No me olvides | G-Dragon

By notab0utangels

170K 12.5K 1.7K

«Sé que no soy la mejor persona pero cambiaré para ti, sólo te pido una cosa: no me olvides» 〔 THE BIGBANG SE... More

Prólogo
VOLUMEN I
Capítulo 1 | Llamada
Capítulo 2 | Oppa
Capítulo 3 | Lágrimas
Capítulo 4 | Mejores amigos
Capítulo 5 | Última vez
Capítulo 6 | Labios dulces
Capítulo 7 | Fantasía
Capítulo 8 | Un pequeño problema
Capítulo 9 | Verdad
Capítulo 10 | Encanto
Capítulo 11 | Lo que pasa por su mente y por su corazón
Capítulo 12 | Meses después...
Capítulo 13 | Cumpleaños
Capítulo 14 | Loco
Capítulo 15 | Enamorado
Capítulo 16 | La noche más larga
Capítulo 17 | Conmigo y para mí
Capítulo 18 | No es tan sencillo
Capítulo 19 | Sólo a ti
VOLUMEN II
Capítulo 20 | Un rato más
Capítulo 21 » pt. 1 | Escalofríos
Capítulo 22 | Miedo
Capítulo 23 | Roto
Capítulo 24 | Suya
Capítulo 25 | Estoy aquí
Capítulo 26 | Maldito
Capítulo 27 | Viviendo y recordando
Capítulo 28 | Mío
Capítulo 29 | Por mí
Capítulo 30 | Orgullosa
Capítulo 31 | Fotografía
Capítulo 32 - ÚLTIMO | Maratón de emociones
Epílogo
» CAPÍTULO EXTRA «
MATERIAL ADICIONAL (+18)

Capítulo 21 » pt. 2 | Dualidad

3.6K 279 44
By notab0utangels

Después de aquella pequeña charla en el estudio, la semana que estuvo fuera pasó relativamente rápido. Había estado comunicándose constantemente y me mandaba fotos de todo lo que había en el set de grabación para sus nuevos videos.

Comenzaba a sentirme un poco más segura sobre lo nuestro cada vez que hacíamos videollamadas o me mandaba mensajes porque por primera vez en meses sentía que la distancia que nos separaba era meramente física.

—Te extraño —me dijo un día antes de su regreso mientras hacíamos FaceTime.

Él estaba recostado en la cama, con la cámara del celular demasiado cerca de su rostro pues era lo único que aparecía en la pantalla del mío.

Él estaba madrugando y de este lado del mundo apenas anochecía, pero aún así había decidido imitar su posición para estar más cómoda mientras hablábamos.

—Sabes que yo también te extraño como loca, oppa.

Yah... En serio que me gusta cómo se mueven tus labios cuando me llamas así.

—Eres un pervertido —dije con una sonrisa en el rostro, mordiendo mi labio inferior para tentarlo.

—Al contrario, me considero un romántico empedernido.

—Pero con la mente sucia —respondí para seguir molestándolo.

—Con la mente muy sucia, preciosa —contestó mientras se reía al ver mi expresión ante su declaración. Sentí mis mejillas calientes y supe que estaba sonrojada—. ¿Qué traes puesto?

—¿D-de verdad vamos a hacer esto? —pregunté mientras tartamudeaba.

Estaba demasiado nerviosa para pensar claramente, aunque debía admitir que sentía un leve cosquilleo en la piel de sólo pensar en lo que estábamos a punto de hacer.

—Claro que sí, jagi. He estado pensando en lo bonita que te ves cuando te recargo sobre la barra de la cocina y...

—¡Yah! —le grité enojada debido a mi vergüenza mortal. No podía seguir escuchando—. ¡Mejor ven aquí y hazlo! ¿Por qué tienes que decirlo?

Terminé la llamada rápidamente y me cubrí el rostro con las manos. ¿Cómo podía hablar de eso tan libremente? ¿Por qué era tan tímido y tan atrevido al mismo tiempo?

Era una combinación letal.

Cuando apenas comenzaba a recuperarme de aquella plática, un mensaje de Jiyong apareció en mi pantalla:

"Acepto tu propuesta"

Aquellas palabras estaban acompañadas de una buena dotación de emojis.

Toda mi piel se electrificó en ese momento, y toda yo se moría de ganas porque llegara y cumpliera su palabra.

Y fue exactamente lo que hizo apenas y llegó a Corea.

—Ven al concierto conmigo mañana —me pidió mientras su boca jugueteaba distraídamente con mis pechos.

Estábamos en su cama después de haber llevado a la acción sus palabras tan atrevidas. Él estaba radiante y más juguetón que de costumbre.

—¿Estás seguro? —pregunté mientras suspiraba.

Su boca hacía maravillas.

Eres mi amuleto de la suerte —me confesó mientras volvía a ponerse a mi altura para besarme—. Te necesito a mi lado para que todo salga bien.

—Entonces ahí estaré —contesté con una sonrisa. Lo atraje hacia mí y le di pequeños besitos sobre la comisura de sus labios—. Seré tan buena que hasta te acompañaré a la fiesta después del concierto.

Generalmente no solía acompañar a Jiyong a eventos relacionados con trabajo, pero esa vez estaba dispuesta a ceder para pasar un buen momento juntos antes de que partiera para su gira.

—No, creo que a esa prefiero a ir solo —contestó con una sonrisa para molestarme.

Yo fingí indignación, así que me volteé para darle la espalda y alejarme un poco de él, pero inmediatamente me tomó por la cintura y me empujó hacia él. Nuestros cuerpos desnudos estaban tan cerca que estaba segura que ni el aire cabía entre nosotros. Comenzó a plantar besitos sobre mi hombro y mi cuello que me hacían sonreír de oreja a oreja.

En ese momento me sentía tan conectada a él que estaba segura que los límites de nuestros cuerpos se volvían más borrosos con cada beso que depositaba en mi piel.

¿Se podía morir de felicidad?

Al día siguiente, él se fue temprano para comenzar con el ensayo para el concierto. Yo me encaminé horas después para verlo antes de que saliera al escenario, pero por alguna extraña razón durante todo el trayecto sentí como si estuvieran vigilando cada uno de mis movimientos.

Cuando vi a los guardaespaldas fuera de la entrada de los camerinos, me sentí un poco más segura. Entré sin problemas, dirigiéndoles una sonrisa y una leve reverencia. Caminé por todos los pasillos llenos de gente, saludando a todos aquellos a los que logré reconocer.

Justamente cuando estaba frente a la puerta donde sabía que del otro lado iba a encontrar a Jiyong, una mujer salió tempestivamente de la habitación. Volteó a verme y la reconocí de inmediato.

—¿Qué pasa, Dami? —pregunté preocupada. Su expresión cambió rápidamente cuando me vio. Se lanzó a mis brazos y me abrazó fuertemente.

—Qué bueno que estás aquí, Megan. ¡Mi hermano está insoportable!

—¿Por qué lo dices?

—No para de gritarle a la gente. Al parecer algo salió mal durante su ensayo y todavía no pueden arreglarlo. ¿Crees poder hacer tu magia y regresarlo a la normalidad? —preguntó exasperada, tomándome por los hombros y sacudiéndome un poco.

Yo suspiré y traté de sonreírle.

—Haré lo mejor que pueda.

Me sonrió por última vez y se fue con el sonido de sus tacones retumbando por todo el pasillo. Vacié mi mente cuando abrí la puerta. Me puse un escudo mental y me preparé para la batalla.

Al entrar, lo vi caminando de un lado a otro con su outfit, maquillaje y cabello ya listos para salir al escenario. Mi presencia pasó desapercibida aún cuando la puerta se cerró detrás de mí estruendosamente.

—¿Está todo bien? —pregunté tímidamente para hacerme notar. Pude ver en su expresión que estaba muy estresado.

—Qué bueno que ya estás aquí —dijo en cuanto me vio.

Corrió hacia mí y me abrazó fuertemente. Yo comencé a mover mis manos por su espalda en un intento de hacer que se relajara contra mi cuerpo.

—Todo saldrá bien —le aseguré mientras me paraba de puntillas para hacer el abrazo más cómodo para él.

Aspiré su aroma mientras me sostenía fuertemente contra él.

¿Cómo podía oler tan delicioso todo el tiempo?

Comencé a alejarme poco a poco y él gruñó. Rodeó mi cintura para mantenerme cerca y yo subí mis manos a sus mejillas para jalarlas hacia arriba y formar una sonrisa en su rostro.

—Así está mejor.

Ahora él reía por sí mismo y yo besé su sonrisa.

—¡Sales en cinco, GD! —le gritaron por detrás de la puerta.

—Será mejor que me vaya —me dijo entrelazando nuestras manos. Yo asentí suavemente.

—Mucha suerte.

