𝗢𝟯𝟭. lo siento, lori
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—Terminamos de acomodar todo.—avisó Daryl apareciendo por la puerta junto a Glenn, ellos intercambiaron una mirada.
—En la torre se pueda hacer guardia por las noches.—avisó Rick, colocando ambas manos en sus cinturas.—¿Quién quiere vigilar?
Rachel y Glenn compartieron una mirada más, esta vez Glenn dio un paso adelante.
—Yo puedo vigilar esta noche.—avisó hacia Rick, Rick asintió. Rachel dejó escapar una leve sonrisa.
Ayer había sido un día estresante, lo que había pasado con Hershel, los prisioneros y lo de limpiar los pabellones había dejado a los demás con estrés, por lo que aquella mirada que le había brindado Glenn, Rachel sabía muy bien lo que significaba.
Ella no iba a negarse a un momento a salas con él.
—¿Te quedas esta noche en la celda con Carl, preciosa?—preguntó Rachel mientras acariciaba con lentitud el cabello de Suni, ella ladeó la cabeza.
—¿También vigilarás?—Rachel asintió, Suni suspiró.—Me da miedo quedarme con Carl, mamá...—susurró apegándose más a Rachel, la castaña ladeó la cabeza.
—Iré llevando nuestras cosas a la torre.—avisó Glenn apareciendo por el pabellón, Suni se sobresaltó enseguida.—¿Estarás bien esta noche sin nosotros, linda?—preguntó en dirección a Suni, ella asintió inmediato.
Glenn sonrió y se acercó a darle un leve beso en la cabeza.—Te amo.
—Yo también te amo, papá.—Glenn sonrió y salió del lugar, no sin antes darle una leve mirada a Rachel.
—¿Por qué no te quieres quedar con Carl, cariño? estarán Rick y Lori, podrás dormir con Carl, así cuando estaban en casa de los Greene.
—¡Por eso! no quiero.—ella apretó los puños avergonzada, Rachel frunció el ceño.
—¿Pero por qué?
Suni pasó una mirada por el pabellón, asegurándose de que nadie estuviese escuchando. La niña finalmente miró a su mamá con vergüenza.
—Cuando...Carl esta cerca mío, ya sabes...—susurra.—mi corazón late muy rápido, a veces me asusta...—Rachel finalmente entiende, una pequeña risa sale sus labios al escuchar a su hija, Suni le mira ofendida.—¡No te rías!
—¡No me estoy riendo, cariño!—Rachel se lleva la mano a la boca para evitar reír.—Es algo normal, puede que Carl te este gustando.—le explica sin titubeos, Suni frunce el ceño.
—¿Gustar? ¿Gustar de gustar? ¿Gustar de lo que Carl siente por mi?
—¿Carl siente algo por ti?—Rachel alzó una ceja, curiosa. Suni se encoge de hombros.
—Cuando estábamos en casa de los Greene, él se acercó y me lo dijo, luego estiró sus labios muy raro.—Rachel sonríe una vez más, evitando reír.—Que vergüenza, mamá..
—Cariño, no tienes que tenerle vergüenza o miedo a Carl, ¿sí? él solo...esta confundido con sus sentimientos y tú también.—Suni asiente confundida.—Cualquier cosa me cuentas, ¿sí? confío en ti.
Ella asiente y solo termina por suspirar, Rachel pasa sus brazos por detrás de la espalda de su hija, uniéndose en un abrazo.
—Te amo, pequeña.
—Yo también te amo, mamá.
Rachel sale con su revolver en su cinturón, los grillos resuenan y el oscuro cielo le da la bienvenida, ella suelta un bostezo y se encamina a la torre. Al subir por completo, Glenn se encuentra mirando por los binoculares en los barrotes, mientras que por dentro una pequeña cama improvisada se encontraba.
—Hey..—le saluda, él se da la vuelta y una sonrisa no tarda en salir de sus labios.—¿Qué miras?—ella le arrebata el binocular, Glenn se apoya del barandal con la mirada fija en el perfil de Rachel.
