Capitulo veinticinco

215 5 0
                                    

POV Caroline.
En este momento estoy echa una mierda.
La persona que reconocía que me había enamorado, mi primer amor, mi amor imposible, había resultado no ser lo que pensaba que era. 
El sentirme engañada realmente me estaba torturando mentalmente. Mi cabeza era un tornado de ideas, tenía el rostro empapado en lágrimas y mis sentimientos hechos trizas
¿Porqué el? ¿Por qué me tenia que enamorar de el? Existen tantas otras personas  de quien enamorarme ¿por qué me tenia que haber enamorar de él?
¿Por qué no podíamos ser dos adolescentes normales con problemas de adolescentes normales?
¿Por qué tenia que ser un maldito arcángel de quien me enamorara?
¿Por qué no me podía enamorar de alguien común y corriente?
¿Por qué yo no podía ser alguien común y corriente? Lo único que tenía claro en este momento era que a partir de ahora, mi vida había cambiado por completo.
-Hija-la voz de mi papá resonó atrás de la puerta de mi habitación. En estos momentos no lo quería ver, no lo quería escuchar, no quería saber nada ni de él ni de Alexander, solo quería estar sola, nada más.
-No te quiero ver papá, vete por favor.
-Tenemos que hablar.
Por alguna razón, no sé si fueron las emociones del momento o simplemente tantas cosas que tenía atoradas desde hace tiempo, pero explote.
Me levante de golpe de mi cama y abrí la puerta de un jalón dejando a mi papá evidentemente sorprendido, yo no soy el tipo que personas que explota de esa manera.
-¿Quieres hablar? ¿De qué papá? ¿Para qué quieres hablar? ¿Quieres aclarar las cosas y convencerme de qué lo que hicieron tú y Alexander fue lo mejor para mí? ¿Eso quieres? Si es así en verdad retírate y no toques el tema jamás, me destrozaron, me mintieron y me lastimaron. Hablas de que debemos de ser honestos entre nosotros pero tú vienes y me ocultas esto, pero tú vienes y me mientes en mi cara, tú sabías quién era él y aún así decidiste amenazarlo y mentirme en mi cara ¿no es así? Eso hiciste, pudiste haberme dicho la verdad y ahorrarme todo esto que ahora estoy sintiendo. Pero no, ninguno de los dos lo hizo, entonces mejor vete papá, lo mejor que pueden hacer ahora es dejarme sola, necesito pensar lo que acaba de pasar.
-Caroline tú no entiendes porque lo hice.-su rostro se notaba triste y su tono de voz igual, pero de verdad que ahora ya no confiaba en el tanto como lo hacía antes, ya no sabía si solamente estaba fingiendo o estaba diciendo la verdad.
-Tienes razón,no entiendo. De hecho no tengo ni la menor idea de porque lo hiciste, pero ¿sabes que? No quiero saberlo, prefiero quedarme así a saber que idea egoístamente cruzó por tu mente para elegir mentirle a tu hija y así causarle más daño.
-Fue por el collar.
¿Qué tenía que ver el maldito collar en toda esta mierda?
-¿Qué tiene que ver el maldito collar en todo esto papá?
-Te has enamorado de él pero te enamoraste verdaderamente, un amor puro,un amor verdadero, por eso la piedra cambio de color porque te enamoraste de verdad...
-...y ahora nada nos podrá separar-recite las palabras de mi madre recordando lo que me dijo.
-Sabes la historia de la guerra, ella fue victima de un hechizo.
-Si.
-Sabes que su padre les lanzó un hechizo desmemorisante.
Asentí con la cabeza.
-Sabes que ella lo cubrió y al final murieron los dos, muy a lo Romeo y Julieta ¿no crees? Tú no te matarías por amor.
Eso me hizo enojar más, no estaba entendiendo nada ¿a qué quería llegar con todo eso?
-No sabes lo que alguien haría por amor papá, no tienes ni la mínima idea, tenlo por seguro.
-No harías tal estupidez, lo sé.
-Pues síguelo creyendo-lo mire-Y sabes que, si eso es lo que tenías que decir por favor sal de mi habitación.
-No, falta más.
-Te escucho.
-La chica de la historia, la historia de amor, el collar, todo, no es un simple cuento Caroline.
-¿A que te refieres?
-Todo eso es real, eso pasó, eso no es un cuento para niños.
-Papá estás diciendo cosas solo para justificarte, vete.
-No.
-¡DIJE QUE SALGAS DE MI HABITACIÓN! ¡SAL DE AQUÍ!
-Caroline, no lo haré, necesitas comprender.
Levante mi mano derecha en su dirección y de ella salió una luz rojiza que envolvió a mi papá y lo elevó fuera de mi cuarto, una vez fuera con la izquierda cerré la puerta y le puse seguro.
Agradecía haber estado practicando mis poderes.
Después de librarme de el, me tire a la cama y comencé a llorar fuertemente, necesitaba desahogarme para pensar claro, necesitaba aclarar mis ideas y para lograrlo, primero debía sacar todos mis sentimientos, necesitaba desahogarme de alguna forma y lo necesitaba ya.
Empecé a respirar de forma irregular, pero me sentía más capaz de poder analizar las cosas.
Me senté y tome mi lámpara por la parte del foco mientras pensaba en algo que pudiera ayudar a solucionar esta situación, debía encontrar algo que me diera una nueva oportunidad para actuar, para vivir como antes, para recuperar mi normalidad.
Y creo que ya había encontrado esa solución.
Por más que no me gustara ni quisiera aceptarlo creo que era mi única opción.
Apreté con más fuerza el foco.
Te lo advertí Alexander.
No quería aceptar lo que tenía que hacer.
Alexander es un arcángel.
Estaba furiosa.
Te amo.
Mi primer amor.
¿Cómo se olvida a la única persona que le da sentido a tu vida? ¿Cómo se sigue viviendo después de alejarla de ti? ¿Cómo la alejas de ti?
Con más fuerza apreté el foco, desquitándome con el todo el odio y el dolor que tenía por dentro hasta que este se rompió en mil añicos.
Ya lo tenía decidido.
Tendría que dejar a Alexander.
Y olvidarme de él.

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Cuando llegaste tuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora