Capitulo treinta y cuatro

216 8 0
                                    

POV Caroline.
Después de todo lo que paso con Alexander y con Jennifer me acosté por que el cansancio ya no podía conmigo.
Pero por más que lo intenté no pude conciliar el sueño, tenía demasiadas cosas en mi cabeza como para poder relajarme y poder dormir.
O bueno, tenía una persona rondándome en los pensamientos.
No podía descansar teniendo en la mente todo lo que había pasado, me sentía agotada pero era más un agotamiento mental a un agotamiento físico.
Estaba cansada de todas las cosas que estaban sucediendo últimamente en mi vida y no creía poder soportar algo más, me destronaría por completo lo poco que quedaba de mi.
Después de todo lo que paso con Jennifer, Alexander y mi padre, con mi vida entera tenia que rematar yendo a la escuela ¿porqué? ¿porque la vida tenía que ser tan jodida para hacerme esto? Siempre tendrás que ir a la maldita escuela o al maldito trabajo así estés hecho una mierda y a los demás no les importará.
Tendría que ver a Alexander de nuevo, no le estaba siendo completamente sincera a mi mejor amiga y esto era suficiente para mí ¿porqué no podía tener una vida típica? ¿porque no podía ser la chica que caminaba con sus mejores amigas a las cuales les cuenta todo sobre su vida? ¿qué va al café y se encuentra al amor de su vida sentado al lado de ella? ¿Qué le tira los libros y mágicamente se enamoran y tienen una linda historia de amor? o simplemente ser invisible pero normal, con eso me conformaría porque el ser como soy me esta afectando más de lo que debería.
Solamente quería mi final feliz, no pedía demasiado, quería encontrar al hombre perfecto que me amara como soy y me ayude a ser mejor, que confíe en mi tanto como yo confío en él, que tengamos una relación normal y en unos años nos casemos y vivamos en una pequeña casa con un trabajo normal y un perro.
No pedía demasiado, solamente quería un final feliz.
Jennifer y yo entramos a la escuela y nos dirigimos a nuestro casillero para sacar los libros que necesitábamos.
Cerró su casillero y me miro.
-Hey ¿vas a estar bien?
Definitivamente no.
-Claro que si, no te preocupes-le sonreí lo mas tranquila que pude.
No podía estar bien sabiendo que Alexander estaría conmigo en todas y cada una de mis clases al lado de mi recordándome lo mierda y cobarde que fui.
Eso era totalmente mentira y odiaba tener que mentirle a ella.
Ni siquiera yo sabia si estaría bien.
Me miro no muy convencida pero no insistió. Cosa que agradecí con la vida.
Cerré mi casillero y voltee para ir a clase y a me encontré, bueno, choque, con el señor Alexander Evans.
Perdí un momento el equilibrio y casi caigo pero Alexander fue más rápido y me tomo de los hombros evitando que me cayera he hiciera el mayor ridículo del momento.
-Wow ten mas cuidado Caroline-me sonrió y me guiño un ojo.
¿Seguía coqueteándome? ¿Acaso no había leído la carta?
-Amm ¿gracias?
Se acerco a mi y yo apreté mis libros a mi cuerpo como si ellos me fueran a proteger de lo que él me provocaba.
-Primera, pero que hermosa te vez el día de hoy, te vez tan tierna he inocente.
¿Tierna? No me veía así, según a mi parecer.
Llevaba una falda de mezclilla azul de tiro alto con un croptop rosa baño de mangas largas y bombachas.
-Te veo en biología.-acaricio mi mejilla y acomodo mi cabello.
Puta que fuerte.
Cállate.
Y sexy.
Vaya que si.
Por amor de Dios cállate ya maldita consciencia.
Se separo de mi y miro a Jennifer.
-Hola Jennifer.
Jennifer que hasta ese momento nos miraba literalmente con la boca abierta se regreso al planeta tierra y le sonrió.
-Hola.
-Bueno las veo luego señoritas-y se fue con una sonrisa.
Dios
-Si bueno con lo que acabo de ver no me queda más que desearte suerte porque de seguro este día te sera difícil.
-Concuerdo contigo Jennifer.
Vaya que sería difícil.

Cuando llegaste tuWhere stories live. Discover now