en voz alta que era hermosa. 

Fue en ese momento en que ella se removió y tuve que reaccionar rápidamente para tomar su rostro con una de mis manos para que ella no despertara de golpe... Ante esto, ella solo suspiró. Pero, para mi mala suerte la puerta del auto volvió a abrirse, sorprendiéndome. Solté su rostro justo a tiempo antes de que Ha Neul notara mis acciones, acto seguido, tal cual yo había despertado en el bus, ella lo hizo, desorientada y asustada, pero exagerando ya que una de sus manos terminó golpeándome el rostro, haciéndome maldecir.

— ¡Perdón, perdón! —La escuché decir, incluso sus ojos grises mostraban arrepentimiento— No quería golpearte, lo siento... —Parecía aterrada ante mi reacción, aun así, volví a maldecir.

— Olvídalo... —Gruñí. Me bajé del auto con una mano sobre la boca, ahí donde me había golpeado. Escuché como ella también se baja y como Ha Neul nos seguía un tanto desconcertada.

— Yoon Gi, es hora de grabar. —Anunció el Manager Kim.

Preferí no prestarle atención a Abril y agradecí que desapareciera de mi campo visual mientras Ha Neul hacía un intento por aplicar un poco de maquillaje en mi rostro, lo más natural posible para la grabación. Por otro lado, estaba inquieto, no dejaba de moverme, el frío me calaba los huesos, no quería entrar al agua, ya estaba arrepintiéndome... Y sobre todo, para mi desgracia, no podía sacarme de la cabeza por un momento el pequeño rostro de Abril durmiendo. Me maldije también por haberme permitido hacer algo como eso. Tonto, tonto...

Cuando todo estuvo listo, en cuestión de segundos tuve una cámara frente a mi rostro. Dije unas cuantas cosas sobre el porqué estábamos ahí mientras deambulaba alrededor de la orilla del mar. Desde donde estaba pude ver a Abril parada detrás del director de cámara contemplando el monitor. Frotaba sus manos seguidas veces y se movía inquieta en su lugar, su rostro lucía más pálido de lo normal, tal vez por el frío, incluso se había puesto un par de orejeras. Se veía como una niña... "¡No, basta! Deja de pensar tonterías" Me dije a mí mismo volviendo a concentrarme en lo que tenía que hacer.

— ¡Director! ¿Realmente debo entrar? —Pregunté arrodillándome junto al agua para meter la mano. Solté un grito agudo y retiré la mano del agua rápidamente. — ¡Está fría! Deberíamos considerarlo, no puedo hacerlo.

— Debes hacerlo... —Dijo el director consiguiendo unas cuantas risas de los miembros del staff.

Me contuve de maldecir y me quité el abrigo, tenía que hacerlo, cuanto más rápido, mejor. No lo pensé dos veces y salté al agua. Fue como si mil cuchillos me atravesaran el cuerpo. Uno, dos... tres, y salí. Estaba temblando de los pies a la cabeza mientras el staff aplaudía ante mis hazañas. En mala hora había aceptado ese castigo, me dolía todo, hasta sentía que mi rostro que había quedado congelado a causa del frío.

— Rápido, rápido... una toalla. —Murmuré y en cuestión de segundos Abril apareció delante de mí rodeándome con una. Prácticamente le permití hacer lo que quisiera conmigo.

— Espera, espera... —La escuché decir poniendo otra toalla sobre mi cabeza para secar mi cabello. Volví a concentrarme en su rostro, olvidando por un segundo que todavía seguían grabando la escena. Se veía preocupada y aterrada mientras hacía un intento de ponerse de puntas de pie para secar todo mi cabello. De pronto sus dedos rozaron mi nariz haciendo que ambos nos estremeciéramos. — Tienes la nariz helada... —Dijo lo que ya sabía, prácticamente ni la sentía, aun así no le dije nada, dejé que ella continuara con su trabajo.

