Ana
Abro los ojos, aún está oscuro, creo que nos queda un rato más hasta que suene la música que ponen para despertar. Me acurruco en el hueco del cuerpo de Miriam intentando robarle un poquito de calor, al fin y al cabo, soy canaria y aquí siempre tengo frío. Bueno menos anoche, anoche fue distinto. No esperaba que Miriam fuera así, parece dura, pero en el fondo es una forma de esconder sus miedos, a veces la leona es un gatito. La miro, está preciosa cuando duerme, su rictus serio ha desaparecido y en su boca se dibuja una sonrisa, espero que esa sonrisa sea para mí. Me encanta estar aquí con ella, aunque no sé bien si sería mejor pasar a mi propia cama para que no nos vean los compañeros. Ayer nos arriesgamos bastante, pero creo que mereció la pena, solo espero que nadie estuviera pinchando las cámaras en ese momento.
Ana-Miriam, ¿estas despierta? - me muerdo el labio, sé que no debería hacerlo, pero es difícil contenerme así que la beso.
Miriam- Mmmmm- me acerca a ella con más fuerza.
Ana- Leona, voy a pasarme a mi cama, para que no nos pillen-
Miriam- No, mmmmm - me quedaría aquí para siempre, pero temo a donde vaya a llegar esto porque si vuelvo a besarla no voy a poder parar de hacerlo.
Ana- Leona, en serio, no quiero irme, ¿lo entiendes? - Miriam, se está dando la vuelta.
Miriam- Mmm sí- Se tapa con el edredón y se hace un ovillo yo vuelvo a mi cama e intento dormir, no sé cómo voy a poder volver a hacerlo sin el calor de Miriam.
DESPERTAR
Miriam
¿Pero dónde está Ana? busco su cuerpo en la litera, pero Ana no está aquí, supongo que se habrá levantado, pero no entiendo por qué no me ha dicho nada después de lo de anoche. Me giro y veo a Ana durmiendo en su cama, ¿se ha largado a hurtadillas en medio de la noche? ¿se avergüenza? A ver Miriam, no te ralles seguro que esto tiene una explicación lógica.
Miriam- ¡Ana, Ana! - la zarandeo. Ana me mira perpleja, estoy a punto de preguntarle que porqué me ha dejado sola en medio de la noche cuando oímos que alguien se acerca.
Noemí- Miriam, Ana podéis por favor venir conmigo un momento a mi despacho, tengo que hablar con vosotras- ¡No me jodas!
Estamos en el despacho de Noemí y es la primera vez en este concurso que estoy cagada de miedo, ni en mi primera nominación, ni saliendo al escenario, ni en las valoraciones. Miro a Ana y tiene la mirada clavada en el suelo como los niños pequeños cuando les llaman al despacho del director, supongo que Ana en su papel de niña perfecta no se esperaba algo así.
Noemí- Creo que cuando entrasteis aquí, las normas del concurso eran muy claras y vosotras dos no sois precisamente niñas pequeñas. - ¡No, por favor no!, dime que no nos han pillado- estáis en un centro de alto rendimiento y las noches son para descansar, no para hacer excursiones nocturnas- estoy completamente avergonzada ¿y si nos han visto?...
Miriam- Pero no, estábamos... - Dios ¿cómo vamos a salir de esta? estoy entrando en pánico, Ana por Dios abre la boca-
Noemí- No sabemos que estabais haciendo, habéis tenido la suerte de que le tocara el descanso a los cámaras, pero sea lo que sea va contra las normas. La próxima vez que haya una escapada a las 3 de la mañana os aseguro que os vais de la academia, aunque no estéis nominadas- Ana se retira el pelo detrás de la oreja y comienza a hablar.
Ana- Noemí, es culpa mía, a Miriam le dolía la cadera y yo la convencí de que podíamos encontrar voltarem en el botiquín, yo, lo siento- Ana tiene tal cara de inocencia que si no llego a estar allí me creo que es eso lo que estábamos haciendo.
Noemí- ¿Miriam estas bien? ¿Y por qué no habéis llamado al médico? - Vamos Miriam que tú eres una experta de la improvisación.
Miriam- Porque soy muy cabezona, y Ana me lo dijo antes y yo me negué y luego a las 3 ya no podía con el dolor y tampoco quería despertar a nadie por un golpe tonto- No sé si va a colar.
Noemí- Bueno, Miriam viniendo de ti me lo creo, pero que sepáis que la próxima vez si alguien tiene una urgencia por la noche el procedimiento es buscar a quien esté de guardia en la entrada para llamar al médico- Respiro muy profundamente porque esta vez nos hemos librado, pero esto no puede repetirse, tengo que hablar con Ana.
Ana- No te preocupes Noemí, ya sabemos qué hacer si hay una emergencia durante la noche. ¿Podríais por favor traernos un antiinflamatorio para la cadera de Miriam? - Definitivamente lo de esta chica es de Óscar.
Noemí- Si claro, Miriam el médico viene en un rato, asegúrate de que te ve esa cadera, esta tarde hay ensayos para la gala.
Nos vamos del despacho de Noemí, y volvemos a la habitación, estoy tan paranoica que compruebo una a una las literas para comprobar que no hay nadie antes de cerrar de nuevo la puerta.
Ana- De la que nos hemos librado leona- Ana se acerca a mí para darme un beso, pero yo la aparto - Miriam, en serio entiendo que estés nerviosa pero no ha pasado nada relájate.
Miriam- ¡Tú no entiendes nada! ¡No puedes entenderlo! llevo soñando con esto desde los cuatro putos años, yo, mi familia, llevamos años de sacrificio para esto, es mi oportunidad para triunfar. No vas a entenderlo jamás porque tú tienes a tu precioso novio para hacerte la promoción y buscarte los contactos y yo sólo tengo esto, esta es mi única oportunidad ¡y casi la tiro por la borda por un calentón de una noche!- Lamento mis palabras justo en el momento en el que salen de mi boca, no quería haber dicho eso pero lo he dicho y Ana, me está mirando como si acabara de apuñalarla.
Ana- ¿De verdad crees que es eso, de verdad el triunfo es lo único que te importa? Perfecto, pues no estropeemos la oportunidad de ser famosas por "un calentón de una noche"- Quiero pedirle perdón a Ana, decirle que lo siento, que ella significa para mí mucho más que eso, que no me esperaba sentir lo que siento ahora, no tan pronto, no tan rápido y no aquí. Qué tengo miedo, pero no por mi oportunidad, tengo miedo de que esto se acabe de salir de esta academia y volver a nuestras vidas y nos demos cuenta de que esto sólo ha sido otro sueño. Tengo miedo de enfrentarme a Pablo, al bueno de Pablo y decirle que en menos de un mes un solo acontecimiento ha cambiado tanto mi vida que no quiero que mi vida vuelva a ser la de antes, que estoy dispuesta a dejarlo todo atrás y que todo lo que me ha dado ahora me parece una mentira, porque Pablo no se lo merece. O que tú vuelvas a casa y decidas que esto no ha sido más que un momento, aquí dentro y que fuera tu vida con Jadel es más importante. Y es mucho más fácil dejarlo ahora dónde yo sólo me arriesgo a que me odies que seguir así y no poder dejarte ir. Quiero confesarle todo, pero no puedo porque soy demasiado orgullosa como para admitirlo. Así que veo como Ana se va entre lágrimas.
Las siguientes horas son un infierno, no soporto a Cepeda y sus tonterías, es como intentar demostrar química con un botijo. Yo solo quiero llorar porque me siento como una mierda por todo lo que le he dicho a Ana y me piden que sienta, y no puedo, no puedo porque si me dejo ir voy a romperme. Así que voy a pasar la tormenta en piloto automático, soy una profesional y voy a demostrar que esto no va a afectarme.
LA GALA
Miriam
Es la primera vez en mi vida que me siento nerviosa al llegar al escenario. Estoy nerviosa porque trato de no llorar. No he podido hablar con Ana, solo nos hemos cruzado en maquillaje y me ha ignorado y, aunque sé que ahora mismo es lo que me merezco, pero no puedo evitar sentirme triste. No entiendo por qué he tenido que decirle eso, en ese momento y de esa forma, supongo que podré arreglarlo, disculparme de algún modo, hacerle entender que al menos podemos ser amigas.
Llega mi turno de actuación y paso los dos minutos más largos de mi vida intentando que tengo una conexión con alguien que parece ser de otra galaxia. Intento ser esa Miriam profesional a la que todos alaban, pero eso solo me sirve apenas para contener las lágrimas de mis ojos. Al menos esto se puede tomar como un intento de emocionar. Cuando terminamos, a pesar de los aplausos yo sé que no ha sido mi mejor actuación y lo peor de todo es que ahora mismo no me importa.
Ana
Bien Ana, ha llegado el momento vas a demostrarle a todos que no eres una chica de paso, un entretenimiento de una noche. Si lo único en lo que Miriam piensa es en triunfar vamos a ponerle difícil la lucha, verás Leona como yo también soy una profesional, que lucho por sacar esto adelante, que no estoy aquí por mi novio sino por mi valía y que, a mí, este desliz, tampoco me importa.
Comienzo la primera estrofa y, por primera vez estoy totalmente segura sobre el escenario -Solitaria Camina la bikina y la gente se pone a murmurar, dicen que tiene una pena, dicen que tiene una pena que le hace llorar-
Las palabras salen de mi boca e intento remarcar el sentido de cada estrofa, buscando los giros, los matices y, al llegar la tercera estrofa tras el trozo de correo, me doy cuenta, me doy cuenta de que esta canción se la estoy cantando a Miriam.
-La bikina, tiene pena y dolor, la bikina no conoce el amor- y entonces laslágrimas llegan a mis ojos y la voz se me rompe- Altanera, preciosa y orgullosano permiten la quieran consolaaaaarrr dicen que alguien ya vino y se fue, dicenque pasa las noches llorando por él- y subo en cada estrofa hasta la nota másalta donde me vacío porqué quiero decirte que hoy me has perdido y que acabaráspor llorar.
La canción acaba y el público grita y yo me inclino a recibir su aplauso. Aquíme tienes Miriam, he levantado al público cantando, escúchalos que hoy hanhablado.