𝗢𝟰𝟯. camino en las vías
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Dos días pasaron. Dos días en completa agonía para la castaña, no podía dormir bien por la noche ya que estaba atenta ante cualquier ruido del bosque, y las caras de todos en la prisión la asechaban entre la oscuridad.
Tenía miedo, mucho miedo. Ella esperaba que de verdad todos hayan logrado salir con vida de aquel lugar que solo desató la guerra. Estaban desorientados porque la brujula se había roto, pero gracias a Bob se habían orientado bastante bien, todo iba bien o al menos eso quería creer la mujer.
Las vías del tren era por donde más caminaban debido a que en el bosque se encontraban más caminantes que cualquier cosa.—¿Qué es eso?—Maggie la sacó de sus pensamientos, los cuatro se encaminaron hacia un letrero posado en las vías del tren.
Al acercarse, en aquel gran letrero decía: SATUARIO PARA TODOS, COMUNIDAD PARA TODOS. LOS QUE LLEGAN SOBREVIVIEN. Aquello de inmediato logró que la castaña se girara sorprendida ante los presentes.
—Terminus. Cuando salimos a la facultad de veterinaria, oímos un mensaje de esto en la radio.—Bob miró a los presentes con sorpresa.
—¿Lo transmitían?—Rachel le preguntó sorprendida.
—¿Qué decía?—Sasha preguntó igual de sorprendida.
—No lo entendimos. Solo lo recuerdo porque lo veo ahora.—señaló el cartel.—Los que llegan sobreviven.
Rachel tragó saliva y examinó el cartel de arriba abajo, asintió y tomó aire.—Deberíamos ir.—miró a Maggie.—Puede que los demás estén allí. Si Glenn viera uno de estos, sabría que yo lo buscaría allí y el también iría. Mira este mapa, todas estas huellas desde distintos puntos conducen al mismo lugar.—señaló el mapa.—Estarán allá.
—Es lejos.—Sasha la detuvo luego de compartir una mirada con Maggie.—Y no sabremos si hay otros carteles.
—No creerás que es el único, ¿no?—Maggie alzó una ceja.—Pienso que deberías ir.—le sonrió a Rachel.
—Es cierto, es la mejor pista que tenemos hasta ahora. Dice santuario, es otra razón más para intentarlo. Pudo ir alguien de la prisión, Tyreese...o todos.—compartió mirada con las mujeres.
—Suena demasiado bueno para ser verdad.—la morena negó.—Si Glenn viera uno de estos quizá pensó lo mismo.
—No.—la detuvo.—Él tendría fe, siempre la tiene.—no tardó en sonreír.—Es la persona con más fe que conozco.—Maggie sonrió ante las palabras de su amiga, Rachel examinó a los presentes.
—¿Qué quieres hacer tú, Sasha? ¿Seguir caminando en círculos en torno al autobús?—Bob se giró hacia la morena.—¿O propones que nos instalemos por nuestra cuenta? no vamos a separarnos.—se lo dejó claro.—Eso no es posible. ¿O quieres que votemos?—el moreno dio un paso atrás, colocándose entre medio de ambas castañas.
—Ni siquiera hace faltar votar..—suspiró y empezó a caminar, Rachel sonrió y compartió la sonrisa con Bob y Maggie.
Rachel había decidido que no quería arriesgar a los demás por su intento de encontrar a los demás, sabía que Sasha no quería, se podía leer en el lenguaje corporal de la morena en que no quería ir a Terminus.
Por lo que Rachel aprovechó que buscaría algo de leña y de beber para dejar un mensaje e irse por su cuenta antes de que caiga el anochecer. Sabía que los demás no tardarían en buscarla o no...pero no podía perder el tiempo.
Así que casi corriendo, se dirigió hacia aquel cartel que decía el mismo slogan que habían visto antes, una sonrisa apareció en su cara cuando logró ver a un caminante muerto a su lado, la castaña mordió su labio y sacó su navaja, antes de que despertara clavó su cuchillo varias veces en la cabeza de aquella anciana.
