Ana
Abro los ojos, pero no veo nada porque una nube de rizos dorados me cubre la cara. Miriam está abrazada a mí con una sonrisa en los labios. Por segundo día consecutivo, después de mi firme decisión de alejarme de ella, he acabado con Miriam entre mis brazos y yo abrazada a ella. Y el problema es que cuando ya lo tenía decidido, ha aparecido la Miriam más tierna y me cuesta la misma vida poner distancia con esta Miriam, porque en realidad no quiero ponerla, y ya me jode tener que estar poniendo límites cuando no quiero. Porque yo lo que quiero es que Miriam esté conmigo siempre, así como ahora, entre mis brazos, y que se nos olvide el mundo y los miedos. Pero luego me acuerdo de que Miriam no es mía, que sigue siendo la novia de alguien ahí fuera, y me duele, me duele que no tuviera el valor para jugársela por mí y que, en el fondo, no sé si, cuando llegue el momento, Miriam se la jugará por mí para dejarlo todo atrás. Empiezo a llorar y ya no me siento tan bien en estos brazos. Así que me deslizo de entre ellos y me visto para ir con Aitana a la mesa.
Hoy tenemos examen de técnica vocal y a mí me gustaría hacerlo bien. Miriam se sienta al lado de Agoney y está con la mirada perdida hasta que empezamos a hablar de el examen que nos espera. La charla es tranquila, hablamos de todo y nada, por ejemplo de qué hemos estado soñando estas noches. Todo va bien hasta que Aitana me mira y comenta.
Aitana- Ana, ¿cuándo has llorado? Tienes los ojos super-hinchados-
Ana- Anoche, pero no fue nada una tonteriita, ¿me lo notaste por los ojos?- Estupendo ahora Miriam va a saber que he estado llorando por ella.
Aitana- ?¿Tú crees que el domingo antes de terminar veremos a los compañero?- Pues yo lo estoy deseando la verdad porque necesito ver a Mimi de nuevo, lo necesito en este momento.
Hoy es un día un poco frenético, sabemos que tenemos que cuidar los detalles para que la gala sea única. Mamen me riñe un poco por el twang de las frases y yo quiero estar perfecta, si es mi ultima gala quiero que se vea lo que he aprendido con la técnica vocal. Ahora vendrán mis compañeros y nos toca examen. Llevo tanto rato en esta sala que cuando mis compañeros llegan, me quedo tumbada sobre los sillones. Miriam está sentada en el nivel superior y siento como me observa mientras completo el examen que Mamen nos entrega. Digamos que lo llevamos preparado a medias, por eso cuando Mamen sale un momento todos aprovechan.
Ana- No me copies- La mirada de Miriam me está poniendo algo nerviosa.
Miriam- No te estoy copiando, te estoy mirando-
Ana- Para copiar-
Miriam- Para admirarte- se ríe y yo me pongo muy nerviosa- Altanera, presiosa y orgullosa, no permite la copien nada más-
Ana- ¡Me cago en tu padre Miriam!- pero no seguimos porque llega Mamen y se supone que no podemos copiar en el examen.
Mamen- ?Habéis visto a Ana, ahí repantingada, como una reina mora?-
Miriam- Ella, que está en la havana- Miriam me mira y me guiña el ojo. Se está pasando con el vacile, esta noche se va a enterar lo que es estar en la havana con Ana Guerra.
Miriam
Vaya día llevamos, menuda mierda, me levanto y Ana se ha ido. Hoy no parece estar de humor para mis bromas, y creo que está poniendo distancia porque se ha sentado en el otro extremo de la mesa. Yo estoy un poco mosqueada porque Alfred está haciendo el tonto con Ana, y debería dejarle claro que, a partir de ahora, sólo yo puedo hacerle bromas a Ana Guerra. Pero Alfred llega con un paraguas a la mesa y lo pone encima de Ana, con lo supersticiosa que es. Entonces Ana, decide cumplir su amenaza, tirándole un vaso de agua por encima y Alfred se queda con cara de tonto, Agoney se levanta preocupado por el micro, pero Alfred suelta.
Alfred- Ana, que esto encoge- y todos empezamos a reír, lo que calma las cosas que estaban muy tensas, sobre todo porque Ana está muy rallada con afinar esta gala, aunque yo creo que está perfecta.
Antes de salir a la gala me acerco a Ana, que está preciosa con un una bata negra y un cinturón tipo corsé.
