"Deberías pasarte por el departamento mañana".
Las palabras de Grace resonaron en mi cabeza toda la tarde. Y no me quedaba mucho tiempo para seguir pensando.
No sabía si era buena idea. Dijo que le encantaría charlar un rato, y tener un reencuentro con Ethan.
Ethan... Quizás me odie. Quizás no quiera verme. Ahora ir ya no es tan buena idea como pensé. ¿Y si no quiere verme? ¿Me echará de menos como yo lo hago?.
Después, como si fuera una rutina en mi cabeza. Grayson aparece con imágenes borrosas.
Ya era hora de borrar cada momento, ya es hora de dejar de torturarme. Pensé que sería una buena opción darnos un tiempo, pero sólo me hice daño, las cosas no estaban bien y no tengo ni la mínima idea de cómo sigo aquí sin él, aguantando cada día. Pero lo busco en cualquier lado, en cualquier mirada, busco algo restante y nada. Nunca hay algo.
Miro el reloj que cuelga en mi pared. Con las manos sudorosas y mordiendo mi labio inferior me fijo en la hora. Aún tengo tiempo de llegar.
Durante exactamente veinte minutos no me puedo quedar quieta. No he dejado de mordisquearme el labio, de caminar por todo el departamento y sentir nauseas. Estoy muy nerviosa.
Intento no pensar en ello hasta que mi estomago se calma otra vez. Es ahí donde entro a mi habitación y leo el mensaje que Grace me ha dejado hace cinco minutos.
[¿Vendrás?]
Trago saliva y con esfuerzo tecleo un sí.
Ahora, ya no hay vuelta atrás, pero me he solucionado el asunto. Mi nerviosismo disminuye cuando entro al baño a darme una ducha rápida.
Pero aumenta cuando estoy delante al armario indecisa, ¿qué debo ponerme?.
Finalmente opto por algo sencillo y nada elaborado. Al igual que mi peinado y algunos toques de maquillaje. Sólo lo necesario.
Me miro al espejo por ultima vez y respiro profundamente. Tomo mi bolso y salgo del departamento antes de darme la oportunidad de arrepentirme.
Bajo por el ascensor y subo a mi auto el cual dejé en el estacionamiento la noche anterior. Las arrugas de mi frente se vuelven más intensas conforme el coche avanza. ¿Por qué estoy tan nerviosa?. Saco mi celular y veo la dirección que Grace me envió. ¿Cómo es posible que vivan juntos?, si hace más de un año no dejaban de discutir y decirse lo repugnantes que eran. Demasiado irónico.
Con la respiración pesada, llego al lugar que marca Grace. Miro hacia la izquierda y veo un edificio grande, de color blanco con ventanales azules. Bajo de mi auto una vez que lo dejo estacionado e intento tomar aire mientras camino en dirección a este.
Cruzo las puertas dándoles un empujón y saludo amablemente al portero, el cual me dedica una sonrisa.
Recuerdo el numero de piso y puerta, así que presiono el botón del elevador para subir a su ritmo.
Cada piso que sube me pone más inquieta. Después de una eternidad, las puertas se abren de par en par cuando marca el número cinco.
Recorro nerviosa el largo pasillo y me detengo en la sexta puerta. Antes de tocar, trago saliva... esto no es buena idea, ¿y si mejor me voy? ¿Qué hago aquí? No debería hacer esto.
Sacudí la cabeza y mi mano se dirigió a la madera para dar tres golpes.
No esperé más de tres minutos. Parpadeé rápidamente cuando Grace me abrió la puerta y saltó a abrazarme. Sonreí por instinto y correspondí.
—Leah, qué bueno que estás aquí —dice emocionada cuando se separa. —vamos, pasa... Ethan esta terminando de darse una ducha.
No digo nada, sólo doy un paso dentro y observo todo atenta.
Es un departamento muy grande, pero vacío. Tiene los muebles necesarios y huele a limpio con una mezcla de comida. Es la típica decoración de una pareja joven. Pero con unos cuantos lujos de más.
Cuando termino de examinar el lugar, miro a Grace. Estaba hablándome hace algunos segundos y parece que la ignoré.
—Perdón, ¿qué decías?.
—Que si quieres algo de tomar —suelta una risa y alza una ceja.
—No, gracias —sonrío amable y me quedo parada en medio de la sala.
—Siéntate —me dice risueña.
Me siento en el sillón sintiéndome un poco torpe.
