Hoy (Siete meses después del accidente) [24 de Diciembre]
Córdoba, Argentina
Estaban todos de vacaciones, habían comenzado a grabar la tercera temporada de Soy Luna hace casi dos meses, estaban atrasados y debían apurarse o el día del estreno se retrasaría.
No era lo mismo que grabar la primera o la segunda temporada, claro que no; faltaba la tímida y linda Nina, pero cuando justo estaba por cumplir los cinco meses en coma, se había tomado la decisión de seguir con la serie. Esperaban que pronto despertará así la serie sería más que perfecta.
Agustín estaba con su familia, en casa. Les había costado hacerlo aceptar ir a su hogar a pasar las fiestas, él no se quería alejar de Carolina, no quería que estuviera sola. Las esperanzas en él regresaron cuando ella el día de su cumpleaños le dio el mejor regalo, una señal de que ella estaba ahí, con él.
-Vamos Agus, no has tocado el pavo ni un poco.- comentó la mamá del cordobés. Sabía porqué sufría su pequeño, pero la destrozaba verlo tan decaído.
-No tengo hambre mamá.- eran casi las doce de la noche, la familia Bernasconi cenaba esperando a que diera la media noche para así se pudiera dar el brindis.
Claudia decidió dejar a su hijo, necesitaba su tiempo, y sentir como tenía gente a su lado y tal vez lo que menos necesitaba en ese momento era a una mamá que sólo lo molestaba por no comer. Ya lo haría, es Agustín, y le fascina comer.
-¿Cómo van las grabaciones?- rompió el silencio está vez el hombre mayor que estaba frente a Agustín.
-Bien.- no mencionó nada más y apenas se llevó un bocado a la boca.
-¿Gastón viene con todo?
-Sí, claro.- él realmente no quería hablar de eso.
-Vaya, apenas terminó hace poco la segunda y ya quiero que inicié la tercera, quiero saber que va a pasar.- comentó amable Diego.
-Papá, aún no terminamos de grabarla, apenas vamos iniciando y estamos atrasados.- contestó un poco irritado el morocho.
-Bueno, pero pasará rápido el tiempo y cuando menos te des cuenta habrán terminado de grabar la tercera temporada y estará apunto de salir al aire.
-No papá, el tiempo no pasa rápido- dijo molesto- un montón de veces esperé a que pasarán rápido los minutos, los días y ahora hasta los meses hasta ver a Carolina despierta, pero no, aún está tirada en una cama de hospital- se levantó de la mesa- esa serie ya no es lo mismo sin ella, no tengo ni animos de ir a grabar ya. Me gustaría que lo entendieras y dejarás de hablar sobre eso.- contestó firmemente y tras dejar su servilleta sobre la mesa, salió del pequeño comedor y fue directo a su antigua habitación.
Se dejó caer sobre su antigua cama de adolescente y trató de pensar en algún recuerdo lindo de Carolina. Hace dos meses que él ya estaba bien, no le importaba esperarla el tiempo que fuera, pero cada vez que la gente trataba temas que tuvieran que ver con ella lo molestaba, pareciera que hablaran de ella como si estuviera muerta.
-¿Puedo entrar?- vio a su hermano abrir suavemente la puerta de su habitación.
-Como sea.- volvió la vista hacia el techo, nunca había traído a Carolina ahí, pero sabía que ella amaría las pequeñas piezas de plástico con luces de los planetas y estrellas que había en su techo.
-No fue intención de papá, sabes que a veces llega a ser un poco inoportuno.- dijo su hermano, Santy.
-Lo sé, sólo que bueno que haya hablado de eso, me recordó a Caro, y por más que tenga las esperanzas muy arriba de que despertará pronto, siempre hay una voz interna que me dice que jamás lo hará, que me resigne.
-No hermano, Caro te necesita.
-Lo sé y juro que jamás la voy a abandonar, pero ¿y qué?, ¿y si pasan los años y ella no despierta?
-Habrás pasado tu vida junto a ella, justo como quieres.
-Sí, eso ya lo sé- dijo frustrado- pero, a veces necesito ver sus ojos para agarrar fuerzas, necesito que me diga algo, tan siquiera una palabra. La necesito.
-Lo sé, y te aseguro que pronto ella estará a tu lado de la forma que quieres, ten paciencia y sobre todo confía en el amor que existe entre ustedes- animó a su hermano y Agustín enserio agradeció tener a su hermano ahí junto a él- nunca te había visto tan enamorado de alguien- ambos rieron- pero, al fin llegó la chica que te puso tu mundo de cabeza- Agustín asintió con una sonrisa- y la verdad me alegro que sea ella, Carolina es alguien única; es linda, inteligente, talentosa, bondadosa, amigable, hermosa...
