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El dolor de cabeza era insoportable, estaba tan cómodo que ni siquiera quería levantarse. Hace mucho no dormía tan cómodamente.
No recordaba mucho, ni siquiera sabia dónde estaba. Se sentó en la cama.
En el borde de la cama, estaba Max dormido. En cuanto Noah se movió, Max despertó.

—¿Estás bien? —preguntó Max preocupado, mientras se acercaba a él.

—Si... no había dormido en varios días —se volvió a acostar, con tanta confianza como si estuviera en su casa— ¿Qué hora es?

—No lo sé... —sacó su celular— casi las 12... —Noah interrumpió.

—Pensé que no tenías celular —exclamó con el ceño fruncido.

—Ah... no-no es mío —contestó nervioso.

—¿Qué es lo que pasa? —preguntó Noah un tanto molesto. ¿Cuál era el problema de aquel chico?

—¿De qué? —preguntó de vuelta, fingiendo no saber el porqué de su pregunta.

—Me dices que no tienes celular, no quieres que yo venga a tu casa y me pides que te de clases de guitarra —hizo una pausa— pero tienes uno de los mejores celulares, una casa enorme y eres buen guitarrista según tu hermano.

Max sólo bajó la cabeza, avergonzado.

—Di algo —habló Noah después de unos segundos de silencio.

—Es que me gustas... —Noah se quedó aún más confundido— no, no, quiero decir... o sea, me-me atraes —el chico estaba avergonzado, había sido descubierto por Noah.

—¿Por qué? —cuestionó con la mirada baja— ni siquiera nos conocemos bien... —su voz se iba apagando poco a poco

—No lo sé, lo que siento hacía ti no lo puedo explicar, desde que te vi en el parque... ¿Noah?

Noah se había vuelto a quedar dormido.

Max suspiró y salió del cuarto, para dejar descansar a Noah, quien debería esta realmente cansado como para haberse quedado dormido en medio de la conversación.

—Te gusta, ¿no? —preguntó Matt por detrás de Max.

—No... —mintió.

—Te escuché —se puso frente a él.

—No deberías meterte en lo que no te importa—dijo sin siquiera verlo.

—Te equivocas, eres mi hermano y me importa —lo detuvo.

—Entonces sólo no te metas, en serio no es tu asunto —se quitó del agarre de Matt, para así seguir su camino escaleras abajo.

Matt siempre estaba al tanto de Max, no hacía  otra cosa que meterse en lo que no le importab y eso tenía harto a Max.

Horas más tarde el celular de Noah empieza a sonar, cosa que lo hace despertar.

—¿Bueno? —dijo al contestar.

—Noah, necesito que vengas a casa de Fél... —habló Chris por el otro lado del teléfono.

—No —lo interrumpió al instante.

—Mira Noah, me debes una, quiero que vengas... por tu culpa Daril ni siquiera quiere verme —Chris sonaba realmente molesto y frustrado, pero eso realmente no le importaba a Noah.

—No —repitió, se negaba a ir a casa de Félix.

—Noah, tienes que venir... quiero arreglar las cosas con Daril. Que él y yo estemos así no es más que culpa tuya —suplicó Chris.

—¿Qué gano a cambio? —¿ir a la casa de los Beckett por voluntad propia? Chris estaba loco si pensaba que iría sin recibir nada a cambio.

—¿En serio lo preguntas? —preguntó molesto... Noah decidió dejar eso de lado, luego hablaría con él de ello.

—Ya, bueno, sólo te digo que ando lejos y me voy a tardar un poco en llegar.

—Con que llegues para las nueve —dijo para después colgar.

Noah suspiró.

—Que problema —susurró. 

—¿Estás bien? —preguntó Max quien llegaba con un vaso de agua, sorprendiendo a Noah.

—Si, ya me siento bien —contestó al tiempo que se levantaba de la cama y se ponía sus zapatos, los cuales estaban al lado de la mesa de noche.

—¿Seguro?, ¿te duele algo? —Noah negó con la cabeza.

—Me tengo que ir —caminó hasta la puerta de la habitación.

—Si... me imagino que tus padres deben estar preocupados —Noah torció la boca— ¿di-dije algo malo? —la timidez de aquel chico lo hacía realmente tierno.

—Voy a pie y a donde voy esta lejos... así que entre más antes me vaya mejor —ignoró el comentario de Max.

—Espera, come algo... yo puedo llevarte —ofreció dejando el vaso de agua en la mesa de noche.

—No quiero causar tantas molestias... tengo un día entero aquí —sonrió un poco para demostrarle que todo estaba bien.

—No es ningún problema, tienes que comer algo.

—Bueno —accedió, ¿qué más daba?

Noah y Max salieron de la habitación y se dirigieron a la cocina. Max preparó un sándwich para Noah y tras una pequeña plática los dos salieron juntos, para que Hudson los llevará a dónde Noah había indicado.

—¿Es tu casa a dónde vamos? —preguntó Max.

—Es la casa de un... conocido —contestó mientras volteaba los ojos.

—Tu expresión me da una mala impresión —dijo nervioso.

—Es una larga historia —suspiró por millonésima vez en el día— pero no importa.

—Como digas —susurró, era claro que no quería hablar de eso.

Lo que le hubiera llevado a Noah un par de horas para llegar a casa de Félix se redujo a 15 minutos en el carro de Max.

—Te acompaño —habló el menor mientras Noah abría la puerta, quien no negó o se opuso— ¿Podrías darme tu número? —preguntó cuando estaban en la entrada de la casa, asumiendo que era el momento de irse.

Noah tocó la puerta.

—Prestame tu celular —dijo Noah mientras extendía la mano.

La puerta se abrió.

—Al fin, anda, entra —dijo Aleksey mientras tomaba a Noah de la muñeca— tú también —se dirigió a Max, quien no tuvo tiempo de decir nada.

Una vez dentro de la casa, se dirigieron a la sala. Daril estaba sentado en un sillón, su rostro no expresaba más que enojo, del otro lado del sillón estaba Chris, con cara de preocupación.
Y en un sillón para una persona... estaban Félix y Marc.

Lo que le esperaba a Noah no era nada bueno...

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PERDÓN ☹ no pude subir capítulo, en serio que muy a penas he tenido tiempo, tengo desde la semana pasada escribiendo este capítulo y nada más no lo pude terminar hasta hoy... me tienen guardando y tirando cosas 😂💔 ya me voy el jueves y pues me esperan 30 horas de viaje ☹ así que tengo tiempo para escribir y para recompensarles esta semana que no actualicé.

Gracias por leer ❤

Apostando el DestinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora