Please, don't.

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"Bien, el vestido esta bien, el maquillaje se ve bien todo marcha bien, yo no quería esto solo es por Josh que lo haré, ahora intentare relajarme ya ni sé por qué estoy nerviosa, todo saldrá bien y no beberé, no eso no."

—¡Hija, ya baja! ¡Josh llegó! – gritó mi madre interrumpiendo mis inquietos pensamientos.

Me mire por última vez al espejo segura de mi misma arreglando mi peinado y acomodando el vestido.

—Bien, todo está bien. – murmuré mirando mi reflejo en aquel espejo.

Salí de mi cuarto apresurada con los tacones en mis manos, baje las escaleras demasiado rápido con la mirada fijas en los escalones y sin querer choque con Josh que me estaba esperando.

—Tranquila, Sophie... – alcé mi vista poco a poco.

No parecía ser Josh quien estaba frente a mi, tan elegante, arreglado, tan guapo, su cabello bien peinado...su cabello... su cabello...

—¿Por que rojo? – pregunté al ver su cabello

El río. —Cambió el color de mi pelo cada vez que cambia mi estado de ánimo.

—¿Que? – fruncí el ceño confusa.

—Ahora es rojo por qué me siento apasionado ¿ entiendes? La vez que lo tenía azul era por qué estaba triste.

Asentí confusa. —bien, dime ¿cuanto bebiste en el camino?

Josh actuó ofendido y luego rió.
—Aún no he bebido...ahora déjame apreciar a la bella mujer que tengo aquí.

Mi madre me empujó y se quedó parada frente a Josh. –Disculpa, mencionaste a una "bella mujer" aquí estoy. – dijo mi madre arreglando su pelo.

—Bien, si usted se ve bien...

—Solo bromeó Joshua. – dijo dándole una palmada en su hombro.

Josh rió y hasta creo que se asusto. Volvió a mirarme solo que esta vez no dijo palabra alguna, solo me apreciaba de pies a cabeza con una gigante sonrisa en su rostro.
—¿Bailaras sin zapatos?

—Eh...no, no... me los pondré cuando llegue a la escuela no te preocupes.

—Como sea, aún así te vez hermosa, de cualquier forma para mí siempre serás hermosa.

Puedo asegurar que me ruborice como tomate así que baje mis vista algo tímida. Josh llevo su mano hasta mentón alzándolo con delicadeza.

—Estás roja como el color de mi cabello. – dijo Josh soltando una leve carcajada.

—No mencione lo guapo que te ves, también me gustó tu cabello rojo. – exprese.

—Ya no digas eso, me pones nervioso. – rió. – ahora seré yo el que se pondrá rojo.

—Ya estás rojo, bastante diría yo.

Josh solo sonrió mirándome directamente a los ojos, me acercó hasta a él para darme un suave y corto beso en los labios.

—Vamos, no quiero llegar tarde y quedarme sin comida. – dije.

Me despedí de mi padre quien miraba a Josh con una expresión algo molesta.
—Joshua. – mi padre se levanto del sofá para quedar frente a él. – Puedo oler tus intenciones con mi hija... lo huelo y luego pienso... ten cuidado chico, ten mucho cuidado.

Josh me miró, yo solo encogí mis hombros. –Todo estará bien. – aseguró Joshua.

—Muy bien, Josh.