-Oye, oye, es mi chica, tranquilo.- bromeó Agustín justo cuando le impidió seguir con la descripción de la chica perfecta.
-Oh, vamos hermano, es mi cuñada, y estoy orgulloso de que lo sea porque eso sólo muestra que tienes buenos gustos- los dos sonrieron- tengo que presumirlo, además si me llegara a gustar, cosa que no es imposible- el morocho regañó a su hermano con la mirada y le dio un golpe en su brazo- ella está enamorada de alguien más, sí es de un Bernasconi- guardó silencio- pero no de este Bernasconi.- se apuntó con los dedos índices y ambos hermanos rieron. Hace tiempo que no pasaban tiempo así entre hermanos.
Continuaron platicando un poco, Santy le pidió consejos a su hermano para conquistar a una compañera de trabajo llamada Melissa y justo cuando vieron la hora en el reloj, bajaron para estar junto a sus padres al momento que fueran las doce.
El señor cordobés sonrió en forma de disculpa y arrepentido se acercó a su hijo. Agustín relajado y comprensivo estrechó entre sus brazos a su viejo. Él no tenía la culpa de nada y él no debió de haberse comportado así con él. Debía olvidarse de los problemas por un momento y disfrutar con su familia la venida de la Navidad.
La mujer y el otro hermano se acercaron a los dos hombres y se unieron al abrazo. Agustín necesitaba eso, el amor y la cercanía de su familia, el apoyo que le daban era lo que más le importaba, los quería muchísimo y de ahora en más no se alejaría de ellos, los necesitaba y estaba lleno de júbilo por saber que ellos siempre estarían ahí, junto a él.
Cuando las manecillas del reloj indicaron la medianoche, un pequeño sonido hizo que se alejaran y fueran por sus copas, chocaron las cuatro y alegres bebieron el jugoso vino. Agustín cerró los ojos y vio la imágen de unos hermosos ojos marrones, se llevó una mano a su corazón y susurro para el mismo; "Felíz Navidad, Princesa".
[***]
El hospital estaba en silencio y calmado, la mayoría de la gente estaba en sus casas disfrutando de una cena con sus familias, muy pocos médicos y enfermeros estaban ahí por si algún accidente llegaba a pasar en tan linda noche.
Carolina descansaba, como lo llevaba haciendo ya siete meses. Un poco de olor a estofado invadía su pequeña habitación y había una pequeña mesa para tres frente a la cama de la morocha.
-Te quedo rica la cena cariño.- comentó dulcemente el padre de la morocha.
-Gracias amor, es el preferido de Caro.- los tres voltearon a ver a la morocha, esperaban que despertará por el exquisito olor. Todas las fiestas pedía que su mamá le preparará ese delicioso platillo.
-Me alegro de por fin estar en casa, por el trabajo había estado viajando- agregó la hermana de Carolina- ahora si podré estar junto a ustedes, y sobre todo estaré con Caro, odiaba saber que no podía estar con ella en tan terrible situación.
-Tranquila hermosa, a tu hermana le encanta que trabajes mucho, y más porque es algo que disfrutas hacer.
-Bueno, pero disfruto más agarrar su cara para crear algo lindo.- comentó graciosa y sus padres rieron animados.
Continuaron cenando, constantemente volteaban a ver hacia la morocha, seguía en la misma posición, más quieta que una piedra.
-¿Y?, ¿qué pasó con el desgraciado que le hizo esto a Caro?- preguntó Natalia, recordaba que sus papás le habían hablando de un tal Carlos.
-Acaba de ir a prisión- comentó Leonardo- hace un mes comenzaron los juicios para declarar su culpabilidad y la semana pasada lo metieron tras las rejas, pagará por todo el dolor que está causando.
-¿Cuánto le dieron de condena?
-Quince años.- agregó Patricia.
-¿Tan poco?, ¿por qué?
-No lo sabemos, es el tiempo de condena que dictó el juez, esperamos encontrar algo más en las sucias manos de ese desgraciado para que se quedé ahí para siempre.- comentó Leonardo.
-¿Y ya saben por qué lo hizo?, ¿ya confesó?- le ardía la sangre de sólo pensar en el desgraciado que le había hecho eso a su hermana. Ella era una persona hermosa y jamás se metía con nadie, ¿qué le pudo hacer a ese tipo para que él intentará terminar con sus vida?
