~Dave~
Dicen que la venganza es dulce, con seguridad puedo decir que el karma lo es aún más y no tienes que hacer un solo movimiento en el tablero para que suceda, es un jaque que en cualquier momento puede convertirse en la victoria.
Paciencia y tiempo es solo lo que se necesita, son la clave para conseguirlo...
Llegué a la oficina por los últimos preparativos para la celebración. Era un día normal de trabajo, pero al atardecer comenzaría la pasarela, y por la noche una fiesta.
Me sentía algo extraño, no era la clase de chico que codicia una fiesta con entusiasmo, esperando tener plan para un fin de semana, no soy la clase de chico que espera un plan, una fiesta o una chica en una fiesta de fin de semana...
Observé a Zara por las puertas de cristal y también se veía muy formal, llevaba un vestido muy lindo de color azul celeste, parecía una princesa. La forma en la que las ondas de su vestido se movían a cada paso, y como su cabello se movía al compás de los mismos, me revolvía el estómago; me hacía pensar en lo que había sucedido, y concluí en que cometí un error, rechacé una oportunidad única en un millón...
—Buenos días, ¿Cómo estás? —pregunté amablemente
—Nerviosa, me siento feliz por nuestro trabajo, pero estoy nerviosa. —su angustia me parecía tierna, también estaba angustiado, pero ella de verdad se había esforzado porque todo saliera bien, incluso se esforzó mucho más de lo que yo debí.
—Tranquila, les gustará nuestro trabajo y el señor Dewey lo aprobará —mis palabras parecían tranquilizarla. Me agradaba que todo siguiera normal, aunque sabía que internamente los dos pensábamos en aquello que no queríamos decir. Sé que dijimos que lo olvidaríamos, pero ¿Alguien realmente olvidaría algo así?
Las horas pasaron, el señor Dewey había concluido su reunión y finalmente podía atender a nuestro llamado. Me sentí muy bien cuando aprobó el diseño, después de tantas correcciones... Estaba muy orgulloso por nuestro trabajo y las horas invertidas en él.
Zara y yo comimos algo antes de la pasarela, la incomodidad a veces regresaba a nosotros, pero tratar de evitarlo era la mejor opción.
Pude observar a Violette en ocasiones, estaba muy entretenida con Andrew. Por primera vez pude ver que ella estaba coqueteando con él públicamente y me parecía imposible no sentirme furioso observándolo todo. No podía pensar en que Violette llegaría a ese nivel conociendo el tipo de hombre que era Andrew, no estoy seguro de lo que sucedió entre ellos, pero tengo muy en cuenta que la culpa fue de Andrew, de nadie más, él la había lastimado y eso me llenaba de furia.
Cuando llegó la hora de la pasarela, todos nos trasladamos a la sala de eventos, todo estaba acomodado perfectamente. Se había contratado a un violinista para hacer el ambiente más armonioso. Todo se veía increíble, las luces hacían juego con las cortinas de tela fina que colgaba por los pilares, jamás había estado en un evento tan elegante como este y era muy lindo. Se sentía como estar dentro de una historia, cada modelo tenía su propia trama, tenía algo que contar y la música daba un toque extra en todo ello. Me emocionaba demasiado pensar en cómo luciría el trabajo de Zara y mío con todo esto, nuestros diseños triunfarán con las fotografías que se tomen.
La pasarela llevó alrededor de dos horas, eran las siete de la noche y a las ocho comenzaría la gran celebración, todos estaban muy felices por los diseños de las prendas, los colores y todo en general. Espero que, en un par de días, después de que mi trabajo sea publicado, siga siendo de esa manera.
—¿Irá a los vestidores? —preguntó un chico con amabilidad, asentí y me dio una llave exclusiva. Me sentía importante, lo era en cierto modo, pero con mi otro yo.
—Gracias... —dije con una sonrisa recíproca.
Caminé hacia los vestidores y busqué mi nombre en los casilleros. Tenía una placa dorada y cuando coloqué la llave, abrió con facilidad. Mi traje estaba ahí listo para mí, me vestí y salí. La mayoría de las personas estaban disfrutando de los aperitivos y de los vinos que había.
Volteé a todas partes para encontrar a Violette, su padre no estaba en la fiesta, pues era algo "juvenil" y me solicitó asegurarme de que llegara a casa sana y salva. Mientras buscaba, apareció Zara a la vista, la observé bailando con un chico; en cuanto ella me miró, hizo una seña para que la acompañará. Sin dudarlo me acerqué, pensé que probablemente necesitaba algo de último momento.
—¿Bailamos? —el chico se retiró después de que Zara le diera las gracias.
—Ya lo estabas haciendo, pobre chico.... —Zara soltó una risa y rodeó mi cuello con sus manos mientras bailábamos al compás de las notas. Ahora su ropa era distinta, llevaba consigo un vestido de color morado mezclado con negro, estaba algo escotado y dejaba al descubierto sus hombros. Era tan largo que solo veía sus pies con unas zapatillas color plata, pero se veía realmente hermosa. Zara en poco tiempo se había vuelto una chica sumamente importante para mí, yo la apreciaba demasiado y lo menos que quería era lastimarla.
—¡Andrew! para... así no se baila esta canción —imposible no reconocer esa voz y esa risa que alocaba mi corazón de un segundo a otro.
La voz de Violette me hizo querer buscarla de inmediato, estaba unos cuantos pasos a nuestra izquierda y lograba ver su cara llena de felicidad, sus risas se escuchaban aún con la música. La pareja a nuestro lado no me dejaba ver con claridad, hice un giro a propósito para cambiar el ángulo y tener una mejor vista. Violette estaba totalmente distinta, esta vez su vestido dejaba mucho al descubierto, era color negro y tenía pequeños brillos cubriéndolo, sus piernas y hombros quedaban desnudos. Andrew tocaba su cintura baja y en ocasiones más abajo de eso. «Tranquilo, solo es un baile».
—¿Quieres beber algo? —inquirí poniendo atención en Zara. Ella se encogió de hombros y luego asintió, sabía que había notado todo lo que me pasaba y lo mucho que me incomodaba.
Caminamos hacia la barra y ordené dos margaritas, luego de unos minutos apareció Violette y le ordenó al chico un par de whiskies. Andrew y ella parecían muy divertidos, me preocupaba mucho. Violette se retiró de la escena y entró en el cubículo donde estaban cocinando todo. Después de un par de minutos la observé con una gran botella de Vodka. No escuchaba su conversación, pero Violette tomó el vodka directo de la botella, parecía no importarle si era molesto o demasiado fuerte. Estaba por correr y decirle que parara, pero Zara me interrumpió.
—Gabriel, ahora vuelvo, me invitaron a bailar —asentí con una sonrisa, no quería parecer desinteresado en ella, a pesar de que lo único que me importaba en ese momento era Violette; que estuviera lo más lejos posible del imbécil de Andrew. Observé a Zara retirarse con un chico pelirrojo y me tranquilicé un poco, me sentía un patán estando con Zara cuando me importaba alguien más.
Volví a lo que miraba, pero Andrew y Violette habían desaparecido de mi vista. De inmediato me levanté y comencé a buscarla, en el lugar donde estaban anteriormente se encontraba la botella de vodka vacía y yo no podía imaginar algo bueno, solo pensaba en golpear a Andrew hasta cansarme. Mi corazón se sentía en mi garganta, mi mente no dejaba de crear escenas en las que Violette estuviera llorando desconsoladamente, porque Andrew la abandonaría días después de su propósito, de que le fuera infiel; que básicamente su historia conmigo se repitiera nuevamente, ahora con él, pero con la diferencia de que no sería un malentendido, sino una realidad.
Cuando pasé por un pequeño pasillo hacia otra sala, los vi juntos, Andrew besaba a Violette en el cuello mientras que su mano acariciaba su pierna y subía hacia su trasero. Violette no estaba consciente de lo que hacía y ese chico estaba muy al tanto de ello. Me quedé un momento pensando en cómo reaccionar, pero no fue muy necesario luego de observar que Violette impidió a Andrew seguir con lo suyo. Ninguno había notado que yo los miraba, estábamos alejados y el ruido no dejaba al cien por ciento su sentido del oído, o de la vista, por lo concentrados que estaban.