Abrió su abdomen con el cuchillo y la sangre salpicó su cara dándole arcadas,, sin embargo no le tomó importancia y llenó sus manos con sangre. Tomó un bocado de aire y se acercó hacia un lado del cartel para decir en letras lo bastante grandes.
GLENN, SUNI, VAYAN A TERMINUS - RACHEL.
Rachel suspiró y se limpió con sus muñecas cuando sintió sus ojos cristalizarse ante la idea de que ellos probablemente no verán aquello. Se dio la vuelta, tomó su mochila y siguió caminando.
—Por las vías, por las vías..—murmuraba.
Hace unas horas habían encontrado un cartel sobre un santuario llamado Terminus, aquello había despertado la curiosidad del pequeño grupo, sobre todo de Suni ya que esperaba encontrar a sus padres allá, sentía mucha emoción de tan solo pensar que estarán allá, que no paraba de mirar hacia todos lados aún cuando las estrellas asechaban la noche.
—Puedes dormir, Suni, estaré bien.—Carol le sonrió levemente, la asiática se giró a mirarla.
—No, si hay problemas debo asegurarme de que todo esté bien, puedo encargarme de los caminantes o de Judith.—se encogió de hombros atrayendo sus rodillas a su pecho.—Quiero asegurarme de que todos estén bien.—miró a Carol con una mueca.
—Eres muy fuerte, Suni. De verdad que sí..—Carol no pudo evitar recordar a Sophia al verla, Suni por su parte mantenía su mirada sobre las vías, donde se encontraban Tyreese, Mika y Lizzie durmiendo.
—¿Crees que mis padres estén vivos, Carol?—preguntó casi en un susurro, la anciana giró a mirarla.—Yo quiero creerlo...pero a veces algo me obliga a rendirme...pero quiero seguir buscándolos, tengo miedo de que ellos...hayan muerto.—la canosa negó rápidamente.
—Claro que no, sé que Rachel daría todo de ella para mantenerse con vida, sobre todo con su embarazo.—aquello hizo que la asiática frunciera el ceño, Carol abrió los ojos al darse cuenta de su error.
—¿Qué?
—Maldición..—murmuró.—¿no lo sabías?
—No.—negó inmediato.—¿Está embarazada? ¿A-así como Lori?—apretó los puños cuando sus ojos amenazaron con cristalizarse.—¿M-m-morirá?
—No, no, no, cariño, no.—la canosa se acercó más a ella.—Claro que no, preciosa. Rachel es una mujer muy fuerte, estoy segura de que está viva en busca de ti, no dudes eso.—Suni tomó un bocado de aire y asintió, Carol acarició su espalda.—Ahora ve a dormir.
—Pero..
—No, a dormir, mañana necesitaré que estés pendiente de todo, eres la única que sabe disparar y defenderse. Ve a dormir, ¿bien?—Suni asintió, al levantarse de donde estaba, se giró hacia Carol y la abrazó con fuerza.
—Te extrañé, Carol.—la canosa sonrió ante ello, Suni se dio la vuelta y empezó a caminar hacia las vías.
Rachel acomodó mejor su mochila en su hombro y se dirigió a una especie de almacén, cuando el primer caminante se acercó ella inmediato enterró su cuchillo en la cabeza de este, limpió sus manos llenas de sangre con su pantalón y depositó su mochila en el suelo.
Se pegó contra uno de los camiones y bajó, llevó sus rodillas a su pecho y enterró su cara en ellas, su cuchillo se aferró en su mano con fuerza, tomó aire con fuerza para evitar llorar cuando sintió las lágrimas amenazar con bajar, su otra bajó hacia su vientre inconscientemente.
—Estaremos bien, estaremos bien..—susurraba acariciándolo a pesar de que ni siquiera tenía panza.—Ellos también están bien.—sorbió su nariz y sonrió.
