¿Alguna vez has sentido esa sensación de querer llorar, pero no poder? No paras de pensar en todo lo que está mal últimamente en tu vida, quieres llorar y gritar, romper algo para sacar la rabia que llevas por dentro, pero no puedes, simplemente por el hecho de que estás delante de bastante gente.
Bueno, pues así me sentía yo.
Muerdes tu labio, intentas contar los segundos que quedan para llegar a tu casa... los segundos que quedan para derrumbarte sobre el suelo de tu habitación... para llorar.
Estás en shock. No puedes creer que algo así te toque tan de cerca... y te hunda tanto.
Toda tu vida estás viendo a un montón de personas a tu alrededor tener alguna enfermedad grave, siempre te sientes mal por ellos, pero nunca te toca lo suficientemente cerca como para saber como se siente su familia.
Te lo diré... es lo peor que te puede pasar en la vida. La peor sensación que puedes experimentar.
Sabes que algo está mal, pero no puedes hacer nada. Solo el pensamiento de una persona a la que quieres sufriendo, es como si te hiciera débil y te hiciera sentir más inútil de lo que realmente te sientes.
¿Como me puede pasar a mi? ¿Eso es impossible? ¿Eso no me pasa nunca a mi? ¿Porque ahora me debería de pasar?
Esta bien... te lo diré. La vida, es la única cosa que tenemos y que por mucho que queramos, no podemos controlar del todo. Puedes hacer tus propias decisiones, elegir a la gente de la que te rodeas, pero nunca, nunca, podrás saber lo que puede venir después.
Eso solo Dios lo sabe.
Pero como siempre digo, Dios da las más duras batallas a los más fuertes luchadores.
Si te toca algo así, es porque Dios lo ha querido. Él sabe que te va a hacer fuerte y puedes con ello.
Una enfermedad es algo que te toca, y tienes que afrontar con fe y confianza. Y a pesar de que es lento, no puedes hacer nada... simplemente rezar, esperar y creer. Muchas veces tiene solución. Hay que ser positivos.
Y eso era lo que me faltaba.
No era positiva.
Todo a mi alrededor era negro. Oscuro. Algo sin salida. Te ahogabas y no podías hacer nada para evitarlo y salir de ese pozo en el que estabas hundida hasta el fondo.
"¿Estás bien?" Bruce fue el primero y único en hablar en todo el trayecto, antes de llegar al hotel en coche.
Asentí con mi cabeza mirándole a los ojos, pero él sabía que no lo estaba.
Miraba por la ventana. Hacía calor, pero mis manos estaban heladas de los nervios que había pasado. Solía ocurrirme eso cuando estaba muy nerviosa.
Suspiré intentando controlar mi labio mordiéndolo con mis dientes para que no temblara. Tragué el nudo que llevaba en mi garganta. Mi tráquea dolía de aguantarme las ganas de llorar. Era una sensación extraña.
Justo cuando vi la puerta del hotel, salté del coche, abriendo la puerta del coche y bajando. Bruce salió corriendo para alcanzarme. "Gracias por traerme." Agradecí a Bruce.
"Espera, te acompaño."
Negué con mi cabeza y me dirigí rápidamente hacia el ascensor del hotel para subir a la suite de Justin. "Está bien, puedo ir yo sola."
El me miró a los ojos notando las lágrimas en los bordes. Pero no había tantas como para que cayeran solas, como otras veces. Asintió con su cabeza al saber que no tenia ganas de discutir y quería estar sola.
El camino hacia la habitación se hizo interminable. Caminé rápidamente hacia la habitación y justo cuando la abrí, fue como si un peso se hubiera levantando de mis hombros y ya no tuviera que fingir que todo estaba bien.
Sollocé al mirar a mi alrededor. Las cosas de Justin estaban como las habíamos dejado. Su maleta estaba abierta al igual que la mía. Y había algo de ropa suya y mía en la cama y en la silla de al lado.
Llevé mi mano a mi boca para taparla mientras sollozaba, para no ser escandalosa y justo en ese momento todo se me vino encima derrumbándome por completo.
Eso no me podía estar pasando a mi. No.
Eso no podía estar pasando.
Yo no había hecho nada malo para merecer algo así. ¿No?
Quería que se fuera todo.
Quería que me dijeran que era mentira.
Que todo estaba bien.
Las lágrimas salían de mis ojos, resbalando por mis mojadas mejillas. Mi labios estaban hinchados de tanto llorar y apostaba a que mis ojos totalmente rojos. Mi respiración era entrecortada por la cantidad de rato que había estado llorando. Al menos, más de veinte minutos seguidos.
Estaba sentada en el suelo, con mi espalda apoyada contra la cama. Mis rodillas chocaban contra mi pecho y mi cabeza estaba escondida. Luego me levanté y me puse sentada sobre la cama, agachándome mientras pasaba mis manos por mi cabello apartándolo para que no se mojara. Mis ojos deberían de parecer los de una niña de cuatro años que había tratado de pintarse con el maquillaje de su madre.
Estaba cansada. La debilidad se había apoderado de mi cuerpo tanto que ni siquiera podía levantarme de la cama porque mis piernas todavía temblaban del shock de la noticia. Mi iPhone no paraba de sonar con llamadas y mensajes. Pero ni siquiera lo miré.
No tenía ganas de abrir mis ojos. Estaban cerrados derramando miles de lágrimas por minuto. Mis manos temblaban de lo fuerte que había llorado. Me era algo difícil respirar, pero me había tranquilizado al menos un poco. Lo que era un progreso y una ventaja para mi en ese momento.
Sin duda, era uno de los peores momentos en mi vida. Y no tenía nadie a mi alrededor. Necesitaba a Justin conmigo.
Segundos después, escuché como alguien abría la puerta. Sabía quien era. Justin. había venido. "¿______?" Se sorprendió abriendo sus ojos por completo viéndome tan destrozada y demacrada. "¿Que ha pasado?" Dijo con delicadeza viniendo hacia mi rápidamente.
Bajé mi rostro para taparlo con mis manos mientras sollozaba al recordar sus ojos mieles asustados al verme así. Sollocé casi atragantándome con mi saliva. Se agachó a mi altura, poniéndose de cuclillas delante de mi en el suelo. Su aroma me invadió por completo. "______, cariño." Insistió posando sus manos en las mías para intentarlas apartar.
Ni siquiera podía hablar. Tragué saliva aclarando mi garganta. "No quiero que me veas así." Suspiré profundamente intentando tranquilizar mi respiración. Sus manos agarraron las mías suavemente, notando la frialdad de ellas.
"_____, estás temblando." Dijo preocupado y con temor en su voz. Suspiré de nuevo tranquilizándome sintiendo como sus manos quitaban las mías de mi rostro. "Tranquilízate."
Abrí mi boca frunciendo mi ceño mientras intentaba coger algo de aire para articular alguna palabra. "Él--" Suspiré.
"Shh, tranquila. Respira." Acariciaba mis manos en mi regazo, mientras me miraba a los ojos. Yo agachaba mi cabeza para que no me viera así.
