Juro enamorarte |BORRADOR|

By La_Carcache

5.4M 342K 79.8K

PRIMERA PARTE DE LA SAGA JURO. Cuando Katherine James era apenas una pequeña, su madre llenó su mente con his... More

Juro enamorarte
Dedicatoria
Advertencia!
¡Juro enamorarte en spotify!
Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3 |NUEVO|
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6 |Nueva edición|
Capítulo 7
Capítulo 8 |Nueva edición|
Capítulo 9 |Nueva edición|
Capítulo 10 |Nueva edición|
Capítulo 11 |Nueva edición|
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24 |Nueva versión|
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 28
Capítulo 29 |Nueva versión|
Capítulo 30
Capítulo 31
Capítulo 32
FIN
Epílogo
Agradecimientos
+Novelas
Creaciones ❤

Capítulo 16

143K 10.6K 3K
By La_Carcache

Hay muchas maneras de saber cuándo has superado a alguien, en mi caso era basado en la jodida canción que marcó ese momento; sea cual sea. Primero solía llorar mientras la escuchaba y hacía una muy mala imitación de Holly en Posdata te amo mientras cantaba en pijama y sin bañarse por varios días. Luego pasaba a esa etapa donde analizaba quien era el culpable y cuál era la verdadera causa del problema para volver a llorar y finalmente, luego de varios días y mucho llanto, la escuchaba simplemente por escucharla. Ian no era la primera persona que rompía mi corazón, la culpable de eso fue una de mis tantas autoras favoritas que mató a su protagonista de la manera más dolorosa posible. Por eso estaba acostumbrada a un día levantarme y buscar la canción que me recordaba a él.

Mi rostro era un drama total al recordar lo sucedido la noche pasada mientras tarareaba The one de Kodaline, es decir, nuestra jodida canción; la cual se reproducía en mi celular. ¿Qué carajos esperaba que dijera? "¡Oh qué bien! porque la verdad, siento lo mismo que tú" o quizás un "Me alegra tanto que lo dijeras en este preciso momento, sigo enamorada de ti". Es totalmente estúpido ¿cómo esperaba que respondiera con algo "bonito" a sus palabras, si prácticamente le enseñó a Internet como perdía la virginidad con él? ¿En serio podría ser más estúpido? comenzaba a pensar que en realidad tanta tinta estaba afectando sus neuronas y ahora razonaba con el trasero.

Sé que mi plan era, o mejor dicho, es enamorarlo, pero ¿en serio pensaba que iba a salir invicto después de su maldito discurso sobre su amor por mí? ¡Por supuesto que no!

— ¡Katherine! — gritó — No puedes enamorarme justo ahora porqué — silencio — porque... ¿cómo enamorar lo que ya está enamorado desde hace mucho? — detuve mis pasos en seco.

Di media vuelta para quedar frente a él, mi cuerpo estaba rígido y mi rostro sin expresión alguna intentando analizar sus expresiones, se miraba como un chico de dieciocho años casi intoxicado por alcohol, pero dicen que los niños y los ebrios dicen la verdad ¿no?

— ¿Qué? — suspirando tomó de su cabello con desesperación. Luego lo acomodo con sus propios dedos y caminó hacía mi con cuidado.

— Estoy jodidamente enamorado de ti — pronunciaba las palabras con cuidado como si tuviera terror al verme dar la vuelta y marcharme; algo así como si su vida o su estabilidad emocional dependiera de mi reacción ante sus palabras —. No sé cómo carajos pasó, en serio no lo sé, pero desde hace muchos años solía verte caminar con miedo en los pasillos, te vi crecer y aunque no lo creas sin que tú te dieras cuenta yo estaba pendiente de ti. Katherine sé muy bien que fui un imbécil...

— Un idiota — aporté.

— Y un estúpido — continuó —. Lo sé, pero tienes que creerme cuando te digo que pase días y noches sintiéndome lo peor del mundo porque no pude decir la verdad a tiempo y eso me hizo extrañarte como nunca— señaló su pecho con sus dedos índices —. Yo no quise — acercándose tomó mis manos —. Hilary ella — tartamudeo un poco — yo... — volvió a despeinar su cabello alejándose de mí.

— ¿Estas culpando a Hilary? — asintió — ¿Estas culpando a Hilary por tus malditas estupideces? ¡El que me destruyo fuiste tú!