—No quiero, Andrew —Decía Violette tratando de separarse—...Volvamos a la fiesta... —Andrew no paraba de besarla y manosearla, mi corazón comenzó a latir con frenesí y no dudé más en acercarme. Al llegar tomé a Andrew por el hombro y lo giré, no vio venir ese gran golpe en la cara.
—Dave, ¡No! —gritó Violette. Seguro que de momento olvidó mi otro nombre.
—¿Qué te pasa hijo de puta? —Andrew también continuó con lo que inicié, me vi cegado por la ira que no dudé en continuar hasta que lo derribé. Ahora todos habían notado lo que pasó. Mi puño ardía con cada golpe, mi mano comenzaba a sangrar, aunque no sé si era mi puño, o su nariz... Zara y Violette me separaron de Andrew al cabo de unos segundos.
—¿Qué sucede, Gabriel? —preguntó Zara con angustia.
—Este imbécil quería aprovecharse de Violette.
Todos nos miraban y observaban a Violette mientras ella se acercaba a la pared algo asustada. Las miradas estaban acechándola en busca de una respuesta, ella solo asintió y se levantó con dificultad por el alcohol. Zara se acercó a ayudarla, podía escuchar lo que le preguntaba de una manera atenta y amable; todo con respecto a si estaba bien, si necesitaba algo o si deseaba salir en ese momento.
~Violette~
Hoy era mi día de venganza, haría cualquier cosa por hacer que Andrew salga de esta empresa y ya tenía mi plan para conseguirlo. Todo el día estuve cerca de él, provocando su maldita excitación y "embriagándome". Sabía cómo eran los chicos estilo Andrew, había tratado con uno por años. El alcohol es su mejor herramienta para conseguir sexo sin tener que preocuparte por las cosas que pasen después. Es fácil, la chica probablemente lo olvide ¿No?
Idiotas.
Tomé una botella de vodka y la llené con el grifo de agua, estaba preparada para ingerir esa gran cantidad de agua en un trago, alentada por mi querido acompañante, Andrew. Se veía jodidamente excitado con todo esto, sabía que en cuestión de minutos tendría lo que quería y yo sería más que feliz por poder enfrentarlo y que todos supieran la mierda andante que era.
Así lo creía, hasta que Andrew apretó con fuerza mi muñeca y me obligó a aislarme con él en un pasillo. De nuevo mi corazón palpitaba a gran velocidad, el miedo me consumía, por lo visto la historia se repetía otra vez...
«Genial Violette, excelente plan ¿Quién abusaría de alguien frente a todo el mundo? Eres tan tonta».
El ruido de la música haría que mis gritos fueran en vano. Ya era demasiado tarde, Andrew estaba besando mi cuello y tocaba mis muslos con desesperación, comenzó a subir la intensidad y su mano subía hacia mi trasero. Quería parar, quería que se alejara de mí en ese momento, pero estaba acorralada y con una sola mano libre, Andrew tenía mi mano izquierda pegada a la pared y su mano estaba torturándome, seguro quedaría una gran marca después de esto.
—No quiero, Andrew... —No sé en qué momento Dave apareció, fue como un alivio para mí, pero era algo que estropearía mi plan.
Dave golpeó a Andrew y era lo último que necesitaba, no quería meter a Dave en problemas y hacer un show en revistas por esa pelea.
Todos comenzaron a acercarse. No pueden notar un abuso, pero sí una pelea...
Ahora todo era un enredo y mi plan se había convertido en una mierda total.
~Dave~
—Acabó el show, ellos se retiran... La fiesta continúa, Gabriel llevará a Violette a casa y Andrew se largará. No hay nada que ver —habló Charles, parecía muy disgustado con la ceremonia y el show que habíamos creado, ahora no solo la revista de la colección era el centro de atención, sino nosotros también.
—Gabriel, lleva a Violette a casa, pareces cuerdo y ustedes se llevan bien, te mandaré la dirección de su depa en unos minutos «Por fortuna no sabían que Violette y yo vivíamos en la misma casa» ... Zara, ayúdame con los invitados, no sé, distráelos con lo que se te ocurra, canta una canción —Zara asintió algo dudosa, pero se fue. Charles miró a Andrew con odio y lo acorraló contra la pared— ...Y tú, gusano asqueroso, ¡Lárgate de esta fiesta y no regreses!, el señor Dewey firmará tu despido —Andrew se fue furioso mientras acomodaba su saco. Charles enojado era algo totalmente nuevo para mí, me agradaba está versión, defendiendo las injusticias en lugar de provocarlas.
