Pov Anastasia
Mi respiracion se me queda atorada en la garganta, cuando con una experiencia notable me ata las manos con la corbata y las lleva sobre mi cabeza. Estoy acostada y él está sobre mi, acariciandome por todas partes.
-No, aún no es suficiente...-
Declara poniendose de pie. Lo veo ingresar nuevamente al vestidor y a los minutos vuelve con una pañoleta mia. Sin dejarme preguntar nada me venda los ojos. Ahora estoy atada y ciega a su merced, mis sentidos se despiertan de más, haciendo que persiva cada sonido y la anticipación de lo que hará me esta consumiendo.
-No quiero que hables o te muevas. ¿He sido claro Anastasia?.-
-Si...-
Me retuerso sin poder evitarlo, me saca bruscamente las bragas y mi camison dejando al descubierto mi cuerpo.
-Sin sosten señorita Steele, me gusta...-
Toma un pezón y lo chupa fuerte, haciendo que arquee la espalda. Su mano viaja por mi cintura y mi panza, baja por la cara externa de mis muslos. Evitando por completo tocar mi centro, muevo la pelvis buscando un poco de fricción que alivie el dolor que se concentra más arriba. Pero él deliberadamente lo está evitando, su mano se detiene cuando las mias vuelan a su cabello jalandolo con más fuerza por la frustración. Entrelaza nuestras manos por sobre mi cabeza y vuelve a chupar mis pechos, va de uno al otro y ahora es más frustrante que antes, ese es todo el contacto que tenemos. Pataleo y trato de bajar con mis piernas su culo y acercarlo a mi, pero es más fuerte.
-Christian, por favor....-
Jadeo, cuando suavemente con sus dientes estira mi pezón.
-Si vuelves a hablar no dejaré que te corras.-
Sale de encima mio y siento como se para a los pies de la cama bajando lentamente su pantalón y luego su bóxer. Imagino como su erección sale disparada hacia arriba, y una gota preseminal se halla en la punta de su eje. Se me hace agua la boca. Quiero chuparlo.
Vuelve a la cama arrodillado cerca de mi cabeza, agarra mi cabello un poco brusco y guía mi cabeza hacia su polla que late. Gustosa lo introduzco en mi boca y chupo, deleitándome con el sabor medio salado. Gruñe desde lo más profundo de su garganta y lo saca de mi boca.
-Oh señorita Steele, eso fue grandioso pero aún no termino con usted.-
Sigue en la misma posición, con su polla a centímetros de mis labios, puedo sentirlo, me estiro pero no llego a ella. Acaricia desde mi cuello hasta mi pelvis, sin mucho éxito trato de arquearme para que me toque más pero es inútil. Mis ojos se llenan de lagrimas por la frustración, por el deseo acumulado, porque está siendo demasiado cruel conmigo y porque no entiendo porqué lo hace.
-Por favor...-
Susurro para que me haga suya de una vez.
-Mmm creo que aún no estás lista...-
No lo tolero más. Como puedo me quito la venda de los ojos y le grito con toda la rabia acumulada.
-¡Ya basta!. Sueltame ahora!.-
Abre los ojos como platos quedándose estático en su lugar, su mano se detuvo cerca de mi pecho y me mira con el horror plasmado en su rostro.
-¡Sueltame Christian!. ¡Ahora!.-
Vuelve en si liberando mis manos, trata de abrazarme pero yo me retuerzo poniendome de pie con las lágrimas desbordando de mis ojos.
-Ana, lo siento. Lo siento...-
-No. ¿Por qué me hiciste eso?. ¿Qué te pasa?.-
Me mira desconcertado y sus palabras llegan a mi mente, "No sabes de lo que soy capaz Anastasia". ¿Esto es él?. ¿Es malo?. ¿Es una persona cruel?. ¿Disfruta torturando a las mujeres?
-Ana, escuchame por favor... lo lamento.-
-Quiero la verdad ahora Christian. ¿Quién eres?.-
Se levanta de la cama pasándose las manos por el pelo, camina hasta donde está su bóxer y se lo pone. Recoje mi camison y me lo extiende, me lo pongo rápidamente sin despegar mis ojos de los suyos. Toma asiento frente a mi, estira su mano para que la tome pero yo niego. Estoy dolida, no entiendo nada y no quiero que me toque. ¿Quién es este hombre y que ha echo con mi dulce Christian?.
