Hoy [5 de febrero]
Casa de Carolina
-¡Hermanita!- escuchó que la llamaba su hermana desde las escaleras- ¿has visto mi maleta negra?- llegó corriendo junto a la chica que se encontraba recostada en el sillón.
-No, ni siquiera sé de qué maleta hablas.- comentó con gracia la morocha y su hermana mientras continuaba buscando, rodó los ojos.
-La negra, dónde están todos mis cosméticos y utensilios, sabes de cuál hablo.- puso sus manos en su cintura.
-Te recuerdo que la que tiene pérdida de memoria aquí, soy yo.- comentó y siguió leyendo la novela que "su novio" le había regalado antes.
-¡La encontré!- gritó eufórica cuando después de unos minutos la encontró- ahora, debo irme porque se me hace tarde.- tomó la pesada maleta entre sus manos y fue directo a la puerta.
-¡Adiós!- gritó Carolina cuando escuchó la puerta cerrarse fuertemente.
Resopló e hizo a un lado el libro, cerró un momento los ojos, estaba frustrada, quería pararse e ir a cualquier lugar; a un parque, un centro comercial, lo que fuera, pero quería salir a respirar aire fresco. Sin darse cuenta quedó profundamente dormida.
Estaba de pequeña, jugaba con su hermana, y cuando estaba por ocultarse el sol, alguien llamó a la puerta, fue corriendo a ver quien era y cuando su mamá abrió la puerta, se escondió detrás de un muro y entraron una señora y un señor, y detrás de ellos venía un niño, ese niño.
"Hola" saludó amablemente a las personas la mamá de la morocha, estos contestaron a su saludo, y le entregaron un plato con comida, Carolina seguía en su escondite observando todo, en especial al niño, ya lo había visto antes. Escuchó a su mamá llamarla a ella, a su hermana y a su padre.
Una vez que estaban los tres en la puerta, las personas se acercaban a saludarlos, excepto el niño. "Ellos son los vecinos, son los Ibarra, Raquel y José", el padre de la morocha saludó amablemente a sus vecinos al igual que las dos pequeñas niñas, "y él es su hijo...". El timbre de la puerta sonó, y Carolina se levantó de un salto, metafóricamente ya que no podía realizar tal actividad.
Tomó sus muletas y fue directo a la puerta, estaba sola y le costaba trabajo aún hacer las cosas por si sola.
-¡Hola!- gritó animada la rubia que se encontraba parada en la puerta, detrás de ella, dos guapos morochos; uno mexicano y el otro cordobés.
-¿Qué hacen aquí?- preguntó confundida, y dejó que la rubia y los dos chicos entraran.
-Cita doble Caro.- anunció Mike y fue a dejar unas bolsas con frituras sobre la mesa del comedor.
-No me digas que te has olvidado amor.- comentó Agustín y dio un beso en la mejilla de la chica.
-Les recuerdo que tengo pérdida de memoria.- comentó graciosa y cerró la puerta detrás de ella.
-No importa, hoy la pasaremos genial- agregó divertida Valentina- sabemos que tus papás fueron a ver a tus tíos y tu hermana llegará tarde, así que no te libraras de nosotros.- sacó una botella de vino, y sonrió maliciosamente.
-Valen, te dije que esta noche, no.- la regañó su novio, mientras esta tomaba un par de copas de un anaquel.
-Sólo un poco.- guiñó su ojo azul y dio un pequeño beso en los labios del morocho, este sonrió y dejó que su novia hiciera maldades.
-¿Cuál es el plan?- preguntó animada Carolina.
-Divertirnos, sólo eso, hermosa.- dijo tiernamente Agustín y abrazó por la espalda a la morocha, dio beso en uno de sus hombros y esta sonrió.
Los cuatro se sentaron en el pequeño comedor, y comieron el sushi que habían llevado, estuvieron platicando, la pasaban muy bien, hasta que el alcohol en la rubia comenzó a hacer efecto en ella.
-Juguemos algo.- comentó animada, y se levantó de la mesa.
-¿A qué?- preguntó la dueña de la casa.
-Verdad o reto- se terminó la botella de vino y la alzó- con botella.
Los tres se miraron, Agustín negó con la mirada, podían revelar cosas que tal vez no fueran necesarias, Mike no estaba convencido, pero sabía que su novia haría de todo porque hicieran lo que ella quería y Carolina, al contrario, asintió con una sonrisa, le pareció una idea divertida.