—Gracias, Charles... —repuse mientras caminaba con Violette a la salida.
—No debiste hacer este escándalo, pero ni hablar... Jack, Daniel, acompáñenlos hacia la salida y sigan a Andrew hasta su casa, no quiero problemas... —Charles no parecía tan mala persona después de todo. Hice una expresión de agradecimiento y él dio un par de palmadas en mi espalda. Jamás olvidaría esto, su gesto tan gentil y el cómo defendió la integridad de Violette a pesar de que su relación nunca fue tan buena.
Conduje hasta la casa, no hablamos sobre nada en el camino, estaba muy molesto con Violette y su comportamiento. La desconocía por completo, Violette no es la chica que haría algo así después de una experiencia tan desagradable. ¿Por qué repetiría un patrón así? Lo nuestro básicamente comenzó de esa manera, con la diferencia de que Andrew tiene un mayor nivel económico y que fácilmente podría librarse de todo, al final ellos solo se mueven por dinero.
Hay miles de personas buenas en el mundo, miles de personas que actúan todos los días de manera correcta; pero también hay personas que aprovechan cada oportunidad para causar un mal. Por desgracia no todos pensamos de la misma manera, yo jamás me aprovecharía de alguien tomando el alcohol como una excusa, pero estoy seguro que Andrew no le pasaría ni por un segundo la duda, tomaría la decisión sin importar las consecuencias.
Violette tiene algo, no entiendo qué y la verdad no sé si quiero saber la respuesta.
—¿Vas a hablar conmigo? —cuestionó cuando nos adentramos a la casa.
—¿Hay algo que decir? —pregunté con molestia y algo de desinterés.
—Lamento lo que pasó... —me acerqué hacia ella acortando la distancia, Violette estaba cerca de la pared y yo estaba furioso con todo. Su disculpa estaba de más, ella no podía medir las consecuencias de sus actos, siempre esperaba que alguien más hiciera las cosas por ella. Supongo que es algo típico de las chicas adineradas como ella.
—¡Lo que hiciste fue una tontería, Violette!, estabas ebria y decides irte con ese imbécil. Tomaste una botella entera de vodka y ahora hablas como la persona más cuerda del universo... —suspiré mientras negaba con la cabeza. Violette estaba en silencio mientras pensaba qué decir, me separé un momento y giré dándole la espalda. Fue entonces cuando tomó la palabra.
—No tienes que preocuparte por lo que haga conmigo, tú follas con Zara y en ningún momento he intervenido. —giré otra vez y pegué mi palma contra la pared acorralándola. Detestaba su actitud simplona y sus puntos estúpidos que se salían totalmente de la discusión.
—No metas a Zara en esto, entre nosotros nada ha pasado, y para que lo sepas, ¡Lo nuestro fue mentira! —me detuve un momento para respirar, no estaba molesto, estaba impotente, ella no tenía idea de cuánto me importa y que todo lo que hice, lo hice por ella — ...Ella solo quería superar a ese imbécil y fingimos todo. El idiota es un abusador... —aparté la mirada hacia el piso después de dar mi explicación, alejé mi brazo y froté mis manos en mi cabello. No había nada más que decir, Violette era incapaz de ver todo lo que yo estaba dispuesto a arriesgar solo por verla feliz.
—Lo sé... —Violette tomó mi barbilla y me obligó a mirarla, me desconcertó por completo que haya hecho algo así. La observé y sus ojos brillaban demasiado, no con lágrimas. Sonará estúpido, pero de sus ojos claros no había mucho, tenía sus pupilas algo dilatadas. Me separé por las extrañas sensaciones que me había causado mirarla de esa manera.
Dicen que cuando una persona ve a alguien que le atrae demasiado, sus pupilas se dilatan, y de la misma manera sucede con el deseo...
Holaaaaaaaaaa
¡Capítulo doble! (me odiaría si los dejo con esta duda jajsjsjsjs)
Espero que los disfruten muchísimo, aprovecho para despedirme en este capítulo, pues el siguiente tendrá una nota exclusiva.
✨Besooooooos✨