Fueron mis últimas palabras antes de que saliera por la puerta y me guiñara un ojo.

El concierto transcurrió sin ningún percance. G-Dragon estuvo sensacional. Fue un concierto lleno de energía en donde él era el director de la audiencia.

Yo me sentía en las nubes.

En el camino al club en donde se llevaría acabo la fiesta después del concierto, Jiyong estuvo sobre mí casi todo el tiempo.

Eso fue hasta que encontró el alcohol.

Nunca lo había visto tomar tanto, y con cada trago, yo sólo podía pensar en lo estresado que tuvo que haber estado en los días pasados.

Admiré su resistencia al alcohol, pues aunque estaba segura que tal vez ya se había acabado dos botellas de vino él solo, no estaba nada ebrio.

Pronto comencé a aburrirme, pues Jiyong estaba conviviendo con unas personas que jamás había visto en mi vida. Había poca gente y aún más poca a la cual conociera. Me acerqué a la barra y le pedí al barman que me sirviera una ginebra.

—¿La estás pasando mal? —me preguntó mientras preparaba mi bebida.

—No —mentí.

—Tu expresión me dice lo contrario. ¿Quieres que la prepare un poco más cargada?

Me tardé unos segundos antes de responder.

—Sólo un poco.

Se rió y yo lo imité, pensando en lo ridículo de la situación y recordando por qué nunca acompañaba a Jiyong a estas fiestas.

—Es una pena que tenga novia —dijo una chica alta del otro lado de la barra. Estaba hablando con la que supuse yo era su amiga, pues estaban muy cerca la una de la otra.

—¡Es encantador! Dicen que su novia está por aquí. Nunca lo acompaña a las fiestas.

—¡Debe ser la mujer más aburrida del mundo! Escuché que es abogada.

—¡Qué horror! Debería buscarse a alguien mejor.

—Por las fotos que vi no es tan bonita. Eres mucho más guapa tú.

—¿Crees que tengo oportunidad?

—¡Obviamente sí! Serías muy suertuda, dicen que es muy bueno en la cama.

No pude escuchar más de sus tonterías. Le di un trago a mi bebida y con copa en mano caminé hacia ellas.

—Oh no, chicas. No sólo es "muy bueno". Es el mejor.

Les guiñé un ojo y logré apreciar cómo sus caras se ponían pálidas, como si hubieran visto un fantasma. Reprimí una carcajada e inevitablemente me sentí victoriosa mientras me alejaba.

Mientras el tiempo pasaba, más fuera de lugar me sentía. Había mucha gente que se acercaba a platicar sólo para preguntarme acerca de G-Dragon, aunque había otros pocos que sólo me miraban y cuchicheaban a mis espaldas

Encantador.

Jiyong seguía enfrascado en diversas conversaciones sin demostrar ninguna intención de buscarme.

¿Por qué carajos me había ofrecido a venir?

Dejando mi orgullo de un lado, traté de llamar su atención para avisarle que me iría. Aunque claro, en realidad una parte de mí deseaba que funcionara.

Ni siquiera le mandé un mensaje cuando salí de aquél lugar. No pedí un taxi, decidí caminar para aclarar mis pensamientos. Aunque a la primera frase que mi cerebro pudo formular ya sentía la ganas de llorar.

¿Estas incontrolables ganas de llorar todo el tiempo podían ser genéticas? Porque si era así, culpaba definitivamente a mi abuela.

¿Así sería siempre? ¿Me ignoraría cada vez que tuviera que ser "G-Dragon"? ¿Jiyong-ah y G-Dragon no eran la misma persona? ¿Entonces por qué uno era completamente diferente al otro? ¿Por qué uno me amaba y el otro no? ¿Por qué uno me rogaba quedarme a su lado mientras el otro se olvidaba completamente de mí?

¿Por qué no podía conciliar ambas partes de él? ¿Por qué debía haber una constante dualidad todo el tiempo?

Entendía perfectamente la falta de demostraciones de afecto en público. A ambos no nos gustaba exponernos mucho cuando estábamos juntos.

¿Pero negarnos completamente?

Eso no lo podía entender.

¿Teníamos que estar rodeados de gente de confianza para que pudiera tenerme a su lado? Cuando aún éramos amigos, siempre era así. Había una parte de él que me empujaba y otra que me jalaba.

Por dos largos años, constantemente había estado jalándome hacia él. Habíamos estado demasiado cerca.

Y ahora sentía que me estaba empujando lejos.

Muy lejos.