"Mi madre... me acaba de decir que--" Tragué saliva y respiré hondo, dejando caer mis hombros relajándome mientras cerraba mis ojos. Sus dedos hacían círculos en mis manos. "--mi padre tiene una mancha y..." Sollocé de nuevo y dije la palabra que tanto me costaba pronunciar. "él tiene cáncer." Mordí mi labio y me derrumbé de nuevo al escuchar sonar esa frase en mi mente.
Ni siquiera lo pensó dos veces, se levantó sentándose a mi lado en la cama y me abrazó con fuerza para apretarme contra su pecho. "Shh. Lo se y lo siento." Me tranquilizó mientras yo sentía el latido de su corazón sonar contra mi oído. "Tranquila." Acariciaba mi espalda con suavidad mientras daba un beso en mi cabeza. "Jason me lo dijo. Vine en cuanto pude."
Justin's Point of View:
El concierto acababa de terminar y me dirigí rápidamente hacia el backstage con seguridad rodeándome. Mis abuelos también me acompañaban. Me encontré con Alfredo y Allison en la puerta del backstage como si estuvieran comentando algo y justo al verme se quedaron en silencio rápidamente.
"Hey, lo hiciste genial, bro!" Fredo me dio una palmada en mi espalda cubierta por sudor.
Allison me sonrió. "Felicidades, fue increíble, como siempre." Fui a darle un abrazo pero se apartó rápidamente. "No, ni se te ocurra abrazarme así. Vas empapado." Yo reí alegremente.
"Tu te lo pierdes." Me encogí de hombros entrando al backstage. Había estado hablando con mis abuelos durante todo el camino hacia el backstage. Me hacía bien que ellos estuvieran allí conmigo. Me sentía mejor y más cerca de casa.
A veces echaba mucho de menos a mis hermanos y a mi familia.
Me extrañó no ver a _____ por allí, pero simplemente pensé que estaría en su backstage cambiándose o recogiendo sus cosas antes marcharse y venir a verme. Me sequé y me senté en el sofá bebiendo agua sin parar. Estaba tan cansado después de los conciertos.
"Eso fue muy ruidoso!" Ryan se sentó a mi lado sonriendo contento. Yo asentí con mi cabeza riendo por su mueca. Era tan gracioso que no podías evitar reír algunas veces.
Bruce estaba hablando con uno de los guardaespaldas animadamente y justo entonces Alfredo se acercó a él para decirle algo. El frunció su ceño y se despidió marchándose por la puerta.
Eso me dejó algo preocupado. Es decir... él era el guardaespaldas de _____. ¿Que pasaba? Era como si algo estuviera mal. Pude sentirlo.
Bebí otro sorbo de agua mientras mi abuela me decía algo y le pregunté a Alfredo una vez que entró en el backstage de nuevo. Parecía algo preocupado. "Fredo, ¿Que pasa?" Dije tranquilo, aunque había algo raro dentro de todo eso.
"¿Por que debería de pasar algo?" Tragó saliva con dificultad antes de hacer un amago para irse del backstage.
"¿Donde esta _____?" Pregunté mirándole atentamente a los ojos.
"Está en el pasillo." Asentí con mi cabeza y Fredo se marchó de allí. Supuse que vendría.
Poco después, Jason entró en el backstage con Allison y Fredo. Sus caras eran poemas. Ahí supe que algo estaba mal. "¿Que pasa?" Ryan les preguntó frunciendo su ceño.
Dan les observó atentamente. Jason negó con su cabeza suspirando con profundidad.
Allison se le quedó mirando. "Quizás deberías de decirlo." Dijo en un murmuro. Yo fruncí el ceño.
"¿Decir el que?" Seguí preguntando. No me gustaba cuando la gente empezaba a hablar en clave y no sabía de lo que estaban hablando. Les miré a los tres y Alfredo asintió al sentir la mirada de Jason sobre él.
Suspiró mirándonos a todos con seriedad y yo sentí que algo iba mal. En realidad, ya lo había sentido, pero ahora me quedaba totalmente confirmado. ¿Donde demonios estaba _____?
Me puse nervioso por no verla allí.
¿Que si tenía que ver con ella? ¿O si el anónimo había vuelto?
Tragué saliva con dificultad al pensar eso.
"Acaban de decir le a _____ que su padre está enfermo. Creo que lo deberíais saber, porque no creo que ella tenga ganas de contarlo a nadie, ya que es duro."
Estaba algo confundido.
"¿Enfermo?" Dan preguntó confundido.
Jason asintió con su cabeza. Allison estaba triste, al igual que Alfredo.
"Tiene cáncer."
Solo faltó una palabra para hacer que todo mi cuerpo se estremeciera. Todos allí se quedaron perplejos sin decir absolutamente nada. El silencio en la habitación era escalofriante.
Pasé mi manos por mi pelo alborotado y mojado de sudar y miré al suelo sin poder creer lo que estaban escuchando mis oídos. No quería ni imaginar como estaría en esos momentos.
Destrozada se quedaría corto.
Conocía a _____ y sabía como era. Nuestras familias eran muy importantes para nosotros. Y ella, aunque no lo aparentara, era débil.
Me levanté del sofá rápidamente. "¿Donde está?" Estaba dispuesto a ir a buscarla a su backstage.
Jason negó con su cabeza. "No está aquí, se acaba de ir hace un rato al hotel. Quería estar sola."
Asentí y suspiré con resignación.
"Oh Dios mío." Mi abuela estaba horrorizada al escucharlo.
"No quiero ni pensar como estará ahora." Alfredo negó con su cabeza mirando al suelo.
"Me voy a preparar para ir al hotel cuanto antes." Dije antes de mirar a los demás. Jason asintió con su cabeza.
Me preparé rápidamente y cogí mis cosas para salir del estadio lo antes posible. Estaba serio. Mis abuelos se pusieron a mi lado al entrar al coche que nos llevaría al hotel de vuelta.
Jason vino con nosotros, al igual que Allison y Alfredo. "¿Como estaba?" Pregunté mirando al representante de ______.
Negó con su cabeza. "Ni siquiera ha llorado porque estaba en shock, pero se que estaba destrozada." Lamí mis labios limpiándolos con mi mano rápidamente.
Tensé mi mandíbula mirando con seriedad a mis manos en mi regazo. Mi abuela pasó su mano por mi brazo frotándolo intentando reconfortarme. "______ es muy fuerte, y estoy segura de que su padre también. Lo van a superar. Dios premia a las personas fuertes."
Suspiré asintiendo con mi cabeza. "Eso espero." Murmuré.
"Todavía no puedo creerlo." Allison negó con su cabeza.
"Ni yo." Confesé mirando distraídamente a la nada en el coche.
Me imaginaba como estaría en esos momentos. Y solo pensar en ello me partía el corazón.
Cogí mi iPhone rápidamente y le escribí un mensaje.
Para: ______
Se lo que ha pasado.
Voy de camino al hotel.
Todo va a estar bien.
Te quiero.
Pulsé la tecla de enviar y esperé impaciente a que el coche llegara al hotel para bajar de él y dirigirme hacia la habitación nuestra. Di las buenas noches a mis abuelos y a los demás y me disculpé con ellos por irme.
Ellos lo entendieron.
Después de coger el ascensor, caminé con paso apresurado hacia la puerta de la suite. Y me quedé unos segundos mirándola sin saber muy bien lo que me iba a encontrar. Miles de imágenes pasaban por mi mente y ninguna de ellas era buena.
Suspiré profundamente y abrí la puerta con cuidado, levanté mi mirada y vi la mirada rota y llena de lágrimas de ______. Sus mejillas brillaban por el agua salida que corría por ellas y sus labios rojos estaban hinchados, como siempre que lloraba.
Me sentí débil al verla tan mal. El temor estaba reflejado en mis ojos. Los abrí completamente al verla de esa forma. Hacía mucho que no la veía tan destrozada. Incluso cuando Cory murió, no la vi tan destrozada.
Y la entendía... era su padre.
"¿______?" Hice una pausa intentando recuperarme por la imagen que acababa de ver. "¿Que ha pasado?" Dije con delicadeza mientras me aproximaba hacia ella lo más rápido posible.
Bajó su rostro para capturarlo entre sus manos y que yo no le viera. Noté como sollozaba y mi corazón se encogió en mi pecho ante el sonido de su debilidad en mis oídos. Me agaché delante de ella poniéndome de cuclillas. "______, cariño." Posé mis manos sobre la suyas con delicadeza.
Ni siquiera podía hablar. Aclaró su garganta para intentar hablar y que la entendiera. "No quiero que me veas así." Suspiró con profundidad intentando calmarse y mis manos alcanzaron las suyas sintiendo el frío en ellas. Estaba temblando de los nervios.
"_____, estás temblando." Dije asustado y con temor al verla tan débil. Mis manos apartaron las suyas poco a poco, descubriendo su rostro cubierto de lágrimas y empapado. "Tranquilízate."
Abrió su boca frunciendo su ceño intentando recomponerse y trató de tranquilizarse para explicarme lo que había pasado. Aunque no hacía falta porque lo sabía perfectamente. "Él--" Suspiró.
"Shh, tranquila. Respira." Acaricié sus manos en su regazo para tranquilizarle, haciéndole saber que estaba con ella en esto. Ella agachó su cabeza para evitar que la viera en ese estado. Sus pestañas negras eran tan largas y estaban agrupadas por el agua salida, haciéndolas todavía más increíbles. Sus ojos brillaban y sus labios estaban hinchados.
"Mi madre... me acaba de decir que--" Tragó saliva respirando hondo mientras dejaba caer sus hombros en señal de derrota, relajándolos. Mis dedos hacían círculos en la parte superior de sus manos. "--mi padre tiene una mancha y..." Sollozó y finalmente se atrevió a pronunciar la última palabra. "él tiene cáncer." Mordió su labio y se derrumbó de nuevo en frente de mi al escuchar lo que había dicho.
Sin ni siquiera pensarlo dos veces, me levanté y me senté en la cama a su lado para envolver mis brazos alrededor de su frágil y débil cuerpo. "Shh. Lo se y lo siento." Le tranquilicé sintiendo su cabeza en mi pecho. "Tranquila." Acaricié su espalda con delicadeza mientras daba un beso a su cabeza. "Jason me lo dijo. Vine en cuanto pude."
Cogí una de sus manos con la mía para acariciarla con mi pulgar suavemente y sentí como temblaba. "Tranquila, _____. Estoy aquí." Susurré lo suficientemente alto como para que ella fuera capaz de escucharme. Era como si le hubiera dado un ataque de ansiedad.
Se tranquilizó. "Llevaba dos días en el hospital y nadie me dijo nada." Se quejó con rabia sin saber muy bien como reaccionar ante eso. "No se que voy a hacer si le pasa algo." Negó con su cabeza sollozando de nuevo en mi pecho.
"Shhh, no le va a pasar nada malo _____. Él es fuerte." Di otro beso en su cabeza mientras ella me apretaba con más fuerza aferrándose más a mi. Era como si tuviera miedo de dejarme ir y tuviera que reconfortarse sabiendo que estaba allí. "Estoy aquí." Le tranquilicé de nuevo, abrazando su cuerpo fuertemente. Aspiré el aroma a frutas de su pelo.
"Pero tengo miedo." Susurró con debilidad haciendo que mi corazón se rompiera.
"Lo se, pero tienes que pensar que todo va a salir bien." Susurré pasando mis manos por su espalda aferrándola más contra mi cuerpo. "Confía en Dios." Lamí mis labios tragando saliva. Me dolía verla así de débil.
"No se que hacer más." Dijo abatida.
La aparté levemente de mi pecho. La camiseta estaba mojada por sus lágrimas. Le miré a sus ojos cristalizados por las lágrimas. "Tu padre es fuerte, y tu tienes que serlo también por él, ¿vale?" Su mirada era débil, se notaba que estaba cansada. Asintió con su cabeza. Su labio tembló. Su mirada era tímida.
"Eres muy fuerte _____." Lamí mis labios. "Puedes con esto." Pasé mi dedo pulgar por su labio intentado que parara de temblar. "Yo se que tú puedes, cariño." Susurré con voz ronca.
Parpadeó lentamente. "No me dejes." Sollozó de nuevo aferrándose a mi, mas fuerte que antes.
"No te voy a dejar, estoy aquí y no me voy a ninguna parte." Le tranquilicé besando su cabeza con cuidado, estrechándola entre mis brazos.
Pasamos abrazados unos cuantos minutos más, mientras ella se desahogaba y yo le intentaba tranquilizar con mis palabras de aliento. De vez en cuando le besaba su cabeza y le acariciaba su espalda o cogía su mano para hacerle saber que estaba allí con ella y que no me iba a ir.
"¿Estás mejor?" Sentí como se apartaba de mi pecho, con los ojos desprendiendo lágrimas sin parar. Asintió con su cabeza levemente.
"Si." Dijo con voz ronca de tanto llorar.
Pasé mi brazo por su hombro acariciándole y mi mano por su mejilla, limpiando las lágrimas. Sorbió su nariz y limpió su rostro con uno de los muchos pañuelos de papel que había sobre la mesilla a su lado. "Todo va a salir bien, solo tienes que pensar en positivo. Eso ayudará a que tu padre se sienta mejor."
Lamí mis labios y ella asintió. "Tengo que ir a darme una ducha y a cambiarme de ropa, pero ahora vuelvo, ¿Vale?"
"Vale." Susurró. Me acerqué a ella para darle un beso en su frente.
"Ahora vengo." Susurré mientras cogí ropa limpia de mi maleta y miraba a _____ a una cierta distancia. Estaba sobre la cama sin moverse apenas, mirando al suelo. "¿Necesitas algo?"
Ella me miró algo sobresaltada y negó con su cabeza. "No." Tragó saliva con dificultad.
"Vale." Esbocé una leve sonrisa tranquilizándole y se acostó en la cama poco después, quitándose sus tacones y dejándolos sobre el suelo. Me dirigí hacia el cuarto de baño, echándole un último vistazo y cerré la puerta para darme un ducha rápida.
Estuve minutos en la ducha y al salir me deslicé en unos pantalones de chandal holgados. Para dormir no necesitaba mucho más. Tenía hambre. Ni siquiera había cogido nada de comer al ir a la habitación. Eran las doce de la noche, así que llamaría al servicio de habitaciones.
Salí del baño para encontrarme a _____ en la misma posición que antes. Mirando a un lado de la habitación sin apenas decir una palabra, pero sabía en el que interior de su cabeza las voces gritaban una y otra vez. Me dirigí hacia la cama para sentarme en su lado y pasar mi mano sobre su cintura acariciándola bajo mi tacto. "¿Como te sientes?"
Me miró débilmente. "Cansada." Susurró.
"Deberías cambiarte y comer algo. Estarás hambrienta después del concierto."
Asintió con su cabeza. "Si." Se incorporó en la cama con lentitud y yo cogí su ropa para dejársela a su lado.
"¿Quieres que te ayude?" Dije con ternura, sin malas intenciones. Ella me miró pensativa y se encogió de hombros. "Ven." Suspiró cansada mientras la incorporaba más en la cama. Se notaba tan débil que me daban escalofríos de verla así.
Ella siempre estaba sonriendo, riendo por todas las bromas que hacíamos Alfredo y yo. Haciendo bromas, comentarios sarcásticos. Enfadándose conmigo por hacerle sonrojar... pero esta vez, estaba débil.
Deslicé su blusa por su cuerpo dejándola en ropa interior y le ayudé a ponerse una camiseta larga y ancha. Luego se sacó sus jeans cortos y se deslizó sin mi ayuda en sus shorts.
Di un beso a su frente mientras ella cerraba sus ojos y dejaba su ropa en una de las sillas que había en la habitación grande. "Gracias." Me miró abatida, susurrando intentando hacer una sonrisa leve con sus labios.
"No pasa nada." Lamí mis labios sentándome a su lado en la cama mientras ella se acostaba de nuevo y le observaba atentamente sonriendo. "¿Que quieres de comer?"Le pregunté con cuidado.
Negó con su cabeza. "Me da igual." Tosió levemente aclarando su garganta para tragar saliva después.
"Esta bien," Acaricié su brazo de arriba abajo con las Oops! de mis dedos, acariciando su suave piel. "Voy a llamar al servicio de habitaciones, ¿Vale?"
Ella asintió con su cabeza como si se tratara de una niña de cinco años. Mordió su labio y me miró con atención mientras me levantaba de allí y me dirigía hacia la mesilla para coger el teléfono. Me senté de nuevo en la cama. Marqué uno de los botones y luego empecé a hablar con el personal del hotel para que trajeran algo de comida. Con mi otra mano tocaba con delicadeza la piel de ______ suavemente.
Ella no apartaba su mirada de mi en ningún momento. Estaba tan seria. Sus ojos eran completamente rojos y sus labios hinchados y parecían suaves. Los lamió y asentí con mi cabeza. "Vale, esta bien. ¿Pueden subirla pronto?" Suspiré. "Claro, gracias." Colgué la llamada y dejé el teléfono en la mesa al lado de la cama.
"¿Donde está Jason?" Preguntó con voz baja y débil.
Le miré algo sorprendido por su pregunta. "Estaba abajo cuando vine, ¿Por que? ¿Quieres verle?"
Negó con su cabeza.
"Si quieres le puedo decir que venga."
Negó de nuevo con su cabeza. "Solo quería saberlo."
"¿Te gustó el concierto?" Intenté cambiar de tema distrayéndola lo máximo posible. Sabía que no paraba de pensar en ello una y otra vez. La conocía.
Asintió con su cabeza. "Nunca había estado aquí." Lamió sus labios hinchados y visibles.
Yo sonreí al verla algo más animada por su tono de voz. "Sabía que te gustaría." Me incliné hacia abajo para besarle y ella envolvió sus brazos a mi alrededor apretándome con fuerza y sollozó de nuevo.
"Lo siento por todo." Dijo sollozando mientras me apretaba y yo me vencía sobre ella. Acaricié su pelo con una de mis manos y con la otra me apoyé en la cama.
"¿Por que?" Pregunté algo confundido.
"No quiero ser ninguna carga." Tragó saliva y suspiró intentando tranquilizarse para hablar y que le escuchara.
"No eres ninguna carga, al contrario." Susurré en su oído, besando su cabeza.
"Lo siento." Insistió de nuevo.
"No tienes nada que sentir. Eres increíble, y sabes que yo y todo el equipo estamos contigo en esto y no te vamos a dejar, ¿Vale?" Suspiró profundamente y sorbió su nariz. "Es normal que estés así, pero eres fuerte y todo se pondrá bien. Confía en mi." La abracé mientras la sentaba en la cama entre mis brazos. Ella se acomodó y pasamos así un par de minutos, sin ni siquiera decir nada.
Ella lloraba y yo le consolaba.
Llamaron a la puerta y ni siquiera me levanté. "Podéis entrar." Grité levemente para no sobresaltar a _____, y la puerta se abrió dando paso a un hombre con una bandeja tapada, llena de comida.
"Lo siento por molestar Señor Bieber." Negué con mi cabeza haciendo un gesto para quitarle importancia. "He traído la comida que había pedido." Entró en la habitación. ______ se escondió más en mi pecho murmurando un 'no quiero que me vean así.' Yo simplemente froté su espalda reconfortándola.
"Puedes dejar la comida ahí, gracias." Sonreí amablemente y el hizo lo mismo haciendo un gesto agradeciendo el servicio.
"Buenas noches Señor."
Era raro cuando me llamaban así.
Hice una mueca con mis labios y noté como la puerta se cerraba. "Ya se ha ido." Susurré mientras Smith se apartaba de mi pecho y limpiaba su rostro de lágrimas con su pañuelo.
"Lo siento, te mojé." Miró hacia mi pecho.
"Se secará." Sonreí mientras me levantaba de la cama para coger la comida y traerla hacia ella. "¿Que quieres de comer?" Destapé todo y ella lo observó con curiosidad.
"¿Sushi?" Frunció su ceño al ver la comida.
Asentí. "Estamos en China, es normal."
"Es Bangkok, Justin." Me miró rápidamente.
"La geografía no es lo mío." Me encogí de hombros mientas ella reía a través de las lágrimas. Yo sonreí mirándole atentamente.
En realidad lo había hecho a propósito, porque sabía que se iba a reír.
Comimos hablando sobre el concierto. Por fin se olvidó un poco de lo que había pasado, aunque sabía que seguía presente en su mente, estaba apartado a un lado. Pero no por mucho tiempo.
"Es tarde, vamos a dormir." Ella asintió mientras yo daba la vuelta a la cama, después de haber recogido todo. Apagué las luces y la abracé fuertemente mientras sollozaba de nuevo en mi pecho, hasta que se durmió bajo mis brazos y palabras de aliento, acompañadas de besos en su cabeza y en su mejilla.
