El concierto acababa de terminar y todos nos dirigimos al backstage para recoger nuestras cosas antes de marcharnos del estadio para ir al hotel. Justin se iría al hospital rápidamente para que le revisaran, tenían que observar su evolución, según habían dicho los médicos que le atendieron. Era por su propia seguridad.
"¿Tienes todo _____?" La voz de Jason me hizo bajar de mis pensamientos.
Me volteé para mirarle a sus ojos oscuros. "Si, acabo de recoger todo y voy." El asintió con su cabeza no muy convencido. El backstage estaba solo, sentí las pisadas de los zapatos de todas las personas que iban por el pasillo. Tragué saliva y suspiré profundamente cogiendo mi bolso y poniéndolo sobre mi hombro para salir de allí cuanto antes.
Vi a Justin a lo lejos del pasillo con la mayoría de personas. Sonreí, sabiendo que ya estaba mejor, aunque sabía perfectamente que el no estaba del todo bien. Lamí mis labios y seguí caminando cuando Bruce se acercó para llevarme las cosas. Sonreí agradecida y el hizo lo mismo.
"¿Te sientes mejor?" Hice una mueca con mis labios.
"Hmm si." Sonreí fingida, el frunció su ceño.
"No tienes porque mentir ______. Simplemente dilo, no te hará mal." Mordí mi labio agachando mi cabeza mirando al suelo que pisaba. Tenía razón. ¿Pero que sacaba con decirlo? ¿Que sacaba con decirle que realmente algo dentro de mi me estaba haciendo mal? ¿Que conseguiría reconociendo que sentía algo por Justin? NADA.
Tragué saliva y nos dirigimos hacia el coche en la parte trasera del estadio por donde saldríamos de allí. Me encontré con Justin mientras me acercaba al coche para montar. "¿Te encuentras mejor?" Sonreí levemente.
Asintió con su cabeza. "No te preocupes, estoy bien." No me convenció.
"¿Seguro?" Vi en sus ojos que no estaba diciendo la verdad, suerte que le llevarían a un hospital para que le revisaran. El asintió sonriendo mientras le quitaba importancia al asunto.
"Vamos." La voz de Scooter nos sacó de nuestra conversación y le miré.
"¿Estas mejor?" Me miró curioso. Alfredo también lo hizo... dios mío, me estaban poniendo nerviosa.
Asentí. "Si, gracias." Sonreí y rápidamente me metí en el asiento trasero del coche negro grande que nos llevaría de vuelta al hotel donde nos alojábamos en Londres.
El camino fue tan silencioso que si cerrabas los ojos te podía sentir tan sola, pero en realidad no lo estaba.
Llegamos al hotel y había algo de gente esperando a las afueras. Bajamos rápidamente y entramos al hotel para irnos a nuestras habitaciones, tenía que darme una ducha y cambiarme de ropa.
"______, te espero en tres cuartos de hora en el pasillo, nos vamos al hospital." Me detuve en la mitad del pasillo de camino a mi habitación y le miré a los ojos.
"Oh, claro. Pensaba que iríamos mas tarde a ver a Justin." El suspiró y me interrumpió cuando iba a abrir mi boca para decir algo.
"No ______, vas a que te revisen." Fruncí mi ceño.
"¿Que? No." Negué con mi cabeza. "Yo no voy a ir a ningún hospital a que me revisen."
"Por el amor de Dios _____, necesitas que te vea un médico. Estas agotada, te dio un ataque de ansiedad y puedo ver las ojeras debajo de tus ojos. Así que deja de ser una niña de cinco años con miedo a los hospitales y por una vez en tu vida hazme caso."
Arqueé mi ceja. "Nadie me dice que tengo que hacer Jason, y tu no eres la excepción." Tensé mi mandíbula mientras le miraba con rabia a los ojos. Odiaba que me dijeran lo que tenía que hacer.
"______. Es por tu propio bien, no lo estoy haciendo porque a mi me de la gana. Necesitas que te revisen y si no lo haces..."
"¿Que? ¿Que vas a hacer?" Puse mis manos en mi cintura, desafiándole tanto con la mirada como con mi tono de voz.
Tragó saliva. "Me encargaré de que no actúes en esas condiciones." Le odiaba. Mucho. Sabía que ese era mi punto débil.
Abrí mi boca para decirle todo lo que me pasaba por la cabeza, pero decidí que era mejor callarme antes de que dijera algo de lo que me podía arrepentir. Negué con mi cabeza y me di la vuelta para cerrar de un portazo la puerta de mi suite.
Me desnudé por completo y me metí en la ducha mientras me frotaba la piel con fuerza, deshaciéndome con rabia de toda la tensión que sentía. Apretaba mis dientes, tanto que casi me hacía daño en mis labios. Mi mandíbula estaba tensa y sentía un nudo en mi garganta que me hacía sentir angustia.
Noté las lágrimas construirse en la parte trasera de mis ojos. No podía mas. Alguna vez tenía que explotar. Y lo peor era cuando aguantabas tanto hasta que no podías más y todo se te venía encima a la vez, haciendo que te sintiera peor todavía.
Un sollozo ahogado salió de mi garganta y me apoyé contra la pared de la gran ducha, mientras el agua me lavaba el jabón de mi cuerpo. Las lágrimas se confundían con el agua caliente de la ducha. Tragué saliva mientras abría mis ojos y miraba aturdida a las baldosas blancas del baño.
Estaba rota por dentro... demasiado, tanto que no podía aguantar más. Sentí la necesidad de salir del baño y hacer algo para aliviarme, pero ese algo iba a dejar marcas en mi piel y en mis brazos. Nadie se podía enterar. Iba a ir a un hospital en cuestión de minutos y me iban a revisar. Ellos verían lo que había hecho y nadie podía saberlo. Y mucho menos ellos.
En el mundo en el que vivíamos, no se podía confiar en nadie, ni en tu propia familia, porque cuando menos te lo esperas, siempre hay alguien detrás de ti intentando clavarte una puñalada en la espalda y salirse con la suya. Yo no podía correr riesgos. Aunque no nos damos cuenta, todos días, cada segundo del día, corremos peligro.
Y lo peor es darte cuenta de que realmente no puedes confiar en nadie y al final ya no sabes a quien contarle las cosas. Porque tienes miedo de que esas personas te traicionen, como muchas personas lo hicieron en el pasado una y otra vez, sin importarles lo más mínimo tus sentimientos.
Salí de la ducha envuelta en una toalla. Mis ojos se cerraban mientras iba caminando del baño a la gran suite y me sentaba sobre la cama cómoda de la habitación. Suspiré cansada. La verdad, es que estaba tan agotada que no tenía ganas ni de andar.
Sequé mi pelo con una toalla y lo dejé suelto porque tenía calor. Me di crema en todas las partes de mi cuerpo y me puse unos jeans ajustados y algo desgastados con unas botas arrugadas negras y una camiseta de tirantes gris con una camiseta remangada a cuadros en tonos rojos por encima. Apenas tenía ganas de arreglarme. ¿Para que? Solo me iban a ver médicos... aunque también Justin.
Tragué saliva al recordarle. Justin. Pasé mis manos por mi pelo retirándolo de mi cara y me dirigí al baño para secarme algo mi cabello largo. Al cabo de minutos estaba lista. Cogí mi chaqueta de cuero negra y salí de allí con mi bolso. Ni siquiera miré a Jason a los ojos. Hice una mueca a Bruce y me puse a su lado para bajar en el ascensor y meterme en el coche que nos llevaría al hospital.
El camino no fue muy largo, hubiera sido menos si no fuera por el tráfico. Ni siquiera había cenado y mi estómago rugía, pero según Jason--que me hablaba aunque no le contestaba-- sería mejor hacer los análisis sin comer nada porque podría influir a los resultados.
Gilip*ollas. Estaba a punto de soltarle un codazo para que se callara y me dejara tranquila. Me estaba mareando mas de lo que estaba. Salimos del coche y bajamos para entrar al hospital. Una enfermera nos llevo a una planta y me dijeron que esperara en una sala para que me hicieran pruebas.