—¡Hey, Megan! ¿A dónde vas? —escuché que gritaban a lo lejos.

Volteé, limpiándome las lágrimas para que el dueño de la voz no pudiera descubrirlas.

—A casa —contesté sin detenerme.

—Oye, detente —dijo Jiyong tomándome por la muñeca. Finalmente dejé de caminar y lo encaré, liberándome de su agarre—. ¿Qué pasa? ¿Está todo bien?

—¿Estás bromeando, verdad?

—No, lo estoy preguntando en serio —me toma del codo y comienza a caminar hacia una callejón mientras mira para todos lados para asegurarse de que no nos haya visto nadie—. Hablemos aquí.

Le presté un poco más de atención al lugar y reconocí aquél callejón en donde me había abrazado después de sacarlo de la estación de policía por manejar borracho.

—¿Hablar? ¿Ahora sí quieres hablarme? —pregunté con amargura.

—Deja de hacerme preguntas y dime lo que te pasa, carajo.

Estaba exasperado.

Pero a mí me ardía la sangre.

—Está bien. Ahí te va algo más directo. Me voy a casa porque me ignoraste toda la maldita noche frente a toda esa gente. Tuve que aguantar a personas usándome y hablando mierda de mí sólo porque quería pasar tiempo contigo antes de que te fueras por meses. Claramente fui una estúpida. ¿Por qué G-Dragon habría de hacerme caso cuando hay gente mucho menos aburrida que yo para pasar el rato? Siempre entendí cómo era tu maldito estilo de vida. Lo acepto y es algo más que amo de ti, pero he estado los últimos seis meses tratando de que todo vuelva a la normalidad. No quiero sentir que estás en otra parte cuando me estás haciendo el amor o cuando estamos pasando tiempo juntos, no después de que me permitiste acercarme dos años. Has puesto una distancia entre nosotros que no soporto más.

—Estás exagerando.

Pendejo.

¿Eso es era lo que pensaba? ¿Que estaba exagerando?

—¿Exagerando? Si eso es lo que piensas entonces vete a la mierda.

—No seas infantil —volvió a decir, aún con un tono que me hacía sentir como si lidiar conmigo fuera una molestia total.

—¿Yo estoy siendo infantil?  ¿Quién es el que aún no entiende que hay cosas importantes que te deben importar como persona, más allá de ser "Jiyong" o "G-Dragon"? Tienes los cambios de humor de un maldito niño. Hace unos horas de verdad estaba empezando a creer que volvíamos a la normalidad.

Nunca supe cómo es que pude sacar todo eso de mi sistema sin ahogarme en mi propio llanto.

—Nunca lo vas a entender.

—Entonces ayúdame a entender —pedí, queriendo que entrara en razón—. Háblame, explícamelo. Actúa como si te importara algo lo que tenemos juntos, por favor.

—Todos estos años no te enseñaron nada ¿verdad? —su tono estaba tan lleno de hartazgo  que en ese momento sabía que no estaba hablando con mi novio.

Estaba hablando con la súper estrella.

—No puedo discutir contigo, G-Dragon —dije sin usar su nombre a propósito.

Estaba apunto de hacerme añicos.

Y a él no le importaba.

—¿¡Cómo me llamaste?! —exclamó de inmediato, herido.

Estaba furioso. Se notaba en su mandíbula y en cómo sus puños estaban apretados al lado de su cuerpo.

Yo no podía seguir hablando o realmente podría tirarme al suelo a berrear. Me fui de aquella calle de manera apresurada. Me abracé a mí misma, en un intento de reconfortarme.

Escuché unos pasos detrás de mí y volteé de inmediato, con la esperanza de que fuera Jiyong.

Pero no había nadie.

Realmente me había dejado ir.

Continue Reading

You'll Also Like

7.8K 488 5
Tenía ganas de hacer una historia corta y la hice. Si te gusta te querré por siempre.
196K 23.2K 52
Elladora Black es la hija menor de Orion y Walburga criada para ser una sangre pura perfecta, sin embargo no es lo que planearon. Narcisista, egoíst...
41.2K 6K 9
Kim Taehyung, príncipe de Rumanía, es aislado en un pueblo fantasmagórico debido a una enfermedad que estaba cobrando vidas jóvenes. El plan surtía e...
498K 80.2K 34
Park Jimin, un padre soltero. Por culpa de una estafa termina viviendo con un completo extraño. Min Yoongi, un hombre solitario que guarda un triste...