--
Me desperté con los brazos de _____ envueltos en mi cuerpo. Me estaba abrazando mientras dormía. Hice una mueca con mis labios observándola atentamente. Se veía cansada y no iba a despertarla.
Me moví lentamente apartando sus brazos de mi cuerpo dejándola en la cama con cuidado mientras me levantaba de ella y me dirigía hacia la ventana que daba al exterior de Bangkok. Era de día. El reloj de mi iPhone marcaba las diez y media de la mañana.
Me dirigí hacia el baño para lavarme la cara y echarme agua en el cuello refrescándome. Y luego salí de allí encontrándome con al habitación a oscuras y un poco de luz entrando entre las cortinas de las ventanas. Caminé hacia mi iPhone y vi mensajes de Jason preguntando como estaba ______.
De: Jason
¿Como está?
No me contestaba a los mensajes anoche.
Suspiré contestando a su mensaje.
Para: Jason
Está algo mejor.
No contestó a nadie.
Inmediatamente recibí la contestación.
De: Jason
Voy ahora a verla.
Para: Jason
No, esta durmiendo.
Es mejor que descanse.
De: Jason
Está bien, te espero en el pasillo.
Para: Jason
Okay.
Dejé mi iPhone sobre una de las mesas que había en la gran suite y me dirigí hacia mi maleta para sacar algo de ropa y ponérmela rápidamente. Me subí a mis supra y eché un último vistazo a _____ durmiendo en la cama, entre las sábanas revueltas.
Me acerqué a ella y le di un beso en la frente antes de dejarle una nota sobre la cama diciéndole que volvería antes de que se diera cuenta y marcharme de allí, intentando no hacer ruido para no despertarla. Cerré la puerta a mis espaldas y me encontré a Jason en la puerta de su habitación.
"Hey." Dijo nada más verme al darse cuenta de que estaba caminando hacia allí.
"Hey." Suspiré lamiendo mis labios.
"¿Como ha pasado la noche?"
Suspiré con resignación. "No ha parado de llorar, pero es normal."
"Lo se. Estaba tan mal cuando la vi por última vez." Negó con su cabeza. Me miró a los ojos. "¿Quieres ir a tomar algo?"
Miré la puerta de mi suite y asentí con mi cabeza. Creo que era hora de aclarar muchas cosas con Jason. "Está bien, pero--"
"No tardaremos mucho, tranquilo." Me calmó con su expresión.
"No quiero dejarla sola, sabiendo como está."
Asintió. "Lo se, y eso es lo que me gusta de ti." Sonrió comprendiendo mi preocupación. "Vamos."
Justo al llegar a un lugar del hotel en el que estábamos prácticamente solos. Nos sirvieron algo de desayunar y empezamos a hablar sobre todo lo que había pasado.
"¿Has hablado con sus padres?"
El asintió con su cabeza preparándose un café. "Hablé con su madre al llegar a la habitación. Me dijo lo que pasaba y que no era su intención preocupar a _____."
"Es normal, teniendo en cuenta como es ella."
"Créeme, la conozco desde hace bastante como para conocer esa parte de ella."
Sonreí levemente. Podía ser tan cabezota algunas veces.
"¿Crees que se le pasará pronto?" Le miré levantando mi cabeza de mi zumo de naranja.
Él se encogió de hombros. "_____ no ha pasado por algo así nunca, no podemos saber nada. Es duro para ella, porque es su padre, pero esperemos que se ponga bien pronto."
Suspiré con resignación pasando mi mano por mi rostro con frustración. "Estaba tan mal. Creo que le dio un ataque de ansiedad mientras yo no estaba... cuando llegué estaba temblando tanto." Negué con mi cabeza. "Estaba incluso peor que la vez que lloró por la muerte de Cory."
Pasó sus manos por su cabeza. "Fue tan cabezota, quería estar sola y por eso la dejé irse." Negó con su cabeza con resignación. Se sentía culpable por ello. "Pero se le pasará. Puede que le cueste unos días, pero lo asumirá. Es difícil de asumir estas cosas siempre." Lamió sus labios y yo asentí con mi cabeza comprendiendo sus palabras.
"Se tomó un tranquilizante antes de irse a dormir."
"Eso le hará dormir más de lo normal, así que no te asustes si se despierta muy tarde."
Asentí con mi cabeza y cambié de tema. "Scooter me ha mandado un mensaje, preguntándome como estaba. ¿Se lo has dicho?"
El asintió. "Estuve hablando ayer por la noche con él. Me dijo que si necesitaba un tiempo para marcharse del tour, buscaría a otra persona y podría marcharse. No había ningún problema."
Tensé mi mandíbula al escuchar eso. "No creo que sea una buena idea."
Me miró a los ojos con atención. "Pienso lo mismo que tú." Tragó un sorbo de su café bien cargado. "_____ te quiere y ama todo esto," Hizo un gesto a su alrededor. "Os necesita mas que nunca."
Asentí con mi cabeza. "Vo-voy a estar ahí para ella, pase lo que pase, porque... la quiero y eso es lo que los novios hacen, ¿no?" El pasó su mano por mi hombro dándole una palmada mientras yo agachaba la cabeza mirando mi desayuno.
"Me gusta escucharte decir eso, chico. Porque si no... recuerdas lo que te dije la última vez, ¿no?"
Asentí con mi cabeza. "No hará falta que hagas nada de eso. Voy a estar ahí para ella."
Sonrió. "Gracias. Sin duda, eso ayudará a ______." Agradeció con su mirada.
"No importa." Le quité importancia a mi gesto.
Poco después subimos a nuestras habitaciones.
El día pasó rápido. Se había pasado todo el día durmiendo, y ni siquiera vio a nadie. Solo a Jason. Los dejé hablando mientras él la tranquilizaba y yo me fui a dar una vuelta con los demás.
Cuando volví la estuve tranquilizando, después de hablar con su padre. No paraba de llorar y se notaba tan débil como la noche anterior. Tuve que calmarle y de nuevo se durmió.
Jason me dijo que era normal que estuviera así y por eso no me tenía que asustar por ello. Mis abuelos y todo el equipo estaban preocupados por _____, ya que no la habían visto en todo el día. No paraban de preguntarme si estaba bien.
--
Había quedado con James, Alfredo y los demás para ir a comer algo a un Burger King allí. Sabía que a Smith le gustaba mucho la comida de allí, y quería ir allí con ella.
Abrí la puerta de la habitación encontrándome con todo como lo había dejado. ______ se había dado la vuelta en la cama y ahora estaba mirando hacia el otro lado. Las sábanas estaban tapándole hasta sus hombros.
Caminé lentamente hacia ella y me senté en la cama acostándome mientras suspiraba relajándome en el colchón. Había dejado mis supra en la alfombra al lado de la cama.
______ se movió suspirando mientras fruncía su ceño, abriendo sus ojos poco a poco para encontrarse con los míos. "Buenos días." Sonreí haciendo que ella sonriera levemente.
"Buenos días." Susurró con voz ronca de haber llorado toda la noche anterior.
"¿Como dormiste?"
Ella asintió con su cabeza. "Bien." Lamió sus labios. "¿Donde estabas?" Me miró con curiosidad.
