Cuando llegaste tu

Capitulo cuarenta y nueve

POV Carolinne
Mis aires de diva no duraron demasiado, después de ir a mi casillero mi di cuenta que tenía clase de biología y mierda eso solo significaba una cosa
Tenía clase con Alexander
Después de darme cuenta de eso mis aires de diva y perra empoderada cambiaron a niña depresiva y con odio supremo a la vida
Me encaminé hacia el salón mientras me mentalizaba a lo que tenía que decirle a Alexander para terminarlo
Todo por el maldito capricho de Marck
Entre y ese fue un gran y maldito error
Vi a Alexander con la cabeza gacha leyendo un libro, un mechón de cabello le caía en la frente y lo hacía ver jodidamente sexy
Alexander era muy guapo teníamos que admitirlo y tenía un cuerpo que parecía creado por los mismos dioses y tenía...no, no debía estar pensando en su maravilloso, sexy y perfecto cuerpo, tenía que pensar en lo que le diría
Por fin salí del shock en el que había caído por estar pensando en lo hermoso que era y me encontraba caminando en dirección a la mesa donde hacíamos equipo
Me puse a pensar que después de eso tendría que pedirle a la maestra que me cambiara de compañero
Y se encontraba el campamento...
Realmente esperaba que cayera un meteorito a la tierra y que de manera sorprendente le cayera a Marck encima y lo matara para que me dejara ser feliz
En lo que pensaba todo eso había llegado a mi lugar, tome mi silla y me senté en ella
Alexander ya me había mirado y había cerrado el libro, en su carita preciosa tenía una sonrisa totalmente hermosa, en serio que no quería que quitara esa maldita sonrisa que tanto me encantaba, pero el estupido de Marck me obligaba a hacerlo
-Hola amor-maldita sea Alexander ¿porque tienes que ser tan malditamente hermoso?
-Hola-trate de sonreír pero creo que fracase rotundamente porque su rostro cambio a uno un poco desconcertado
-¿Estás bien?
-Si
-¿Segura? No te vez bien, te vez un poco, demasiado, nerviosa
-Estoy bien- le di mi mirada más convincente posible en esos momentos en donde por dentro estaba muriendo
-No es verdad, me estás mintiendo
-Claro que no yo...
-Si no es verdad dime que estás bien mirándome a los ojos Carolinne
O mierda ¿porque?
No podía mirarlo a los ojos, esos ojos me iban a apendejar totalmente y todos sabíamos que yo pendeja no le hacía bien al mundo
-No puedo-baje la mirada a mis pies
-¿Que es lo qué pasa amor?-amor, amor no me querría decir más después de que le dijera lo que estaba a punto de decirle
-No me digas amor-vi su rostro después de decirle eso y me sorprendí mucho
Ahora sí tenía un rostro demasiado consternado y preocupado
-¿porque?
Mierda mierda mierda
Le tenía que decir, le tenía que decir
No le quería decir
Mis ojos se empezaron a llenar de lagrimas, mierda ahora no puto sentimentalismo ¿que no vez que trato de terminar con el amor de mi vida si perder también la dignidad?
-Carolinne ¿que te pasa?
-Lo siento-lo dije en un susurro total
Me tomo del mentón he hizo que lo mirara a los ojos
-¿Porque lo sientes?
Cerré los ojos, no podía mirarlo cuando dijera lo que iba a decir
-No puedo seguir con esto
-¿Con esto?
-Con nosotros
Abrí los ojos lentamente y al instante los quise volver a cerrar
Su rostro era una mezcla de confusión y tristeza, sus hermosos y carnosos labios estaban entre abiertos y sus ojos reflejaban preocupación por mis palabras, su mano que antes estaba en mi mentón la poso sobre mi hombro
-Cariño, no sabes lo que dices, anda dime que tienes
-Si se lo que estoy diciendo-una lagrima callo, mordí ligeramente mi labio inferior para tratar de agarrar fuerzas de alguna manera para seguir hablando-esto fue un error, nosotros somos un error
Soltó una risa
Eso fue lo que hizo
Se rió
Pero no fue una risa a las que me tenía acostumbrada, fue una risa de las que sueltas cuando no puedes creer algo, de las que duelen, de las que nunca quise escuchar viniendo de él
-Nosotros somos un error he, bueno no es verdad, al menos no para mí
-Alexander...
-Tu no eres un error para mí Carolinne, tú eres lo mejor de mi vida, y si, me duele que me consideres un error, me duele que consideres todo esto un error, pero sabes que te amo, se que podemos arreglar lo que sea que no te parezca
-No, no lo podemos arreglar, no puedes cambiarnos Alexander, no me puedes cambiar a mi, no te puedes cambiar a ti, no podemos ser como los demás, y nosotros tampoco podemos tener la linda historia de amor como los demás, por eso somos un error, anda dime ¿cómo arreglaras eso?
El se quedó callado, no podía responder a eso y yo lo sabia, sabia que eso le dolería tanto que no me podría contestar nada, y por eso no le quería decir eso, su mano callo fuertemente a mi mano que estaba en medio de mis dos piernas, la busco y entrelazo nuestros dedos y le dio un pequeño apretón a mi mano
Sus ojos que tanto adoraba se empezaron a llenar de lagrimas
Mierda no
¿Porque lloraba?
No quería que llorara
No por favor
-Yo se que no podemos arreglar eso pero yo...nosotros-bajo la mirada a nuestras manos y una lagrima suya callo a mi mano metiéndose entre nuestros dedos entrelazados-Carolinne por favor
Después de eso sabia que si seguía así no podría seguir con el plan del estupido que por desgracia no abortaron
-Lo siento Alexander, esto no puede seguir
Me miró, sus ojos estaban totalmente rojos y sus mejillas mojadas, eso me destrozo completamente
-Carolinne, yo te amo, por favor
Fui moviendo mi mano para zafarla de la suya y cuando la solté el me miró totalmente destrozado
-Perdón
Bajo la mirada, miró su mano aún en mis piernas y suspiro
-Tu no eres un error, nunca lo serás
Con eso último tomo su mochila y salió rápido del salón
Tome la mía también y trate de seguirlo
Llegue al pasillo y no lo veía por ningún lado
Me fui por la derecha y camine buscándolo
No lo veía por ningún lado
Iba caminando y sentí como alguien tomaba mi brazo con una mano y con la otra tapaba mi boca impidiéndome hablar mientras me metía a un cuarto totalmente obscuro
Me trate de zafar pero no podía aparte de que no veía nada
Tomo mis dos manos y las puso arriba de mi cabeza mientras se acercaba más a mi
Ladee mi cabeza y sentí su respiración en mi oído
-Hola nena-dijo una voz muy ronca en un susurro en mi oído
Mierda