Llevaba mas de una hora allí metida, sin parar de ver pasar enfermeras, doctores, me pinchaban, me hacían análisis, me ponían esas cosas de metal, que me hacían temblar del frío que sentía, en mi pecho y espalda mirándome las pulsaciones.
Miré al techo y rápidamente entro un médico para decirme que me podía ir de la habitación. Las pruebas habían terminado, asentí con una sonrisa sobre mis labios y me arreglé mi ropa para salir poco después de la habitación. Los resultados habían salido todos bien, y lo único que tenía alterado era la tensión, pero era normal por el ataque de ansiedad.
Caminamos por el pasillo largo de aquel hospital. Bruce iba a mi lado y Jason delante de mi, se detuvo y me miró a los ojos. "______. El doctor me dijo que tenías que descansar. Si no te cuidas, podrías llegar a tener anemia y eso derivaría en consecuencias graves para tu rendimiento."
Asentí con mi cabeza. Sin saber porque sentí las lágrimas abrumar mis ojos. Estaba débil. Lo notaba. Estaba cansada, de todo y de todos. Sensible, agotada...
Hay momentos en los que lloras y no sabes porque. Pero realmente esas lágrimas salen porque no caben ya en tu cuerpo del dolor que tienes tan grande dentro. Una vez que lloras, no puedes evitar hacerlo mas veces. Te sientes mal, sensible... te sientes usada y utilizada. Te viene a la cabeza todo lo malo que te ha pasado a lo largo de tu vida y no te puedes evitar sentir mal y triste.
Ese era uno de esos momentos. Tragué saliva mientras el ascensor nos llevaba a otra planta. El pasillo estaba desierto, apenas había gente. "Justin esta mejor. Pronto le darán el alta si todo sale bien. Le han estado haciendo pruebas toda la noche." Asentí con mi cabeza, mientras divisaba a Chaz saliendo de la habitación.
"Hey, que pasa man." Bruce lo saludó con un gesto que en mi vida había visto. Me sorprendió su compenetración.
"Voy a coger algo de beber. Me muero de sed." Hizo un gesto haciéndonos reír divertidos.
"¿Esta Justin dentro todavía?" Jason le preguntó y el asintió.
"Si, todavía hay que esperar hasta que le den el alta. Esta solo escuchando música." Jason asintió con su cabeza y Chaz se fue por el pasillo, desapareciendo dentro del ascensor. Odiaba los hospitales.
Los dos se detuvieron en la puerta de la habitación sin apenas entrar. Les miré sin saber que demonios hacían parados en el pasillo. "¿No vais a entrar?"
Jason me miró. "Creo que será mejor que pases tu sola. Nosotros ya hemos estado con él bastante."
Miré a Bruce, que se encogió de hombros y sonrió levemente con complicidad. "Pasa tu, nosotros esperaremos aquí afuera. Creo que necesitas verle mas que nosotros." Sonrió de nuevo. No entendía en absoluto a que venía esa sonrisa.
Asentí con mi cabeza y abrí la puerta para pasar adentro. Miré a los lados de la habitación y justo vi a Justin mirando al techo, sin camiseta, tumbado sobre la cama. Lamió sus labios y miró al frente para coincidir sus ojos miel con los mío chocolate. Le sonreí levemente. El sonrió. "Hey. ¿Como estas? ¿Las pruebas salieron bien?"
Rápidamente sentí unas ganas terribles de llorar. ¿Que demonios me pasaba? No paraba de llorar y todavía tenía mas ganas. Quizás tenía mucho de lo que desahogarme.
Le miré, el me miró. Asentí con mi cabeza. Era como si el tiempo se parara y no supiera apenas que hacer o decir. "Salió todo bien." Hice una mueca, todavía desde la puerta. Suspiré.
"Jason me dijo que el doctor recomendaba que descansaras porque podrías tener anemia." Me miró a mis ojos cristalizados por las lágrimas retenidas y asentí con mi cabeza. Tenía miedo, joder.
Tragué saliva, intentando que el nudo en mi garganta se deshiciera. Pero no lo conseguí. Todavía seguía ahí. Suspiré profundamente intentando tranquilizarme. Lamí mis labios y miré a la habitación, intentando esquivar su mirada.
¿Sabes esas veces en las que no quieres mirar a una persona a la ojos porque sientes y sabes que te vas a romper delante de él? Pues eso es lo que me pasaba a mi en ese momento.
"Si. Pero lo demás esta bien." Sentí mis piernas flaquear. Dios, estaba tan cansada. Solo quería tumbarme en una cama y dormir y dormir por días. Lamí mis labios con nerviosismo.
"______, mírame." Mordí mi labio levantando mi mirada poco a poco. "¿______?" Tragué de nuevo saliva. Por fin le miré a sus ojos fijamente. Estaba confundido y algo asustado a juzgar de su expresión. Mordí mi labio y eso fue todo lo que pude hacer.
Estaba perdida, en su mirada y en lo que estaba pasando. Me había perdido a mi misma. Estaba tan jodida por dentro que apenas tenía ganas de llorar. Pero las lágrimas ya habían abrumado mis ojos por completo y era demasiado tarde para contenerlas.
Llevé mi mano a mi boca, conteniendo un sollozo. Mi mano temblaba. "Oh no, ______." Se incorporó en la cama para mirarme con mas facilidad pero estaba demasiado lejos. Se tumbó de nuevo al hacer una mueca con su cara. Tenía un gotero puesto a su brazo y le había tirado. Me alarmé.
"Lo siento." Dije entre sollozos, cerré mis ojos apretándolos con fuerza mientras las lágrimas caían sin parar por mis mejillas.
"Ven aquí." Me hizo un gesto con su mano para que fuera caminando hacia él y me acercara y eso hice. Tape mi boca mientras dejaba mi bolso a un lado, sobre un sillón cerca de la cama y me acerqué a él. Mordí mi labio sollozando, mi labio hacía pucheros y odiaba llorar delante de la gente y mas delante de él. No quería que me viera débil la gente que me importaba... y menos la gente a la que quería demasiado, como a él.
Tragué saliva mientras el me miraba con preocupación en sus ojos y me hacía un gesto para que me acercara a él sobre la cama. No me importó nada más, simplemente me agaché y me apoyé sobre él mientras envolvía sus dos brazos alrededor de mi y mi cabeza caía encima de él, sobre su hombro y al lado de su cuello. Olí su aroma a colonia de hombre y a jabón mientras me perdía por completo.
Olía tan jodidamente bien. Cerré mis ojos mientras las lágrimas caía por mis mejillas. Su mano izquierda acariciaba mi cabello de un modo reconfortante, suavemente, sin molestarme. Tragué saliva. Mis sollozos ahora eran mas constantes. "¿Que esta mal?" Sentí su voz retumbar en su pecho. No contesté, simplemente me aferré a él como si no fuera a haber mañana.
Cuando estas con una persona tan importante para ti y que quieres, te da igual el resto, solo quieres sentir sus brazos a tu alrededor y que te diga que todo esta bien. Porque aunque te digan precisamente los demás que todo irá bien, no crees, a menos que esa persona es la que esta en tu corazón. Esa persona esa la única que tiene el poder de hacerte sentir mejor y que todo este bien.
Tragué saliva, mientras sentía su respiración en mi oreja. "Shhh." Me intentaba calmar de vez en cuando. En poco tiempo, esta situación se había repetido ya dos veces y la verdad, no podía estar mejor consolada que por él.
Me aparté lentamente. "Lo siento." Mi voz era ronca, me tapé con mis manos mi rostro empapado en lágrimas. "Te dejé tu almohada mojada y tu cuello también." Reí entre sollozos. "Lo siento mucho."
"¿Porque lo sientes?" No contesté, no podía apenas hablar, porque sabía que iba a llorar de nuevo. "No te tapes, todos lloramos a veces. No pasa nada." Dijo con voz suave, intentando tranquilizarme. Agarró mi muñeca estirándose desde su sitio y la bajó para que no me tapara. Hizo lo mismo con su otra mano, bajándola hasta la altura de las suyas.
Me miró a los ojos, y era como si todo a mi alrededor se hubiera parado y solo existiera el, sus preciosos ojos mieles y su manera de tranquilizarme y consolarme. Todavía se escapó un sollozo de mis labios haciendo que estos temblaran. Agaché mi cabeza para que el no me viera.
"Hey. ¿Que esta mal?" Me hizo levantar mi cabeza para mirarle a los ojos. Yo negué con mi cabeza. Intentaba que no me sonsacara nada. No podía hablar apenas o si no lloraría mas y tendríamos que salir en barca de la habitación.
"Es solo que..." Me entrecorté, suspirando para calmarme.
"Tranquila." Dijo con voz suave... ¿Como no enamorarse de una persona tan buena como él? Lo raro era que su equipo no estuviera enamorado de él, si soy sincera.
Era tan... atento y escuchaba. Cosa que no todo el mundo hacía.
"Esta tarde recordé una etapa dura de mi vida." Mordí mi labio, me apoderé de mí misma y conseguí retener el sollozo que amenazaba con salir. Suspiré profundamente y miré al techo, todavía esquivando su mirada. Lamí mis labios, bajo su atenta mirada. "Tenía miedo de que te pasara lo mismo que a él..."
El me miro confuso en cuanto a lo que estaba hablando. Puesto que el no sabía nada de lo que decía. "Pero no me pasó nada. Ahora estoy bien. Solo tengo una maldita aguja clavada..." Dijo haciéndome reír por su tono de voz, mientras miraba al gotero de su costado. "Pero estoy bien y voy a volver a ca--" Rió divertido y negó con su cabeza. "Voy a volver al hotel en un rato. No te tienes que preocupar."
Mordí mi labio, lo mastiqué como si se tratara de un chicle. Los nervios aumentaron en mi organismo bajo su atenta mirada. Sonreí levemente mientras las lágrimas todavía bajaban por mis mejillas. "Tenía miedo." Me encogí de hombros.
"Pero no tienes porque tenerlo ahora que estoy bien." Sonrió intentando tranquilizarme a través de su mirada y su sonrisa. "Ven aquí." Palmeó con su mano a su lado en la cama y miré su costado sin saber que hacer muy bien.
Mi boca estaba seca. Lamí mis labios intentando mojarlos y tragué saliva humedeciendo mi garganta. Dudé, pero él dio mas palmaditas en su cama y me acerqué hacia él, apoyando mi trasero en la cama, se movió hacia un lado, donde tenía su gotero y me acomodé un poco en el colchón. "No te muevas, así esta bien." Le dije con apenas un hilo de voz. Asintió y me acercó con su mano en mi cintura abrazándome como pudo.
"Esta bien, ¿vale? No te preocupes."
"Tengo miedo también por lo que me pueda pasar." Dije en su oído a la vez que apoyaba mi barbilla sobre su hombro, sintiendo su calor contra mi cuerpo. No sabía muy bien si poner mis manos en su espalda desnuda, puesto que estaba sin camiseta y me iba a poner como un tomate de roja. Pero en un impulso, llevé mis manos a su espalda caliente. Acariciando su piel, sentí una corriente eléctrica recorrer todo mi cuerpo mientras mi respiración se enganchaba en mi garganta.
Pasaba mis dedos por su suave piel caliente, mientras cerraba mis ojos estando todavía aferrada a su cuerpo, y a la vez que me sostenía entre sus brazos... todo estaba bien para mí en ese momento. Ya nada me importaba. Solo eso.
"No te va a pasar nada si descansas. Tenemos unos días hasta llegar a España y Portugal. Te van a venir bien, a ti y a mi." Reímos los dos divertidos.
Me hacía sonreir con solo su voz y sus comentarios. Era increíble lo que una persona como él te podía hacer sentir a través de sus palabras. Me sentía como una belieber más.
Es más... era Belieber.
"Me alegra verte sonreir." Dijo nada mas apartarme de él. Me encogí de hombros haciendo una mueca con mis labios. Estaba justo a su lado, la distancia apenas estaba entre nosotros. Miraba a las sábanas de la cama, me sonrojaría si le miraba tan de cerca. Estaba segura de ello.
Lamí mis labios y su mano se posó en mi mejilla, limpiando con su pulgar una lágrima que se había escapado de nuevo de mis ojos llorosos. Acarició con su dedo la piel de mi mejilla, haciendo que subiera mi mirada hacia sus ojos. Nos miramos. Estaba sin aliento, apenas podía decir nada. ¿No decían que una mirada valía mas que miles de palabras?
Llevé mi mano hacia la suya que acariciaba mi mejilla, y la toqué acariciando sus dedos. Estaba perdida en su mirada. Lamí mis labios de nuevo. "Gracias." Susurré.
"No tienes por que darlas." Sus palabras me dejaron sin respiración.
Sonreí tímidamente.
De repente la puerta se abrió de par en par rápidamente. Haciendo que nos estremeciéramos los dos y miráramos a la puerta. Era Jason entrando con un doctor y Scooter detrás.
Mier*da. Y yo sentada en la cama de Justin. Se pensarían que... Oh Dios mío. Me levanté de repente de la cama y me puse de pie en la habitación mientras Justin me miraba curioso. "Señor Bieber, puede irse. Le hemos echo todas las pruebas necesarias y no tiene nada. Pero tiene que guardar reposo, no sería bueno que le pasara esto de nuevo." Justin asintió mientras le miraba con seriedad a aquel hombre de blanco.
"Gracias."
"De nada Señor Bieber." Sonrió, dándole la mano para que la sacudiera. Miré la escena al detalle y el doctor se despidió de todos para marcharse finalmente de la habitación.
"Entonces, recoge todo y vístete Justin, nos vamos." Scooter dijo cortando el silencio. Sentí una alegría en mi interior tan inmensa que quería gritar de emoción. ¿Porque demonios me ponía de esa forma? Parecía una niña de cinco años.
Jason clavó su mirada en mi, preguntándome con sus ojos algo de lo que sabía que me iba a preguntar. Arqueé mi ceja. No le iba a contestar... eso era lo que él mas odiaba y yo estaba enfadada con él.
Todos salieron de allí mientras Justin se levantaba de la cama, una enfermera le acababa de quitar el gotero consumido por completo y se habían ido de la habitación. "Te veo luego."
"Oh, pensaba que te ibas a quedar mientras me cambiaba." Sonrió mientras buscaba sus cosas en la silla donde estaba su ropa. Arqueé mi ceja. Estaba bromeando, pero no pude evitar ponerme nerviosa.
"Si, mas quisieras Bieber." Dije con diversión y sarcasmo en mis palabras, aunque una parte en mi cabeza me pidió que me quedara.
El rió y salí del cuarto finalmente, cerrando la puerta detrás de mí.
Puedes negarlo todo lo que quieras, pero te morías de ganas por verle desnudo.
Una voz detrás de mi cabeza me hizo estremecer mientras veía a Scooter hablar con Jason y Bruce y Chaz reír por algún comentario. Tragué saliva con dificultad. Oh dios mío, ¿me estaba volviendo loca o realmente esa voz estaba ahí?
Sacudí mi cabeza. Y justo cuando Jason me iba a preguntar algo abrí mi boca sin dejarle oportunidad a que hablara. Sonreí en mi interior por eso. "Iré a por una botella de agua."
Minutos después llegué a la habitación de Justin, mejor dicho, al pasillo, porque ya había salido. "¿Nos vamos?" Me miraron todos y yo asentí. Caminamos por los pasillos, como era de noche apenas había gente. Salimos del hospital y había cámaras. ¿Como demonios estaban ahí a esas horas de la madrugada?
Corrí con Bruce a mi espalda. Justin iba delante con un par de guardaespaldas mas y rápidamente llegamos al coche. Nos fuimos todos hacia el hotel. Tenía sueño. Estaba agotada. Me apoyé sobre mi mano y mi codo, que estaba en la ventanilla. Miraba las calles desiertas a esa hora de la noche en Londres. Hacía fresco.
Mis ojos pesaban. Había conseguido comer algo en el hospital, pero esa comida no se la deseo ni a mi peor enemigo. No duraría allí ni una sola semana comiendo eso.
Bostecé y froté mis ojos mientras Scooter y Justin me miraban curiosos.
"¿Que?" Me encogí de hombros. "Estoy muriendo de sueño." Hice una mueca y ellos rieron divertidos.
Suspiré profundamente a la vez que no podía evitar sonreir y minutos después llegamos al hotel. Nos dirigimos a nuestras habitaciones. Justo al echar mi cabeza sobre el cómodo almohadón de mi habitación, me sumergí en un profundo sueño de los brazos de Morfeo. Lo último que pasó por mi mente, fue aquel abrazo de Justin y su olor a limpio.
--
Suspiré profundamente mientras estiraba todas mis extremidades sobre la cama. Había dormido tan bien, pero todavía no tenía ganas de levantarme de la cama. Miré fijamente al techo de la habitación como por unos minutos y luego me incorporé en la cama. Me dolía mi cabeza. Tragué saliva y me levanté de la cama para ir hacia el baño.
Eran las diez y media de la mañana y me tenía que dar una ducha y vestir antes de comer algo para desayunar. Me di una ducha intentando salir del mundo en el que estaba todas las mañanas y salí para vestirme. El desayuno me lo subieron a la habitación y justo cuando salí del baño después de vestirme vi una bandeja con comida. Mi estómago rugió tanto que se pudo escuchar hasta en la planta de abajo.
Lamí mis labios y me senté en el sofá, mientras encendía la TV de plasma y ponía el primer canal que salió. Eché algo de zumo en una copa de cristal y cogí un croissant para comerlo mientras veía las noticias."Justin Bieber se desmaya en medio del concierto que daba el Londres." Casi me atraganto al leer ese titular. Respiré hondo y tragué.
Escuché la noticia atentamente y luego me dediqué a desayunar. Hacía mucho tiempo que no tenía tanto hambre. Lavé mis dientes y me dediqué a escuchar música mientras miraba por la ventana del hotel. La mañana estaba nublada, no llovía, pero por la noche parecía que si lo había hecho. Suspiré mientras observaba atentamente como las personas caminaban para ir a sus trabajos. Era Viernes.
La música de mi iPhone se interrumpió al vibrar cuando me mandaron un mensaje. Pensé en Jason, pero para el contactar conmigo era tan fácil como salir de su cuarto, andar cinco pasos y llamar a mi puerta.
Miré la pantalla y me estremecí al ver de nuevo "Desconocido." Maldita sea. No. Maldito hijo de pu*ta.
De: Desconocido
¿Como esta Bieber después de desmayarse? Espero que no tan mal como tu... no es saludable llorar tanto y menos los ataques de ansiedad.
Por cierto, espero que te gustara tu desayuno
¿Que? ¿Mi desayuno? Oh dios mío, aquel tara*do debía de haber puesto algo en el desayuno.
Corrí rápidamente por la habitación hasta la mesa donde estaba todavía la bandeja de desayuno. Miré en todo. Solo había comido un croissant, tampoco me había dado tiempo a más. Tragué saliva con dificultad.
Joder. ¿Que se suponía que debía de hacer ahora?
Cogí el teléfono de la habitación, marcando el número de servicio de habitaciones. Mis nerviosa aumentaban por momentos. ¿Quien había dicho descansar? Ugh.
"Servicio de habitaciones, buenos días. ¿Que desea?" Una voz masculina sonó al otro lado del teléfono educadamente.
"Buenos días..." Mi respiración me traicionaba. "¿Alguien ordenó un desayuno a este número de habitación?" Esperé su respuesta impaciente.
"Espere un momento señorita. Ahora mismo se lo digo."
"Vale." Pasé mi otra mano por mi rostro con frustración. Mi corazón se iba a salir de mi pecho. Ya no estaba a salvo de aquel psicópata ni en hoteles. Se lo tendría que decir a Jason... Tarde o temprano. Pero tenía miedo. ¿Que si se enteraba que lo había dicho y me hacía daño?
Negué con mi cabeza.
"Emm... Señorita, la habitación incluye desayuno, pero esta mañana una persona nos pidió que se la lleváramos a la habitación."
"¿Quien?"
"Lo siento pero no dijo nombre."
Tragué mi saliva. Agua. Necesitaba agua.
Suspiré intentando tranquilizarme. "Esta bien. Gracias."
