POV CHRISTIAN
Me quedo como en shock, ahora no tengo dudas... este hijo de puta es el hermano de Anastasia. ¿Cómo haré para alejarlo de ella?. ¿Hasta donde puedo confiar en él?. No mucho ciertamente porque siempre tendré un ojo en él, siempre lo vigilaré. El bastardo llora desconsoladamente ante la verdad. Taylor le ha dicho como lo obtuvo y le mostró la carta que dejó el padre de Ana. Se maldice una y otra vez por ayudar a Elena a que esto pasara, muy en el fondo siento lastima por él.
-Ahora entiendo esa inexplicable conexión que sentía hacia ella, estúpidamente la confundí con amor de parejas, ahora entiendo que el sentimiento era más importante que eso, más fuerte y puro, mucho más.-
Dice entre los sollozos y los gritos que da, mi madre se acerca a él y lo abraza buscando calmarlo un poco, él se deja ser seguramente necesitando más que nunca el apoyo de alguien. En la sala solo se escucha su llanto, nadie dice nada y yo no pienso consolarlo. Que de mi no espere nada... nunca.
-¡Hay que encontrarla ya!. ¡Por el amor de Dios hay que salvarla de esa mujer!.-
Grita desesperado, un nudo inevitable se forma en mi garganta ante el dolor y la desesperación de cada palabra que dice. Ese es mi mayor deseo, por lo que he rezado estos tres días, por lo que seguiré rezando aún cuando la encuentre porque no me alcanzará la vida para pedirle perdón. Muy a mi pesar me pongo de pie y camino hacia él, pongo una mano en su hombro sin decir una palabra. El clava sus ojos verdes en mi y solo hay una súplica explícita en ellos: salvala.
Los dejo y camino al cuarto de control donde Sawyer y sus hombres trabajan sobre las computadoras.
-Señor, justo iba a llamarlo. Hay novedades.-
-¿Qué tienes?.-
-Descubrimos que tiene un nuevo... mmm... hombre, un tal Isaac. Compró una propiedad hace no más de dos semanas. Pero rastree su cuenta bancaria y el sujeto tiene 5.000 dolares en ella, es un hombre de bajos recursos y al ser el sum... bueno lo que sea. Creo que Elena Lincon la compró a su nombre.-
Si no estuviera en esta situación seguramente me reiría de como no puede decir la palabra sumiso, pero en estas circunstancias solo asiento. Puede ser verdad.
-No quiero más suposiciones Sawyer, quiero resultados.-
-Lo sé señor, ya mandé a un hombre a vigilar y me acaba de informar que efectivamente hay movimientos en la propiedad.-
-Vamos para allá entonces.-
-Señor, con todo respeto... yo le recomendaría que se quede a esperar la confirmación.-
Lo tomo del cuello con ambas manos, la ira apoderándose de mi, lo apreto con fuerza.
-No me vuelvas a decir lo que puedo o no hacer, es mi mujer la que está en peligro.-
Le hablo pegado a su cara y con los dientes apretados. Estos inútiles han tardado tres malditos días en encontrarla, eso suponiendo que esté ahí. Lo suelto cuando veo que le falta el aire y retrocedo. Me fulmina con la mirada acomodándose la chaqueta.
-Como usted ordene señor.-
Me dice rojo de la rabia contenida. Salimos y le informo a Taylor y a mi familia lo que sabemos, el insiste en que vallamos ya y nos ponemos en marcha. Vamos en tres camionetas distintas. Elliot insistió en venir y no me quedó más remedio que aceptar. Ahora vamos Taylor, Sawyer, Elliot y yo en una sola camioneta a toda velocidad. Nos dirigimos hacia la casa en completo silencio hasta que el sonido del celular de Sawyer nos hace dar un salto a todos.
-¿Qué?. ¡No puede ser!. ¡Siguelos con un carajo!.-
Mi corazón se dispara al mismo tiempo que apreta el acelerador saltándose las luces rojas que adornan la ciudad, agradezco que sean más de las doce y casi no haya tránsito.
-Cupper vio salir a cuatro hombres y una mujer, están huyendo.-
-¡Maldita sea!. ¡Joder!.-
Golpeo el asiento delantero con fuerza haciendo que Taylor se impulse hacia adelante. Imágenes de ella siendo sacada del país inundan mi mente, pero dijo que una sola mujer iba, ¿Y si era Elena?. Ruego en mi interior porque sea ella y no Ana. Pero... si Ana no salió con ellos ¿Dónde está?. ¿Por qué la dejaron?. No, no no, no puede estar muerta. No puede estar muerta.
-Christian calmate, no puedes ayudar en ese estado.-
Me dice Elliot al verme iperventilando, la jodida respiración me falta, la vista se me nubla...
-¡Que te calmes con un demonio!.-
Me grita golpeandome la espalda con fuerza lo que me hace reaccionar. Me enderezo en el asiento y trato de respirar profundo, el tiene razón... si no me calmo no sabré que diablos está pasando. Sawyer frena de golpe, miro hacia afuera por mi ventana, una casa pintada de color gris se encuentra a unos diez metros de donde estamos aparcados. Está oscuro y la puerta está abierta de par en par. Mi mente no reacciona, no me deja hilar un solo pensamiento coherente. Las puertas se abren y bajan Taylor y Sawyer en el momento que llegan las otras camionetas. Elliot me impulsa a bajar y me acerco a ellos. Todos desenfundan sus armas y arman un plan para entrar.
-¡Dejen de jugar a la seguridad y entren ahora!. ¡O lo haré yo mismo!.-
Les grito empujandolos a un lado y pasando entre ellos. Las personas que estaban aquí ya no están, y si hay alguien dentro sinceramente ya me importa una mierda que haya una bomba y explote o que me den un tiro... nada, nada me importa más que ella. Taylor agarra mi brazo deteniéndome a unos pasos de la puerta y se sitúa frente a mi. Dentro está oscuro, Saweyr se acerca con una linterna alumbrando un poco la oscuridad. Damos unos pasos y el corazón me late desbocado, no por el miedo a que algo me pase, sino por lo que valla a encontrar. La sala está vacía y desordenada, hay una cocina un baño y lo que parece ser una sola habitación, no es grande. Es justo para que un hombre viva solo. Recorremos todo sin hallar nada hasta que llegamos a la habitación. Taylor alumbra pero no hay nada, no hay muebles ni cama, solamente un colchón en una esquina que al parecer tiene una manta sobre el. Siento una extraña corriente recorrer mi espina dorsal. Me acerco lentamente, cada paso es un suplicio. Me agacho y levanto despacio la manta, allí hay un cuerpo desnudo echo bolita... Anastasia está acurrucada abrazando sus piernas, no escucho su respiración, solo la mía que es errática. Las lagrimas caen de mis ojos al encontrarla, me arrodillo y la tomo en mis brazos, apoyando su cabeza en mi pecho y escondiendo la mía entre su cuello, está helada... no hay nada que hacer... la perdi para siempre, me la han matado... YO LA MATE..
-Perdóname por favor amor, lo siento.-
Susurro cerca de su oído, a lo lejos escucho la voz de Taylor hablarme pero no hay nada que me haga salir de aquí, de sus brazos fríos pero que aún son de ella, aún es mi Ana, mi amor. Lloro en silencio rendido, totalmente trastornado por la verdad de que ella está muerta, ya no puedo hacer nada, siento mi corazon volverse frio como su temperatura, roto... sin vida, estoy muerto. La luz de la linterna me deja ver la sangre que hay en su cuerpo y aun esta fresca.
Mi mente y mi cuerpo se abandonan después de tres días de preocupación, de tensión y de la verdad de que la he perdido para siempre, caigo sobre ella cubriéndola con mi cuerpo como si así pudiera protegerla y asi me abandono a la inconsciencia...
(....)
Escucho un ruido constante cerca de mi y siento un dolor agudo en mi brazo, lentamente abro los ojos que pesan por el cansancio, estoy en una habitación blanca y estéril. Estoy en el hospital no hay dudas ya que una maquina marca los latidos de mi muerto corazón. Si... estoy muerto en vida. Miro mi brazo dónde hay una aguja clavada, estoy solo y no me sorprende, de ahora en más siempre estaré solo.