Suspiré. "Bajé con Jason a desayunar." Había estado hablando con él de nuevo. Me encogí de hombros como si fuera lo más normal del mundo. Ella frunció su ceño con confusión al escuchar eso.
"¿Con Jason?"
Asentí. "Si, ¿Quieres algo de desayunar?"
Ella negó con su cabeza. "¿Por que fuiste con él?" Insistió de nuevo.
"Quería preguntarme que tal estabas, y estuvimos hablando del tour." Lamí mis labios. Parecía que mi respuesta le había sacado de dudas y tranquilizado.
"Oh, vale." Suspiró. "¿Que hora es?"
"Las..." Me volví en la cama para coger mi iPhone y mirar la hora allí. "Doce de la mañana."
Se sorprendió. "He dormido mucho."
Yo sonreí por su comentario. "Lo necesitabas."
Se aproximó hacia mi para poner su cabeza en mi pecho y yo la abracé con mis brazos apretándome a mi cuerpo para hacerle saber que todo estaba bien. "¿Como te sientes?"
Suspiró sin saber que decir, guardando silencio. "Bien, supongo."
"Me alegro." Dejé un beso sobre su cabeza. "Vamos a ir a comer a Burger King con Alfredo y James."
"¿Si?" Me miró sorprendida y yo asentí.
"Se que te gusta." Me encogí de hombros.
Ella sonrió contenta por mi gesto. "Si no quieres ir no pasa nada." Suavizó su gesto.
"¿Bromeas? Me encanta esa comida." Sonrió de nuevo ante mi gesto. "Vamos, prepárate. Te espero."
Ella asintió dándome un abrazo fuerte antes de levantarse de la cama con su pelo revuelto y dirigirse hacia el baño. Sentí como el grifo de la ducha se abría y poco después escuché sollozos salir del cuarto de baño.
Me levanté rápidamente de la cama dirigiéndome hacia el baño. Me apoyé en la puerta escuchando como lloraba. Eso me partía el corazón. No quería verla así.
No sabía si debía entrar y abrazarla para consolarla, o dejar que se desahogara. Suspiré y abrí mi boca. "¿_____? ¿Estás bien?" Llamé a la puerta.
Sentí el silencio y rápidamente contestó. "Si, si." Suspiró. "Estoy bien." Intentó tranquilizarme. Pero en realidad sabía que había estado llorando.
Salió con su pelo húmedo y completamente vestida. Llevaba unos jeans, negros, ajustados y unas botas. Su camiseta era negra también. Su rostro llevaba rímel y sus ojeras habían desaparecido.
"¿Estas bien?" Me acerqué a ella con preocupación y asintió con seriedad.
"Si, solo me queda coger mis cosas y nos podemos ir." Esbozó una mueca.
Agarré su brazo con mi mano y la atraje hacia mi. "No tienes por que mentirme. No pasa nada por llorar _____. Se que estas mal, no tienes que ocultármelo a mi." Ni siquiera lloró. Supuse que ya no le quedaban más lágrimas que derramar.
Besé sus labios y luego le abracé. "¿Quizás tengas algo de frío así? ¿Quieres una de mis sudaderas?" Le ofrecí y ella se sorprendió por mi pregunta.
"Pero--" Le interrumpí.
"En esas dos maletas hay bastantes. Coge la que quieras." Señalé hacia un lado de la habitación y ella asintió dirigiéndose hacia allí al apartarse de mi.
Revisé mi iPhone, diciéndole a Alfredo que nos diera unos minutos y alcé mi vista para encontrarme con ______ en una de mis sudaderas. Sonreí al verla algo más animada. "En realidad te queda mejor que a mi." Bromeé.
"Oh, si, seguro." Negó con su cabeza riendo levemente.
"Lo digo en serio." Besé su cabeza. "Vamos."
Quizás eran demasiados mimos y besos o abrazos, pero sabía que era lo que necesitaba en ese momento para sentirse mejor.
_______'s Point of View:
Había pasado todo un día en la cama, la mayor parte de él durmiendo y llorando. Entiéndeme, para mi no era fácil. Me acababan de dar una de las peores noticias de mi vida.
Era como si una parte de mi corazón -una de las muchas partes- estuviera rota y no pudiera encontrar algo que lo curara.
Al menos... la voz de mis padres y lo que me habían dicho me había tranquilizado lo suficiente como para poder dormir sin pensar en nada, y poder dejar de llorar por unos minutos aunque fuera.
Bajamos a la parte del hall del hotel. No había mucha gente. Tan solo Alfredo y James, guardaespaldas y no pude ver al resto de personas que estaban allí. Justin iba a mi lado en todo momento. Me susurraba en todo momento que todo iba a estar bien.
Se había estado comportando de esa forma desde la noche. Me sentía afortunada de tenerlo a mi lado en esos momentos. "Hey." Alfredo me miró algo preocupado. "¿Como estás?"
Suspiré. "Podría estar mejor," Me encogí de hombros.
Hizo una mueca. "Todo estará mejor, ya verás." James se aproximó mientras yo asentía con mi cabeza.
"Todo el equipo no ha parado de preguntar por ti." Justin me miró y yo me sorprendí por eso.
"¿Si?" Pregunté algo confundida. Ellos asintieron con su cabeza.
"Si, en realidad íbamos a subir a tu habitación, ya sabes." Alfredo se encogió de hombros como si fuera algo obvio. "Pero estabas durmiendo."
Sonreí levemente. "Estuve todo el día durmiendo." Mordí la esquina de mi labio.
Justin me estrechó con su brazo contra su costado y yo suspiré profundamente sintiendo su cercanía. "¿Vamos?" Alfredo comentó. "Estoy hambriento." Frotó su barriga y todos reímos.
Eso era lo que necesitaba.
"Claro." Justin asintió con su cabeza.
"¿Y cuando no tienes hambre?" Dj Tay James frunció su ceño mirándole. Fredo hizo una mueca de desaprobación.
"¿A que hora sale el avión?" Le pregunté a Justin mientras nos adelantábamos a ellos. Se podían escuchar sus voces a nuestras espaldas.
"En unas horas, por la tarde." Lamió sus labios. Llevaba gafas, gorra y una sudadera con unos jeans y unas supra. Me gustaba mucho cuando iba así.
Asentí con mi cabeza. "Vale."
Nos dirigimos a Burguer King para comer algo antes de marcharnos en avión hacia nuestro siguiente destino. En realidad, había estado muy emocionada los días anteriores por ir a Pekín. Siempre había tenido curiosidad por observar todas las calles de esa ciudad.
Y sobre todo, por ver la muralla China.
Pero nunca imaginé que ahora no tuviera ganas ni siquiera de ir allí. Solo quería quedarme en la cama todo el día, envuelta en las sábanas y sin hacer nada mas que dormir y olvidarme de todo lo que estaba pasando a mi alrededor.
Apenas tenía ganas de comer.
"¿Por que no comes más?" Justin me miró algo preocupado.
Negué con mi cabeza esbozando una pequeña sonrisa para no preocuparle. "No tengo más hambre." Lamí mis labios sorbiendo algo de coca-cola de mi bote.