Miriam- Venía a desearte suerte, pero no la necesitas-
Ana- Gracias Miriam, pero las dos sabemos que prefieres que se quede Agoney-
Miriam- No Ana, se vaya quien se vaya, yo lo voy a pasar mal esta noche. Pero si soy sincera preferiría que te quedaras tú, no estoy preparada para dejarte ir todavía- Me acerco y le doy un pequeño beso en la mejilla, lo hago ahora porque después, en plató, no sé si voy a ser capaz si es Agoney el que se va.
LA GALA
Miriam
La gala empieza con Ana Guerra y, ¡menudo empiece!. Está imponente, el vestido que lleva tiene la espalda al aire, está lleno de flecos. Es corto dejando ver sus largas piernas. Empieza el show, estoy atrapada desde el primer momento, cuando el bailarín agarra a Ana por la nuca y la echa hacia atrás mientras levanta su pierna. ¡Dios, que sexy es Ana! y como querría ser bailarín en estos momentos. Y cuando Ana se da la vuelta y empieza a cantar, la cara que ha puesto, si hoy no me derrito con los focos del plató me voy a derretir al ver a Ana. Rectifico, quiero ser bailarina, para lanzarme a los pies de Ana Guerra. Después paso la fase de querer ser silla, que se siente encima mía cuando quiera y, cuando se sube encima de esa silla, lo que quiero es ir a matar al bailarín porque Ana está resbalando con sus piernas abiertas por su cuerpo, y yo ya estoy medio muerta. Lo que viene después me deja muerta del todo, esto no estaba en los pases, han cogido a Ana y la han subido a la espalda de uno de los bailarines, continúa subiendo las piernas, mientra otro se las abre y la sube sobre su hombro, y le dan una voltereta en el aire para dejarla en el suelo.
Yo estoy intentando sobreponerme a la sensación que me provoca tener la imagen mental de una Ana abierta de piernas, cuando Ana empieza a rodar por el suelo y girar su melena, luego avanza hacia la cámara mientras sube y baja la cadera como una pantera.
Esta coreo debe ser la fantasía húmeda de España, esto seguro que está rompiendo las audiencias. Me imagino a millones de babosos pegados a la tele que hoy van a soñar con Ana Guerra. Bueno, esta noche, a lo mejor yo también lo hago porque este número pone malísimo a cualquiera. Voy a tener que darle las gracias a Vicky por este número, ¿¡madre mía Ana Guerra!
Luego canta Agoney, un numerazo, pero hay una parte en mí que desea que no sea suficiente, porque esta noche quiero a Ana para mí y si se va no podré tenerla.
La noche avanza y llega el fatídico momento, Ana tiene un rictus serio y está conteniendo las lágrimas, supongo que está preparándose para marcharse, de hecho algo me dice que Ana lleva mentalmente una semana fuera. Cuando dicen su nombre Ana se queda en blanco porque de verdad no se lo espera, ni siquiera se la ve contenta, solo respira aliviada mientras se abraza a Agoney. Y yo también me quedo helada, porque a partir de ahora estoy sola en esta academia y la única persona que me queda dentro apenas me soporta, así que empiezo a llorar. Cada vez que miro a Ana, la veo quieta y yo me deshago por dentro. Despedimos a Agoney con el camina, Ana ahora sín parece contenta, supongo que le ha contagiado la alegría de Agoney, cuando por fin le abrazo Agoney se arrodilla ante mí y me dice que vaya a por ello.
Ana
El chat es más lacrimógeno de lo que se espera, nos mandan un mensaje especial de las personas que nos han apoyado en la academia. Miriam está llorando y yo estoy muy tensa, porque parte de mí no cree que me lo merezca. Ella lo intenta pero no es capaz siquiera de hablar cuando le preguntan, tiene la voz entrecortada y yo me preocupo por ella. No puedo evitarlo.
Entonces aparece Mimi en pantalla para darnos su mensaje de apoyo y una sonrisa se pinta en mi cara porque con Mimi todo es una fiesta. Pero Miriam no está para fiestas, está bastante afectada y Noemí se acerca a abrazarla. Me hubiera gustado poder ser yo quien le abrazara pero no puedo hacerlo, y me limito a mirarla de reojo y disimular mientras veo como Miriam se derrumba. Entonces me quedo pillada, me meto en mi mundo y me siento como una mierda, no puedo ver así a Miriam, y aunque intento mantener una actitud positiva, tengo que usar mis dotes de actriz para que no se me note que no estoy contenta.
Miriam se anima un poco cuando le ponen un video de sus fans y cuando aparece Mireya. Yo también sonrío cuando Mireya le recuerda que en Navidades se van a Disneyland, pero la razón por la que sonrío es porque, conociendo a Mireya, esto es un código clave por lo de nuestra actuación de Disney.
Ana- Miriam, no vas a parar de llorar entre una cosa y otra- Digo esto porque me duele verla.
Cuando hacemos el repaso de nuestros castings, ya estoy rendida por las lagrimas de Miriam, no paro de mirarla, estoy muy preocupada por ella. Es la primera vez que veo a Miriam y no está entera, ella siempre ha podido guardar la compostura, hasta hoy, y eso me aterra. Al volver Miriam se sienta a mí lado, pero deja un espacio entre nosotras, supongo que no quiere forzar las cosas.
Miriam
Llevo todo el chat llorando y estoy emocionalmente exahusta, estamos repasando nuestro paso por los castings y ni siquiera entonces puedo parar de llorar. La marcha de Agoney es mucho más dura de lo que había imaginado, y aunque desearía poder estar concentrada no puedo, no sé bien porqué pero solo consigo calmarme cuando toca el turno de ver el paso por el casting de Ana Guerra. La Ana del vídeo contrasta mucho con la mujer que tengo delante, una joven chica flacucha, frente a una sexy diosa guerrera. Ana también ve el cambio, lo vemos todos, son dos personas diferentes. Ahora le ponen un mensaje de Roi, que la hace llorar y reír porque estos dos se quieren de veras.
Al final, vamos a la sala de ensayos para despedirnos de Agoney y Ana se sienta a mi lado. Nunca 30 centímetros habían sido una distancia tan larga. Agoney me mira y dice que todo pasa por algo, y yo creo que se refiere a que él tenía que irse para que yo pudiera arregar las cosas con Ana Guerra. Ana me mira pero yo estoy deshecha, tanto que casi ni le digo adiós a Agoney, de hecho solo bostezo mientras Agoney me besa.
Cuando todo termina Ana se abraza a Aitana y Aitana me abraza a mí como si quisiera obligarnos a darnos un abrazo.
Cuando llego a la habitación intento quitarme el vestido de la gala pero no llego a la cremallera. Estoy tan frustrada que me pongo a llorar de nuevo, como una niña pequeña. Hasta que noto una mano apoyada en la espalda y una segunda mano que baja mi cremallera.
Ana- Ya está leona, ¿Estás bien?-
Miriam- Sí, estoy bien- Ana pone las manos en mis hombros y me da la vuelta.
Ana- Las dos sabemos que no, pero eso no cuenta. Miriam sé que lo de Agoney ha sido duro para tí, de verdad que me hubiera gustado irme yo en vez de él. También sé que no es nuestro mejor momento, pero si esta noche necesitas un abrazo o un hombro sobre el que llorar...- Yo le respondo con rabia.
Miriam- Por qué siempre tienes un gesto dulce, una palabra. ¿ Por qué tienes que ser así, Ana? ¿Por qué?-
Ana- ¿Así como?
Miriam- Así de perfecta- Ana se queda quieta por un momento, pero después pone las manos en mis sienes y me besa en la frente.
Cuando subo la cara Ana me mira y sonríe, me acaricia la mejilla, y Ana me besa.
El beso de Ana es tan dulce, que se te cuela dentro del alma. Maldita Ana, maldita seas.
Malditos sean tus ojos oscuros y profundos, maldita tu risa, tu boca, tus labios, tus manos, tus piernas. Maldita dulzura la tuya.
Ana me arrastra hacia la cama.
Ana- Vamos leona, necesitas mucho amor esta noche, alguien que te reconforte- Veo como Ana deja caer su vestido rojo al suelo, solo lleva unas braguitas debajo. Ana se acerca y comienza a darme pequeños besos mientras me acaricia- Yo la respondo, porque no hay nada que quiera más que que Ana me haga olvidar esta noche. Y comienzo a devolverle los besos lentamente. Intentando ser tan dulce como ella. Bendita dulzura la nuestra.
Bueno chicas, capítulo largo, largo donde los haya, espero que os haya gustado. Ya nos acercamos a la gala final pero aún nos quedan unos capítulos para disfrutarlo juntas. Os agradezco que estéis ahí no sabéis lo contenta que estoy de que una locura cómo está haya llegado a los 40 capítulos.