Cuando llegaste tu

Capitulo diez y ocho

Caroline
Últimamente había estado muy nerviosa y Alexander tenía algo que ver en eso.
El collar cada ves esta mas blanco y eso me preocupa y mucho.
No me quiero enamorar de el por qué simplemente no me podía enamorar de él.
Pero es que al mismo tiempo me la ponía tan difícil, era muy lindo y amable y al mismo tiempo era coqueto y divertido, siempre que estaba con él me la pasaba riendo por todas las cosas que decía.
No le he comentado a mi mamá nada de eso porque no se como lo tomaría pero creo que pronto lo tendré que hacer porque no quiero que lo que sea que esté pasando avance a un punto irreversible.
Estábamos yendo a clase de biología Alexander y yo callados, muy callados, pero de esos silencios que sobrepasan por mucho lo incomodo al menos para mí.
-¿Por qué tan callada?
-¿Por qué tan callado?
-Caroline no se responde a una pregunta con otra pregunta.
-¿Qué quieres que te diga?
-Pues no se, algo, lo que sea ¿te hice enojar hace unos momentos o algo así? Dime qué pasa, esto es muy raro.
Suspiré y mire el piso, no estaba molesta pero si estaba muy pensativa y el estar cerca de él no hacía más que ponerme más dudas en la cabeza.
-No pasa nada ¿de acuerdo? Solo ignórame.
Se paró y me tomo de los hombros haciendo que quedara frente a él.
-Oye, si estás molesta por algo dímelo ¿o estás triste? ¿Te hicieron algo?-su preocupación se notaba en su rostro provocándome una sensación muy extraña y que no quería sentir.
-No hagas eso.
-¿Hacer que?-miró a los lados confundido.
-Preocuparte por mi es algo, no se, raro.
El se rió y soltó mis hombros.
-Caroline, no puedo evitar preocuparme por ti ¿de acuerdo? Es algo inevitable, además ¿por qué no quieres que lo haga?
-¿Y que te lo impide?-ignore su pregunta tratando de cambiar de tema.
Pero en eso sonó el timbre.
Sonrió sin felicidad y se acercó a mi rostro.
-Te tendrás que quedar con la duda al parecer-acomodo su mochila y me miró-¿vamos?
-Si.
Yo me sentía un zombie en esos momentos, no estaba pensando y mi cerebro no estaba funcionando como debería, sentía que no tenía control de lo que hacía o decía, simplemente estaba haciendo acto de presencia y ya.
Llegamos al salón de clases y nos sentamos en nuestro asiento.
Y llego la profesora haciendo su entrada triunfal con unos papeles en sus manos.
-Buenos días-dijo la profesora-antes de todo les quiero presentar a un nuevo compañero que se integrara a esta escuela-volteo hacia la puerta -pasa por favor-cuando entro me estremecí de inmediato y Alexander lo noto pero solo apretó los puños, supo de inmediato quién era el chico nuevo y yo también.
Era el chico del club.
-Muy bien, preséntate por favor.
-Bueno, me llamo Marck Williams-sus ojos se encontraron con los míos y me miró fijamente, yo solo le sostuve la mirada sin creer lo que veía-¿algo más profesora?
-Si ¿por qué te cambiaste? ¿conoces a alguien de esta escuela?
-Si conocí a dos en un club-ignoro su primer pregunta-pero una hermosa chica se negó a bailar porque estaba con su "novio".
Bueno, después de eso todos se quedaron callados y se tornó incomodo, muy incomodo.
-Bien, eso es todo, siéntate por favor-se sentó en un asiento libre pero antes me guiño un ojo.
Pirujo.
-Caroline, dime que es una muy mala broma-el tono de voz enojado de Alexander estaba en mi odio.
-Créemelo, eso quisiera.
-Les entregare unos permisos para ir a un campamento en el bosque-hablo de nuevo la profesora-eso va a tener calificación por lo que si es casi obligatorio que vayan-fue pasando los folletos mientras hablaba-ahí dice todo lo que necesitan para ir ¿de acuerdo? nos quedaremos en unas cabañas se quedaran en parejas ¿preguntas?
Un chico levanto la mano.
-Si tu pregunta es quienes van a ser sus compañeros de cabaña baja la mano por favor.
La bajo.
-Sus parejas serán sus compañeros de asiento.
-Vaya, de repente me intereso demasiado este campamento-Alexander se acomodó en su asiento con una enorme sonrisa en el rostro volteando a mirarme.
Yo estaba boquiabierta.
De esto no saldría nada bueno.