Los dos chicos resoplaron y fueron directo a la sala en la que estaba la rubia moviendo la mesa de centro, Agus ayudó a la morocha a sentarse en el pequeño sofá y los demás tomaron asiento en el piso, cada uno en diferente punto.
Mike estaba a un lado de Valentina, y Carolina frente a esta y a lado de ella, Agus.
-Comencemos.- gritó animada, y giró la fina botella, esta daba vueltas y vueltas, hasta que apuntó al cordobés.
-Verdad o reto.- preguntó Mike y Agustín después de bufar, aceptó por lo que pasaba, siempre había odiado esos juegos.
-Verdad.
-¿Desde cuándo te ha gustado Caro?- la morocha prestó atención al chico, el cual buscaba una respuesta, tenía que ser cierta pero que igual logrará convencer a la morocha.
-Desde el primer momento en que la vi- la morocha se ruborizó- siempre me ha encantado, tal vez tarde en darme cuenta, pero siempre ha sido ella.- Carolina sonrió y con el dedo le dijo al morocho que se acercará a besarla y este sin dudarlo, lo hizo.
-Que tiernos- comentó Valentina e hizo ruidos extraños- continuemos.- le dijo a Agus que girará la botella y este lo hizo, y apuntó directamente a Valentina.
-¿Verdad o reto?- preguntó la morocha.
-Verdad.- dijo divertida.
-¿Desde cuándo te gusta Mike?
-Creo que desde que terminamos de grabar la segunda temporada, estaba un poco confundida en ese tiempo, no lo recuerdo bien.- dijo sin importancia y giró la botella una vez más, y esta vez era el turno de Carolina.
-¿Verdad o reto?
-Reto, aún no recuerdo todo así que tal vez no pueda contestar sinceramente.
-Dale un beso pequeño en los labios a...- se quedó callada y Agustín y Carolina lentamente se acercaron el uno al otro- a Mike.
-¿Qué?, espera, Valentina soy tu novio.- habló impresionado el mexicano.
-¿Y?, sólo es un beso, nada más.- comentó sin importancia y tomó a su novio para acercarlo a la morocha.
-No, no estoy de acuerdo, ¿por qué quieres que tu novio bese a mi novia?- preguntó molesto Agustín.
-¿Estás seguro que es tu novia?- soltó la rubia y todos voltearon a verla directamente.
-¿De qué hablas, Valentina?- preguntó seria Carolina y cuando la rubia se dio cuenta de lo que había dicho se golpeó mentalmente.
-Nada, yo bromeaba.- dijo nerviosa, no sabía cómo solucionar lo que había provocado.
-No, dime la verdad.- dijo un poco molesta ls chica.
-Está bromeando, ya se le pasaron las copas, no sabe que dice.- intervinó Agus. Carolina los miró a ambos y estos tras sentirse incómodos giraron la botella, apunto a Mike y este decidió reto. Debía hacer una broma telefónica.
Transcurrió la noche y los chicos seguían jugando, la pasaban bromeando, la morocha había olvidado el comentario de su amiga y sólo se dedicaba a disfrutar. Varias verdades reveladas y retos habían sido hechos, por suerte ninguno revelaba algo que Agustín quisera que la morocha no supiera.
-¿Verdad o reto?- le preguntó su novio a la rubia.
-Verdad.
-¿Quién consideras tu primer amor?, y esta bien si no dices que yo.- todos rieron y la rubia sin miedo alguno soltó una poderosa verdad.
-Agus.- dijo sin importancia y todos una vez más la observaban, esa noche era el centro de atención por todo lo que decía.
-¿Cómo?, ¿cuándo pasó?- preguntó nerviosa la morocha, Agustín ni siquiera estaba enterado de eso, y aunque era peligroso que la rubia dijera la verdad, él quería saber de qué hablaba.
-Sí, cuando grabamos Aliados, me enamoré de él.- dijo y cuando quiso darle la vuelta a la botella, el morocho puso una mano sobre está.
-¿Por qué nunca me lo dijiste?- preguntó curioso Agustín.
-No sé, tenía miedo a no ser correspondida.- comentó sincera.
-Pero, Valen, sabes que te quiero y que somos los mejores amigos.- tomó la mano de la rubia, Mike y Caro observaban la escena, era como hace unos meses cuando los dos juntos un día los vieron besarse, Carolina no entendía nada pero para Mike le era un poco doloroso.
-Ya no importa, es pasado- soltó la mano del morocho y giró la botella- sigamos, ¿verdad o reto, Caro?- esta aún estaba impresionada por lo que acababa de pasar.
-Emm...no sé, ¿reto?