—En la fiesta que se están montando los caminantes detrás de la reja.—se burla, ella sonríe y niega con la cabeza. Al voltear a mirar a Glenn, este no apartaba la mirada de ella.
—¿Pasa algo?—pregunta dejando el binocular en la pequeña ventana a su lado, él se muerde el labio antes de acercarse más a ella.
—Yo...uhm, no entiendo como no hice esto antes de siquiera el mundo se vaya a la mierda.—ella ladea la cabeza con confusión, él se mete la mano en el bolsillo y al alzar la mano, un pequeño anillo brillante se encontraba entre sus dedos. Rachel enseguida le mira a los ojos.—Cásate conmigo...no tenemos que tener ceremonia, solo es un si o no y seré eternamente tuyo, al igual que tu serás eternamente mía..
Ella sonríe ampliamente, y sin decir nada, lo toma por la nuca y lo besa. Al separarse, ella choca su nariz con la de él.—Es un eternamente sí.
Ambos se sonríen y se vuelven a perder en sus besos. Las manos de Glenn se deslizan por la cintura de la mujer, y ella aprieta más el agarre en su cuello. Él adentra sus manos por debajo de la blusa de su ahora esposa, recorriendo toda su desnuda espalda, rompen el beso y la boca de Glenn se dirige a la entrada del cuello de Rachel, ella gimotea en voz baja mientras cierra los ojos.
Glenn toma con fuerza su cintura, y ambos se adentran a la pequeña habitación de la torre, se separan de vuelta y esta vez Glenn toma los bordes de la blusa de cuadros de su esposa, quitándosela del cuerpo, ella ríe como si estuviesen cometiendo una travesura y aquella risa se la contagia a Glenn, ella se acerca a él y entre besos empieza a quitarle la cremallera de su pantalón, dejando salir su miembro erecto.
—Siéntate.—le ordena cuando la boca de Rachel empezó a descender por el cuello del asiático, los quejidos de Glenn se escucharon por toda la habitación, esta vez con total libertad al saber que nadie los escuchaba. Rachel se separó de él y empezó a retirar su pantalón, con la mirada de Glenn encima de ella.
Cuando su pantalón con su ropa interior fue alejada de su cuerpo, ella pasó sus piernas por las de él, adentrándose a su miembro, ambos gimotean ante el acto. Las manos de Glenn se entrelazan con firmeza en la espalda de Rachel, buscando el cierre del sujetador, que no tarda en encontrar y desprender la prenda del cuerpo de la mujer, liberando sus pechos.
Él gime cuando las caderas de la mujer empiezan a dar círculos sobre su miembro, Glenn no tarda en meterse uno de los pechos de la mujer a su boca, succionando y jugueteando con su lengua, haciendo que ella clave las uñas en los hombros del asiático.
Rachel tira la cabeza hacia atrás cuando Glenn muerde su pezón levemente, brindándole de placer, Glenn retira la boca de allí y toma impulso para dejar a la castaña sobre el suelo, dándole embestidas logrando que el lugar se llene de gemidos de parte de Rachel.
—Ah...Glenn...—gimió llevando sus manos a la espalda del asiático, rasguñándola.
Él sigue dándole embestidas sin parar, disfrutando las expresiones faciales de Rachel, que gemía sin vergüenza ante las embestidas que Glenn proporcionaba.
La castaña se restregó los ojos y abrió uno de ellos al escuchar su nombre, al mirar de reojo, Glenn se levantó a toda velocidad mientras se clocaba su pantalón, la castaña dejó escapar una risita ante tal escena y lo único que pudo escuchar fueron las risas de los demás. La castaña bosteza y vuelve a cerrar los ojos ante el cansancio.
Otro día más en la prisión, realmente se sentía como el cielo estar aquí, sin estar escapando de caminantes o del peligro de los humanos, pero aún así faltaban más caminantes por sacar y matar, las preocupaciones cada vez crecen y el bebé de Lori esta en camino.
—Hey, nos necesitan abajo, andando.—Glenn aparece por el marco de la entrada del bacón, tomando su playera y colocándosela, tenía una gran sonrisa tatuada en sus labios que para los ojos de Rachel no pasó desapercibido.
La castaña suelta otro bostezo y gruñó levemente antes de levantarse, se restriega la cara con toda la flojera del mundo y finalmente se levanta. Sin embargo, nada más levantarse los labios de Glenn se estampan contra los de ella, ella sonríe a través del beso, aferrándose más a él, él acaricia su espalda sin vergüenza y ella lleva sus brazos detrás del cuello del asiático, mordiendo su labio lentamente, ambos se separan y se sonríen para luego empezar a vestirse.
Al estar listo, ambos bajan, sin embargo nada más salir se encuentran con los prisioneros hablando con el grupo, el rubio le explicaba a Rick porque no pueden estar allí.
Rachel solo escuchaba, tenía mucho sueño.
—¿Y por que no queman los cuerpos?
—Lo intentamos, de verdad. Pero no podemos, todos esos cadáveres de gente que conocíamos...solo no podíamos.
Al final Rick no les hizo caso y decidieron llevarlos a su parte de pabellón con candado. Rachel entendía la protección de Rick ante ellos, eran prisioneros y habían cometido crímenes, Rachel no quería que estuvieran en el mismo lugar que su hija.
—¿Por que solo no le damos una celda?—pregunta T-Dog examinando a todos, Rachel se lleva ambas manos a las caderas.
—¿En serio? ¿Quieres volver a dormir con un ojo abierto?—pregunta Rick mirándolo a la cara con confusión.
— Yo nunca deje de hacerlo.—dice sin más.—Si lo mandamos afuera, ¿por que no ejecutarlos aquí?
—No lo sé, Axel me parece inestable.—dice Glenn haciendo una mueca.
—¿Después de todo lo que pasamos? nos costó mucho conseguir todo esto, ¿y así deciden tomarlo?
—Es por que no son como nosotros, son de afuera. No, me parece extraño tener otras personas..—evita Maggie.
—No me parece bien dejarlos vivir con nosotros, después de todo pueden seguir siendo peligrosos.—Rachel suspira, recargándose en el hombro de Glenn.
—Son convictos, es lo principal.—Carol apoya, con una mueca.
—Es posible que tengan más sangre encima que nosotros.
—Yo entiendo a la gente así, me críe con ella. Son desgraciados, pero no psicópatas.—dice Daryl adentrándose a la conversación.—Podría haber estado con ellos como lo estoy con ustedes.
—¿Entonces estás de mi lado?—pregunta T-Dog aunque más como una pregunta sonó como una confirmación.
—Ni loco, que se la arreglen como nosotros nos la arreglamos.
—Cuando era novato, arresté a un muchacho, tenía 19 años. Lo buscaban por apuñalar a su novia.—cuenta Rick.—Lloraba como un bebé al interrogarlo, en el juicio. Embaucó al jurado. Lo absolvieron por falta de pruebas, y dos semanas después le disparó a otra chica. Hemos sufrido demasiado, nuestro trato con ellos no cambia.—da su última palabra Rick para después irse. Seguido de Carol, Daryl y Maggie.
Rachel resopla y se lleva las manos a la cara, pensativa.
—Oye, tranquila.—murmura Glenn, acariciándole los hombros. Ella alza la mirada y le mira.—¿Qué piensas de todo esto?
—Estoy fuera, no me pregunten nada. Mientras se mantengan alejados de Suni y Carl, yo estoy bien.—ella se encoge de hombros, Glenn se muerde el labio.—¿Estás de acuerdo?—él resopla.
—No lo sé, esto no me termina de convencer.
—Están tratando de sobrevivir, entiendo...pero sigue siendo peligroso..
—Rick dio su última palabra, lo siento linda.—dice y la rodea con sus brazos, la mujer coloca su cabeza en su pecho, olvidándose por completo que T-Dog estaba al lado de la pareja pensativo.