Intento cerrar los ojos pero los abro de golpe cuando los ojos azules de Ana aparecen tras mis retinas, sus hermosos ojos azules... sin vida. Sin perder más tiempo aquí me saco bruscamente la aguja y un chorro considerable de sangre sale de mi brazo, duele... pero no más que la realidad. Encuentro un paño y me envuelvo el brazo en el para parar el sangrado y camino fuera de la habitación, Saweyr quien estaba sentado bebiendo algo corre hasta mi.
-Señor, debe descansar, vuelva a la habitación por favor. Llamaré al doctor que lo estuvo atendiendo para que vea que ha despertado.-
Niego lentamente, no quiero que nadie me revise, no quiero que nadie nunca más me toque, quiero tener el recuerdo de su piel fría junto a mi por lo que me reste de vida.
-¿Qué ha pasado?. ¿Dónde está Anastasia?.-
-Ella...-.
Se calla cuando el doctor Lynch se acerca a nosotros con cara de preocupación.
-Señor Grey vuelva a la cama por favor, debe descansar, tuvo un principio de paro cardíaco y no es bueno que esté de pie.-
-¡A la mierda conmigo!. ¿Dónde está Anastasia?. ¡Quiero verla ahora!.-
Le grito, abre los ojos como platos y asiente sabiendo que nada me hará cambiar de parecer. Me importa una mierda si me muero, solo quiero verla por última vez.
-Sigame...-
Camina y lo sigo dócilmente, no va muy lejos lo que me sorprende, no me lleva al sótano del hospital donde están los cuerpos sin vida, sino que me lleva a otra habitación que dice cuidados intensivos, mi muerto corazón late frenético, pero no me dejo hacer ilusiones... no lo soportaria de nuevo. Abre la puerta, y allí está el amor de mi vida acostada con una bata de hospital y cubierta con una sábana hasta el pecho, veo a mi madre sentada a su lado acariciando su mano, se gira cuando escucha la puerta, me mira sin expresión alguna y vuelve su mirada a Ana.
La misma máquina que había en mi cuarto ahora marca los lentos latidos de su precioso corazón. Está viva, aun está viva... gracias dios mio, gracias... ¡Dios no lo puedo creer!
Mis pies no reaccionan, quiero tocarla, quiero besarla y cuidarla como no pude hacerlo todo este tiempo. La miro con detenimiento, tiene el labio inferior inchado y moretones bajo sus ojos, está dormida. Se comprime mi pecho al verla tan herida, tan lastimada y me juro a mismo que mataré al que le haya hecho esto... lo mataré yo mismo.
-Tiene dos costillas astilladas y golpes por todo el cuerpo, ha perdido sangre pero no demasiada, lo que es más grave es la deshidratacion que tiene, la estamos tratando con suero.-
Habla el doctor Lynch mientras revisa la maquina y los detalles que marcan el ritmo que ha ido pasando desde que está aquí. Mi madre no suelta su mano y no me mira, seguramente culpandome por lo que pasó y no hay duda de eso... esto es mi jodida culpa.
Mis pies al fin conectan con mi cerebro y mi corazón y me guían hacia ella, estiro la mano y acaricio su cara, lentamente como si se fuera a romper su piel, el contacto con su ahora cálido cuerpo me deja respirar profundo y en paz...
-Te amo Anastasia... perdóname por todo esto... perdóname.-
Digo en un susurro, las lágrimas caen de mis ojos, de un momento a otro su respiración se hace irregular, como si me hubiera sentido y reaccionara a mi tacto. Su pecho sube y baja con violencia. El pánico se apodera de mi, tomo su cara entre mis manos y me acerco para besar su frente.
-Tranquila amor, ya estas a salvo. No dejaré que nunca nadie más te lastime... estas a salvo ahora.-
Beso su frente aspirando su dulce aroma, inundandome de él para guardarlo en mi memoria. Abre los ojos bruscamente y me mira... me mira con odio, con puro odio.
-¡No me toques, no vuelvas a tocarme nunca más!. ¡Vete de aquí, no quiero verte!. ¡Saquenlo, que alguien lo aleje de mi!. ¡Vete ahora! ¡Fuera!.-
Me grita con las pocas fuerzas que tiene, me alejo totalmente en shock, no puedo reaccionar. Llora desconsoladamente, mi madre y el doctor tratan de mantenerla quieta mientras yo solamente miro parado a un lado de la cama con las manos muertas a mis costados. Se retuerce una y otra vez en la cama tratando de safarse de ellos.