-Llama a tus vecinos y logra que vengan para acá.- comentó divertida la rubia.
-No sé su número, ni sus nombres.- dijo abatida, aunque en realidad había logrado recordar el nombre de sus vecinos hace unas horas mientras dormía.
-Vamos, deben estar en algún directorio seguro.- dijo Valentina y Carolina abatida asintió.
-Creo que está en ese cajón.- señaló un cajón bajo la televisión que decoraba la sala. Mike se levantó y fue por el, una vez que encontró un cuaderno con el título "directorio", lo tomó y lo llevó a la morocha.
Esta lo puso sobre sus piernas, y buscó el apellido "Ibarra", sabía que así se apellidaban sus vecinos, una vez que lo encontró, les pidió que le pasarán el teléfono inalámbrico y esta marcó las teclas para poder comunicarse con sus vecinos.
-Está sonando.- dijo y escuchó por la línea, esperando que alguien contestara.
*Hola.- escuchó a alguien decir por el otro lado de la línea. Esa voz, dijo en su cabeza, la conocía, pero, ¿de dónde?
*Hola, soy Carolina, y bueno, soy su vecina, ¿con quién hablo?- los chicos escuchaban atentos lo que decia la morocha.
*¿Qué pasó?, ¿necesitas algo?- esa voz, resonaba en su cabeza y sus pelos se ponían de punta.
*Bueno, primero me gustaría saber con quién hablo.
*¿Acaso eso importa?, ¿si lo digo las cosas van a cambiar?
*¿Disculpa?, no entiendo nada.- habló confundida.
*Carolina, ¿qué sigues haciendo ahí?
*Tal vez porque es mi casa.- dijo obvia y los demás la observaban, tampoco ellos entendían lo que pasa.
*Sabes a que me refiero, junto a esas personas, en todo el rato te han estado mintiendo.
*¿Me estas espiando?- preguntó alarmada, sus amigos se pusieron de pie y Carolina puso en alta voz el teléfono.
*No, estamos conectados, sé cada vez que te mienten, cada vez que estas con el imbécil de Agustín, ¿no te das cuenta de que lo único que hacen es mentirte?- Carolina observó al morocho y este bajó la mirada- sólo harán que sufras, no les importas, nadie te quiere de la forma en que yo lo hago.
*Deja de molestar, ¿quién rayos eres?, ¿quién te crees para sólo decir estupideces?- gritó furioso Agustín cuando tomó el teléfono, no soportaba oír todas esas cosas, veía la cara de su hermosa morocha y se le rompía el corazón.
*Vamos Agustín, niegale a Carolina que le has estado mintiendo, sólo quieres que recuerde lo que tú quieres, tú y toda esa bola de mentirosos sólo le ven la cara.- escupió las palabras con frialdad y Carolina rompió en llanto, algo en ella le decía que esa voz misteriosa decía la verdad y su cabeza comenzaba a dolerle a tal punto de ya no poder aguantar, y cuando Agustín estaba por colgar, la morocha actuó antes y tomó el teléfono.
*¿Quién eres?- preguntó con la voz temblorosa, quería saber quién estaba tras esa voz que sólo la atormentaba a cada minuto.
*¿No me recuerdas?, soy yo- suspiró y Carolina creyó escuchar la respiración del chico- siempre juntos, dulce Caroline.- comentó con una crueldad en las palabras y Carolina sintió que agonizaba.
Todo se nubló para ella, y no podía ni mantenerse en pie, soltó el teléfono y así como este cayó al piso, ella soltó las muletas y dejó que su suerpo cayera. No podía ver claramente y el cuerpo le pesaba demasiado, ni siquiera podía respirar ni entender todo lo que le decía preocupado Agustín.
Sintió su mundo irse abajo, y cuando creyó que no podía sentirse peor, sintió como sí estuviera siendo cegada, las mentiras llegaban a lo más profundo de su corazón y ni siquiera reconocía a la persona que tenía enfrente, pero sí que había descubierto de quién era esa peculiar voz.
"Es él...", dijo en sus adentros y la imagen del niño se transformó en un chico que estaba en todos lados. Junto a ella.
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Hola lindas chicas😝😂💗 espero les guste un montón el capítulo de hoy. Varias han pedido que haga maratón, y la verdad me encantaría, pero siento que no tendré la suficiente inspiración, pero prometo hacer el intento😂😌
Me gustaría poder hablar con algunas de ustedes y me digan que les parece la nove hasta ahorita, dejen sus mensajitos y voten, les prometo que las sorpresas ya vienen, las quiero😍💖