𝗢𝟯𝟮. cuando las cosas salen mal
─────────────────────────────────
Las cosas se habían vuelto un poco locas en tan solo unas horas, Rick parece aún estar en shock y Carl con cada hora que pasa esta más callado y serio. La preocupación había crecido en la prisión debido a que la bebé podría morir al no tener leche maternizada, por lo que Daryl y Maggie fueron a buscar lecha para la bebé, la cual había nacido sana.
La castaña se terminó de amarrar el cabello para después salir de la celda, en el pasillo en uno de los asientos se encontró a Beth, Carl y Suni, la cual la primera tenía a la bebé entre sus brazos, Rachel con una pequeña sonrisa se encaminó hacia ellos, encantada con la bebé.
—Es hermosa.—murmuró al llegar, se veía tan delicada y pequeña, cosa que le recordó a cuando tuvo a Suni por primera vez entre sus brazos al nacer.
—¿Quieres cargarla?.—le pregunta Carl intrigante con sus grandes ojos azules, la castaña asiente y le entrega una sonrisa severa, Beth le pasa a la bebé con cuidado y Rachel la recibe entre sus brazos, al tenerla finalmente entre sus brazos, la mese con lentitud mientras aquella boba sonrisa no desaparece de sus labios.
Suni se recarga en su mano y también sonríe.—No me vayan a dejar de lado por ella.—les dice con un toque burlón, los presentes ríen ante el chiste de la niña.
La bebé alza con dificultad su pequeña manita y toca con lentitud la nariz de Rachel, ella se muerde el labio para evitar gritar de emoción ante ello, al alzar la mirada, los presentes tenían una pequeña sonrisa ante la escena. Rachel no tardó en pasarle de vuelta a la bebé a Beth.
—Iré afuera, tengo que hablar con Glenn. Después tenemos que hablar contigo.—avisa entregándole una última mirada a Suni, la cual asiente. Rachel sale del pabellón y nada más cruzar la puerta, se encuentra con Glenn y Hershel pero el anciano se alejaba de él. Ella no perdió el tiempo en acercarse al asiático.
—¿Qué pasa?—le preguntó mientras se le acercaba, él voltea a mirarla.
—Nada, sólo estábamos charlando sobre lo de Rick y los prisioneros.—dice haciendo una mueca.
Ella coloca su mano sobre la mejilla izquierda del asiático.—¿Estás agobiado?
—Algo así, estaba haciendo las tumbas pero paré ya que los prisioneros quisieron hacerlo ellos.—dice mientras dirige una mirada rápida hacia donde estaban ellos.
—Relájate un poco, ¿sí?.—le susurra mientras le da un pequeño beso en sus labios, él al instante sonríe.
—Eres increíble.—dice aún con los ojos cerrados, para después abrirlos.—Te amo.
—Yo también te amo.—ella no tarda en abrazarle sin siquiera importarle lo sucia que su ropa estaba y que ella se acababa de asear hace unos minutos.
—¿Le dijiste?—susurró tras separarse del abrazo, Rachel ladea la cabeza.
—Aún no he podido, sabes todo el alboroto que ha pasado.—ella hace una mueca, Glenn suspira.—Ella se alegrará al saberlo, Glenn..
—Lo sé, pero no puedo evitar ponerme nervioso.—él toma la mano de su reciente esposa y acaricia el dedo donde tenía el anillo, la castaña ve una sonrisa salir de sus labios.—Pero sé que estará igual de contenta que nosotros..
Él vuelve a atraer a la castaña a su pecho y vuelven a juntar sus labios.
La castaña se recargó en la mesa en la que estaba sentada, ya era bastante de noche casi alrededor de las once de la noche y aún no aparecían Daryl y Maggie. Los prisioneros estaban afuera esperándolos, mientras los demás trataban de buscar una solución a los llantos de la bebé.
—Estamos aquí.—avisa Daryl entrando al lugar.—¿Cómo está?—pregunta en dirección a Rachel, ella suspira.
—No ha parado de llorar, Hershel dice que lo que necesita es comida.—Carl le pasa a la bebé a Daryl, que enseguida la toma en brazos.
Beth y Maggie arman el biberón con rapidez, Rachel se recarga en Glenn mientras ven como Beth le pasa el biberón al cazador, inmediato que le colocan el biberón a la bebé, esta para de llorar. Glenn y Rachel intercambian una sonrisa ante la escena.
Todos permanecieron en silencio mientras que a Daryl se le dibujaba una sonrisa en los labios, Suni mira sobre su hombro a Carl y se acerca a él entrelazando sus manos, Carl voltea a mirarla en silencio y sin ninguna emoción durante unos cortos segundos, hasta que una pequeña sonrisa se dibuja en sus labios.
Ambos sonríen.
—¿Ya tiene nombre?—pregunta Daryl de repente.
—No. Pensé que le pudiéramos llamar Sophia.—guarda silencio Carl unos segundos.—O Carol. Andrea, Amy, Jacky, Patrica o...—el guarda silencio, en su mirada parecía tener cierta duda.—Lori. No sé..
Suni aprieta más su mano y se recarga en su hombro, Carl suspira y lleva una mano a su cabello para empezar a acariciarlo, a Rachel se le dibuja una sonrisa ante la escena.
—¿Sí? te gusta eso..—murmura Daryl hacia la bebé.—Eres una destructora.—se burlón.—¿Verdad? es un buen nombre. Pequeña patea traseros, ¿te gusta, cariño?—seguía burlándose.
Todos rieron ante las burlas de Daryl hacia la bebé, aquel momento podría ser tan perfecto; si no hubieran muertos.
Tan solo una hora después, todos se prepararon para dormir, Rick no había aparecido en todo el día y aquello había dejado con preocupación a los presentes. De igual manera todos se organizaron para dormir, pero el pequeño Carl no quería dormir solo con la bebé ya que Rick no dormiría con ellos aquella noche.
—¿Te sientes bien, Carl?—Rachel se sentó a su lado regalándole una pequeña sonrisa, el niño alzó la mirada con una mueca.
—Sí..—asintió.—es solo que...aún puedo escucharla en mi mente, ¿sabes?—Carl se removió con incomodidad, mirando hacia el suelo.—La extrañó, Rach..
—Yo también la extraño, Carl...pero ahora ella te esta observando y te esta cuidando.—dirigió su mirada hacia su cabello, acariciándolo. El niño se apoyó en su hombro.
—Yo la traté muy mal en sus últimos días, tengo miedo de que se haya ido con la idea de que yo la odiaba..—Carl entrelazó sus propias manos con una mueca, Rachel tragó saliva antes de abrazarlo por los hombros.
—Estoy segura de que ella sabe cuanto la amaste y la seguirás amando, Carl.—Rachel lo apretó más contra su cuerpo, pero Carl solo pudo negar.
—¡Soy un terrible hijo!—gritó molesto.—¡¿Qué acaso no lo ves?!—él se apartó haciendo que Rachel gimiera de dolor, él salió corriendo.
Rachel infló sus pulmones y seguido de ello suspiró. Se sentía mal por Carl y Rick, ella sabía que estaban pasando un mal momento por lo de Lori, por lo que ella esperaba que ambos se lograran recuperar de aquella horrible perdida.
—¿Mamá? ¿Qué pasó?—Suni vino de la dirección en la que Carl se había perdido, Rachel suspiró y le indicó que se sentara a su lado. La niña le hizo caso.—¿Por qué Carl estaba enojado?
—Escucha, Carl ahora esta pasando por un momento en el que se siente muy triste y enojado por la muerte de su madre.—Rachel acarició la mano de su hija, Suni frunció el ceño.—Así que...tendrá unos comportamientos repentinos, no te puedes asustar por eso, ¿bien?
—¿Me va a gritar?—preguntó ladeando la cabeza, Rachel suspiró.
—Creo.
—Entonces lo golpearé.—espetó sin dudar, Rachel giró a mirarla con sorpresa.
—Los golpes no son la solución, linda.
—Pero si me trata mal, yo también lo haré.—la niña habló confusa hacia su mamá, pero Rachel negó.
—No cariño, debes demostrarle que estarás ahí para él siempre, que lo apoyarás ante cualquier decisión.—Rachel acarició con lentitud la espalda de su hija, Suni suspiró.
—¿Entonces no golpes?
—No, linda.—Rachel rió ante ello, Suni asintió.
