𝗢𝟱𝟯. alexandria
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Rachel observó curiosa todo su alrededor, la frescura de la calle rodeada de las risas de los niños hizo que la castaña se sintiera segura, escuchaba a los demás quejarse sobre las armas pero a ella no le importaba, solo el hecho de sentir que podía estar segura en un lugar la hizo olvidar aquello.
—¿Rachel, cierto?—la mujer de nombre Deanna la llamó, ella alzó una ceja.—Me gustaría que fueras la siguiente, me resultas...intrigante.—habló con una sonrisa, la embarazada giró a mirar a Rick, quien se encontraba serio en su lugar.
—Claro.—aseguró con una mueca, volteó a mirar a Glenn y este la miraba desde su posición. No dijo más nada y solo siguió a la mujer.
Al entrar de vuelta a la casa, Deanna le indicó enseguida que se sentara, la castaña asintió con lentitud y se sentó con incomodidad en el sillón.—¿Te molesta si grabo esto?—aquella pregunta la dislocó un poco, más solo negó.—Bien.
Deanna se sentó en el sillón de piernas cruzadas bajo la mirada severa de la mujer. Rachel repasó la mirada con la casa unos segundos antes de volver a escuchar la voz severa de la canosa.
—Entonces, Rachel dime. ¿Cúantos años tienes?
—Uhm, creo que tengo 28 o algo así. No...no sé si ya los cumplí o no.—dijo sincera, Deanna asintió.
—¿Cuando los cumples?
—El 15 de noviembre.
Deanna enganchó una sonrisa.—Justo la semana pasada.—Rachel alzó las cejas de la impresión, no esperaba aquello.—He notado que estás embarazada, ¿cuantas semanas tienes?
—Creo...uhm..—se removió incómoda.—que estoy a punto de entrar en la 27.
—¿Tienes 7 meses, entonces?—preguntó intrigada, Rachel se mordió el labio ahora mirando al suelo.
—Eso creo.—titubeó.
—El padre. ¿Es el asiático, no? ambos tienen una hija.—Rachel alzó la mirada un poco intimidada.
—Sí.
—Perdón si te incomodo un poco...no, no he visto a una mujer embarazada desde que el mundo...ya sabes, no es como antes.—Rachel solo apartó la mirada sin saber que decir.—De igual manera, tenemos un cirujano. No es de mucha ayuda, pero él puede chequear que tu embarazo este bien, solo que no tenemos la maquina ecográfica.—Rachel evitó hacer una mueca.—Aunque en la próxima exploración especificaré si la pueden conseguir.
—Está bien, no pasa nada..—Rachel hizo un ademán.
Deanna sonrió una vez más, al acomodarse, volvió a mirar a Rachel.—¿Confías en Rick?
Rachel frunció el ceño aún sin mirarla.—¿Qué?
—He notado que él es desconfiado, que es un poco soberbio también. Es tu líder, ¿no? ¿Confías en él?
Está vez Rachel la miró.—¿Cómo no voy a confiar en el hombre que salvó a mi esposo?—preguntó un poco molesta.—¿Al hombre que desde que llegó no ha parado de buscar un lugar el que pueda mantener a salvo al grupo entero? ¿Al que ha salvado más de una vez a mi hija?—Deanna borró de apoco la sonrisa.—Confío en Rick Grimes ciegamente.
Rachel se adentró a la casa por primera vez, era tan silenciosa y espaciosa que la mujer no sabía por donde mirar, sin embargo al escuchar un ruido seco por el área de la cocina; lo primero que hizo fue llevar su mano al cinturón, pero dirigió su mirada allí al no sentir su cuchillo.
Lo había olvidado.
—¿Mamá?—Suni salió de la cocina con un vaso.—Tienen agua.—señaló el vaso con una sonrisa, la mujer suspiró.
—Y duchas.—Glenn apareció por detrás de ella con el cabello mojado.—Es la gloria.
—Duraste como treinta minutos allí dentro.—se burló la niña, el asiático negó divertido.
—Suni, Deanna quiere hablar contigo.
—Oh, Carl dijo que eran preguntas muy tontas.—la niña se quejó pasando por el lado de su madre, Rachel se rio entre dientes más no dijo nada.
Cuando la puerta de la casa se cerró, Glenn tomó a Rachel del brazo y la pegó a él.—¿Qué te preguntó?—le preguntó preocupado.—Conozco esa cara, algo debió haberte preguntado para tenerte de esa manera.
—Hizo...algunas preguntas incómodas, hace mucho no me sentía intimidada.—habló honesta.—Pero este lugar...es increíble e inmenso.—sonrió, logrando que el coreano también sonriera.—Me gusta.
—Es perfecto para Suni y para el bebé.—colocó una mano en su vientre, Rachel asintió.—Debemos empezar a buscar nombres.
—¿Ahora?—preguntó alzando una ceja.—Lo de ducharme suena muy tentador.
Él negó con una sonrisa.—Iré a investigar más por el lugar, escuché que hay una escuela para los niños.—la mujer alzó las cejas con sorpresa.—Suni se alegrará al escuchar que puede seguir aprendiendo a escribir mejor.
Ella asintió.—Le encantará.
Todo era gran silencio en la casa, Rachel sin querer evitarlo olía las prendas que acababa de lavar, debido a que estás olían como nueva, pero algunos otros se estaban acomodando en la gran casa que le habían dado.
Rick había decidido el plan que al menos por esta noche dormirían todos juntos para saber que era lo que planeaban estás personas de la comunidad, ya que le parecía raro que le habían dado dos casas para separarlos.
—¿Cuanto tiempo estuve ahí?—la castaña alzó la mirada con una sonrisa al ver a Michonne.
—Yo fácilmente diría que media hora.—Rachel respondió, Michonne dejó esapar una casta risa.
—No podía dejar de cepillarme.
Rachel sonrió y volvió su vista a organizar varias de las ropas que había lavado, a lo lejos, Carl y Suni leían de uno de los cómics que el ojiazul había leido. Tras varios segundos en silencio, la embarazada se levanta del sofá.
—Iré a dar una vuelta.—algunos en la habitación voltean a mirarla tras lo dicho, Glenn es uno de ellos que no tarda en fruncir el ceño.
—¿Qué?
—¿Irás sola?—Rick pregunta mientras se acaricia donde anteriormente estaba su barba, la castaña siente.—Ve con cuidado.
—Yo puedo acompañarte, má.—Suni habla, la castaña asiente puesto que no le hacia nada mal algo de compañía, Glenn busca su mirada y la castaña no tarda en darsela, dandole una severa mirad de que todo estaba bien.
—Volveremos en un rato.
Al salir finalmente de la casa, Rachel tomó un bocado de aire mientras observaba de reojo a Suni, quien se encontraba mirando a algunos ancianos pasar tomados de las manos por acera.
—No saben protegerse.—rompió el silencio la asiática, ocasionando que su madre girase a mirarla.—Carl tiene razón, si pasara algo malo...ellos no sabrán que hacer.
Aquel pensamiento solo ocasionó que Rachel suspirara y tomara de los hombros a su hija.—Escucha..—le murmuró, Suni achinó la vista y la enfocó en la embarazada.—si esta gente resulta ser buena, tendremos una gran oportunidad para iniciar una buena vida aquí, ¿sí? Rick aún sigue indeciso pero ambas sabemos como es él, el punto es que...no podemos arruinarlo al menos no hasta que algo raro ocurra.
Suni se mordió el labio y asintió con lentitud ante las palabras de su madre.—Yo solo...quiero que estemos en un lugar seguro, para mi hermano o hermana.—Rachel dejó escapar una media sonrisa ante eso.—¿Aún no eligen nombre?
—¿Qué te parece si lo piensas tú?
La niña mordió el interior de su mejilla y luego asintió.—De acuerdo, mañana te diré.
Rachel acarició la espalda de su hija y luego asintió.—Vamos con los demás, es tarde.