Todo en cuestión se segundos se había caído. Rachel planeaba dormir un rato en el suelo rodeada de caminantes muertos debido al extremo cansancio que su cuerpo le había azotado por caminar tanto. Sin embargo cuando una ventana a lo lejos cayó, aquello fue suficiente para llamar la atención de todos los caminantes de la zona.
Se llevó su mochila a los hombros y corrió hacia uno de los postres que se encontraban tirados en el suelo, tomó uno y se giró para matar a uno de los caminantes que se acercaba a ella, su mirada se chocó contra la de Maggie, quien atacaba a uno de los caminantes en el cuello con una de sus navajas.
Ignoró que la encontró y pegó su espalda contra la de ella para seguir matando a los caminantes, Rachel al igual que la ojiverde respiraban entrecortadas debido a todos los caminantes que tuvieron que matar.
Al alejarse de ella, Rachel llevó sus manos a la cintura.—¿Dónde están Sasha y Bob?
—Buscándote.—la ojiverde la miró serena.—¿Qué haces aquí?
—Solo quería descansar...pero..—bajó la mirada.—mientras estaba ahí tirada recordé lo que Sasha dijo.—sus ojos se llenaron de lágrimas.
—¿Qué dijo?
—Que deberías ir a un campamento.—tomó aire para evitar sollozar.—Y que lo más probable es que Glenn...y Suni estuvieran muertos y que deberíamos detenernos.—alzó las cejas mirando hacia el cielo.—Pero se equivoca.
—Rachel..
—Pero no me voy a rendir. Pero necesito que me ayuden porque no puedo hacerlo sola.—hizo una mueca y aunque...alcance a Bob. No podemos hacerlo solos. Pensé que no podía pedirle que arriesguen su vida por mi, pero lo haré...porque se que la arriesgarían y sé que no solo por Glenn y mi hija.—tomó otro bocado de aire.—Entiendo que tengan miedo.
—Lo tengo.—ambas giraron hacia la tercera voz en escena, Sasha miraba desde su posición con un cuchillo en su mano.—Tengo miedo.
—Imagínate yo..—Rachel apretó su mano antes de seguir hablando.—estoy embarazada.
Las caras de Sasha y Maggie fueron sorprendentes, la ojiverde no tardó en acercarse para tomar del brazo suavemente a su amiga, la morena por su parte bajó la mirada.
—Podríamos llegar.—Maggie miró a ambas con una sonrisa.
—Lo sé...así que alcancemos a Bob..—asintió.—y lleguemos allí.—Sasha limpió una lágrima de su ojo.
Rachel le miró con una gran sonrisa ante ello.—Gracias..
Habían encontrado una cabaña para pasar unos días antes de ir a Terminus, a Suni no le pareció mala idea pero seguía angustia por el hecho de pensar que sus padres estarían allí esperándola, sin embargo Tyreese se había encargado de hacerla pensar en otras cosas por los malos chistes que soltaba.
—Eres muy malo, para.—se rio mientras llevaba una de las nueces a su boca.
—No, ¿sabes por qué papá noel se llama así?—Suni ahogo una risa y negó.—Porque los trae papá, no él.—Carol y Mika rieron ante el chiste del moreno, pero Lizzie solo les miró mal.—Sé que te encantan mis chistes pequeña.
—Claro, claro, que comediante.—la asiática negó con una sonrisa, al posar su mirada sobre Carol, se dio cuenta que miraba con preocupación a Lizzie.
—¿Sigues angustiada?—le preguntó. Hoy en la tarde cuando llegaron a la cabaña, la rubia armó una escena solo porque su hermana mató un caminante.
Patético.
—A veces no entiendo pero lo intento, señora.
—¡Miren lo que encontré!—Mika entró corriendo al comedor.—¡Se llamará Griselda Gunderson!—la niña rio, Suni le miró con una sonrisa desde su posición.