— ¡No! — gritó — Yo no sabía lo que estaba pasando.

Esto no es posible. Lo que me hacía falta; un idiota sin neuronas que no asume las consecuencias de sus actos y prefiere culpar a otros para quedar como el héroe de la historia.

— Ella no te obligó, tú lo hiciste porque quisiste — cada paso estaba más cerca de él. Su mirada era triste y evadía la mía fijándola directamente al piso —. Tú planeaste todo, no te hagas el inocente que no te luce. Ian, eres lo...

No pude terminar la frase, pues sus labios estaban sobre los míos suplicando que le correspondiera. De todos los besos que he tenido con Ian, ese fue el más cálido que he recibido. Un beso cargado de emociones que meses atrás pudo hacer que volará hasta las nubes y saltará de felicidad, pero no ahora; no después de todo. Lleve ambas manos a su pecho y empuje de este con toda la fuerza que mis débiles brazos pudieron aplicar.

— ¡Aléjate! — sentencie.

— Katherine, dame una oportunidad — intentó tomar mi rostro con sus mano —. ¡Solo una! Puedo hacerte feliz.

Todo esto es una mentira.

Volví a tomar mi camino a casa lo cual fue impedido una vez que su mano sostuvo mi muñeca. No sé de donde ni con qué valor hice mi siguiente movimiento, solo sé que le tiré del tacón que tenía en mi mano derecha y corrí; corrí lo más rápido que pude, huyendo de sus palabras, sus besos y esos ojos verdes.

Parpadee varias veces con dificultad gracias a la luz del sol que entraba por mi ventana cubriendo gran parte de mi habitación y molestando a mi vista. Fue entonces cuando me percaté de que me encontraba con la misma ropa del día anterior y un solo tacón debajo de mi cama, mi cabello era un desastre y mi aliento era alcohol puro. Volví a tomar mi celular entre mis manos encontrándome con varios mensajes. La mayoría eran de Rosa, otros de Jack y, increíblemente, uno de Ian.

Rosalina Mendoza:
¿Dónde carajos estás?
¡ME HAS DEJADO SOLA CON JACK!
¡TE ODIO!
¿Porque Ian acaba de entrar con un tacón muy similar al tuyo?
¿Porque Ian tiene una herida en su frente?
¡Katherine James!, ¿qué has hecho?
¡¡Llámame en cuanto puedas!!

Jack Minuzzi:
Rosa está peleando con Ian por tu zapato. ¿Qué hago?

Ian Brand:
Tengo tu zapato, ¿podemos hablar? Tu amiga está loca.

Luego de leer todos los mensajes decidí apagar mi móvil, hoy era uno de esos días donde no quería saber nada del mundo; pensaba simplemente en dormir y dejar que mi cuerpo se recuperara de esa resaca que carcomía mi cuerpo sin molestia alguna. Ya después iba a pensar en que iba a enfocar mi día, podía comer y ver película o simplemente continuar durmiendo. Al siguiente día iba a resolver todo, pero hoy no.

Acomodé mi sabana, le di la vuelta a la almohada dejando el lado frio y volví a cerrar mis ojos cayendo en un profundo sueño. No sé cuánto tiempo pasó, podría decir que una hora o máximo dos horas, cuando gotas frías caían en mi rostro creando incomodidad al bajar por mi cuello caliente. Coloque la almohada sobre mi cabeza e intente omitir la sensación haciéndome pasar por un falso estado de coma.

— ¡Despierta! — un golpe en mi cabeza me despertó al instante — ¡Son las cinco de la tarde! ¡Pareces oso! — jalaron la sabana de mi cuerpo — Y tienes mucho que contar.

— ¡Rosa! — busqué la sabana con mi mano sin abrir los ojos, pero esta fue arrebatada nuevamente — Ve a joder a tu madre.

— Lo ha hecho por 18 años — mis ojos se abrieron por la impresión de escuchar la voz de la madre de Rosalina —. No la quiero más, te la regalo.

Tres pares de ojos entrecerrados miraban directamente hacia mí. Mi mejor amiga, su madre y mi madre juntas; una a la par de la otra. Todas con expresiones de decepción dispuestas a hacer hasta lo imposible para despertarme.

— ¿Qué sucede?

— Pensábamos que estabas muerta — mi madre tenía ambos brazos en sus caderas —. Ya estaba alegre.

— Eres muy cariñosa — eleve mi pesado cuerpo de mi cama —. ¿Por qué la reunión en mi cuarto? y ¿por qué me despertaron?

— ¿Podrías explicarnos porque le tiraste un tacón a Ian en la frente de Dios griego que tiene? —Y así fue como mi mejor amiga me delató frente a dos adultos casi responsables.

El idiota dijo que estaba enamorado de mí desde hace ya mucho tiempo — rodee los ojos al recordar sus palabras llenas de mentiras —. Me intentó retener, entonces me enoje y bueno, ya saben el resto.

— El instinto cavernícola lo saco de su padre, lo juro — Samantha frunció el ceño asintiendo mientras confirmaba sus palabras. Finalmente se sentó al final de mi cama estirando sus brazos por detrás de su cuerpo — Pero, eso es bueno ¿no?

— Por supuesto que no mamá, ¿Acaso no entienden su plan? Intenta hacerme caer una vez más, ¡quiere burlarse de mí!

— ¿Y si no es así?

Observé a mi madre con indignación, era como si no analizara lo ocurrido o si la situación no tuviera la importancia necesaria para hacerlo, por eso decía que era casi responsable. Apostaba todo el dinero de mi vida a que sería capaz de tirarme a una pelea con un león hambriento creyendo que mi muy delgado e inexperto cuerpo ganaría. Se supone que ellas son las inteligentes ¿entonces por qué me daba esa opción?

Su expresión era tranquila ¿dónde estaba la mamá osa que prometió protegerme de todo y todos?

— Lo dudo — tomé mi cabello en una coleta.

Nuestras madres salieron de mí habitación para preparar la cena y discutir viejos recuerdos de su juventud. Mientras tanto Rosalina tomó la silla frente a mi escritorio y se sentó con el respaldar en su pecho abriendo ambas piernas y posicionando sus brazos por debajo de su barbilla. Suspiro viendo cada uno de sus movimientos al ordenar mi ropa y disponerme a ir por un año.

— El plan debe continuar, Kath. — dijo al verme salir de la ducha con mi pijama lista.

— Lo sé — tiré mi trasero en cama —, ¿sabes que llama mi atención? — levanto una ceja — mencionó que no tenía idea de lo sucedido.

— Dicen que nunca debes escuchar solamente la versión de caperucita roja, también debes hacerlo con el lobo — murmuró —. De igual manera, ya sabes que hacer ¿cierto? — confirme con un suave movimiento de cabeza.

Momentos como este me pregunta si podría ser tan mala a cómo una vez él fue conmigo ¿podré sonreír mientras consigo completar mi plan? Es decir, ¿esto me dará felicidad? Nunca fui una mala persona pero, supongo que el maltrato y el odio acumulado después de mucho tiempo pueden llegar a hacerte cambiar de opinión. Es ahora cuando comprendo la sed de venganza que demuestran algunas personas en las películas y si bien esto no es un drama de ese nivel, para ser una adolescente es más que suficiente. Es una lástima saber que mis sentimientos se convirtieron en un tormento que se podría contar en un bar con un cigarrillo, un trago y un desconocido.

Las siguientes horas pase frente a mi escritorio realizando las últimas tareas para la siguiente semana, Rosalina se encontraba en mi cama acostada pasando canción por canción mientras yo me concentraba. En un dado momento, un pequeño golpe en mi ventana nos sobresaltó. Me incorporé asomándome por la ventana dando directamente a la casa vecina donde podía divisar a Ian sentado frente al ventanal con una libreta en mano y un lápiz. Este, al verme, comenzó a escribir.

— ¿Qué sucede? — Rosalina trató de levantarme, pero con un movimiento de mano discreto la detuve.

— Quédate quieta — murmuré casi sin mover mis labios —. Ian se está creyendo Taylor Swift y está escribiéndome algo en una libreta. Creo que le pegó fuerte ese video.

Segundos después giró el cuaderno hacia mí y esforzando mis ojos pude leer bien su pregunta: "¿Podemos hablar?". Tomé un cuaderno desesperadamente junto a un marcador para responderle, al terminar mi mensaje giré la libreta: "Tengo celular.", puso sus ojos en blanco al girar a la siguiente página. Continuó escribiendo en su cuaderno por otro par de segundos: "apagado".

Dejé la libreta a un lado tomando de mi celular, el cual se encontraba sobre la pequeña mesa de noche que estaba a un lado de mi cama. Encendí mi celular sintiendo que tardaba una eternidad y cuando este estaba listo marqué su número.

— ¿Qué quieres? — lo observe desde la venta. Se encogió de hombros y frunció el ceño.

— Hablar contigo, Katherine. — asentí lentamente mientras colgaba la llamada.

Giré para poder hablar con Rosalina, esta se encontraba acomodando su cabello. Tiré mi móvil en su dirección arreglando mi cabello para verme un tanto más decente.

— Toma tu celular, graba todo lo necesario y métete debajo de la cama. Ian entrará a mi cuarto.

Dicho esto, Rosalina se colocó debajo de mi cama. Al asegurarme de que no se notaría su presencia, abrí la ventana de mi habitación. Ian se encontraba listo en mi patio esperando mi señal, por último cerré la puerta de mi habitación bajo llave y acomodé las cosas para que no hiciera ningún ruido que llamara la atención.

— Así que, ¿así es como cerrabas cuando hacían cositas? — dijo la pelinegro con una voz burlona por debajo de mi cama.

— Cállate.

Saqué mi mano derecha del ventanal dando la señal de que pudiera entrar, rápidamente subió a como solía hacerlo y pasó el lumbral de esta. Lucia cansado, imagino no era el único que había pasado una mala noche. En su mano sostenía mi tacón de la noche pasado, el cual me entregó siquiera antes de hablar.

— Toma, tu zapato — tomé de este ocultando una risa al recordar la noche anterior.

— Gracias.

— Quiero que hablemos de todo. Pienso contarte la verdad y por favor, no interrumpas hasta que termine — asentí —. Ambos sabemos que Hilary te odia, no entiendo porque y tampoco me interesa, pero te odia. Hace meses estoy cansado de ella, terminé todo cuando me di cuenta que tenía una oportunidad contigo. Pensé que era asunto terminado y que podía hacerte feliz — suspiró —, pero llegaron las amenazas por su parte. Decía que si no te dejaba iba a lastimarte y, sabes muy bien que no quería eso, por esa razón fui un idiota. Te juro por lo que más amo que jamás imagine de lo que es capaz.

— ¿Y de que es capaz? — pregunté.

— De vigilar cada uno de mis movimientos — movió su dedo índice entre su pecho y el mío —; nuestros movimientos. Perseguirnos, tomar fotos, culparme de algo que no hice, amenazar y lastimarte. Intenté solucionarlo, pero no pude.

— ¿Esperas que crea todo eso? — no respondió. Sus ojos estaban cristalinos, pero no podía analizar de buena manera las cosas, quería que ese remordimiento se convirtiera en algo más doloroso. Por eso me acerqué tanto que inmediatamente el brillo cambió a uno más radiante — Ian, necesito pensar todo esto, analizar que debo hacer ¿puedes darme unos días para darte mi respuesta? — beso mi mejilla luego de aceptar mi propuesta y sin mucha prisa salió por mi ventana.

Una vez cerrada mi ventana lo miré cruzando los patios y entrando a la comodidad de su hogar. Mi sangre hervía por la furia, pero en ese momento los mejores movimientos se estaban cruzando por mi mente.

— Di que grabaste todo — murmuré.

— Decía que si no te dejaba iba a lastimarte y, sabes muy bien que no quería eso, por esa razón fui un idiota — la voz de Ian se escuchaba perfectamente y estaba segura que provenía de un video —. Cucarachón malévolo será cucarachón aplastado.

Pronto todos sabrán la verdad.

Continue Reading

You'll Also Like

15.3M 1.3M 37
TRILOGÍA DEMON #1 ¡A LA VENTA EN LIBRERÍAS! "El infierno está vacío. Todos los demonios están aquí." -William Shakespeare.
19.9M 1.3M 122
Trilogía Bestia. {01} Fantasía y Romance. El amor lo ayudará a descubrir quién es en realidad y su pasado hará reales sus peores miedos. ¿Podrá ell...
48.8M 4.6M 83
Primer libro de la serie #GoodBoys. En físico gracias a Nova Casa Editorial (este es un borrador). Inteligente, perfeccionista, competitivo, meticulo...
34.4M 3.5M 70
Lluvia y sol. Chocolate y menta. Multicolor y monocromía. Así son Floyd y Felix; dos amigos de la infancia que se reencuentran bajo las circunstancia...