—Dame mi gorra o te patearé.—amenaza la niña hacia Carl, este ríe entre dientes y vuelve a colocar la gorra de Suni sobre su cabeza, ella le golpea el brazo.
—¡Te devolví tu gorra!—exclama entre risas, ella le saca la lengua.
—Eres un envidioso.
—Y tu eres pequeña.—él acerca su rostro al de ella, ella inmediato se levanta exaltada ante ello, y justo en ese momento aparecen Lori y Beth, con unas muletas en la mano.
—¡Oh! ¿¡son para Hershel!?—Suni exclama con emoción mientras se dirigía a ambas mujeres, Lori ríe y le despeina el cabello.
—Sí, así papá se podrá levantar ya.—Beth sonríe alegremente, al entrar a la celda Hershel sonríe.
—Con cuidado..—Lori y Beth ayudaron a levantar a Hershel, apoyándolo en las muletas. Carl se colocó a un lado de Suni, curioso, la niña se alejó de este algo nerviosa.
—Vamos a dar un paseo.—Hershel sonrió, Lori rodó los ojos y ayudó al hombre junto con los niños y Beth a caminar hacia donde los demás, que se encontraban afuera.
—Y estas son las escaleras, y este es un barrote..—le contaba Suni al hombre mayor como si él nunca hubiera visto aquellas cosas, la verdad es que a Hershel le daba bastante gracia y ternura escuchar a la niña hablar sin parar y señalar cualquier cosa que se atrevera en su camino.
—Preciosa, Hershel recuerda todo, solo esta discapacitado..—Lori colocó una mano sobre su hombro, Suni giró a mirarla.
—¿Cuándo nazca el bebé puedo enseñarle todo? ¡él si no sabrá!—Carl y Lori comparten una mirada, al niño le brillaron los ojos.
—Podemos enseñarle juntos, sunshine.—Carl le sonrió levemente, Suni sintió una corriente pasar por todo su cuerpo, pero aún así sonrió, Carl tomó aire antes de entrelazar sus manos con la de la niña, ella soltó una sonrisa avergonzada.
—Pásame.—Rachel extiende los brazos a Rick, este le tiende la leña, Glenn también se coloca a su lado, con un par de leñas en sus brazos.
—Miren..—Daryl alerta, Glenn y Rachel alzaron la mirada, para poder ver a Hershel finalmente andar en muletas, una sonrisa no tarda en nacer de ambos.
—¡Muy bien, Hershel!—grita Glenn mientras tira la leña.
—Ssshh, caminantes.—Daryl le regaña, Rachel se ríe entre dientes.
La mujer podía ver como Hershel se veía tan feliz.
—Esta feliz al menos.—la mujer se apoya en el brazo de Glenn, Suni daba vueltas al rededor de Hershel, logrando que el hombre riera.
—Todo empieza a mejorar, ¿no?—el asiático toma su mano con una sonrisa, ella se apoya en su sien.
—¡Caminantes!—el grito de Carl hizo que la mujer se separara del asiático.
Caminantes comenzaron a invadir por todos lados, la castaña y el asiático inmediatamente comenzaron a correr en dirección a la puerta para poder pasar por el otro lado, su mirada de vez en cuando mientras corría se dirigía hacia el otro lado, donde se podían ver a Suni y Carl disparar, mientras Maggie ayudaba a Lori a caminar y Beth llevaba a Hershel adentro.
—¡Las llaves!—gritó Rick, Glenn enseguida se las pasó a Daryl y este se las pasó a Rick. Rick no tardó en dirigiese a la puerta para abrirla, Rachel se pegó a la reja, viendo como Lori, Carl y Suni se desaparecían de su vista.
La mujer podía sentir la adrenalina en sus venas y su ansiedad crecer más al saber que los demás estaban dentro sin protección.
—¡¿Y qué pasa con nosotros?!—gritó Axel al ver que los habían dejado solos y con la puerta abierta.
Al abrir finalmente la última reja, Rick, Rachel, Daryl y Glenn entraron, matando a los caminantes que rodeaban la reja donde se encontraban Beth y Hershel.
—¿¡Que rayos pasó!?—gritó Rick.
—¡¿Dónde están los demás?!—gritó Rachel al ver que nadie se encontraba cerca.
Glenn, Daryl y Rachel empezaron a matar a los caminantes que llegaban mientras un alarmado Rick hablaba con Beth y Hershel.
Un caminante se acercó a la castaña, ella lo pateó por las rodillas y este cayó de rodillas a ella, ella le clavó el chuchillo una y otra vez con la mirada furiosa.
—Ya, esta bien...no quedan más..—Glenn la tomó por la cintura, alejándola de ahí.
—¿Las cosas no pueden salir bien un maldito día?—protestó con molestia.
Una especie de alarma comenzó a sonar por todo el lugar.
—¿Qué es eso?—pregunta Glenn mirando hacía los lados.
—¡Tiene que ser una broma!.—gritó la castaña seguido de eso.
Rick y Glenn comienzan a dispararles hacía todas las alarmas que producían ese tipo de ruido.
—¿Cómo demonios está pasando esto?.—pregunta Rick apuntándoles a los prisioneros.
—Tienen que ser los generales de emergencia.
—¿Y cómo se encendieron?
—Hay tres conectados al tanque de combustible. Cada uno controla un parte de la prisión, los guardias lo encerraron todo con la invasión.—le seguía diciendo, pero Rachel dejó de escuchar sus voces por aquellas alarmas.
—¡Vamos!—gritó Rick.
Enseguida entraron a los vagones con los prisioneros.
—Separémonos para buscar a los otros. El que llegue a los generadores que los apague. ¡Vamos!
Glenn, Axel y Rachel comenzaron a buscar a los demás mientras Rick, Daryl y el moreno iban hacia los generadores.
—¡Suni! ¡Carl! ¡Lori! ¡Maggie!—gritó Rachel mientras miraba hacia todos los lados.
—Creo que no están aquí, damisela..—Axel apoyó una mano sobre el hombro de Rachel, ella volteó a mirarle apretando los labios.
—¡Suni!—grito Glenn alarmado, su respiración era agitada.
—Cállate.—le exigió la mujer al rubio, este alza ambas manos avergonzado.
—¡Suni!—vuelve a gritar Glenn con los ojos cristalizados, Rachel se acerca a él.
—Ella esta bien, ¿sí? ella esta con Maggie..—la castaña le acaricia el rostro con lentitud, Glenn tragó saliva.
—No quiero perderla...—susurró.
—No la vamos a perder, Glenn...—ella tomó su rostro y plantó un beso en sus labios, un segundo después se separaron.—Vamos con los demás..—al salir con los demás, Beth y Hershel seguían detro de la reja mientras esperaban la llegada de los demás.—No encontramos a nadie.—avisa mientras se recarga en la pared.
—¿Nadie?
—No.
—¿Y Rick?
—En los generadores.
—Mi bebé tiene que sobrevivir, por favor...mi bebé...—susurraba una adolorida Lori mientras se encontraba tendida en el sucio suelo, Maggie sollozó, y Carl solo se encontraba parado a tan solo unos centímetros con la mirada agacha.—por todos...¡por favor, Maggie!—rogó.
—Lori, no puedes morir...no verás a tu bebita..—Suni soltó un sollozo, Carl se acercó con lentitud a ella, temblando.—Carl...
Suni vio como la lágrima de Carl pasaba con lentitud por su mejilla, la niña se acercó a él y finalmente lo abrazó, Carl abrazó con fuerza a Suni, el niño tenía tantas ganas de llorar pero no lo haría, no con su mamá sufriendo el verdadero dolor.
—B-bien...—Maggie con las manos temblorosas se acercó a ella, Carl apretó más el agarre en Suni.
—¿Ves esa cicatriz de la cesárea de Carl?—Maggie levantó su blusa, revelando efectivamente una línea sobre su barriga.
—No puedo...
—¡Sí puedes! tienes que hacerlo..—Suni dejó escapar otro sollozo.
—L-lori, no...
—Mi niña...—Suni se separó de Carl para mirar a los ojos a Lori, esta le dio una leve sonrisa.—siempre supe que eres muy valiente, Sun. Tal como tu nombre lo dices, eres el sol más brillante que jamás deja de brillar, sigue brillante para iluminar a todos, ¿sí?—Suni soltó otro sollozo, asintiendo ante las palabras de Lori.—Carl..—Lori llamó a su hijo, Carl levantó con lentitud la mirada.—bebé, no quiero que tengas miedo, es lo que quiero. Es lo correcto, cuida a tu papá por mi, a Suni también, a tu hermano o hermana...a todos..
—No tienes que hacerlo.—sollozó Carl.
—Van a estar bien, van a vencer este mundo. Lo sé, ¡son inteligentes y fuertes y muy valientes, los quiero.—Suni apretó la mano de Maggie, la niña sentía que podía morir en aquel momento de todas las lágrimas que estaba derramando, la Greene lloraba en silencio.
—Carl, promete que harás lo correcto, es fácil hacer las cosas mal en este mundo...así que no...si no te parece correcto, no lo hagas, ¿bien? si te parece fácil no lo hagas. No dejes que el mundo te arruine, que los arruine.—corrigió, esta vez mirando a Suni.—Eres muy bueno..—sollozó, limpiando las mejillas de su hijo.—Eres mi niño dulce, mi mejor obra y te quiero..—sollozó, abrazándolo.
Suni abrazó a Maggie con fuerza ante las lágrimas, la Greene también lo hizo, rompiendo a llorar más fuerte ante el momento.
—Está bien, está bien...—susurró, Suni se colocó al lado de Carl, el niño volvió a apegarla a su cuerpo, abrazándola con fuerza, Maggie tomó el cuchillo de Carl y tragó saliva.—Buenas noches, amores...—susurró.
—Lo siento, Lori..—susurró Suni, entre los brazos de Carl.
Y enseguida dijo eso, Maggie hizo el corte en su barriga, haciendo que los gritos de Lori empezaran a llenar la sala, Suni se escondió entre el hueco del cuello de Carl para evitar mirar, Carl empezó a temblar mientras veía a Maggie cortar a su madre.
Unos minutos se hicieron presentes en la sala, y finalmente Maggie sacó a lo que parecía ser el bebé, la niña se removió del cuello de Carl para ver mejor, Maggie empezó a darle leves palmadas al bebé al notar que no producía sonido alguno.
Pero en la sala empezó a sonar los quejidos y sollozos del bebé, haciendo a la Greene suspirar.
—Tenemos que irnos.—avisó Maggie, levantándose.
—Pero...se convertirá..—Suni se levantó también, volteando a ver a Lori.
Maggie hizo una mueca y sacó un arma, enseguida ambos niños entendieron aquello.—No, por favor...es mi mamá..
Maggie tomó de la mano de Suni, sacándola de allí para no ver aquel acto, y mientras caminaban, algo resonó, haciéndolas parar.
Un disparo.
—¿Qué hay de T y Carol?
—No sobrevivieron.—avisa Daryl.
—¿Qué?—susurra Rachel con la mirada baja.
—No significa que los otros tampoco.—Rick le contradice.
—Regresaremos, Glenn y Daryl, vengan con..—un llanto lo interrumpió. Todos miraron al causante del ruido, se trataban de Carl, Suni y Maggie, la cual esta última tenía un bebé en las manos llenas de sangre.
Suni se encontraba temblando con las manos ensangrentadas al igual que Carl y Maggie, la niña sollozaba en voz baja mientras su mirada se perdía en el piso.
Rachel enseguida se acercó a su hija, abrazándola con fuerza al igual que Glenn.
Lori había muerto.