—¿Solo apoyo?
—Solo apoyo.—confirmó su madre.
—Bien.—Suni echó la cabeza hacia atrás con cansancio, sin embargo justo Glenn se acercaba, por lo que la castaña volvió a subir la mirada.—Por cierto, ¿Qué era lo que querían decirme?—Entonces Rachel recordó que todavía no le habían avisado de la noticia a Suni, Glenn se acercó y se colocó al lado de su hija, tomando por las hombros.—¿Qué querían decirme?—repitió en dirección a Glenn.
La castaña apretó las manos y miró en dirección a Glenn, él tragó saliva.
—Sí, bueno. Hoy no te dijimos por todo el tema de los caminantes, lo de Lori, y bueno...—Rachel apretó su mano y compartió otra mirada con Glenn, él apretó el hombro de su hija.
—Tu mamá y yo nos casamos.—anuncio esperando ver alguna reacción de parte de Suni, la niña alzó la mirada pareciendo pensar bien en aquellas palabras, finalmente, una pequeña sonrisa salió de sus labios.
—¡Ya era hora!—exclamó con una sonrisa, Rachel y Glenn se miraron sin ninguna expresión en su rostro tras ella decir eso, sin embargo unos cortos segundos después ambos sonrieron.—¿Ahora si somos una familia oficial?—pregunta jugando con sus manos, pero Glenn negó.
—Siempre hemos sido una familia oficial, cariño.
Y entre los tres sonríen.
A la mañana siguiente, se removió con un suspiro de los brazos de Glenn y inmediato salió de la celda restregándose el cabello, sin embargo antes de salir les echó un vistazo a Carl y a Suni, entre ambos se encontraba la bebé durmiendo con tranquilidad.
Rachel sonrió y se dirigió a lavarse los dientes, pero se chocó con un cuerpo al instante, al alzar la mirada, se trataba de Rick.
—Hey Rick.—chistó para llamar su atención.
Pero este la ignoró y camino hacía el final de la prisión.
Soltó un suspiro sonoro y siguió su camino hacia el pabellón para matar a algunos caminantes y así despejarse, era muy temprano en la mañana y ella sabía que algunos integrantes del grupo aún dormían, la castaña no había podido dormir bien debido a todos los pensamientos que la habían estado atacando toda la noche. Al llegar al frente de la reja no perdió el tiempo y empezó a llamar la atención de los caminantes para matarlos.
Cuando pasó alrededor de una hora, Suni se encaminó hacia su mamá con Carl detrás.
—¡Mamá!
Rachel enseguida se gira con una mirada de espanto.—Maldición, me asustaste. ¿Qué pasó?
—Estamos adentro desayunando, solo faltas tú.—avisó con una pequeña sonrisa. Rachel suspiró.
—Vamos.—ella le tiende su mano a Suni, ella enseguida la toma y ambas comienzan a caminar hacia el pabellón.
—Sabes...—Suni traga saliva antes de seguir.—me puse a pensar, ¿y qué pasa si te pierdo a ti?—Rachel le miró enseguida, confundida.—¿O a papá? ya que como le ha pasado a Carl, podría pasarme a mi, y sé que...sonará egoísta, creo. Pero...no quiero que me pase a mi, mamá.—la castaña ve como los oscuros ojos de su hija se cristalizan, Rachel deja de caminar y se agacha para tomarla por los hombros, retirándole las lágrimas.
—Cariño...sé que sonará rudo, pero todos alguna vez morimos preciosa.—Suni aprieta la mandíbula ante ello, pero Rachel no se arrepiente de decirle aquello. Ella prefería que lo vaya sabiendo desde ahora, más en aquel mundo donde los caminantes se habían adueñado de el.—Pero tu papá y yo haremos lo posible para que todos estemos bien, ¿de acuerdo? trataremos de no separarnos.—agregó con una pequeña sonrisa, Suni asiente aún con los ojos cristalizados.
—Sí, lo sé. No quiero separarme de ustedes.—Rachel sonríe con nostalgia y vuelve a pasar su palma por las mojadas mejillas de su hija, luego acomodó su gorra.
—Eres muy fuerte, mi amor. Agradeceré eternamente tenerte en mi vida.—susurró cerca de su rostro, Suni sonrió y bajó la mirada.—Te amo, preciosa.
