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Años atrás.

—¡Tyler Robert Joseph! – grite furiosa, Tyler saltó del susto en su cama. Había entrado a su habitación imponente, Tyler rápidamente se quitó sus audífonos y me miró asustado. —¡No fuiste a mi presentación nuevamente! Prometiste que estarías ahí.

Tyler se sentó en la cama fregando su rostro. —Lo olvide... –murmuro

—Es tercera vez, Tyler.

—De verdad lo lamento... Solo que... – Tyler pensó unos minutos quizás alguna excusa. –Solo que... Olvídalo, pero te aseguro que iré para la próxima.

Cruce mis brazos molesta mirando a Tyler directamente a los ojos, él solo rascaba su nuca sin saber qué hacer o decir.

—Vete al demonio. – salí del cuarto dando un fuerte portazo. Baje las escaleras rápidamente con la vista baja sin darme cuenta que la madre de Tyler estaba abajo.

—¿Nuevamente enojados? – rió. Solo hice una mueca y asentí.

—¡Sophie! – se escucho desde arriba, levante mi vista y Tyler venía bajando las escaleras. —Perdón, Sophie de verdad... He tenido tantas cosas en mi cabeza, tantas cosas por resolver... Y ya sabes la chica de la que te conté no me deja tranquilo.

—Tyler... ¿Quieres que me crea toda esa patraña? – reí sarcástica. — Mejor me iré.

—¡No! Si quieres vamos a comer algo no lo sé, pero perdóname Sophie.

Tyler me miraba tan arrepentido, aun así no lograba perdonarlo. —Si eso suena bien, iré a comer ¡Pero sola!

Deje Tyler y a su madre atrás y salí de aquella casa para ir a comer algo. Caminaba furiosa peleando conmigo misma, la gente que pasaba a mi lado me miraba raro al oír que murmuraba cosas sin sentido.

Era mi tercera presentación en la escuela, Tyler había prometido ir a verme esta vez sin embargo visualizaba su asiento desde el escenario entre tanto público, su asiento estaba vacío... Pero eso no iba a ser impedimento para que mi coreografía artística se arruinara.

Me detuve en frente de un pequeño y acogedor restaurante sin bacilar un segundo más entré. Sonó una campanilla cuando entré al lugar rápidamente me senté al lado del ventanal para observar la calle junto a los árboles.
—Que vas querer querida, Sophie.

Quite mi vista del ventanal dirigiéndola a la voz que me había hablado.
—¿Cabello rosado, Josh? ¿Enserio?

—Oh vamos, ¿No luce bien? – preguntó jugando con su cabello. –Por cierto, quise ir a verte a tu presentación pero el trabajo ha estado pesado hoy.

—No importa... En realidad ni era importante aquella presentación. – dije desinteresada.

Josh se sentó frente a mi dejando la libreta que traía en sus manos de lado.
—¿Sucede algo? – preguntó curioso. –Te veo algo estresada.

—¿No vas a tomar mi orden?

—Luego de que me digas que te sucede.

—Estoy cansada, Josh. – respondí. Josh me miró con sus ojos entrecerrados logrando que se achicaran más de lo que eran.

—Bien... Si no quieres hablar, está bien, pero yo sí necesito decirte algo. –Josh rápidamente bajo su vista y sonrío.– Sabes... Te conozco hace un buen tiempo, y eres una chica increíble...

—Josh, no... de nuevo no...

—Escúchame, Sophie. Hace un buen tiempo que llamas mi atención, tu forma de ser atrae a cualquier chico y soy uno de ellos.

—Josh, detente... Ya te lo he dicho, eres mi mejor amigo y nada más.

—Sabía que dirías eso. – rió Josh. Se levanto de su asiento para dejarme sola. Sentí algo de remordimiento dentro de mi.

—Espera un poco. – exclamé antes de que Josh se alejara más. Rápidamente volteo con una sonrisa en su rostro. —¿Me traes un café? –pregunté.  su sonrisa se borro y asintió molesto.

Me quede sola mirando el ventanal pensando en cómo golpear a Tyler por nuevamente fallarme -aveces logró odiarlo tanto. - luego mire a Josh. Estaba preparando el café que le había pedido, todo lo hacía con delicadeza... Él era alguien delicado y comprensible... Más comprensible que Tyler. -maldicion como lo odio.-

Please, don't. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora