Capitulo 34 angustia.
Sangre corrió, sangre correrá, sangre corre.
Solo una se salvara.
El ángel no recibió sus alas, pero a un paso de ser inmortal esta.
La batalla se acerca, ya tiene hora y fecha. El amanecer guiara al perdedor a las puertas del infierno, el vencedor se dirigirá a las puertas del cielo. Frente al creador una decisión tomara y hasta la muerte a sus pies se arrodillara.
Un alma pura tomara lugar de otra para un final, un sacrificio se dará lugar, llega el punto de que todo está perdido y la luna algo tendrá que realizar.
Lo que suceda en aquella noche nueva depende la existencia de los dioses lo que suceda en aquella noche depende la existencia del creador lo que suceda esa noche depende del futuro del nuevo fruto. Lo que suceda esa noche el destino de miles de almas estarán en juego ¿los dioses esta vez entraran en el juego?
El libro se cerró dejando a una atónita y muy confundida Reina. Cada vez entendía menos las profecías de aquel dichoso libro. Pero algo estaba claro, había ocurrido un acontecimiento en el cual lo marcado por el destino había cambiando completamente, dejando a todos los protagonistas a la deriva de lo que podría pasar próximamente.
Irene saliendo de su estado solo atino a alcanzar el teléfono y marcar el número que ya de antemano se sabía de memoria. Muchas veces había marcado ese número para saber su estado.
La llamada no se hizo esperar, fue atendida rápidamente pero la otra persona no llego a decir ni una palabra ya que Irene atropelladamente hizo la pregunta que pondría el mundo de cabeza.
-Yon ¿sabes donde esta mi hija?-
SELENE
-ME ESTAS OYENDO HERMANA- grito Ben en mi oído, haciendo que dé un salto del susto y grite por el dolor que causo en mi tímpano, seré humana pero los sentidos los tengo como los de un lince, o en este caso como los de una zorra..., okey eso sonó mal, digo como la de un cambia formas.
Argghhhh, creo que se entiende.
En estos momentos caminábamos por el bosque, ¿soy yo o eso sonó muy canción infantil?
Esa de juguemos en el bosque mientras el lobo no está ¿lobo esta? Solo que en este caso tendríamos que cantar juguemos en el bosque mientras que mi ex quien es un espíritu maligno que se enfrento a mi tátara abuela elevado al infinito no está ¿Igor esta? Suena un poco largo mejor no cantemos nada.
Mejor concentrémonos en esa hoja. Aquella hoja de diario para dislexia que me estaba carcomiendo los sesos. ¿Por qué el nombre de Yon aparece una y otra vez en ellos? es mas ¿Cuándo escribí yo esa hoja de diario?
Está bien, es mi letra lo sé, pero lo que pasa es que no recuerdo haberla escrito, es como si tuviese una laguna en mi mente justo en el preciso instante en el que esa hoja fue creada. Suena a caso de esquizofrenia, pero no lo es, recuerdo haber salido ese dia del consultorio, recuerdo haber salido pitando, como dice papa algunas veces, del hospital o clínica en el cual me encontraba. Recuerdo haber respirado con normalidad en el momento en el que tenia ambos pies en el concreto fuera de aquella arquitectura. Y si también recuerdo haber cruzado la calle entrar a la mágica librearía que tenía en la vereda de enfrente, ¿para qué había una librería frente a un hospital?, buscar entre los objetos de escritorio y comprar aquel dichoso cuaderno donde ahora se encontraba esa rara nota.
-SE-LE-NE- volvió a gritar Ben
-¡POR LA SANTA COLA DE BOWEN!- grito tapándome los oídos ya que de seguro tengo ambos tímpanos perforados –DEJA DE GRITAR-
-la cola de Bowen no es santa- comenta cruzándose de brazos. Ambos giramos la cabeza en dirección a susodicho pichicho quien estaba sentado sobre sus patas traseras, con la cabeza a un lado la lengua a fuera y la cola moviéndola de un lado a otro sobre el suelo.
