Tyler y Sophie permanecían sentados en el sofá. Tyler volvía a sentirse cómodo al lado de ella sentía como se podía relajar contándole sus cosas, todo lo que le había pasado durante todo este tiempo, podía reírse de cualquier estupidez junto a ella, se podía desahogar y a Sophie le agradaba poder escucharlo hablar nuevamente, verlo sonreír.
—¿Cuanto tiempo llevas con Jenna? – preguntó Sophie.
Tyler respondió cabizbajo. —No lo se, tal vez ya llevamos un año o más.
—Eso es mucho, ya superaste tu récord de la chica con la que solo duraste una semana. – rió Sophie.
—....¿y Josh? ¿Que pasa entre tú y Josh? ¿Aún está con él?
—Nose. Cuando llegué aquí lo sorprendí con otra chica. – informó ella provocando la felicidad de Tyler.
—Es bueno que te hayas enterado, la carta que te había escrito hablaba exactamente sobre eso, quería darte esa información sobre él y también había escrito otras cosas sin importancia.
—¿Que cosas,Tyler? Dímelo, no recibí esa carta.
—No es necesario... Ya pasó, quedo atrás.
—Anda, Tyler, Dímelo. – insistió.
Tyler la miró con un gran brillo en sus ojos. —Había escrito que sería capaz de dejar todo por...
—¡Buenos días! Yo estoy bien, gracias. – exclamó Joshua bajando las escaleras.
Tyler al verlo sintió rabia, y con solo la mirada le pedía explicaciones a Sophie.
—Mi madre quiso que él se quedara, ella no sabe nada, no sabe que él y yo estamos en una situación difícil. – le decía Sophie a Tyler.
—¿El durmió en tu cuarto? – preguntó molesto.
—Me quito la cama y tuve que venir a dormir al sofá. – respondió. Tyler solo rió.
—Que sorpresa, no sabía que teníamos visitas, supongo que nos trajiste el desayuno, Tyler. – Josh se frente a los chicos mirando a cada uno con una mirada imponente.
—Por mi que te mueras de hambre. – refunfuño Tyler.
—Veo que dormiste bien, también disfrutaste de la comodidad de mi cama. – le decía Sophie a Josh en su típico tono sarcástico.
—¿Como dormiste tu? – preguntó Josh. – lamentó haberte robado la cama pero no había ningún problemas que durmieras a mi lado.
—Es increíble que aún esté aquí ¿Como lo soportas, Sophie?
—También me da gusto verte, Tyler, me alegra que estés bien.
—Imbecil...
Los tres quedaron en un incómodo silencio, Tyler y Josh de cruzaban miradas de odio, Sophie solo observaba a ambos algo preocupada de que prontamente se golpearan como lo hacían de costumbre.
—¿Quien hará el desayuno? – preguntó Sophie tratando de romper la tensión entre ambos. Ninguno respondió. —Bien, creo que lo hare yo.
—Te ayudaré. – habló Tyler sin quitarle esa mirada de odio a Josh.
—No te preocupes, yo puedo ayudarla. – manifestó Josh.
—¡Perfecto! Entonces ustedes hacen el Maldito desayuno. – dijo Sophie.
Ambos chicos miraron a Sophie y le reclamaron una y otra vez. Aún así los dos terminaron en la cocina preparando el desayuno sin ganas mientras Sophie se cambiaba de ropa.
—Para ser idiota sabes cocinar. – expresó Tyler al ver que Josh solo freía un par de huevos.
—No soy inútil, debo saber cocinar por si algún día me caso, debo servirle a Sophie.
Tyler solo soltó carcajadas. —¿Crees que Sophie se quiere casar? ¿Además contigo?
—Ahora no, ella está enojada conmigo pero se le pasara.
—La engañaste, Eso no te lo perdonará de un día para otro pedazo de basura. Mejor pela estos tomates, haz cualquier otra cosa que no sea hablar ¿bien?
Tyler calentaba el café y tostaba el pan, luego comenzó a sonreír, recordando cuando él y Sophie intentaban hacer un pastel para el cumpleaños de un amigo, toda La Cocina había quedado cubierta en harina, ambos se habían comido todo el chocolate que era para el pastel, se habían roto huevos en la cabeza aún así le dieron solo los bizcochos al cumpleañero.
—Oye...¡Oye tarado!, prepara el servicio, no ves que estoy cocinando aún. – reclamó Josh.
—¿Quien eres tú para mandarme? Prepararé el servicio porque quiero no porque me lo pides.
—Necesito que me des un consejo... – pidió Josh. – Si le pido matrimonio a Sophie ¿En que lugar le gustaría?
—¿Enserio piensas hacerlo? – preguntó Tyler.
—Claro.
—¿Como lo harás? si esta molesta contigo.
—Ya veras, te diré mi plan... Ella se irá a Francia, le demostraré que cambie y que no necesito a otra chica que no sea a ella, Entonces me perdonará y nuevamente recomenzaremos nuestra relación, claro que yo me iré a Francia a vivir con ella mientras ella termina sus estudios, entonces estaremos meses, años juntos y esperare al momento adecuado le pediré que ella se case conmigo.
—Veo que planeaste tu destino y el de ella... Dudo que todo tu plan funcione... pero si lo harás, Grecia sería el lugar... a ella le encanta, es solo darse cuenta, al oírla al ver su mirada sobre cómo habla de tal lugar como si fuese un paraíso.
Josh noto como Tyler sonreía cuando hablaba de ella, él sintió desconfianza de si mismo por pensar que Tyler si sería alguien ideal para Sophie.
—Gracias. – Dijo Josh. —¿Tu te casarás algún día?
—Tal vez con la persona correcta.
—¿Y estás con la persona correcta?
Tyler miró a Josh frunciendo el ceño. —Porque me preguntas todo eso, mejor ya termina de cocinar y prepara la mesa, Sophie nos golpeara si ve que aún no terminamos con el desayuno.
Josh puso los huevos en un plato, en otro preparo los tomates. Tyler servía el café en las tazas, Sophie había oído toda la conversación que ambos habían tenido, sintió pánico al oír la alocada idea de Josh, ella sentía pánico con tal solo oír la palabra compromiso.
—¿Como va todo aquí? – preguntó Sophie apareciendo en la cocina actuando como si no hubiese oído nada pero rápidamente Ella se largo a reír cuando vio a Tyler con el delantal de cocina de su madre. —Nunca vi tanto estilo en ti, Tyler.
—Claro, búrlate de esclavo cocinero, Josh, pon las cosas en la mesa. – ordenó Tyler. Josh obedeció molesto.
—Tyler... no terminaste de contarme que habías escrito en esa carta. – dijo Sophie cuando Josh salió de la cocina
—No es necesario,Sophie...
—Tyler, se que algo importante haz escrito ahí y no me haz querido contar, lo noto en tu rostro.
—No...no... no es fácil decirlo ahora, Sophie.
Tyler se quitó el delantal de cocina, quería llevar las tazas a la mesa pero Sophie se lo impedía, ella sentía curiosidad sobre lo escrito en esa carta.
—Vamos...Dímelo.
—Hubiese dejado todo atrás por ti, todo absolutamente todo por ti, te pedí que intentáramos ser felices ambos, yo hubiese sido capaz de irme contigo a Francia con tal de estar contigo...
Eso era lo que pensaba decirle Tyler pero solo mintió para guardar su sentimiento.
—hubiese dejado a Josh con el ojo morado si tú me lo autorizabas también hubiese acabado con la chica si aceptabas. Eso había escrito. – Rió Tyler.
—¿Eso no me querías decir?
—Te dije que no era importante, ahora si me permites pondré las tazas en la mesa.
«Muy bien hecho, ahora si arruinaste tu oportunidad, Tyler.» pensó él a sus adentros.