Kelsey
-¿Y sólo muevo mi celular y finjo que canto haciendo los gestos de la canción?- pregunto con cierta confusión. Jack negro (que ahora no es negro) asintió por octava vez.-Oh, que fácil.
-Es lo que traté de explicarte durante media hora, América.- dijo cansado. Madison rió desde el otro lado de la habitación.-Ok, es hora de que lo hagas.- dijo levantándose de su cómodo sofá. Asentí y él se puso a elegir la canción en mi iphone.
Mi manager me había pedido que empiece con esto de los musicallys porque según el "estaba perdiendo fama." Fue tan absurdo que hasta me reí en su cara, al principio me miraba mal pero luego empezó a reírse conmigo.
-Aquí tienes.- me extendió el móvil y lo tomé.-Cuando estés lista sólo manten presionado tu dedo en el círculo de allí.- explicó.
Y eso hice, mantuve presionado y comencé a mover mis manos al ritmo de All weekend long. Reí sin darme cuenta en medio de la canción. Era muy fácil, solo debes mover los labios simulando cantar y hacer gestos qie tengan que ver con la letra.
-¡Mi primer Musical.y!- chille. Abracé a Jack riendo y él negó divertido.-¿Qué tal, Madison?- pregunté hacia la castaña.
-Soo good.- alago. Escuchamos la puerta abrirse, Johnson, Sahar y Nash con bolsas de Target.
-¡Trajimos comida!- chillo Johnson pasando a la cocina.
-¡Y más famosos!- rió Sahar. No entendí hasta que vi al famoso Dj Ryland Lynch.
-Diosito, ayúdame a no violarlo.- rogué en voz baja. Caminé hasta el chico rubio y lo saludé.
-¡Heey! Tú debes ser Kelsey, Johnson me habló mucho de ti.- dijo y besó mi mejilla.
-Bueno, Johnson no me mencionó que te conocía.- fulmine con la mirada al rubio quien silbaba inocente mirando hacia las paredes. Reímos.
-Kelsey, ¿Porqué no nos sacas tu chef interior y cocinas algo?- preguntó Sahar.
-¡¿Qué?! ¿Sabes cocinar? ¡En el tour ni un vaso de agua nos servías!- chillo Gilinsky. Yo hice lo mismo que Jack rubio hace unos momentos y reímos igual.
-Ella solo cocina para mi.- dijo Sahar celosa abrazandome, reí y la abracé de vuelta.
-Espero que me hayan traído que cocinar.- dije revisando las bolsas.-¿Quieren tacos?- escuché un coro de "¡Siii!" y reí.
¡¡¡Reproducir canción de multimedia!!!
Encendí mi carro y tiré mi bolso en la parte de atrás. Recargue mi cabeza en el volante tratando de calmarme, mi respiración habia comenzado a ser irregular, pero poco a poco la pude cambiar. Encendí la radio para despejarme un poco. Someone like you comenzó a sonar.
-¿Es en serio?- pregunté incrédula. Cambié de estación, ahora sonaba When i was your man, aunque amo con mi corazón a Bruno la cambié frustrada. Ahora sonaba She bad.
¡¿Porqué me odias mundo?!
Apagué la radio y solté un suspiro. La "ruptura" con Cameron había sido algo dura. Habíamos hablado, sí. Pero era algo confuso.
-¿Estás reclamandome? ¡Tú me tiraste la morena a mi! ¡Creí que eras tú!- gritó Cameron desesperado. Kelsey la estaba regañando por haberse acostado con otra chica.
En parte a la chica le dolía, claro, no eran nada pero a la vez todo. Amigos con derecho, tal vez. Kelsey sentía demasiada atracción hacia Cameron. ¿Quién en su sano juicio no lo haría?
Cameron amaba a Kelsey, la podría considerar mejor amiga, con derecho, novia, crush, lo que sea. La amaba mucho y le dolía perderla cada vez más.
Las temblorosas manos de Kelsey estiraron levemente su cabello castaño. Ella no sabía que decir, tenía razón, ella había tirado a la morena hacia él. Pero sólo era para que se divirtiesen un rato, no para acostarse. A Kelsey le sabía un sabor amargo en la boca al recordar eso.
-¿Cameron? Maldita sea, mírame.- rogó.-No sé que somos, ni lo que fuimos o seremos, pero se que eramos algo especial. Algo que daba celos a todas las parejas cursis, nuestra relación siempre ha sido la mejor...- el moreno interrumpió.
-Hasta ahora.- cortó. Kelsey la miró confundida.-Kelsey, no puedo seguir así.- admitió con dolor en sus palabras. La morena lo miró incrédula.
Lágrimas amenazaban salir por su bello rostro. Pero ella no lo dejaría verla llorar, se tragó todas las lágrimas y habló.
-Si es lo que tu quieres.- su voz se escuchó firme. Cameron volteó a verla con lágrimas cayendo de sus hermosos ojos cafés. Estaba sería y con los hombros tensos. No miraba a Cameron como siempre, tenía una mirada seca, no de ternura, tenía la boca formando un mohin, no de una fascinante sonrisa.
Cameron quería arrepentirse a lo dicho, pero Kelsey ya se había ido.
Se había ido.
Dicen que a veces te enamoras, pero a veces duele.