Necesitaba un minuto. «La vida no es de color rosa» me recordé otra vez.
-Lucy, ¿no irás a hacerle caso?
-¿Qué? Claro que lo voy a hacer. No tengo opción, ¿recuerdas?
-No es a eso a lo que me refiero. Es a lo que ha dicho sobre ti.
-Jack, eso es lo que menos me preocupa ahora mismo. Dejemos mis inseguridades para otro momento.
-¿Todo esto es por mi culpa?
-¡NO! –volví a su lado en la cama. –Esto es sobre mí y ellos.
-Pero siento como si esto fuese por mi culpa.
-Jack, estamos cerca de poder decir que esos cabrones ya no me controlan, así que por favor, no pienses eso. Gracias a ti tengo una solución.
-Pero yo te he metido más en el problema.
-Me alegro de haberme metido en este problema contigo.
En ese momento Jack me abrazó.
-Estamos juntos en esto; recuérdalo.
-Lo haré. –Tomé su mano después de romper el abrazo y empecé a jugar con ellas. Eran suaves y a mis ojos perfectas. Sus ojos verdes con toques marrones volvieron a capturarme. Enfrascándome en su propio mundo. Si pudiese elegir un lugar para quedarme el resto de mi vida sería aquí, a su lado, mirando sus preciosos ojos y nunca cansándome. ¿Desde cuándo soy tan cursi? Lo que para mí parecieron segundos fueron minutos. Unos gritos de celebración vinieron desde el salón. Jack y yo salimos de aquella habitación para reunirnos con los demás y saber a qué venía eso. Vimos a Zoella y Alfie besándose y a Caspar y Marcus dando saltos.
-¿A qué viene todo esto? –pregunté después de observar la escena.
-La empresa de tu padre nos ha regalado un viaje a dónde queramos para todos con todo incluido. –miré a Jack asustada. ¿Cómo se les podía ocurrir hacer esto? Ahora que las cosas podían mejorar. Mire hacia el techo mientras pensaba «Gracias universo, yo también te quiero por joderme la vida»
-Es una noticia genial Lucy. –Dijo Zoella –Muchísimas gracias por el viaje. Tu padre nos ha dicho que la idea fue tuya.
-Oh, sí, claro, pero a lo mejor es un poco pronto para ir. Quizás mejor cuando nos conozcamos más y en verano. Podría ser lo mejor.
-¿Y qué mejor que un viaje para conocernos entre nosotros? –me dijo Alfie con una sonrisa de felicidad.
-Claro, es una gran idea, solo que habrá que reservar todo muy rápido y bueno, quizá nos pilla un poco pronto. Se acercan fechas señaladas.
-Eso es cierto. –puntualizó Jack. –podríamos dejarlo para después de Navidad. Será mejor así. Podremos preparar todo mejor.
-Chicos, ¿qué os parece si vamos a Las Vegas? –dijeron Caspar y Marcus. La verdad es que se les veía súper emocionados. A ver cómo me mandan devolver este favor a mi padre.
-Sería una idea genial, pero ¿os han dicho cuanto tiempo será el viaje?- preguntó Jack.
-Uy, se nos olvidó. Perdonad. –dijo Marcus mirándonos.
-No os preocupéis. Veré que puedo hacer con mi trabajo. Acabo de empezar y no puedo pedir unas vacaciones ni nada por el estilo.
-Sobre eso sí que preguntamos. –dijo Caspar con otra sonrisa. –Conor ha dicho que no te preocupes. Él iba a solucionar todo.
¿Cómo he podido ser tan tonta? Al aceptar trabajar para Conor estaba renunciado a mi trabajo en Starbucks, me estaba atando más a ellos. Lucy, recuerda abofetearte cuando estés sola por favor. Debía llamar a Christian para saber si aún conservo mi trabajo o darlo por perdido. Definitivamente debía darlo por perdido. Mire hacia mi reloj. Las 18:30. Se me estaba haciendo un poco tarde y todavía tenía que limpiar la casa.
-¿Necesitas que te lleve? –escuché a Jack susurrarme.
-Sí, por favor.
Rápidamente nos despedimos de ellos nos dirigimos hacía mi casa.
-Dime por favor que la idea sí que ha sido tuya.
-No lo ha sido. –admití con la cabeza gacha.
-¿Y qué vamos a hacer?
-No lo sé. Lo peor es que tendré que pagar este favor hasta el último penique.
-¿Cómo lo vas a hacer?
-Como me lo pidan.
-¿Tienes otra escapatoria?
-No. –contesté tajante. –Sabes que si la tuviese no estarían las cosas de esta manera.
-Supongo que así son las cosas.
-Y lo serán. Al menos de momento.
-¿Qué crees que quieren conseguir con ese viaje?
-Tenernos fuera del plano, al menos durante un tiempo. Y tener algo con lo que poder tenerme agarrada. Por eso han llamado a los chicos antes que a mí. Sabían que yo diría que no.
-Está todo planeado.
-Yo soy la «pieza clave» de su puzle. Porque puedo destruirlo todo. Una sola llamada y boom. La bomba ha explotado. Todo acabaría.
-¿Y por qué no haces esa llamada?
-Presión social, consecuencias. Una llamada a la prensa, sobre todo a ese tipo de prensa puede arruinarte la vida.
-Sería un escándalo todo lo que te han hecho y serías perseguida.
-¿Y sí lo denuncias?
-La justicia es muy lenta y en ese tiempo Conor ya nos habría dejado a mí, a mi madre y a todos los que nos rodean hundidos.
-Pero si le están investigando no podrá hacer mucho.
-Puede, créeme que puede.
-¿A qué se dedica su empresa?
-Actividades financieras sobre todo. Pero también invierten en otros campos. Hacen dinero de todas las partes posibles.
-¿Por qué no quieres heredarlo?
-¿Y convertirme en lo mismo que ellos? No, gracias.
-Ya hemos llegado, ¿te veo mañana?
-Probablemente.
Salí directa hacía la casa del jardín. Solté un suspiro cuando cerré la puerta. Di unos pasos hacia adelante y me alegré demasiado pronto. No estaba sola.
-Hola Lucy. Veo que ya llegas. –era Conor y sostenía una copa de vino. Esto no me gustaba.
-Ho-o-hola.
-No seas tímida.
-No lo soy.
-Ven aquí. – señaló el sillón que tenía en frente. –Siéntate.
Hice lo que me mandó rápidamente. No quería hacerlo enfadar.
-Buena chica. Ha sido una gran decisión la que has tomado hoy.
-¿Cuál de todas?
-Trabajar para nosotros. Es una gran noticia.
-Supongo que lo es. –al final el alcohol le está haciendo el efecto contrario al que esperaba. Eso, o todavía no estaba borracho. – ¿me puedes explicar lo del viaje?
-Un mero agradecimiento.
-¿Tendré que dar algo a cambio?
-Oh, lo sabrás cuando lo necesitemos.
-La fiesta de nochevieja.
-Entonces ya lo sabes.
-Kenneth me lo contó.
-Lo suponía. Yo no lo hubiese hecho. No todavía. Tengo que irme.
-Sí. –lo fui acompañando hacía la puerta. – ¿Sabes algo de Brad?
-Por lo que sé, es feliz sin ti.