Justin frenó el auto sin fijarse si quedó bien estacionado y corrió para tomar a Jessica.
—¿Te duele algo? —Preguntó mientras corría al interior de la clínica.
—Si, y sigo sintiendo que sale sangre —Sollozó.
Justin cerró sus ojos con dolor y comenzó a buscar un médico por todos lados.
—¡Un médico por favor! ¡Está teniendo una pérdida! —Gritó.
Una enfermera se acercó a ellos con una silla de ruedas. Algunas personas que estaban en la guardia se quejaron, pero no podían dejar esperar a alguien que estaba perdiendo su embarazo. Justin sentó a Jessica en la silla de ruedas y se la llevaron rápidamente.
—Espere aquí un momento señor —Pidió la enfermera y cerró la puerta en su cara.
Justin se tiró del cabello y comenzó a caminar por la sala rogando que su hijo estuviese bien.
—Señor, mientras tanto puede ingresar a su esposa —Dijo un doctor apareciendo detrás de él—. Y tranquilo, seguro todo estará bien —Finalizó y se fue por las dos puertas donde anteriormente se habían llevado a Jessica.
Justin caminó hacia la recepción y comenzó a dar los datos de Jessica.
—Señor, necesito que me pase su nombre —Dijo la recepcionista sacándolo de sus pensamientos.
—Justin Bieber —Respondió—. ¿Cuándo puedo pasar a ver a mi esposa? —Preguntó.
—Seguro es un rato más, mientras tanto puede tomar asiento.
—Gracias por la ayuda —Dijo con sarcasmo y caminó hacia los asientos.
Sacó su celular de su bolsillo para ver si su vecina le decía algo sobre Ava, pero no había nada. Lo guardó nuevamente en el bolsillo y se pasó una mano por el cabello. Se sentía culpable de eso porque había hecho poner nerviosa a Jessica.
Los minutos pasaron y Justin estaba por perder el control hasta que vio a un doctor que caminaba directo hacia él. Justin se levantó rápidamente.
—¿Usted es el señor Bieber? —Preguntó.
—Así es —Respondió—. ¿Cómo se encuentra mi esposa? —Preguntó.
—Le hemos hecho unos análisis que estarán en unos minutos. Por ahora quedará ingresada —Explicó—, ¿Quieres ir con ella? —Preguntó.
—Si —Respondió Justin.
El doctor asintió y comenzó a caminar seguido por Justin. Ingresaron por las dos puertas que daban a un pasillo. Caminaron varios metros hasta parar frente a la habitación. Entraron y ahí Justin pudo ver a Jessica, quien tenía los ojos rojos e hinchados.
—Bebé —Dijo Justin y se acercó rápidamente a su esposa—. ¿Cómo te sientes?
—No lo sé —Negó con su cabeza.
—En un momento volveré con los resultados —Dijo el doctor y se retiró.
—Creo en que todo estará bien —Dijo Justin y colocó su mano sobre el vientre de su esposa.
Jessica sólo asintió. Ella pensaba que ya no había nada en su interior. Su sentido de madre se lo decíay eso le destrozaba el corazón.
Los minutos seguían pasando y Justin se dedicaba a acariciar la una Jessica que estaba perdida en sus pensamientos. La puerta se abrió y por allí ingresaron el doctor seguido de una mujer.
—Tenemos los resultados —Avisó la mujer mirando su carpeta.
Jessica se sentó rápidamente en la camilla. Justin rogaba con todo su ser que su hijo siguiera ahí.
—¿Cómo está mi hijo? —Preguntó Jessica y apretó la mano de Justin.
El doctor suspiró y miró a la mujer a su lado.
—No hemos encontrado latidos y tampoco se encuentra el feto allí. Lo has expulsado naturalmente. Lo siento mucho —Dijo el hombre.
Jessica cerró sus ojos y asintió mientras bajaba su cabeza. Justin apoyó su frente en la camilla sintiendo como se llenaba de tristeza su pecho.
El doctor se retiró en silencio junto a su acompañante dejando a solas a la triste pareja. Justin levantó su cabeza para mirar a Jessica.