De un gran bolso sacó una manta para reemplazarla por la toalla mojada. También me dio un paño caliente para mis manos, y mientras yo me encargaba de eso, me sorprendió cuando puso unos paños calientes sobre mis orejas presionando suavemente para calentarlas. Estaba desconcertado y no era el único, más no se lo impedi. A pesar del frío, sentí como mi corazón comenzó a correr en una carrera, yo solo podía contemplar su rostro, y ella ni lo notaba, estaba más concentrada en hacerme entrar en calor que en mirarme... Y claro, ella consiguió lo que deseaba.

— Debes cambiarte rápido esta ropa... Podrás enfermar. —Susurró apartándose un poco cuando notó que la cámara aún seguía puesta en nosotros. — ¿Aún tienes frío?

— Si... —Fue lo único que se me vino a la mente. Me obligue también a apartarme para volver a mirar a la cámara y concluir con el castigo que me habían dado. Después de acabar con toda la grabación, conseguí cambiar mi ropa por una más cómoda y sobre todo, seca.

Permanecí en el auto mientras los demás recogían las cosas para regresar a la agencia. Tardamos menos de lo que había imaginado y estaba agradecido de que fuera así ya que tenía que regresar a mi estudio para volver a trabajar y mientras esperaba, recibí un mensaje.


Nam Joon.

Estoy trabajando en una canción en el estudio de la agencia.
Quiero que la escuches... ¿Puedes venir en cuanto regreses?

Yoon Gi.

Si, estaré en un par de horas.


Abril fue la primera en entrar al auto y tomar el asiento a mi lado. Nos quedamos por un par de minutos a solas, en el que ella frotaba de nuevo sus manos para entrar en calor, se veía como un pequeño cachorro en ese estado.

— ¿Cómo vas con el frío? ¿Te siente bien? —Preguntó ella, preocupada.

— Eso debería preguntar yo... —Murmuré distraídamente.

— No fui yo quien entró al mar... Déjame ver. —Entonces, volvió a sorprenderme cuando me tomó de las manos. — Aún están heladas... —Y mi cuerpo se petrificó por completo, no sabía si ella era muy atrevida o si realmente estaba preocupada por mí, solo supe que me sentí bastante a gusto en cuanto ella comenzó a frotar mis manos entre las suyas. Yo no sabía qué decir, estaba sin palabras... Recuerdo que la última persona que había hecho algo parecido era mi madre cuando era solo un niño, ahora Abril me hacía sentir como un niño, inseguro.

— ¿Qué estás haciendo? —Susurré sin poder apartar la mirada de ella.

— ¿No es obvio? —Dijo ella arqueando una de sus cejas. Entonces se inclinó llevando mis manos hacia sus labios, fue ahí que sopló calentándolas con su aliento... haciendo que una corriente recorriera todo mi cuerpo. Esto era demasiado... Eso fue suficiente para que mis mejillas se tornaran de un color carmesí, me sentía extrañamente tímido.

Prácticamente, aparté mis manos con fuerza para que dejara de tocarme. Odiaba sentirme expuesto y sobre todo sorprendido, no sabía qué esperar de ella, quien actuaba sin pensar. Pronto, los demás subieron al auto y estuvimos en marcha de vuelta a la agencia. Todos, salvo el conductor, bebíamos café y conversábamos de lo bien que había salido la grabación, y de que Abril había permitido que su rostro se viera en el programa, haciendo la aclaración de que era la asistente.

— Yoon Gi... ¿Iras primero a casa? —Preguntó el Manager Kim.

— No, Nam Joon me está esperando en el estudio de la agencia. —Respondí.

— Deberías ir a casa, al menos para tomar un baño caliente. —Intervino Abril, tomándome por sorpresa. — Puedes enfermar, de verdad. No tardarás mucho si...

— Estoy bien. —Repuse interrumpiendo.

— Pero Yoon Gi... —Ella parecía no rendirse.

— Te he dicho que estoy bien... ¡No intervengas si no te lo he pedido! —Solté, sintiéndome frustrado, y tal vez... habría destrozado lo poco que habíamos avanzado. — Entiendo que seas mi asistente, pero eso no te da el derecho de opinar sobre mis decisiones. Si necesito algo, te lo pediré... Por lo pronto, quédate callada... — Y por la mirada que ella me dedicó, supe que lo había arruinado.

Ya no había marcha atrás...

Aun no me había acostumbrado al hecho de tenerla a mi lado... 

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