-es una forma decir ¿desde cuando estas necesitado de atención?- pregunto yo
-¿desde cuando soy un cambia forma completo?- pregunta
- oh por el amor a las garras de Luna ¿estas...?-
-ni se te ocurra decirlo es vergonzoso- dice el señalándome con el dedo acusador agitándolo de una manera donde parece que esta retándome pero sus mejilla están colorados por lo que esta avergonzado. –-
-hay mi hermanito se está convirtiendo en un hombre- era tan dulce, me reí un poco era tan adorable
-odio esto es como si nunca hubiese salido de la pubertad- dice mirando hacia el cielo mientras que con las manos se refregaba su rostro.
-en realidad- digo –todavía no saliste de la pubertad, sigues siendo adolescente también hay cosas que van a seguir cambiando- baja la cabeza y levanta una ceja –si quieres enumero lo que se viene-
-no- cierra los ojos –prefiero no saberlo aun- termina suspirando –dime ¿Qué se siente ser la segunda Reina Alfa?- juro que había dejado de pensar en eso
-en realidad la primera- ahora es mi turno de suspirar. Observo el lugar donde nos encontramos y encuentro una roca lo bastante grande como para sentarme.
La verdad entre el cansancio, ser atropellada por recuerdo del pasado, el calor, la fiebre y las numerosas obligaciones que tengo ahora puedo declarar muerto a mi cerebro. Para colmo hay que sumarle ese diario. Solo pido vacaciones y unas muy largas.
-¿como?-
-la hija de Aurora, la cual nunca puedo recordar el nombre- dije y el rueda los ojos –nunca fue coronada, Isaac estuvo en el trono hasta que murió, dos o tres años después de que ella lo hiciera también por lo que el príncipe de turno o de la línea sucesoria era el hijo de la hija de Aurora- abrió grande los ojos por lo ultimo –eso sí que fue enrollado-
-seeee- mueve la cabeza de arriba abajo –entonces ¿Qué se siente?-
-como todas las manadas de hombres lobos del mundo estuvieran bailando la polka al mismo tiempo mientras sostengo el mundo sobre mis hombros mientras que Atlas se fue de vacaciones-
-pregunta- se sienta en el suelo y Artemisa se coloca a su lado -¿mas manadas están bailando la polka transformados o como humanos?-
-¿cuenta?-le contesto exasperada a lo que el se encoje de hombros –para que quede en el registro están todos transformados- asiente con la cabeza mientras que levanta su mano mostrándome el pulgar levantado. Estuvimos en silencio por un rato, logrando que pueda volver a mis pensamientos volviendo al torbellino de preguntas con respecto al tema de Yon.
Según se, por que el me lo ha dicho, lo conozco. Pero en su relato soy solo alguien ajena a su vida, como si en mi vida el a él lo vi una o dos veces. Algo que creí hasta hoy, pero su existencia en mis recuerdos es vago, ¿vago? Es completamente inexistente, cuando dice que ha estado en un lugar de mi vida hace cinco años atrás el no lo tengo registrado. No soy una computadora, lo que trato de decir que es todos los sucesos que pasaron luego de aquella cena en casa de mis padres donde Igor/Pablo, se siente tan raro volver a llamarlo así, apareció el dice que estuvo presente. Sabe lo que paso desde ese dia hasta pues el dia que perdí la memoria.
Ese es otro tema, ya que no recuerdo que pasó ese dia, escuche a mis padres discutir entre lágrimas una vez, papa se culpaba de haber hecho que no tenía que haberlo hecho. Mama se recriminaba por no ser más cuidadosa o por no haberme dejado sola o algo así.
Uno de los únicos que tenía las respuestas se encontraba de viaje, Carlos. Las veces que lo vi, fueron las mismas veces que le pregunte que había pasado, y si él se acordaba de cómo había perdido la memoria. Solo me comento que recordaba haber estado cansado ese dia y que luego despertó al otro y yo ya no recordaba nada. Le dije que me acordaba que el había muerto pero él siguió diciendo que eso no era cierto aunque me dijo que si estaba adolorido ese dia por los golpes que recibió. La próxima vez que lo vi esa iba a seré la ultima por el momento ya que debía irse de viaje. Más precisamente a México, la pequeña Clary se había metido en problemas y la tenia autorización por Claire en hacerse cargo de Clary mientras ella se encontraba aquí. Bueno no aquí, aquí, sino en una manada a tres horas de viaje de distancia, La manada luna cristal.
Manada de la que me llego la información de que es un tanto peculiar.
Pero ahora eso en es el tema de ahora. El tema que no paraba de girar en mi mente era mi conexión con Yon. Está bien tenemos buena, ¿Qué buena? Me quedo corta una muy buena conexión en la cama pero no me refiero a esa conexión sino a su la conexión con los sucesos de hace cinco años atrás.
-Ben- lo llamo.
-¿que?-
-he tenido una pregunta rondándome por la cabeza desde hace tiempo- este era el momento en la que podía sacarme las dudas
-dime-
-en realidad son dos pero digamos que una el es la sub pregunta de la otra-
-esta bien cual es-
-¿Qué paso aquel dia en que perdí la memoria?- solté de una y mi hermano palideció -¿y desde cuando conozco a Yon?-
-¿eh?- su cabeza va hacia adelante por la sorpresa
-¿Qué que paso el dia en el que perdí la memoria y desde cuando conozco a Yon?- repetí mis preguntas transformándolas en una sola.
-¿Ah?-
- pregunte ¿Qué paso?-
-ya entendí la primera y la segunda vez que lo preguntaste- me interrumpe levantando ambas manos en señal de que pare.
-genial entonces contesta-
Suspira –ese dia fue un caos-pasa uno de sus brazos por encima del lomo de Artemisa, abrazándola, haciéndole caricias en el costado. –despertaste gritando, por un sueño. Mama paso toda la mañana contigo para hacerte entender que todo estaba bien-
-¿Cuál fue el sueño?- pregunte mirando a Bowen, quien se acercaba a paso lento y cansado para luego acostarse a mis pies
-Héctor escucho lo que le contaste a mama aquella vez, decías que estábamos por almorzar y que papa se encontraba en el consejo. Los cuatro estábamos sentado para almorzar, dijiste que Héctor me molestaba mientras comíamos, pero cuando fuiste a dar el primer bocado te diste cuenta que la comida estaba cruda llamaste a mama para preguntarle el por qué la comida estaba rara pero te asustaste al verla-
-su corazón estaba sobre el plato y tenía un agujero en el pecho – comento recordando esa pesadilla. Pesadilla que recordé hace poco tiempo –estabas desmabrado y Héctor decapitado con la cabeza en su plato- asiente.
-pensaste que ese mismo dia ocurriría eso por lo que mama te hizo compañía hasta el mediodía o hasta la una de la tarde eso no lo tengo muy claro- se encogió de hombros.
-¿Cómo siguió el dia?-
-Héctor te llevo a un lado, nunca supe a donde tampoco preste tanta atención como para saberlo. Mama se fue hacer comprar Héctor fue con Freya asique me quede solo en casa- Apola ladra mientras se acerca a el amenazante –está bien no estaba solo estaba la manada completa lobo-siberianos que tenemos de mascotas-ambos nos reímos –fue un dia extraño al mediodía había un sol que rajaba la tierra mientras que en la tarde llovía.- con ambas manos sacude el pelaje de Artemisa, quien la muy mimada, se tira a su lado apoyando su cabeza sobre las rodillas de mi hermano. –nos encontrábamos jugando con Artemisa, en la cocina con la pelota de goma. La ventana estaba abierta asique salió volando por ella quedando a mitad del patio.- Artemisa coloca una pata en la pierna de Ben y Luna se acomoda a su lado. –salí para buscarla no me percate de que la casa estaba siendo vigilada por dos personas-
-¿un chico y una chica cierto?- pregunto recordando a aquel par de hermanos vampiros.
-Frederick y su hermana, no recuerdo su nombre- dice asintiendo con la cabeza. -¿los recuerdas?- asiento –eso significa que ese dia lo recuerdas también-
-tengo flashes, recuerdo haberme encontrado con Carlos en la calle, de haber esperado con el en el claro y luego aparecen ellos contigo lastimado pero nada mas-
-eso no le agradara- murmura
-¿a quién no le agradara?- pregunto
-nada. Como decía la casa estaba vigilada, ellos llegaron, admito haber dado pelea pero no fue suficiente eran dos contra uno. Antes de que me noquearan escuche el auto de Héctor, le advertí pero luego se volvió todo negro no sé hasta que me hicieron llamarte para hacerte ir al lugar de encuentro-
-¿Héctor?-
-se descuido un poco y el termino noqueado también. No fue hasta que papa lo sacudió un poco cuando despertó. Movilizaron a toda la manada buscándome, pero no fue hasta que me gritaste que vaya con papa y mama que no me los encontré.-
-¿Qué paso luego?-
-todo fue tan rápido que- comenzó a decir pero el solo se detuvo –no puedo-
-¿Qué?-
-no puedo decírtelo, Selene no estoy en condiciones para decirlo- Artemisa levanta su cabeza y se lo queda observando. Luna comenzó a lamer una de sus patas
-¿y por qué no?-
-por que yo no soy el que debe decirte lo que ocurrió-
-¿entonces quien?- pregunto levantándome – ¿la abuela? Como dijo Yon-
-¿hablaste con el sobre esto?-
-claro que lo hable pero dijo exactamente eso. Y la vez que hablo con la vieja, hace que dolorosamente recuerdos vuelvan pero no los que necesito-
-¿necesitas?- pregunta -¿vieja?- dice con asco.
-no entenderías-
-pues cuéntame-
-es doloroso ¿sabes?- suspiro –tengo esa sensación de que me olvido de algo, veo todo lo que sucedió en aquel tiempo tras mis parpados como si fuera una película. Cada dialogo, cada movimiento, cada acción y consecuencia. Pero sigo teniendo lagunas- le digo Bowen se para en dos patas apoyando las delanteras sobre mi mientras que refriega lo alto de cabeza contra mi pecho, como si me estuviera acariciando. Apola viene y se coloca a mi lado mientras que sus progenitores se acomodan cerca de nosotros, Lucinda con la cabeza apoyada en el lomo de Zeus – a veces tengo sueños- le cuento observándolo, notando un poco de vergüenza y tristeza como si estuviera dolor al escucharme decirle esto –sueños en los que estoy con alguien- sonrió pero siento mis ojos aguarse –se que hablamos, pero esa persona no está delante de mí, su voz no me llega y no tengo idea de donde lo conozco, es como un espejismo parado delante de mi.-
-lo siento- dice bajando la cabeza.
-luego esta ese dolor. Más bien es una angustia, justo en el medio del pecho- le cuento masanjeandome el pecho con un sabor amargo en la boca. –Y siento que en cualquier momento me voy a volver loca-
-Sel yo...- dice el pero es interrumpido por un sonido que hace que toda la familia lobo-siberiana se levante y este atentos a lo que pueda pasar.
-Ben- digo pero el me hace una seña para que baje la voz. El sonido vuelve a hacerse presente y ambos nos tensamos
-cuando diga corre- susurra –hazlo- asiento con la cabeza. Me hace señas para que me acerque a el muy lentamente pero ninguno vio venir el gruñido muy cerca de nosotros.
No estábamos solos, era claro pero esos lobos con los ojos rojos no pensaban en saludar amistosamente.
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