-Ana tu sabes por lo que pasé cuando sólo era un niño... lo que no sabes son los detalles.-
-No entiendo que tiene que ver tu niñez con lo que me acabas de hacer. Eso fue cruel.-
Suspira cerrando con fuerza los ojos. Cuando los vuelve a abrir, el dolor en ellos es palpable. Rendida y preocupada por él, me siento a su lado y tomo su mano entre las mias.
-Dime...-
Y me lo dice... ¡Maldición que me lo dice todo!. Como explotaban a su madre sexualmente, como su proxeneta le daba drogas a cambio de su cuerpo y como lo quemaba con cigarrillos en su pecho y espalda. Su desnutrición no era nada comparado con esto y estar con su madre muerta por cuatro días fue la parte más dura de escuchar. Soy un mar de lagrimas, su voz es un susurro cuando llega al tiempo de la adolescencia y me cuenta como la amiga de su madre lo sedujo.
-Ella me ayudó a canalizar mi ira, a encontrar el camino que quería seguir en mi vida. Sin ella hoy no sería nadie.-
-¡Christian, por el amor de Dios!, eres mas inteligente que eso. ¡Ella te violó!.-
Casi grito, entre la desesperación y la impotencia de no poder salir a matar a esa vieja con mis propias manos y luego de haberla matado, denunciarla. En ese orden.
-No. Ella me ayudó.-
-¿Cómo no puedes ver lo jodido que es esto?. Esa mujer abusó de ti, de tus problemas y tu inocencia. ¡Eras un niño con un demonio!.-
Me falta el aire. Mis lágrimas dejaron de caer y la duda se instala en mi pecho.
-Hay más, ¿No es cierto?.-
Asiente y se pone de pie, camina de un lado a otro, su respiración agitada, la desesperación plasmada en su hermoso rostro.
-Ella me introdujo en el mundo de BSDM, sadomasoquismo si quieres entenderlo en una palabra.-
No puedo con esto. Esto definitivamente es demasiado para mi. Él es un sádico. Él me hará daño. Él me lastimará, lo sé.
Camino hasta la silla que esta aquí y tomo mi bata cubriendome con ella. Salgo de la habitación sin decir una palabra. No puedo, no hay nada que diga o haga para cambiar su pasado. Lo que me ha echo hace un momento, eso es sin duda una probada de lo que puede llegar a hacer. No soy estúpida, si bien nunca había tenido sexo, eso no quiere decir que no sabía como se hace y cada una de las maneras en que la gente lo hace. Tuve que hacer un informe en la secundaria en la clase de educación sexual. Sé de lo que está hablando, esa es la forma más cruel de tener sexo. El dominante o la dominatrix no tienen piedad, no les importa lastimar y golpear hasta hacer sangrar a sus sumisos. Esto es demasiado jodido.
Llego a la biblioteca y cierro la puerta con seguro. No quiero verlo, a nadie. ¿Qué haré ahora?. Lo amo maldita sea, lo amo mas que a mi vida y sé que nada tendrá sentido si él no está aquí conmigo.
Pero... ¿Seré capaz de soportar las palizas?. ¿De aceptar su lado oscuro?. ¿Sus sombras?. ¿Seré lo suficientemente fuerte para pasar por eso?. ¿Es tan grande mi amor por él?. ¿Podría cambiar ese lado oscuro de su personalidad?.
En el tiempo que llevamos juntos nunca me ha tratado mal, nunca me lastimó, siempre fue tan tierno y atento conmigo. ¿Por qué cambió ahora?.
Me quedo dormida apoyada en mis brazos sobre el escritorio. Unos golpes se escuchan del otro lado de la puerta lo que me hace sobresaltar.
-Ana, soy Christian... me tengo que ir... lo siento amor. Perdóname...-
Su voz ahogada me parte el alma. No puedo vivir sin él. Camino hacia la puerta para abrirle y hablar, cuando me percato de sus palabras. Vino a despedirse, me está dejando. Casi corro por el departamento buscándolo cuando escucho las puertas del ascensor cerrarse. ¡Joder!
Taylor viene caminado hacia mi con una taza de café en la mano.
-¿Está todo bien pequeña?. Noté a Christian algo raro.-
-Si, todo está bien. ¿Te dijo a dónde iba?.-
-¿Por qué?. ¿Acaso no durmieron juntos?. ¿Te lastimó Ana?.-
-No, no dormimos juntos. Discutimos anoche y yo me quedé dormida en la biblioteca mientras hacia algo de trabajo.-
No puedo decirle la verdad. Lo matará si se entera.
-Dijo que iba a reunirse con su familia para dar la conferencia de prensa, creo que dijo que en un hotel, no lo se...-
Le doy un beso en la mejilla y salgo corriendo a mi habitación. No me está dejando, no aun por lo menos. Busco mi celular y marco el numero de Elliot. Al segundo tono contesta.
-Hola cuñadita, ¿Ya están viniendo?.-
-Hola Elliot, no... Christian se acaba de ir y no me dejó la dirección, ¿Me la puedes dar?.-
-Claro, es en el hotel Royal, en la sala principal a las 11 am. ¿Pasó algo con mi hermano?. ¿Te hizo daño?.-
¿Por qué todos preguntan lo mismo?. No soy tan frágil, puedo defenderme sola, ¡Caramba!.
-Todo está bien, tranquilo. Enseguida salgo para allá. Por favor no le digas que te llamé o que iré.-
-Lo que tu digas pequeña, pero espero una explicación luego.-
-Te la daré... nos vemos luego.-
-Bien adiós.-
Colgamos y busco que ponerme. Elijo un vestido blanco hasta arriba de las rodillas y con volado. Tacones plateados y me maquillo los ojos con delineador negro para que resalten mis ojos y brillo en los labios. Recojo mi cabello en un coleta dejando algunos mechones sueltos para remarcar mi rostro. Me miro al espejo por última vez, no estoy muy convencida del resultado pero igual tomo mi bolso, bajo las escaleras y llamo a Taylor para que me lleve. La sospecha en su rostro no hace más que aumentar mis nervios, sabe cuando algo va mal, ese es su trabajo y no estoy dispuesta a que lo sepa por ahora.
El camino en coche hacia el hotel es silencioso y lleno de tensión, ninguno de los dos rompe el silencio hasta que por fin llegamos. Estaciona frente a la entrada y me abre la puerta estirando su mano para ayudarme a bajar.
-Luego tú y yo hablaremos.-
Asiento ya que no es una pregunta, es una orden. Suspiro llenando mis pulmones de aire y valor para enfrentarme a lo que está por venir.
La sala principal está tan llena que no cabe una persona más, los gritos de todos los periodistas son ensordecedores. El pánico me invade clavando mis pies en el suelo. A lo lejos veo a Christian con el rostro impasible, pero conozco sus ojos, aún en la distancia puedo ver la desesperación en ellos.
- Y eso fue todo, le debo mi vida a
esa mujer, sin ella... yo no estaria vivo.-
No llegué a escuchar la introducción, pero si el final. Definitivamente estaba hablando de mi. Los ojos se me llenan de lagrimas, él no me está nombrando pero igual habla bien de mi.
-Señor Grey, ¿Es cierto que se prostituyó por comida?.-
-Señor Grey, ¿Es verdad que una prostituta le daba comida a cambio de sexo?.-
-Señor Grey, ¿Dónde estuvo estos dos años?.-
Veo como infla su pecho tratando de aguantar las preguntas, algunas estúpidas, algunas con doble intensión, algunas con demasiada maldad. Lo veo debatirse entre decir la verdad o mandarlos a todos a la mierda. Yo optaría por la segunda opción, pero él es Christian Grey. Debe mantener la calma. Llama mi atención que la mayoría de las preguntas son casi lo mismo, como que alguien dió aviso de que estaba con una prostituta. Me pregunto de donde habrá salido eso...
-Señor Grey, ¿Es cierto que usted fue violado?.-
La palabra violación lo descoloca totalmente, lo veo mirar al reportero a los ojos, se ha puesto pálido, su respiración es agitada. Está total y completamente perdido, no puede artícular palabra.
No puedo seguir viéndolo así. Con la voz más firme que jamás eh tenido hablo desde mi posición.
-No, él nunca fue violado. Yo lo saqué de la calle... yo lo salve...-
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Chicas/os hoy por fin pude hablar con #Franaticgrey y esta todo aclarado... estoy feliz por eso...
Asi que quédensen tranquilas que terminaré la historia...
Las amo, gracias por su apoyo...
Voten y comenten
Besitos.... 😙😙😙
Andy.....