Ana
Miriam entra en la ducha envuelta en una toalla. Ella está muy tranquila pero si piensa que me voy a quedar quieta después de lo que acaba de pasar está muy equivocada.
Hago que estoy buscando en los armarios para hacer algo de tiempo mientras la leona entra en la ducha, no tiene ni idea de mi plan. Una vez que Miriam está en la ducha entro con cuidado la ropa y las toallas de su alcance, no va a poder salir de la ducha tan fácilmente.
Ahora me desnudo y entro en la misma ducha que ella, ella, la ducha y yo tenemos una cuenta pendiente.
Me detengo a mirar a Miriam, esta vez sin la vergüenza de la primera vez pero con el mismo deseo. Miro como el agua se resbala por su espalda y como cae por sus muslos. De repente me entra mucha sed. Me acerco a Miriam despacio y me pongo muy cerca.
Ana- ¿Esta vez sí me vas a dejar que te frote la espalda?- Paso mis manos por sus hombros y las resbaló por sus brazos hasta que veo una reacción.
Miriam- Ana no seas mala-
Ana- No soy mala, voy a ser buenísima, te va a encantar- cojo la esponja y empiezo a frotar la espalda de Miriam muy lentamente, mientras voy dándole besos en la base del cuello.
Miriam- Ay Ana, que no podemos estar una hora en la ducha, que tenemos que ensayar- Miriam está intentando convencerme para que lo deje, pero yo no pienso hacerle caso, primero porque no me apetece y segundo porque a Miriam le está encantando. Lo sé porque cuando Miriam no quiere admitir que algo le gusta se hace la despistada pero te hace un gesto nada casual para invitarte a seguir, y ahora Miriam está inclinando el cuello hacia un lado dándome vía libre a su cuello.
Yo acepto la invitación y lo muerdo mientras bajo la esponja hasta su trasero. Subo mi boca por su cuello hasta su oreja y le susurro.
Ana- Pues qué digo yo que si no quieres que estemos aquí mucho rato, vas a tener que ser rápida leona- Se que a Miriam además de mandar le ponen mucho los retos y este le debe encantar porque está resoplando y ha bajado la temperatura del agua unos grados. Pero como ya nos vamos conociendo, esto no le va a servir de nada.
Paso la esponja por los muslos de Miriam, dios que si Miriam tiene un buen culo tendrían que ver sus piernas. Me agacho y empiezo a enjabonar la parte de atrás de las piernas de Miriam, cuando termino agarro sus caderas y la giro. Miriam dice no querer pero no tengo que hacer nada de esfuerzo para darle la media vuelta.
Miriam-Ana, qué haces-
Ana- No te hagas la ingenua, si no quieres resbalar busca algún sitio donde agarrarte-
Miriam asiente y busca un asidero. Yo le abro ligeramente las piernas- y no me importaría que te soltaras un poco y gritaras.-
Miriam- Aquí no, ni en tus sueños- Empiezo a lamer a Miriam qué se agarra mucho más fuerte al asidero.
Ana- ¿En otro sitio sí entonces?- Cada día me gusta más cómo sabe la leona.
Miriam- Créeme que en esta academia, con lo que me haces, me estoy conteniendo bastante.- Oír eso me da un poco de confianza, a veces es complicado saber si Miriam está disfrutando porque es un poco callada en esos momentos.
Miriam
Ana me está volviendo loca, sin apenas tocarme y solo con su lengua y creo que no voy a aguantar ni 5 minutos. Creo que ahora que conozco los secretos de la boca de Ana Guerra me siento orgullosa de que haya sido conmigo. Si Amaya se entera de que Ana puede hacer esto le da una patada en el culo a Alfred pero corriendo. Las cosas que hace esta chica con esa boca. Estoy concentrándome en no chillar, pero como sé que a Ana le gustaría que pudiéramos hacer ruido digo su nombre entre gemidos, aunque intento mantener el volumen bajo.
La lengua de Ana se acelera al oírme decir su nombre y a mí me están temblando las piernas, busco otro sitio para agarrarme pero no lo encuentro y mi mano acaba agarrando el pelo de Ana mientras ahogo el grito que quiero dar cuando alcanzo el clímax.
Ana- ¿Ya leona? Creo que hemos batido un record mundial o algo- Levanto a Ana y la beso.
Miriam- La culpa es tuya, se te da demasiado bien-
Ana- A nadie se le da demasiado bien-
Miriam- A ti sí, si sigues así un día vas a conseguir que tenga un orgasmo sin tocarme-
Ana- Eso querida, ya lo he hecho- ¿Me acaba de dar un azote en el culo?
Miriam- Cuándo ha pasado eso-
Ana- Tu sueño, ¿te acuerdas?-
Miriam- Pero ahí no...- Ana me mira con una media sonrisa en la boca y levanta una ceja- vale sí, pero eso técnicamente no fuiste tú-
Ana- bueno te acepto el reto-
Miriam- Es imposible Ana-
Ana- Ya veremos-
Miriam- Quién es la pervertida ahora ehh canaria-
Salimos de la ducha y nos vestimos al final tenemos que ensayar la canción del chat mientras nos secamos el pelo. Esto de estar con Ana aquí dentro es genial para el ánimo pero fatal para mí productividad.
La tarde pasa y llega el momento de prepararnos para la gala, estamos casi listas cuando me acerco a la mesa donde los chicos están comiendo algo antes de irnos.
Ana- Miriam por qué llevas pantalones-
Miriam - Pues porque llevo pantalones, y tú porque llevas vestido-
Ana- Pues porque llevo vestido- Me río porque Ana ha estado a punto de desvelar en directo el misterio de nuestro vestuario. Que menudo vestuario, el mío es un poco de vedette de cuarta, pero Ana tiene un camisón de lencería que espero que se pueda quedar. No sé por qué los de vestuario siempre me visten a Ana cómo si fuera una diosa, yo creo que tienen predilección por ella y por Aitana porque las ponen divinas siempre.
La gala no va mal, me quedo impresionada con el número de Amaya y como Ana, actuando inmediatamente detrás, lo que siempre es un marrón, lo clava y lo hace genial. El drama llega cuando llegan las expulsiones. Esta semana los votos han estado muy claros, Roi se salva con un 70% de los votos, lo que significa que Cepeda se va. Y si Cepeda se va, Aitana va a estar destrozada, cuando dicen su nombre la abrazo porque no para de llorar. Puede que Cepeda no sea santo de mi devoción pero su marcha va a afectar a dos personas a las que quiero mucho en la academia. Vamos todos a despedirle y Ana y Aitana no paran de llorar, yo me cambio de posición para que a mí vuelta pueda estar cerca de Ana. Sé que controlo mucho los gestos en las galas pero Ana está mal y no puedo evitar cogerle la mano para darle ánimos.
Empiezan las valoraciones y estamos todos bastante nerviosos porque sabemos que la mitad de nosotros se va a ir al pozo salvo Aitana que ha sido la última favorita.
Empiezan con dos nominados, Alfred y Nerea y salvan a Amaia. Cuando llega mi turno, solo me dicen que no he sido lo suficientemente buena, intento mantener la compostura pero me cuesta, eso hace que parezca que estoy distante en el momento que Ana me da un abrazo, pero nada más lejos de la realidad, nada me gustaría más que fundirme en los brazos de Ana en este momento, pero no quiero llorar delante del jurado.
Lo siguiente es la valoración de Ana, yo sé que está dudando pero lo ha hecho perfecto y así se lo hace ver el jurado. Me alegro tanto de que Ana no esté nominada hoy que dejó de medir los gestos, la abrazo, le digo que se lo merece e intento reconfortarla, me está costando quitarle la manos de encima.
Al final todos los de mi grupo están nominados y yo no puedo estar más triste. Quiero quedarme, por mí y por Ana, pero no quiero que Agoney y Nerea tengan que quedarse nominados, porque sé que todos los demás van a salvar a Alfred. Y cuando los profesores me salvan lloro, pero no de alegría, lloro porque sé que haga lo que haga no voy a poder salvar a mis amigos.
Volvemos a la academia y aunque estoy realmente jodida quiero que Ana sepa que todo sigue estando igual, que la sigo queriendo igual, así que le pongo todo el alma al cantar un mundo ideal. Se me olvida parte de la letra pero Ana está haciendo de apuntadora y me saca una sonrisa. Cuando termina me da ese abrazo que no pudo darme en la gala.
El chat acaba y nos vamos hacia los cuartos. Yo estoy agarrada a la mano de Ana cómo si fuera el ancla que me trae a la realidad.
Miriam- Ana, esta noche no quiero dormir sola por favor.-
Ana- Claro, mi amor. Perdona, no quería llamarte amor- Me meto en la cama y golpeó el colchón porque quiero que Ana venga a mí lado. Me abrazo a ella.
Miriam- Sabes, en realidad no me molesta que me llames amor-
Ana- Lo sabía, en el fondo eres más moñas que yo-
Miriam- No tientes tu suerte- Ana me achucha y empieza a acariciarme el pelo- Ana, qué voy a hacer sin ellos-
Ana- Me tienes a mí, lo sabes ¿Verdad? Siempre-
Miriam-Lo sé- Y me aferro a Ana porque es lo único que quiero que parece que voy a ser capaz de conservar.