-¡Que se valla! ¡Que se valla! ¡No me toquen! ¡Sueltenmen! ¡No me toquen! Por favor... por favor... basta, no me toquen más.-
Su voz se va convirtiendo en un susurro cuando el doctor Lynch le inyecta algo a su brazo, lentamente va cerrando los ojos, su respiración se hace mas pausada y regular porque se ha dormido.
No se que hacer, sigo parado mirándo como drogan a la mujer que amo porque ya no quiere verme.
-Christian, vete de aquí. Yo la cuidaré.-
Me dice mi madre sin mirarme, ni siquiera se voltea a verme y ahora lo comprendo.... ella me odia, ya no me quiere en su vida. ¡Maldita sea!. Los perdí... a todos.
Salgo de la habitación y caigo de rodillas, mi cuerpo se convulsiona a causa del llanto y el dolor que siento. No sólo me arrancaron a Ana sino que a mi familia también. No sólo la lastimaron físicamente, ahora ella no tolera el contacto físico como yo tampoco lo soportaba hasta que ella llegó a mi vida y me salvó. No puedo, no puedo respirar, me falta el aire... me duele el pecho. Llevo una mano a mi corazón tratando de calmarme pero el dolor es casi insoportable. Por eso estaba solo, nadie me perdonará nunca lo que he hecho.
-Christian vuelve a la cama.-
Me dice Taylor ayudándome a ponerme de pie. Me lanzo a sus brazos llorando como hasta ahora nunca lo he hecho.
-Me odia Taylor. Todos me odian. Esto es mi culpa. Me lo merezco.-
-Ella te ama, dale tiempo... lo que realmente me preocupa es que no quiere que nadie la toque, ni siquiera Gail. No deja que nadie se le acerque, eso me preocupa.-
Me separo de él para ver como caen las lágrimas de sus ojos, está roto por fuera y por dentro.
-Mi madre la tenia de la mano.-
Le digo confundido, no lo entiendo.
-Estaba dormida, hace un rato nosotros entramos y Gail la abrazó pero se puso muy nerviosa y nos dijo que nadie la tocara. Gail está destrozada, se fue a la cafetería con tus hermanos y Kate, están tratando de consolarla. Yo espero que esto pase... que sea todo demasiado resiente y luego nos deje estar junto a ella. Tu madre no se separó de su lado, está muy preocupada por ella.-
-Ella también me odia.-
-No. No lo hace... debes entender que Ana llegó con múltiples heridas y tu madre fue la que la curó, tiene marcas de golpes hasta en su parte íntima.-
Lo miro al darme cuenta lo que acaba de decir, no...
-¿Acaso la han viol...?-
Niega lentamente debolviendo mi alma al cuerpo. No soportaria saber que fue abusada también de esa manera... terminaría con mi asquerosa vida ahora mismo si así hubiera sido.
-No... solo fueron golpes y maltratos psicológicos, ese era mi mayor temor pero el doctor Lynch lo descartó de inmediato.-
Asiento un poco más tranquilo, solo un poco.
-Cuidala por favor y dile que la amo y que no me alcanzará la vida para pedirle perdón... por todo.-
Ella ya no me quiere a su lado, ya no podré abrazarla y demostrarle mi amor. Ni siquiera podré pedirle perdón por todo lo que le han hecho. Ahora... ahora yo mismo maldigo el día en que me salvó, el día en que me ayudó y me sacó de la calle. Maldigo el día en que se enamoró de mi, maldigo el día en que recuperé la memoria. Maldigo todo, todo menos amarla. Porque la amaré hasta que deje de respirar, nunca dejaré de amarla, ella me dió los mejores momentos de mi vida y los atesoraré por siempre. Por lo menos me queda eso. Camino hacia la puerta de salida del hospital, no hay nada más que pueda hacer aquí. Me iré solo y así me quedaré. Haré ahora lo que tendría que haber hecho hace mucho tiempo... la dejaré tranquila, me aléjare de ella para siempre...
Fin....
De la primera temporada.....
________________________________________
Voten y comenten....
Gracias a todas por todo y por tanto...
Besitos 😙😙😙
Andy.....