Narra Sara.
Algo me decía que no quitara la mirada y no lo he hecho.
Suena la última campanada y con ella ambos nos levantamos con los ojos húmedos.
Abrazo a mi padre fuertemente. Hacía algunos años que no pasábamos Nochevieja juntos. Me separo de él con una enorme sonrisa y me seco algunas lágrimas antes de estropearme el maquillaje.
Veo como Dani está literalmente llorando abrazado a Jesús, y mi sorpresa viene cuando me fijo en que éste último está llorando del mismo modo.
Cuando se separan me dirijo a Jesús y lo abrazo muy fuerte.
Sara: ¿qué pasa? -murmuro preocupada a punto de llorar yo también
Jesús: en estas fechas se nota más que nunca la ausencia de mi abuelo -solloza
Se me parte el alma viéndolo así.
Sara: ánimo cariño -le digo al oído
Le acaricio la espalda y le doy varios besos en la mejilla.
Dani resopla mientras intenta tranquilizarse y sale al jardín a paso rápido al no conseguirlo.
Cuando Jesús está más calmado salgo instintivamente tras él.
No puedo verlo así y no decirle absolutamente nada porque se me hace imposible.
Haya pasado lo que haya pasado, no puedo negarle mi apoyo a una persona que quiero.
Narra Dani.
Apoyo una de mis manos en la mesa mientras con la otra me limpio algunas lágrimas e intento controlarme. Como me apetece ahora mismo mandarlo todo a la mierda e irme lejos de aquí.
Me giro para volver a entrar con pensamiento de ir a mi habitación a coger un cigarro, y me encuentro justo enfrente a la persona que menos me esperaba en este momento.
Sara: ¿dónde vas? -pregunta con un hilo de voz
Dani: necesito fumar
Paso por su lado y antes de llegar a la puerta me agarra del brazo.
Dani: Sara, si quieres hablar ahora vengo pero por favor déjame ir a buscar el tabaco -le digo de la mejor manera que puedo
Sara: no necesitas un cigarro ahora mismo -espeta sin soltarme
Suspiro profundamente y me muerdo el labio inferior perdiendo los nervios.
Dani: Sara -resoplo apartando la vista de ella- por favor
Sara: escúchame
Dani: ¿vas a repetirme que te doy asco, vas a darme el feliz año nuevo o vas a volver a echarme en cara que todo esto es culpa mía? -alzo la voz y mis lágrimas amenazan con salir de nuevo
Y sin decir absolutamente nada me abraza como nunca antes lo había hecho.
Rompo a llorar y rodeo su cintura con fuerza.
Joder, cuánto lo necesitaba.
Cuánto echaba de menos abrazarla.
Dani: perdóname por favor -le digo entre lágrimas- estoy cansado de todo, de que me faltes tú, de que me falte él, de que...
Sara: esté donde esté siempre estará contigo -se refiere a mi abuelo
Cierro los ojos y sollozo. Ella me acaricia la cabeza.
Permanecemos así un par de minutos y me voy tranquilizando poco a poco.
Jesús: nos vamos en 10 minutos -aparece en el jardín para irse a los pocos segundos
Ella quita sus brazos de mi cuello pero yo los mantengo en su cintura.
Nos quedamos demasiado cerca y me matan las ganas de darle un beso.
Sara: tenemos que irnos -me mira nerviosa
Dani: te quiero -murmuro
Ella abre la boca para responderme. Suspira y finalmente se queda callada.
Sara: vámonos -aparta su mirada
. . .
Vamos los tres en el coche con Luis y María. Con los tres me refiero a Sara, mi hermano y yo. Van a dejarnos en la discoteca donde están esperándonos Álvaro y Ana.
Luis conduce, María va de copiloto y nosotros vamos en los asientos de atrás.
Mi hermano, Sara y yo. En ese orden.
Ella no ha vuelto a hablarme y hay un silencio incómodo.
Luis: tened cuidado sobretodo con el alcohol -nos dice al llegar
Veo como mira a Sara por el retrovisor y ella pone los ojos en blanco.
Sara: que sí papá
Luis: la dejo en vuestras manos -nos dice a mi gemelo y a mí
Sara: sé cuidarme sola -suelta antes de abrir la puerta del coche
Narra Sara.
Después de unos veinte minutos dándole el feliz año nuevo a Álvaro y Ana, haciéndonos fotos y esperando en la puerta, conseguimos entrar.
Llevamos aquí un rato y hace bastante calor.
Los tres mosqueteros -Dani, Jesús y Álvaro- desaparecieron hace un momento.
Sara: tía voy a la barra -le digo a Ana
Ana: aprovecho para ir al baño, te espero allí, ¿vale?
Asiento y voy a por mi tercer Puerto de Indias.
Cuando ya lo tengo en mis manos intento abrirme paso entre la gente, cosa que no resulta nada fácil.
De repente noto como me agarran el brazo con fuerza hasta llegar a hacerme daño.
Me giro de mala gana dispuesta a quejarme y me quedo totalmente de piedra. Empiezan a temblarme las piernas y trago saliva asustada.
¿Qué... qué hace él aquí?
Me ha costado muchísimo escribir este capítulo y lo siento por la espera!!
¿Con quién creéis que se ha encontrado Sara? A la primera que lo adivine (espero que alguien se acuerde JAJAJAJ) le dedico el siguiente capítulo 😏❤❤