—¿Soy yo o te has vuelto más tímida? —se sienta a un lado mío y frunce el ceño divertida.
—Es que... estoy cansada, no he dormido bien —miento.
—Se nota —asiente.
Entonces ya no pienso en qué decir, porque el sonido de una puerta abrirse me interrumpe. Levanto la vista al mismo tiempo que Grace, y lo veo...
Mi corazón acelera e intento respirar con normalidad, es mucha emoción, tanta que ni siquiera soy capaz de contenerla.
Me levanto del sillón para estar más cerca de la persona que alguna vez fue mi mejor amigo. Ethan me sonríe. De oreja a oreja, incluso noto que esta igual que yo.
Quiero abrazarlo, ojalá me haya extrañado tanto como yo lo hice.
—Leah —sus ojos avellana se expanden con sorpresa. —no pensé que vendrías.
Comienza a acercarse, y cuando lo tengo a un solo paso, me lanzo a abrazarlo. Lo hago con fuerza, por un momento me confundo de persona, y me doy un golpe mental. No es él.
—Me alegra tanto verte —le digo sin pensar. Simplemente sale de mí. Sus brazos me empujan a él con fuerza.
—A mí igual —se separa finalmente, y me mira perplejo. —Estas muy diferente... quiero decir, te ves muy bien —me examina.
—Tú también cambiaste —suelto una risa nerviosa. —no puedo creer todo esto.
—¿Qué cosa? —frunce el ceño.
—Pues... todo lo que has logrado, y nunca estuve ahí para verlo.
Vive en un departamento lujoso. Tiene una relación con la persona que menos imaginé. Es la mano derecha en una empresa importante. Y ya no es un idiota cómo solía ser en la preparatoria. Ya no usa sus playeras y jeans, ahora viste formal y no se ha rasurado. Esto no es real. ¿En qué momento me perdí?.
—Nunca es demasiado tarde —me dice con un tono suave. Hasta creo que su voz se ha vuelto un poco más gruesa.
—Supongo que lo es —hago una mueca y bajo la mirada. Me hubiera gustado vivir esto con él, como en los viejos tiempos.
—El miércoles tengo una inauguración importante, es sobre la empresa —me informa. —sabes que me encantaría que estuvieras ahí, Leah.
—Creo que has venido en el momento indicado —sonríe Grace apoyándolo.
Lo miro sorprendida y a la vez nerviosa. Eso es lo único que desearía hacer en este momento. Y tiene razón, parece que nunca es demasiado tarde. Sonrío porque la idea de acompañarlo me emociona, pero después me quedo pensando...
Se supone que Grayson es parte de eso también. Él tendrá que estar ahí. Miro a Grace, ella se ha dado cuenta del problema que ronda en mi cabeza, y Ethan tarda en notarlo, lo hace cuando el silencio incómodo inunda la habitación.
—No lo sé... —suelto.
—Perdón, olvidé que... —niega con la cabeza y da un paso atrás.
—No, tranquilo... —lo interrumpo antes de lograr escuchar su nombre. —me encantaría estar ahí, Ethan, pero yo... no sé si pueda hacerlo.
—Leah... no debes dejar de hacer lo que quieres por culpa de los demás —Grace interviene colocándose a un lado de Ethan. —la antigua Leah aceptaría ir y no le importaría nada.
—No quiero volver a ser esa Leah nunca —aviso cortante. Se me han ido las palabras.
Ambos me miran callados. Me siento avergonzada, pero Ethan lo impide cuando habla.
—Ve por mí —me pide. —no por nadie más.
Lo miro dudosa e indecisa. No quiero retroceder, quiero seguir adelante, cosa que verlo no me lo permitirá.
La verdad es que mi vida es bastante rutinaria, no puedo decir que soy feliz, porque si lo hago, esta claro que estoy mintiendo. Perdí a mis amigos y perdí a la persona que logró hacerme sentir feliz por primera vez en mucho tiempo, la persona que con orgullo algún día quise como a nadie. Y ahora... no me queda nada. Me he sentido sola, quiero salir, y darme una oportunidad, lo que no he logrado hacer.
Y estoy cansada de eso.
—Esta bien... iré —respondo. Él sonríe emocionado para después abrazarme.
Estaré actualizando aquí los domingos y danger to me los miércoles. Perdón si el capítulo esta mal escrito o redactado, tuve que escribirlo muy rápidoxd
Gracias chicas, las amo.