-Las investigaciones llevaron a que él tenía un severo caso de obsesión por Caro, la había estado espiando por años, encontraron un lugar a las afueras de la ciudad donde habían fotos de Caro desde pequeña, estaba más que obsesionado por ella, y por lo que los detectives descubrieron ella no quiso tener una relación con él porque salía con Agustín en ese tiempo, así que en su loca y sucia mente creyó que la solución era matarla.
-Pero ese sujeto está loco, ¡debe morir!- comentó exaltada la chica.
-Tranquila Natalia, no digas ese tipo de cosas.- trató de tranquilizarla su mamá.
-No mamá, es que ese idiota en cuánto salga va a buscar venganza, hará que Caro sufra otra vez.- dijo seria.
-¿Y si tu hermana aún no despierta en ese tiempo?, ¿qué le hará?, ya la condenó a esto.- comentó triste Patricia. Las lágrimas inundaron sus ojos y su esposo se acercó a abrazarla.
-Lo siento mamá, no me quise poner así.- dijo su hija acercándose a ella arrepentida para estrechar a su mamá entre sus brazos.
-Ahora más que nunca debemos estar juntos, nos debemos apoyar, Caro nos necesita, y nos necesita unidos, no cada quién con sus problemas. Somos una familia y debemos estar más unidos que nunca, vamos a salir de esta y lo haremos juntos.- Leonardo trató de animar a sus dos hermosas mujeres.
-Y lo superaremos juntos, apoyaremos a Caro hasta el final hasta que salga de esta.- esta vez dijo la maravillosa hermana de Carolina.
-Sí, los quiero, y seremos fuertes, juntos.- Patricia abrazó a su familia y estos se quedaron a su lado.
Justo eso era la que necesitaba la morocha que estaba frente a ellos, el amor y la compañía de su familia. Ese maldito ya pagaría todo el daño que causó mientras estaba en prisión, mientras tanto la familia de la morocha, estarían junto a ella y no la abandonarían, le mostrarían su amor y cuánto la extrañaban y deseaban que estuviera a su lado, que volvieran a ser esa hermosa familia de cuatro que por ahora sólo atravesaba una lamentable situación.
Se acercaron a la morocha, Leonardo tomó la mano de su pequeña hija y le dio un pequeño beso, Patricia acarició suavemente la cara de su hermosa niña y Natalia apenas abrazó a su hermana, su cómplice de travesuras y aventuras, su mejor amiga, la persona que alegraba su pequeña casa desde que eran pequeñas.
Esa era la Navidad que todos deseaban, en familia y realmente demostrando el amor que reinaba en ellos y que a pesar de las circunstancias siempre se tenían el uno al otro. Siempre serían una familia.
Natalia se acercó a la cara de su hermosa hermana, le encantaba maquillarla. Sus ojos eran hermosos y podía agregarles cualquier color y se vería perfecta, sus pestañas eran tan largas y rizadas que le fascinaba tocarlas, y sus cejas eran la perfección que justo se necesitaba para cada trabajo, cada lunar en la pequeña cara de morocha sólo alzaban la belleza de la chica.
Cuando estaba por alejarse de su hermana, sintió algo debajo de ella, era como si su hermana intentara moverse, se alejó rápido de ella y junto a sus papás observaron a la morocha. Juraron oír un pequeño ruido, escucharon un "Agus", sabían que la morocha lo había dicho, el sonido venía de sus labios.
Trataron de hacer que despertará mientras esperaban que dijera algo más, pero la morocha seguía quieta. La palabra apenas audible que acababan de oír se repetía en sus mentes, no estaban locos, ella lo había dicho; "Agus", y el morocho que al parecer estaba en los pensamientos de la morocha lo sabría cuanto antes.
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Hola lindas chicas😱😝 soné como Matteo😂 bueno, capítulo nuevo, el próximo está mejor. Nos acercamos a lo realmente interesante de esta historia😱❤
Díganme qué les pareció el capítulo y la historia en general, que las sorpresas ya vienen. Dejen sus lindos comentarios y voten para saber sobre el capítulo 24😍💗
Gracias por su maravilloso apoyo👌💖 trataré de subir el siguiente capítulo en un rato porque el viernes ni sábado creó actualizar😪
Me siento frustrada porque cada vez que quiero subir cap. Nuevo de "Cerca de ti", me vienen un buen de ideas pero para otra novela, una que sería algo nuevo y no sé, ¿qué me pueden decir?, ¿cómo hago para que la inspiración me llegue?, ¿algún consejo?🙏