La mañana siguiente llegó, y con ello les permitió al grupo de Rick investigar mejor la comunidad llamada Alexandria, a parte de ello todavía Deanna tenía que terminar de hacerle las entrevistas a algunos integrantes, entre ellos Glenn.
—¡Rachel!—la mencionada se giró confundida ante el grito de la líder de la comunidad, esta se encontraba acercandose con una sonrisa.—Finalmente sé que trabajo será perfecto para ti.—ella alzó una ceja, pero le permitió seguir.—¿Por qué no eres vigilante del muro con Maggie y Sasha? pienso que te vendría bien por tu embarazo.
La castaña inconcientemente colocó una mano en su abultada panza, logrando sacarle una sonrisa a la mujer.—Está bien.
—¿Has ido con Pete? él es que ya sabes, se encarga de chequear que estés bien, aunque lastimosamente te dije que no tenemos muchas cosas aquí.
—Iré ahora, ¿de casualidad viste a Suni?—preguntó tras ver que su hija no aparecía por ningún lado.
—Creo que la vi ir con Carl a la casa de los Anderson.—Rachel ladeó la cabeza, dandose a notar que no sabía quienes eran.—Jessie es la encargada de dejar los productos y empaquetar la alacena junto a Olivia, probablemente las veas más tarde.
—Entiendo.—murmuró.
—Debo irme, debo encontrar a los demás para asignarles su trabajo. Puedes empezar mañana, o cuando te sientas lista.—la mujer le sonrió.—Ve con Pete.
—Claro.—la mujer suspiró y ambas se alejaron. Rachel caminó unos pasos más hasta toparse con Noah, quien se encontraba mirando a lo lejos como un par de hombres hacian carpinteria.—Noah.—le habló al moreno, quien se giró inmediato.
—Hola, Rachel.—él sonrió.—¿Qué pasa?
—¿Me acompañas al doctor?
El moreno alzó una ceja curioso pero terminó por asentir.
Tras tomar varias indicaciones de algunos Alexandrianos, ambos terminaron llegando hacia el famoso Doctor llamado Pete, Rachel fue la primera en pasar seguido de Noah, quien se aseguraba de que si pasara cualquier cosa, la embaraza pudiera salir ilesa.
—¿Hola?—Rachel preguntó dando un paso adelante, se escuchó un ruido detrás de una camisa, para seguido de eso una cabellera rubia asomarse.
—¡Hola!—saludó el hombre, Noah le miró inseguro.—Me llamo Pete, soy un cirujano pero...hago el papel de Doctor.—él sonrió, Rachel se mordió el labio con inseguridad.—Oh, ¿estás embarazada?
—Sí.—afirmó, el asintió con lentitud antes de acercarse.
—¿Puedo revisarte?—la castaña tragó saliva antes de asentir, él la tomó del brazo con suavidad y le indicó que se acostara, ella lo hizo bajo la atenta mirada de Noah, quien se quería asegurar que el hombre no se propasara con ella.—No creo que seas el padre teniendo en cuenta lo joven que eres.—se dirigió a Noah.—¿Es tu hijo?
Noah y Rachel se miraron por unos segundos, la castaña pudo ver como los ojos del moreno le brillaban ante la idea de ser hijo de ella, por lo que la mujer sonrió y asintió.—Lo es.
—¿Cómo se llaman?—hizo conversación mientras sacaba su estetoscopio para colocarlo en el vientre de la mujer, quien avergonzadamente se había subido la blusa hasta debajo de los pechos.
—Me llamo Rachel, él se llama Noah.—presentó la mujer, él asintió y se quedó en silencio unos segundos hasta que se separó.
—Bueno Noah, tu hermano se escucha saludable.—se dirigió al moreno, quien no pudo evitar sonreír ante la emoción que brindó su cuerpo de repente.—Mediré tu vientre. Noah, ayudala a levantarse—le indicó al moreno, quien acutó a su orden.—¿Cuantas semanas dices que tienes, Rachel?
—Bueno, tengo o estoy por alcanzar los 7 meses.—le dijo mientras enfocaba su mirada en la cinta métrica que el hombre sacaba.
—30 semanas, entonces.
