Capitulo sesenta y uno.

26 0 0
                                    

POV Alexander.
Sentí el leve roce de los labios de Caroline sobre los míos y en ese momento supe cuanto los había necesitado, cuánto tiempo los había extrañado.
Pase mis manos por su cintura apretándola contra mí mientras ella me tomaba por el cuello enredando sus manos en mi cabello.
El beso era inocente, realmente, era lento y totalmente perfecto.
No necesitábamos más por qué esto éramos nosotros, yo la amaba, de verdad la amaba con todo mi ser, por más mal que esto fuera, por más prohibido que estuviera y por más mal visto que fuera, no me importaba, no me importaba absolutamente nada pues todo lo que quería y necesitaba estaba justo frente a mi, entre mis manos y me estaba besando de una manera muy tierna y totalmente perfecta.
Nos separamos y juntamos nuestras frentes, mi agarre no había disminuido, al contrario, la acerque más a mi, nunca tenía suficiente de ella, siempre quería tenerla más cerca de mi y en ese momento más que nunca.
-Así que ¿estas totalmente enamorada de Marck verdad?
Caroline me miró con sus hermosos ojos aún hinchados y rojos de tanto llorar, sus largas y espesas pestañas aún húmedas por sus lágrimas, sus labios más rojos aún por nuestro beso recién terminado y su rostro más inocente que nunca.
-Cállate, arruinas el momento Alexander.
Yo me reí a su inesperada queja, yo esperaba que se pusiera en su modo defensor como siempre lo hacía o que directamente se alejara de mi, pero estábamos tan cómodos así, juntos, sintiendo el calor del otro, escuchando la leña crujir, que sinceramente ni siquiera yo en mi peor momento me hubiera querido retirar de ahí, de mi lugar feliz.
-Te extrañe, Caroline realmente te extrañe.
Sonrío.
-Yo igual Alexander, me hiciste mucha falta.
-Si te hago falta ¿por qué no vuelves conmigo?
-Alexander por favor, de verdad no quiero hablar de eso en este momento, otro día tal vez pero por favor, te lo suplico, en este momento, no.
Quería decirle algo, quería responderle, yo mismo necesitaba esas respuestas, pero al mismo tiempo no iba a obligarla a dármelas, así que tome aire y trate de relajarme, de volver a mi estado anterior, a ese momento que tenía antes de preguntar.
-Lo siento, lo qué pasa es que estoy desesperado, y el que no me digas nada me tiene totalmente loco, desquiciado.
-Créeme que yo he estado igual en estos últimos días ¿si?-se separó un poco y me vio a los ojos, yo no había soltado mi agarre de su cintura- Yo necesito respuestas que ni yo misma sé darme, necesito soluciones que no se de dónde sacar, necesito tantas cosas que no se de donde obtener.-sus ojos se volvieron a llenar de lagrimas- ¡Quiero gritar! ¡Quiero sacar todo lo que llevo adentro, y no puedo!-la primera lagrima salió- Alexander suéltame-puso sus manos al rededor de mis brazos en un intento de zafare pero en ese momento mucho menos la dejaba ir.
La acerque más a mi.
-Caroline no te soltaré, por favor mírame.
Desvió su mirada.
-No, solamente suéltame, quiero tomar aire.
-No lo haré.
-Alexander...
-Caroline, no tengo idea por lo que estás pasando, no tengo idea de como ayudarte a solucionarlo ¿bien? ¡No tengo idea de absolutamente nada en este momento! Lo único que tengo claro es que no te dejaré sola, jamás lo haré, por qué te amo, te amo como jamás nadie ha amado en la vida, te amo y jamás dejaré de hacerlo, por más que me pidas que me vaya o que te deje no lo haré, no importa si es como amigo o como pareja, no importa, pero jamás me pidas que me aleje de ti, por qué cariño, jamás lo haré.
Caroline no dijo nada, solamente me miró y entreabrió los labios, pero no pronunció ni una palabra.
Se acercó a mí y me abrazo fuertemente, nos recostamos en la cama, ella sobre mi pecho aún abrazándome y yo rodeándola con mi brazo, no pensaba dejarla ir, mucho menos en el estado tan vulnerable en el que estaba.
La necesitaba proteger.
Y con ese pensamiento los dos nos quedamos dormidos, y una parte de mi volvió a estar más viva que nunca.

Cuando llegaste tuWhere stories live. Discover now