—Oye amor... —Justin quiso decir algo para apoyar a su esposa, pero ésta lo interrumpió.
—No digas nada Justin —Susurró con la voz rota y limpió sus lágrimas.
Justin de todos modos no hizo caso y se levantó para abrazarla. Allí Jessica rompió en llanto más fuerte. Justin dejó que sus lágrimas siguieran cayendo mientras acariciaba la espalda de su esposa.
—Todo estará bien —Dijo Justin para darle fuerzas.
—No estará bien, he perdido a mi bebé.
—También iba a ser mi bebé —Respondió Justin alejándose un poco.
—¡Pero tú no lo tenías en tu interior! ¡No era la misma conexión! —Gritó.
Justin asintió dolido y se sentó nuevamente. No pelearía con ella, no era el momento y quizá tenía razón en que no tenían la misma conexión, pero Justin ya lo amaba desde este se enteró que estaba en camino, al igual que Avalanna. Oh Ava, ¿cómo le dirían que su hermanito no iba a hacer? Pensó Justin
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Luego de varias horas ya le habían dado el alta y ambos se encontraban en el auto de camino a casa. Ya era madrugada y las callen no estaban muy llenas como solían estar en New York. Jessica tenía la vista perdida en la ventanilla mientras Justin no quitaba la mirada del camino.
Cuando estuvieron en el edificio Justin estacionó su auto en el lugar correspondiente y bajó para abrirle la puerta a Jessica.
—Ven —Le susurró cuando le tendió la mano y la ayudó a salir del auto.
Pasó un brazo por su cintura y con la mano libre le colocó seguro. Metió las llaves en su bolsillo y comenzaron a caminar hacia al ascensor. Cuando llegaron a su piso prendió las luces y suspiró al ver que el ambiente se había transformado en uno triste.
—¿Quieres acostarte o ir al sofá? —Preguntó Justin.
—Quiero acostarme —Respondió Jessica sin ganas.
—Bien —Justin asintió—. Deja que te acompaño.
Jessica sólo asintió. Subieron las escaleras lentamente hasta llegar a la habitación de ellos. Jessica se sentó en la cama y se quedó mirando un punto fijo. Justin miró hacia el mismo lugar que Jessica y se encontró con una bolsa de una tienda de bebés. Tragó grueso y rápidamente lo tomó para alejarlo de su vista.
—¿Quieres cambiarte de ropa? —Preguntó Justin agachándose frente a ella.
—No —Negó con su cabeza y abrió el edredón. Se quitó las zapatillas y se acostó dándole la espalda a Justin—. Buenas noches —Saludó.
Justin tragó grueso tras la actitud de su esposa.
—Buenas noches —Se inclinó y besó la mejilla de Jessica—. Te amo —Dijo.
Espero unos segundos por una respuesta que nunca llegó. Se levantó resignado y salió de la habitación para ir directo a la sala. No podía ir a buscar a Avalanna porque ya era tarde.
Se sentó en el sofá, prendió la televisión y se acostó luego de bajarle el volumen por completo. Pasó un brazo por debajo de su cuello y cerró sus ojos con cansancio. Había sido una noche horrible, aún no caía por completo en que Jessica había tenido un aborto espontáneo. Sintió ganas de llorar al recordarlo.
Sacó su celular de su pantalón con intención de mandarle un mensaje a Jordan, necesitaba descargarse con alguien. Pero se arrepintió al ver la hora, no quería molestarlo. Se volteó en el sofá y se quedó dormido luego de tanto pensar.
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Justin se levantó al oír que alguien llamaba a la puerta. Desorientado tomó su celular y gruñó al ver que eran las diez de la mañana. Se levantó del sofá luego de pasar su mano por sus ojos y caminó hacia la puerta mientras carraspeaba para no tener la voz ronca. Abrió y sonrió de costado al encontrarse con Avalanna y la vecina allí.
—Hola Margaret, hola mi amor —Saludó Justin. Su intento en quitar la voz ronca había fallado—. Siento mucho no haber ido a buscarla ayer, las cosas no salieron bien y llegamos muy tarde.