—Te amo, mamá.
—¿Le harás caso a Maggie y Daryl, bien?—Glenn acarició el hombro de su hija mientras la miraba fijamente, Suni volvió a asentir.
—Papá te he dicho que si mil veces.—espetó rodando los ojos, Glenn apretó los labios.
—Si pasa algún problema corre y irás por ayuda, ¿bien? no intentes ser el héroe.
—¿Cómo tú?—pregunta alzando una ceja, Glenn la regaña con la mirada, ella suspiró.—Bien...¿Cuánto tardarán?
—Probablemente un día, saquearemos todo lo que encontremos. Tú te portarás bien y dormirás en la celda con Carl, ¿de acuerdo?—Suni vuelve a asentir.
—Te vamos a extrañar.—Rachel apareció por detrás de la espalda de Glenn, cargando su mochila.—Hazle caso a tu papá.—Rachel besó la frente de su hija, y compartió una mirada con Glenn.—Supongo que no debo decirte lo que tienes que hacer.
—¡No! ya fue suficiente con papá.
Rachel se rió entre dientes, y negó.
—Vamos.—ella le indicó a Glenn con la mano, ambos se montaron en el vehículo y esperaron a que los prisioneros habrán la puerta.
—Vayan bien..—Axel les sonrió levemente, Rachel le entregó una leve sonrisa al hombre.
—¿Crees que las cosas se descontrolen mientras no estemos?—le preguntó el asiático a la mujer a mitad del camino, ella ladeó la cabeza.
—Lo dudo.
Cerca de dos horas, llegaron al lugar que saquearían por completo, la castaña se bajó del vehículo con su arma en mano apuntando a todas direcciones. Cuando todo estuvo fuera de peligro se giró a mirar a su esposo.
—Despejado.—avisó con una pequeña sonrisa, Glenn asintió y suspiró.—Hey, tranquilo. Las cosas en la prisión estarán bien sin nosotros un rato.—ella tomó su cara entre sus manos, regalándole una severa sonrisa. Él carraspeó.
—Sabes como esta Rick, Suni esta sin nosotros, hay una bebé, no lo sé..—susurró con una mueca, Rachel negó.
—Rick es lo suficiente maduro para saber lo que esta haciendo, Glen...perdió a su esposa.—susurró de igual manera.—Es algo duro para él, hay que entenderlo, ¿Qué pasaría si me perdieras a mi?—Glenn bajó la mirada, pero ella se la alzó.—¿Ves? Suni esta aprendiendo a defenderse y es lo suficiente lista para saber que hacer, además estarán los demás con ella, así que deja de preocuparte.
Glenn asintió tras las palabras de su esposa, él la tomó del cuello y juntó sus labios, ella inmediato llevó sus manos a su camisa para evitar que rompa el contacto entre sus labios, Glenn bajó sus manos a la espalda de Rachel pero fue cuando ella reaccionó.
—Estamos en medio de la calle, sucio.—ella se apartó de él, Glenn soltó una risita.
—Te hubiera gustado.—bromeó, Rachel negó.
—No tienes remedio, Rhee.
—Es lindo como suena tu apellido entre tus labios.—él giró a mirarla cuando tomó la herramienta para romper la cerradura, ella evitó sonreír.
—Cállate y rompe eso.
Glenn volvió a reír y rompió la cerradura, sin embargo dejó de reír cuando muchas palomas salieron del lugar, Rachel ladeó la cabeza.
—Eso es una señal de que debías callarte.—Glenn negó y se adentró al lugar, Rachel subió la linterna apuntando hacia el lugar.—¡Glenn, Glenn! toma eso.—ella señaló un oso que se encontraba en el estante. Glenn se impresionó al verlo.
—Oh, mierda.—el asiático alzó el peluche señalándolo.—Es igual al que tenía Suni.
—Amará el regalo.—Rachel sonrió y tomó el peluche entre sus manos tras Glenn pasárselo.—Solo necesita ser limpiado un poco..
Ambos duraron un rato recolectando cosas tanto para el grupo como para la bebé, aquel momento era lo que más disfrutaba Rachel, estar a solas con Glenn disfrutando solo el uno del otro, sin necesidad de tener ruido alrededor.
—Encontramos un tesoro de leches maternizadas.—Rachel ayudó a Glenn a cargar del pequeño carrito.—Tenemos cangrejo, baterías, salchichas, muchas mostazas y...de estos dulces que solía comer Suni, ¿crees que estén en buen estado todavía?—el asiático achicó la mirada para ver la fecha de caducidad, Rachel sonrió.—...sip, perfecto, ¿no? desde aquí el camino a la prisión es corto. Quizá lleguemos para la cena, así Suni no se preocupa tanto.
—Es Suni, sabes que se preocupara de igual manera.—Rachel bromeó con una sonrisa.—¿Sabes? me gusta este silencio.—Glenn volteó a mirarla con confusión.—Es decir, allá en la prisión estés donde estés sigues escuchando a esos muertos aunque estén detrás de la valla.
—¡¿Dónde queda eso que llaman casa?!—enseguida la castaña se giró y alzó su arma, un hombre blanco con sangre en su rostro apuntaba en dirección a ellos. Glenn avanzó hacia delante para tapar a Rachel,
—¿Merle?—preguntó Glenn confundido, Rachel le miró confundida.
—¿Lo conoces?—susurró en dirección a él, él solo asintió.
—¡Vaya!—gritó el hombre bajando el arma y dejándola en el suelo, seguido de eso empezó a acercarse con total confianza, pero Rachel dio un paso adelante y apuntó su cabeza.
—¡Retrocede, ahora!
—Está bien, está bien, preciosa.—él sonrió ampliamente dejando de caminar, Glenn tragó saliva.
—Sobreviviste.—la sorpresa en el tono de voz del asiático no paso desapercibido para Rachel.
—Claro. Dime, ¿mi hermano está vivo?
Glenn dudó unos segundos para responder, pero lo hizo.—Sí.
El hombre sonrió, incluso la castaña vio un brillo pasar por sus ojos.—Si me llevas con él, me olvido de todo lo que pasó en Atlanta. Sin rencores.
—Le diremos a Glenn que estás aquí, y el vendrá a verte.—dijo después de unos segundos, decidido.
—¡No, no, no! escucha, es un verdadero milagro que nos hayamos encontrado. Vamos, pueden confiar en mí.
—Tú confía en nosotros, quédate aquí.—habló con dureza el pelinegro, Rachel aferró más su agarre en el arma al escuchar la seriedad de las cosas.
Sin embargo el hombre negó, y tan solo un segundo después lanzó un disparo en dirección a Rachel pero ella logró esquivarlo, Glenn y Rachel se separaron y empezaron a correr, la cosa fue que el hombre jaló del pie a Rachel logrando tirarla al suelo, pero la castaña se retorció y lanzó una patada en la boca del estómago de él, eso no puso resistencia hacia él y la tomó del cabello con fuerza, haciéndola gritar, y poniéndole el arma en la sien. Glenn apareció justo en aquel instante, el asiático con rabia inmediatamente subió la pistola apuntándole.
—¡Suéltala, ya!
—Déjala en al auto ahora mismo, hijo.—la castaña pudo sentir la sonrisa del hombre golpear en su cabeza, ella retorció con asco.—¡Y tu deja de moverte, asquerosa!
Glenn dejó el arma en la capota del auto con dudas, sin apartar la mirada de su esposa, Rachel apretó la mandíbula y cerró los ojos con fuerza.
—Ahora bien, daremos un paseo.—bromeó con diversión, Rachel y Glenn cruzaron miradas de inmediato.
Suni.
—No volveremos a nuestro campamento.—el asiático negó, pero el hombre rió.
—No, iremos a otra parte. ¡Sube al auto, Glenn! ¡Tu conduces mientras tu noviecita y yo iremos atrás!
—No..—Glenn negó apretando los puños, el hombre acercó su boca al oído de Rachel.
—O le disparo ahora mismo.
Glenn mordió su labio con fuerza, sintiendo ganas de llorar pero aún así suspiró con pesadez.—Bien.
Antes de girarse la pareja compartió una última mirada antes de Glenn subirse al auto, el hombre apretó más su agarre en el cuello de Rachel al subir, y así finalmente el coche dio marcha.