—Tenemos agua. Ahora solo nos falta cazar un venado y estamos listos.—Tyreese avisó posando su mirada sobre los presentes.—Mañana podríamos ir a cazar uno, mercenaria.—se dirigió hacia Suni con diversión, ella rodó los ojos.
—Súperalo.
—No, me parece que no lo hará.—Mika rio, Carol les miró desde su posición con una sonrisa, recordó la bonita relación que tenía Suni con T-Dog.
Se alegró que la niña lo haya superado.
—¿Qué pasa?—Mika preguntó al ver a Tyreese mirándolas expectante.
—No estoy acostumbrado a esto...una casa, una sala.
—Así es, así que relájate grandulón.—Suni le miró con burla.
La mañana siguiente llegó, Suni junto a Tyreese reían mientras caminaban por el denso camino de flores con la suave brisa de la mañana, el grandulón portaba una escopeta mientras la asiática tenía su arma en su cinturón, ambos en busca de un ciervo para comer antes de que el sol se ponga más fuerte.
—¿Crees que debamos quedarnos aquí?—le preguntó a la más pequeña, ella dejó de reír para mirarle.
—No, debemos ir a Terminus, ¿recuerdas? probablemente mis padres y los demás estén allá.—el apartó la mirada para morderse el labio.—Nos lo podemos abandonar, ellos no harían eso.
Tyreese tragó saliva.—Pero esto es un buen lugar para nosotros.
Suni dejó de caminar para mirarle.—Si tanto quieren estar aquí, yo me puedo ir, no dejaré de buscar a mis padres.—el grandulón negó.
—No, Suni...no quiero que te vayas, eres como...como una hija..—negó.
—Mi mamá está embarazada, debo buscarla y a mi papá por igual, no puedo dejarlos, lo siento.—Tyreese iba a decir algo, pero un sonido los interrumpió, al girar la mirada, un ciervo se encontraba comiendo del césped.—Allá..—señaló con una sonrisa.
—Toma.—él le pasó la escopeta, ella frunció el ceño.—Debes aprender a cazar, ¿no?
Ella sonrió y asintió, ella la alzó hasta la altura de su vista, su mirada se centró y sus manos empezaron a temblar, buscó un punto para darle y cuando ya lo estuvo, disparó. El ciervo cayó al césped, y un exclamo de felicidad resonó en la garganta de la niña, Tyreese la miró con una gran sonrisa.
—¡Sí, lo hice!—alzó los brazos de la felicidad.
—Lo hiciste bien, ahora volvam-
Unos gritos los hicieron voltearse, Lizzie y Mika venían corriendo del bosque mientras que por detrás de ellas venían caminantes quemados—probablemente de la explosión que ocurrió hace unos días—, Mika pasó por su lado, yéndose hacia la otra parte del bosque.
—¡Mika!—gritó Suni yendo detrás de ella, escuchó los disparos de la escopeta, sin embargo siguió corriendo para encontrar a la rubia.—¡Mika! ¡Mika!
Sin embargo paró abruptamente, se dio cuenta de lo sola que estaba en aquel gran bosque, al girar para volver, se dio cuenta que no se dio cuenta por donde era el camino, tragó saliva y se aferró al arma en su cinturón, su respiración se hizo más rápida y solo pudo tragar saliva.
—Maldición..
—¿Y sabes que nombre le pondrás? ¡Dios, amo ayudar a ponerle nombres a los niños!—hablaba Bob emocionado hacia Rachel, llevaban horas de viaje así, el moreno contándole anécdotas de lo mucho que le gustan los niños hasta consejos para ayudar con su embarazo, en todo el camino Rachel reía por las ocurrencias de Bob, y admitía que le ayudaba mucho aquello.—¿Cuándo encuentras a Glenn le dirás?
—Obvio.—se giró hacia él.—Llevo días queriendo decirle.
—¿Cuando te enteraste?—Sasha se metió por primera vez en la conversación.—Porque esto no es cosa de ayer, ¿no?
Rachel suspiró y miró a Maggie.—El día después de los enfermos en la prisión.—se encogió de hombros.—Le iba a decir a Glenn pero...él se enfermó, no quería ponerle más preocupaciones en la cabeza.—soltó un suspiro.
—Diría que hiciste lo correcto, pero yo no sé que habría hecho en esa situación..—Maggie le regaló una corta sonrisa, pero su mirada se desvió al frente.—¿Chicos?
Todos miraron en su dirección, a corta distancia de ellos, un vehículo se encontraba parado en las vías del tren, y por fuera, se encontraban unas tres personas con armas, dos hombres y una mujer.—Yo me encargo.—Bob empezó a caminar hacia ellos, Maggie se colocó delante de Rachel.
—¿Maggie?
—Debo protegerte, sé lo prometí a Glenn.
—No tienes que hacerlo, estoy bien.
—Estás embarazada.—le retó dándole una mirada fulminante.
—¡Chicas, acérquense!—Bob gritó, Rachel le dio una mirada confundida a Maggie y Sasha pero aún así lo hicieron.—Diles lo que me dijiste.—apuntó hacia el pelirrojo.
—¿Quién de ustedes es Rachel?—la castaña dio un paso adelante confundida, ella vio como ellos intercambiaron una mirada, la única mujer dio una sonrisa de lado.—Al parecer tu esposo llamado Glenn te busca.
Rachel miró con sorpresa a Maggie ante esas palabras, una sonrisa salió de los labios de la ojiverde al escucharlo, Rachel sintió su corazón empezar a dar vueltas sin parar.—¿En serio? ¿Dónde está?
—Detrás de ustedes.—la de coletas habló señalando, al girarse, Rachel tragó saliva al ver el túnel que recién acababan de pasar.—Se metió allá dentro junto a su amiga.
—¿Amiga?—Maggie preguntó confundida.
—Debemos de ayudarlo, fue un milagro que nosotras pasaremos.—Rachel enseguida habló sacando su arma.
—Y su amiga cojea, debemos hacerlo ahora.—el pelirrojo habló también alistando su arma.—Por cierto, Abraham Ford, Rosita Espinosa y Eugene Porter.—señaló a cada uno.—Ayudamos a tu esposo a recorrer todo hasta aquí, es una cabeza dura.—se burló logrando sacarle una risa a Rachel.
—Andando.—Bob adelantó.
Mientras el auto avanzaba en dirección al túnel, los nervios empezaron a pasar cada vez más por el cuerpo de Rachel, y se dispararon cuando disparos y gruñidos se empezaron a escuchar dentro de este, se aferró con fuerza a la mano de Sasha y cuando el vehículo finalmente paró, encendiendo de par en par las luces, ella sentía que iba a morir.
—¡Agáchense!—Abraham gritó, la castaña tomó un bocado de aire antes de empezar a disparar a los caminantes que veía, su mente estaba en blanco pero su corazón murmura cosas por los nervios.
Cuando los caminantes cayeron y en lugar de gruñidos era silencio, Rachel le tendió su arma a Bob y se acercó con nerviosismo para verificar que sea Glenn, con cada paso que daba sentía ganas de llorar, y cuando su mirada chocolate se encontró con los ojos rasgados del asiático, sintió paz.
Sollozó cuando se acurrucó entre sus brazos, abrazándolo con fuerza y llevando su cabeza a su hombro, las manos de Glenn descendieron por su espalda apagándola completamente a él. Al separarse, ambos hicieron contacto visual, una pequeña sonrisa de lado se instaló en la cara de Glenn, pero ella lo tomó del cuello y pegó sus labios contra los de él.
Lo había encontrado.
aaaaaa el reencuentro esperado por toda latinoamerica ahre
ya algunos saben que rachel esta embarazada ojo