Asintió con su cabeza. "Vale." Suspiró.
"Si quieres te puedo ayudar yo." Alfredo comentó ladeando su cabeza y yo sonreí esta vez.
"Claro." Le di lo que me había sobrado y Justin le fulminó con su mirada. "Esta bien." Miré a mi novio tranquilizándole con mi mirada. El asintió sorbiendo de su refresco de cola.
Nos dirigimos al hotel para marcharnos hacia el aeropuerto con todos los demás. Ahora venía la parte mas difícil. Todo el mundo te iba a mirar raro, iba a sentir pena por ti, y te iba a decir "lo siento mucho". Tendrías que poner una cara de tranquilidad intentando decirles que no pasaba nada y que todo estaba bien, cuando en realidad te guardabas las lágrimas en tu interior para no derrumbarte en frente de ellos.
No quería la pena de nadie.
No quería ser el centro de atención y mucho menos por algo tan malo.
Aunque a veces venía bien saber que alguien te apoyaba... En este caso, el team.
Allison se acercó a mi mientras Justin me miraba. "Iré a hablar con Jason, ¿vale?"
Asentí con mi cabeza. ¿Por que demonios estaban tan unidos ahora?
Era como si hubiera algo extraño en todo eso.
"¿Como estás?" Me dio un abrazo y supliqué a Dios que me diera fuerzas para no llorar.
"Te puedo asegurar que bien no estoy." Suspiré mientras ella pasaba sus manos por mi espalda acariciándola.
"Te entiendo, pero todo se pasará, ya veras."
Asentí con mi cabeza.
No es por ser dura con nadie, ni por ser maleducada o parecer borde... pero nadie sabia nada. Podrías decirme todas las veces que quisieras que todo iba a estar bien, pero en realidad eran palabras que se decían por decir, porque no sabías que iba a pasar.
¿Como puedes asegurar a una persona que todo irá bien, cuando ni tú lo sabes con seguridad?
"Gracias." Sonreí haciendo una mueca.
Dan llegó para saludarme. "¿Como te sientes?"
Suspiré con cansancio. "Mejor, supongo." Me encogí de hombros.
"Debes estar cansada de que todos te digan lo mismo, ¿Verdad?"
Asentí con mi cabeza esbozando una mueca con mis labios. "Verdad."
"Te entiendo perfectamente. No te voy a decir que todo va a estar bien, porque ni siquiera yo lo se, pero te puedo asegurar que esto se pasará. Solo confía en que todo irá bien. Pensar en positivo ayuda en estos momentos." A veces Dan podría parecer algo duro, pero en realidad tenía razón y decía las cosas como las pensaba.
"Lo siento." Ryan dijo al abrazarme.
"No pasa nada." Me aparté de él tranquilizándole con mi mirada.
"¿Estás preparada para Pekín?!" Me animó con su grito y yo no pude evitar reír.
"Si." Hice una mueca de alegría con mi rostro.
A veces era muy buena escondiendo mis sentimientos.
Y sobre todo, fingiendo.
"Entonces vamos, no podemos perder el avión. Necesito ir a esa muralla china y comer sushi." Ryan comentó dirigiéndose hacia todos y reímos.
Iba a iniciar la campaña de 'Pon un Ryan en tu vida'
La gente sería más feliz, sonreiría más y les alargaría la vida.
Los abuelos de Justin también vinieron hacia mi para darme ánimos y los bailarines me preguntaron como estaba. Nos dirigimos hacia el avión, para aterrizar en Pekín poco después.
Había tanta gente cuando llegamos. Estaba todo lleno de gente, fans, seguridad, cámaras... podría ser un poco agobiante, pero se agradecía ver que tanta gente estaba allí y había tanta expectación.
"¿Estás cansada del viaje?" Justin murmuró cuando nos metimos en el coche para ir en dirección al hotel.
Suspiré acurrucándome en su costado, y asentí con mi cabeza. "Si."
"Es normal que lo estés." Jason comentó a mi lado.
Alfredo me miró con curiosidad. "Entonces, ahora duerme. No hay nada que hacer hasta mañana."
"Tenemos concierto, ¿Verdad?" Les miré y todos asintieron.
Lamí mis labios. "Se me había olvidado." Mordí mi labio inferior.
"Por lo menos sabes en que día vives." Alfredo comentó haciendo que todos riéramos a la vez. "Me he levantado pensando que era mañana."
"Eso también me pasa a veces." Justin comentó.
"Estos chicos de hoy en día." El abuelo de Justin negó con su cabeza mirando por la ventana.
"En eso le tengo que dar la razón." Allison comentó educadamente haciendo que Fredo, Justin y yo frunciéramos nuestras cejas en un ceño.
Suspiré relajándome bajo el brazo de Justin y me acomodé más en el asiento. Solo quería llegar al hotel para acostarme y dormir lo que quedaba de tarde y de noche.
Entramos al hotel y rápidamente pedimos las habitaciones después de esperar unos minutos para que nos dieran las llaves. "Ummm." Mordí mi labio con timidez al ver que Jason me había dado una llave de otra suite.
"¿Si?" Justin me miró esperando que le dijera algo y frunció su ceño al ver que tenía otra llave.
"Yo pensaba que nos íbamos a alojar en la misma habitación..." Le miré con timidez en mi mirada.
Miró la llave e hizo una mueca levantando sus cejas, suavizando su expresión. "Oh, creo que no le dije nada a Jason."
Es decir... en Bangkok yo tenía otra habitación, esta era la primera vez que íbamos a un hotel del tour estando como pareja y sin haber discutido.
Los demás se dirigían hacia los ascensores para subir a sus plantas e instalarse en sus habitaciones. No bajarían hasta la hora de cenar.
"Si quieres yo puedo--" Me miró tranquilo a los ojos. Yo le interrumpí.
"Yo voy." Sonreí antes de dirigirme a donde estaba mi representante. "Jason." Le llamé antes de que el se volviera para mirarme.
"¿Todo bien?" Me preguntó con curiosidad, yo abrí mi boca antes de hablar, sin saber muy bien como decirlo. La sangre se estaba acumulando en mi cuello y en mis mejillas.
"Es solo que..." Alargué mis palabras. "Yo y Justin... ummm." Lamí mis labios sin saber como seguir con lo que venía. Esquivé su mirada. Lo estaba pasando realmente mal.
¿Por que era tan jodidamente tímida?
"¿Que?" Me miró frunciendo su ceño. "¿Pasa algo?"
Negué con mi cabeza. "Nos diste dos llaves, solo queríamos una." Mordí la esquina de mi labio con timidez y nerviosismo. Esperando expectante su respuesta.
"Oh, vale." Dijo algo confundido y se dio la vuelta para entregar la llave que le entregué seguidamente. "¿Puede llevar las maletas de esta suite a las de la suite principal?" Tragué saliva mientras el hablaba con una de las personas de recepción.
Esperé a que dejara la llave y luego se volvió mirándome con curiosidad. "Espero que no hagáis na--"
Le interrumpí rápidamente. "Jason, tranquilo. Solo quiero dormir." Suspiré con resignación y rodando mis ojos.
