Apostando el Destino

29

—Necesito tu ayuda —habló Dylan en cuanto Félix contestó el celular.

—¿Cómo estás Dylan? Me alegro de saber de ti —dijo sarcástico.

—Ahorita no hay tiempo para eso —estaba desesperado— te lo ruego.

—¿Qué necesitas? —preguntó después de dar un suspiro.

—Quiero prepararle una sorpresa a Owen...

Dylan se arriesgaba un poco al pedirle ayuda a Félix. Pues como él y Owen todavía se mantenían en contacto temía que le hubiera dicho acerca de su rompimiento.

—Esta bien, pero ¿qué puedo hacer yo desde acá? —Dylan suspiró, aliviado.

—Owen, Tristan y Dániel irán a casa de Tristan, llegan hoy en la noche —empezó— y le dije que no podría ir con él pero quiero hacerle una sorpresa, por lo que yo llego mañana en la tarde y ahí es donde tú puedes ayudarme a prepararle algo bonito.

—¿Esto es por qué no están bien? —preguntó— es solo que eso fue lo último que Owen me contó.

—Quiero darle algo lindo, creo que se lo merece —sonrió nostálgico— una cita que no pueda olvidar, te lo ruego.

—Bien, mira, compré entradas para mañana en la noche ir con Marc a ver una película, de esas en las que vas en auto y todo eso —hizo una pausa— te las daré si quieres y ya de ahí pueden ir a cenar algo, no sé si te agrade la idea.

—Es genial, no sabes cuanto te lo agradezco —habló feliz.

Dylan y Félix hablaron por un rato más, acerca de lo que había pasado mientras Félix no estaba y todo ese tipo de cosas.

Mientras tanto, Daril estaba molesto, estaba junto a Chris, Noah y Max en el centro comercial.

Daril estaba claramente molesto.

—¿Te sientes mejor? —preguntó Chris, abrazandolo por los hombros.

—No me toques —quitó el brazo del mayor.

—Daril —suspiró— no te enojes, pensé que sería buena idea.

—No digas nada, me iré.

—¿Qué?, ¿a dónde? Daril, no puedes hacer esto siempre que algo no sale como a ti se te da la gana —ahora Chris también estaba molesto, Daril se quedó callado mientras paraba en seco— lo siento...

—No —lo interrumpió— es sólo que quería salir contigo nada más... y no es que Noah me caiga muy bien y sabes la razón detrás de eso —comenzó a caminar nuevamente— pero estas en lo correcto, simplemente me callare y te dejare disfrutar esta "cita doble".

Chris no supo que responder.

El resto de la tarde, Daril cumplió con lo que había dicho, no habló más que cuando era necesario.

Justo antes de que oscureciera, Chris se encontraba en camino a casa de Félix, después de haber dejado a Noah y Max en casa del primero.

—Sé que sigues enojado —dijo Chris cuando pararon en un semáforo.

—Wow Chris, me sorprende lo listo que eres —contestó sarcástico.

—Ya —apoyó su mano en la rodilla del menor— ¿qué te parece si vamos a otro lugar? Te lo recompensare.

—¿Otro lugar como cuál?

—A comer algo, al parque, a mi casa, a la tuya, donde quieras —volteó a verlo.

—Quiero estar a solas contigo —contestó con un pequeño rubor en sus mejillas.

—¿Tú casa o la mía? —preguntó.