Daril, Jessie y Dianne estaban en casa de Charlie. Charlie y Daril estaban jugando videojuegos, mientras Jessie y Dianne estaban hablando en el comedor, lejos de ellos.
—Deberíamos jugar verdad o reto —habló Dianne.
—Me niego, eso nunca sale bien —contestó Jessie.
—Vamos, es tu oportunidad —sonrió emocionada.
—¿Oportunidad para qué? —aparento no saber a lo que se refería.
—Tú sabes —levantó las cejas— llama a los chicos.
—Me sigo negando —exclamó nervioso.
—Pero quieres —lo miró mal.
—Entonces ve tú por ellos, sino no juego.
—Ah, bien —volteó los ojos y se levantó de la mesa.
Caminó hasta la sala y se puso frente a la televisión.
—¡Dianne!, ¡quítate! —exclamó Daril molesto.
—Vamos a jugar verdad o reto —dijo, sin quitarse.
—Yo juego —dijo Charlie con una sonrisa.
—¿Qué? Eso es una tontería, yo no juego —habló Daril.
—Vamos, todavía me debes una —lo miro mal.
—¿Y eso qué?
—Si juegas, quedamos a mano.
Si había algo que Daril odiaba, era "deber" favores a la gente.
—Que da —volteó los ojos.
Charlie y Daril se levantaron del sillón y caminaron hasta el comedor junto con Dianne. Todos se sentaron en la mesa.
—Muy bien, empiezo yo —dijo emocionada Dianne— Charlie, ¿verdad o reto?
—Verdad —dijo después de pensarlo un poco.
—¿Te gusta alguien? —preguntó aquella estúpida y típica pregunta... pensó Daril.
—No, nadie —rió.
—Buh... te toca.
—Daril, ¿verdad o reto?
—Verdad —contestó, no quería que lo pusieran a hacer algo extraño o algo así y no tenía nada malo que ocultar... al menos no para él.
—Perfecto, tengo la duda... ¿quién es el chico que te fue a buscar la otra vez?
Daril suspiró y se echó para atrás en la silla, se había olvidado de que ellos lo habían visto todo.
—Su nombre es Chris —contestó.
—Pero, ¿por qué te fue a busca...
—Dianne —interrumpió Daril, no pensaba decir más— ¿verdad o reto?
—Reto —dijo decidida.
—Besa a Charlie.
Las verdades y retos siguieron por unos minutos más... y realmente nada bueno salía de aquel tonto juego.
—Jessie... ¿verdad o reto? —preguntó Dianne.
—Reto —contestó, pues las veces anteriores había elegido verdad.
—Te reto a que subas con Daril a la habitación de Charlie, por 10 minutos.
Después de objetar un momento, Jessie y Daril subieron a la habitación de Charlie. Daril se sentó en la cama. Esta era la oportunidad perfecta.
—Sé que eres tú —dijo en cuanto Jessie se sentó a su lado.
—¿Disculpa? —preguntó confundido.
—Eres tú quien escribe las cartas.
—¿Q-qué? No sé de que hablas —habló claramente nervioso.
—Es que es la misma letra, cuando pasaste a anotar lo que la maestra te pidió me di cuenta.
—Que vergüenza —bajó la cabeza.
—No, está bien, no te preocupes.
—¿Puedo besarte? —preguntó, directo, se puso más rojo de lo que ya estaba— n-no tienes que hacerlo si no quieres... es más, olvidalo —los nervios y la vergüenza invadian su voz.
—No tengo ningún problema —contestó.
Daril no sabía lo que le pasaba, mucho menos porque había aceptado indirectamente. Bueno, un beso realmente no significa nada, en fin, es sólo eso, un beso. Se sentía... raro, recordar el tema de Chris lo hacía sentir tan vulnerable.
—¿En serio? —lo miró a los ojos por unos segundos y al instante bajó la mirada.
Daril asintió y se acercó a Jessie. Mientras lo besaba lo recosto en la cama y se puso arriba de él, Jessie metió una mano en la sudadera de Daril.
—Chris —susurró Daril sin notarlo, Jessie se detuvo— no puedo —se alejó de Jessie— lo siento, no esta bien... Dios, que estoy haciendo —se alejó aún más.
—Chris —repitió Jessie, mientras se sentaba al borde de la cama.
—Olvida esto, ¿si?
Daril salió de la habitación. ¿Qué le sucedía?
Bajó las escaleras y se sentó nuevamente en el comedor, junto a Charlie. Todo había sido un error, besar a alguien como Jessie no era algo que el hubiera hecho.
—¿Todo bien? —preguntó Charlie, Daril asintió.
A los pocos segundos Jessie bajó también.
—¿Seguimos jugando? —preguntó Dianne, mientras veía cómplice a Jessie.
Un par de minutos después, era el turno de Charlie.
—Daril, ¿verdad o reto?
—Verdad —dijo fastidiado, sabiendo lo que probablemente Charlie preguntaría.
—¿Eres virgen? —sonrió maliciosamente.
—Charlie, esas cosas no se preguntan —lo regaño Dianne.
—No —contestó Daril a secas— Jessie, ¿verdad o reto?
—Verdad.
—¿Eres gay o sólo experimentas?
—No lo sé —contestó, apenado.
Y después de varios minutos más, era el turno de Charlie una vez más. Ahora si no iba a desaprovechar su oportunidad.
—Daril...
—Reto —contestó, evitando que le preguntará algo acerca de como perdió la virginidad o de Chris.
—Te reto a que me digas cual es tu historia con el tal Chris —Charlie tenía un raro presentimiento acerca de todo ese tema.
Daril suspiró nuevamente.
—¿En serio quieres saber? —Charlie asintió.
—Todos queremos saber...
—Que da —se acomodó el cabello— no tengo mucha historia con él pero bueno, lo resumire de cualquier modo... cuando salí de vacaciones me vine aquí con el que era mi compañero de cuarto y otro amigo. La familia de mi compañero de cuarto tenía la tradición de ir como de excursión al bosque cada verano, por alguna razón que sigo sin saber, Chris terminó yendo a la excursión... por unos cuantos días estuvimos actuando de manera extraña y una noche, así de repente, se metió en mi tienda de campaña. Para no hacer la historia tan larga, empezamos a salir, hasta que un día lo vi besándose con alguien más... le deje de hablar y la vez que fue a la salida quería hablar conmigo. Eso es todo.
—¿Para eso era tanto misterio? —preguntó Charlie decepcionado.
—No es mi culpa que te hayas hecho grandes expectativas...
El celular de Daril empezó a sonar, era Alekey.
—¿Qué quieres? —dijo al contestar, mientras se paraba del comedor y se dirigía a la sala.
—Dijiste que llegarías a las 8, y ya van a ser las 9, la mamá de Félix esta preocupada.
—No me había dado cuenta de la hora, ya voy.
—Ten cuidado, que ya está oscuro... no, mejor iré por ti, no te vayas.
—No te preocupes, yo voy solo.
—Bien, mucho cuidad... —Daril colgó.
—Ya me tengo que ir —dijo en cuanto entró al comedor— nos vemos mañana.
Se despidió para después salir y caminar rumbo a casa de Félix, no quedaba tan lejos y las calles estaban bien iluminadas, por lo cual no había problema.
Tras un par de minutos, Daril llego a casa de Félix. Justo cuando abrió la puerta se llevo la sorpresa de que Chris estaba ahí.