Asintió con su cabeza. "Me alegro, porque si no--"
Le interrumpí antes de que dijera algo que no fuera muy bonito de escuchar. "Jason. Déjalo ya."
Suspiró y asintió. "Esta bien." Nos dirigimos hacia Justin, que estaba esperando a unos metros apartados de nosotros, mirando distraídamente el hotel con curiosidad. Se veía tan lindo cuando hacía eso.
Sonreí sin poder evitarlo. "Entonces, ¿nos vemos a la hora de la cena?" Nos miró a los dos haciendo que Justin se distrajera rápidamente y dirigiera su mirada hacia nosotros. Yo me puse a su lado.
"Si, claro." Justin sonrió distraídamente.
El asintió con su cabeza, y me miró. "¿Y tú?"
Suspiré con cansancio. "No se." Negué con mi cabeza confundida en cuanto a lo que iba a hacer.
"Está bien." Miró a Justin con seriedad. "Cuídala." Justin asintió con su cabeza y luego me miró.
"Por supuesto." Fue lo único que escuché salir de sus labios antes de suspirar sintiéndome protegida.
"Nos vemos, chicos." Se marchó y noté como los brazos de Justin me rodeaban los hombros.
"¿Vamos?" Me sonrió al mirarme.
Yo asentí con mi cabeza. "Si."
Caminamos observando el hotel con curiosidad, hasta llegar al ascensor y subir a nuestra planta. "¿Ha habido algún problema con la otra habitación?" Preguntó.
Negué con mi cabeza. "Jason simplemente pidió que trajeran mis maletas a tu habitación y devolvió la llave."
"Esta bien."
"Este hotel es muy bonito." Comenté sonriente.
El asintió estando de acuerdo con mi comentario. "Si, es realmente genial."
Me abracé a su cuerpo todavía más y salimos del ascensor caminando por el pasillo en dirección a su suite. Observé toda la habitación desde la puerta y rápidamente me dirigí hacia la ventana para ver las vistas.
"Son geniales, ¿eh?" Dijo poniéndose detrás de mi y dando un beso a mi mandíbula. Yo asentí cerrando mis ojos cansada.
"Si." Susurré.
"Me voy a dar una ducha." Susurró en mi oído y sentí escalofríos por mi espina dorsal al notar como su aliento chocaba contra mi piel.
"Vale." Volví mi rostro levemente para mirar sus ojos mieles y asentir con mi cabeza, esbozando una cariñosa sonrisa.
"¿Que vas a hacer?" Siguió en mis espaldas, esta vez, rodeando sus brazos alrededor de mi cintura mientras yo dirigía mi vista hacia la ciudad.
"No lo se." Me encogí de hombros. "Creo que voy a dormir, estoy muy cansada."
El otro tranquilizante que me había tomado la noche anterior para calmarme, me había dejado agotada y tenía mucho sueño. Sentía como si mis piernas flaquearan y en cualquier momento me fuera a caer al suelo sin poder evitarlo.
"Entonces, duerme. Te notas agotada." Puso su cabeza en mi hombro izquierdo y suspiró de nuevo. Me recosté en su pecho, relajándome y pasando mis manos por las suyas.
"Gracias por todo." Susurré con debilidad y agotamiento. "Te estás comportando tan bien conmigo, que no tengo palabras para agradecértelo." Levanté mi mirada para mirarle con algo de dificultad. Mi cabeza estaba apoyada en su pecho.
"No importa. No tienes nada que agradecer." Sonrió besando mi cabeza. Me deshice en sus brazos. Pasé unos segundos más, con mis ojos cerrados, apoyada en su cuerpo mientras sentía su respiración aumentar y disminuir su pecho.
"Ahora vengo." Me aparté de él mientras fruncía su ceño y me miraba dirigirme hacia el baño. Me eché agua en la cara y me quité su sudadera, saliendo a la habitación.
Estaba buscando algo en su maleta, pero no le di mucha importancia. Abrí la cama y me metí en ella después de ponerme cómoda con unos pantalones de chándal anchos y una camiseta negra ajustada.
"¿Quieres algo?" Se acercó para mirarme con curiosidad, de pie, a un lado de la cama. Negué con mi cabeza esbozando una sonrisa en señal de agradecimiento.
"No, gracias. Estoy bien." Lamí mis labios.
"Vale, si necesitas algo, estaré en la ducha." Asentí con mi cabeza mientras sus ojos chocaban con los míos. La habitación estaba oscura porque había corrido todas las cortinas de la suite. Tan solo alumbraban las luces que había echado.
"Vale." Sonreí maravillada por toda su atención centrada en mí, en los últimos dos días, desde que aquella noche se me vino el mundo encima.
Se agachó y me besó tiernamente antes de acariciar mi mejilla y levantarse de la cama. Me dio una última mirada y una sonrisa haciendo que mi corazón se derritiera por él. Empezó a apagar las luces de la suite, dejándola cada vez más oscura.
Lo que él no sabía es que tenía su sudadera en la cama, debajo de las sábanas. La estaba abrazando con fuerza entre mis manos. "Justin." Le llamé rápidamente antes de que entrara al cuarto de baño.
"¿Si?" Me miró acercándose hacia mi, sorprendiéndose por que le llamara.
"Gracias por ser así conmigo." Intenté contener mis lágrimas en mis ojos para que no salieran al exterior y el me viera así.
Sonrió haciéndome sentir mejor. "Le dije a Jason que te cuidaría, y es lo que estoy haciendo." Se encogió de hombros haciéndose ver más adorable todavía. Y justo entonces apagó la última luz antes de lanzarme una mirada reconfortante y entrar al baño.
Me abracé con más fuerza a su sudadera, sintiendo como su aroma me invadía y cerraba mis ojos cayendo en un profundo sueño a los pocos segundos.
Cosa que era muy rara en mí, ya que tardaba mucho en dormirme.
Pero últimamente todo era extraño en mi vida.
Oh, y también iba a empezar otra campaña más...
Pon un Justin en tu vida.
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I'm here!
Pensaba que me iba a costar subir el capitulo, pero al final intenté subirlo hoy y me dio tiempo. Espero que les guste.
Este capitulo me ha servido de mucho. Quizás algunas personas que sepan lo que es pasar por lo que está pasando Smith ahora, la comprendan y sepan como se siente todo eso.
Tengo curiosidad por ver cual ha sido su parte favorita del capitulo. Ummm.
Es bastante largo el capitulo :)
Justin ha vuelto a narrar después de algunos capítulos sin hacerlo.
Quería dar las gracias. En realidad, no se que decir. Estoy muy agradecida por las reacciones que ha tenido el último capitulo. Me alegro mucho de que les gustara.
Leo todos comentarios, twitter, univisión (también adapto la novela ahí)... y es increíble que les gustara tanto. Estuve a punto de no subir el capitulo, porque no he tenido mucho tiempo. Ayer tuve dos examenes y hoy tuve uno. Estoy muy corta de tiempo.
Gracias por todo! LOVEU!