—No te preocupes muchacho, la hemos pasado bien juntas —Le sonrió a la niña—. Pensaba traerla más tarde, pero mis hijos me han invitado a almorzar con ellos.
—No pasa nada, gracias por cuidarla —Le sonrió—, pásala bien.
—Gracias Justin. Adiós —Sonrió y movió su mano en dirección a los dos y se fue directo al ascensor.
Justin acarició el cabello de Avalanna y ambos ingresaron a la casa.
—¿Cómo te encuentras pequeña? —Preguntó Justin.
—Bien papi, ¿tú? —Preguntó la niña—. Tienes cara triste.
Justin torció su boca. Se encontraba triste, pero no amargaría a su hija.
—No es cara de triste amor, es cara de que recién me levanto —Mintió y abrazó fuertemente a Ava—. ¿Quieres el desayuno?
—¡Si!
Justin sonrió sin mostrar los dientes y ambos caminaron a la cocina. Justin comenzó a preparar lo que comerían ambos.
—Espérame aquí un momento princesa —Avisó y salió de la cocina para subir hacia su habitación.
Quería comprobar si Jessica dormía.
Ingresó a la habitación sin hacer mucho ruido y se encontró con la cama completamente vacía. Sólo se escuchaba el ruido de la lluvia artificial proveniente del baño. Salió de la habitación para bajar nuevamente a la cocina.
—¿Y mami? —Preguntó Avalanna cuando vio a su padre.
—Se está dando un baño pequeña —Respondió y siguió preparando el desayuno.
Poco después ambos ya habían terminado de desayunar, pero Jessica nunca bajó.
—Quizá mamá está cansada. ¿Podemos llevarle el desayuno a la cama? —Preguntó.
—Por supuesto —Justin fingió una sonrisa y colocó en una bandeja todo lo que sería para Jessica.
Subió con cuidado las escaleras seguido de su hija e ingresaron a la habitación. Justin frunció el ceño al ver a Jessica sentada en el piso mirando por el gran ventanal hacia la gran vista de New York.
—¡Mami! —Exclamó Avalanna haciendo sobresaltar a Jessica y corrió hacia ella para abrazarla.
—Hola mi amor —Intentó sonreír, pero salió una mueca.
—Ava quiso traerte el desayuno —Avisó Justin.
—No tengo mucho hamb... —Calló al ver que Justin negaba con su cabeza y se levantó para acercarse a la bandeja—, gracias cariño.
—De nada mami —La niña sonrió y se subió a la cama de sus padres para acostarse en el medio.
Justin se paró delante de Jessica y tomó un mechón de pelo suelto para colocarlo detrás de su oreja. Luego besó su frente.
—¿Cómo te encuentras? —Susurró.
—Cansada —Se encogió de hombros.
Justin asintió y caminó hacia la cama. No quería molestarla. Se acostó al lado de Ava y la abrazó fuertemente. En su hija encontraba todo el apoyo que necesitaba.
—Te amo princesa —Susurró y beso su mejilla.
—Yo te amo a ti papi —Respondió la niña escondiendo su cabeza en el pecho de su padre—. Mami ven aquí con nosotros.
Jessica encontró la excusa para dejar el desayuno. Así que se acostó rápidamente al lado de su hija. También encontraba apoyo en ella, aunque el dolor de que su bebé ya no estaba en su vientre no se iba.
Justin estiró su brazo y abrazó también a Jessica. Ésta tuvo que esconder su cabeza en la almohada porque sintió unas horribles ganas de llorar.
—Si estamos los tres juntos podremos superar cualquier cosa —Dijo Justin cerrando sus ojos.
Sabía que vendrían días duros y este era sólo el comienzo.
{...}
Hola amores, ¿cómo están? supongo que hartas de tener que esperar tanto, y yo lo estoy de tardar tanto. Pero con el colegio no puedo evitarlo, espero que sepan entenderlo 💞
¿qué les pareció este capítulo? Si les gustó dejen sus votos y comentarios 📌❤
Nos leemos en el próximo capítulo, las amo mucho, natt💙