Rachel emitió un sonido severo de afirmación, por lo que el sonrió. Una vez ya de pie, él se pasó la lengua por los labios antes de hablar.—Necesito que te quites los pantalones.
Aquella orden solo hizo que la castaña apretara sus puños ante los recuerdos de Woodbury, al tragar saliva, Noah vio el pánico en el rostro de la mujer.—¿Es necesario, no simplemente puede...bajarse los pantalones hasta el hueso púbico?
Pete alzó la mirada para verle con detenimiento, se le hizo curioso que el moreno supiera tanto de esas cosas.—Claro..—Rachel soltó el aire que tenía acumulado sin embargo él volvió hablar.—pero te tendrás que quitar la blusa.
Rachel le miró en silencio durante unos segundos, Noah apretó la mandibula ante la falta de tacto que el hombre tenía con ella.
—Oiga, no hace falt..
—Está bien.—Rachel habló, Pete elevó la comisura de sus labios y la embarazada no tardó mucho en quitarse la blusa, Noah apartó la mirada cuando sintió sus mejillas calentarse, sin embargo Pete recorrió el cuerpo de la mujer con su mirada.—¿Puede darse prisa?
Pete amplió más la sonrisa.—Claro.
Más tarde en la noche, la castaña se encontraba mirando las estrellas mientras con su dedo golpeaba repetidas veces su rodilla. Últimamente desde la visita con Noah al Doctor, se había estado sintiendo mal, sucia, aquellos recuerdos de la vez en Woodbury atacaban su mente sin parar, logrando que tenga más ganas de vomitar.
—Hey.—salió de sus pensamientos al visualizar a Glenn frente a ella, la castaña le regaló una leve sonrisa.—¿Qué haces aquí?—él se acercó para seguido de ello plantar un beso en su frente.—Creí que estarías descanso.
—No..—admitió en un suspiro.—Hoy Noah y yo fuimos al Doctor, ya sabes, por el bebé.—la mirada del asiático se iluminó al escuchar aquello.—Al parecer el bebé está bien, pero el quiere confiramarlo. Así que mañana irá un equipo de investigación a buscar un ultrasonido.—el asiático escuchó atento las palabras de su mujer, al final no pudo evitar sonreír.
—Entonces iré.
—¿Qué? ¿Estás loco? no pued...
—Deanna nos asignó a Noah, Tara y a mi para salir.—aquello dejó desconcentrada a la mujer, quien no pudo evitar sentir una chispa de preocupación, sin embargo al recordar el nombre del moreno, no pudo evitar tomar la mano de su esposo.—¿Pasa algo?
—Uhm, ¿Qué dirías si...tuvieras otro hijo a parte del que viene?—Glenn ladeó la cabeza confundido.—Es Noah...él perdió a su familia y realmente, me gustaría que fuera parte de la nuestra, ¿Qué dices?
Glenn la escuchó atento y sorprendido ante cada palabra que salía de la boca de la mujer. No pudo evitar retroceder años atrás donde ambos estaban asustados por el embarazo a temprana edad de la mujer, pero ahora...viendolos años después y con tres hijos, era realmente sorprendente lo mucho que sonaba aquello.
—¿Por qué no?—Glenn susurró tomando su mejilla.—He hablado con él, es un buen muchacho y me cae muy bien, a parte...no te negaré que sentí varias veces ese afecto paternal hacia él.—la castaña sonrió.—Un hijo varón no está mal.
Rachel chilló ante ello y se abalanzó a los brazos de Glenn, él rio ante ello sin embargo Rachel se apartó espantada.—Hay que decirle a Suni. Dios mio, ojala que lo acepte porque no me gustaría ver rivalidad entre ellos.
Glenn se mordió el labio y echó la mirada hacia el cielo.—Hablaré con ella mañana antes de irme. ¿Bien?
Rachel suspiró y terminó por asentir, él sonrió y apartó un mechón de la frente de su esposa antes de besarla.
omgomgomg jfghdfg noah parte de los rhee?????? se vieron venir eso? omg estoy muy emocionada