Colgué el teléfono antes de que el pobre hombre dijera nada y miré a la habitación mientras mi iPhone vibraba de nuevo sobre la meas de cristal de la gran suite.
Lo cogí rápidamente.
De: Desconocido
Puedes respirar tranquila nena. No puse veneno en tu desayuno.
No fui yo
"¿Entonces, quien ha sido?" Me levanté del sofá y caminé por la habitación. Si no había sido él, entonces no tenía nada de lo que preocuparme. La puerta de la habitación sonó.
"¿Si?" Grité.
"Servicio de habitaciones." Suspiré.
"Pueden pasar." Grité de nuevo y caminé por la habitación mientras la puerta se abría.
"¿No quiere mas desayuno?" Un señor algo entrado en años me miró con una sonrisa agradablemente. Negué con mi cabeza sonriendo.
"No, gracias. No tengo hambre."
"Oh, entonces que tenga un buen día." Sonreí en respuesta y se fue justo al mismo tiempo que iba a cerrar la puerta una persona entró a la habitación.
Me volví despreocupadamente. "Gracias, pero no voy a querer mas desayu--" Tragué saliva sorprendida al ver a Justin allí. "Oh, Justin."
"No desayunaste nada." Frunció su ceño.
"Oh, hmm... no tenía hambre." Hice una mueca.
"Pensé que comerías más después de salir del hospital." Tragué saliva.
"¿Tu ordenaste el desayuno para que lo trajeran a la habitación?" Le pregunté mientras el se acercaba a donde estaba yo de pie.
Se encogió de hombros. "Jason me dijo que lo hiciera. Se tuvo que ir temprano esta mañana con Scooter. Querían aprovechar las últimas horas en Londres para visitar lugares y comprar algunas cosas." Sonreí algo decepcionada por su respuesta.
¿De verdad creías que el se iba a preocupar de ti tanto? Por dios ______ no eres su jodida novia.
Mi rostro se oscureció con tristeza. Maldita voz en mi cabeza.
"Gracias por hacer eso." Sonreí.
"No importa. Yo también lo pedí para mí mismo."
Sonreí simplemente sin saber mas que decir. "¿Estas mejor?"
Asintió con su cabeza mirándome directamente a los ojos. "Si, ¿Y tu?"
"También. He dormido como no lo hacía en meses."
"Me alegro." Rió divertido.
"No te esperaba aquí a estas horas." Era la verdad, ni siquiera le esperaba aquí.
"Hmm... venía para preguntarte si querías venirte con nosotros a comer algo fuera."
En ese momento me di cuenta de lo que llevaba puesto. Unos pantalones de chandal grises, una sudadera sin capucha en rojo y unas supra en blanco.
"Claro. Espera, voy a coger mis cosas." El asintió con su cabeza, mirando a la habitación con curiosidad mientras cogía uno de mis bolsos y metía mis cosas. Cogí mi chaqueta de cuero negra y colgué mi bolso después de ponérmela. Sostuve mi iPhone sobre mi mano y miré curiosa a Justin, sonriendo.
"¿Que miras?" Dije divertida riendo.
"Oh, nada. Me gusta tu habitación." Contestó terminando de mirar la cama desecha.
"A mi también." Sonreímos los dos. "¿Nos vamos?" Asintió con su cabeza y nos fuimos de la habitación.
No había tenido muchas ganas de arreglarme. Opté por las botas de la anterior noche, arrugadas negras y unos jeans negros ajustados con un jersey gris sin hombro. Mi bolso también era negro. Caminamos por el pasillo y nos metimos en el ascensor en silencio.
"¿Donde iremos a comer?" Le miré con curiosidad.
"No lo se." Se encogió de hombros.
"¿Puedo elegir?" Hice un puchero con mis labios.
Arqueó su ceja. "Hey! Yo soy el enfermo. Yo elijo." Le miré con incredulidad.
"Yo también estuve enferma ayer Justin..." Crucé mis brazos sobre mi pecho mientras le miraba con cara de pocos amigos, en realidad lo hacía en broma.
Ladeó su cabeza, podía notar la diversión en sus ojos.
"¿No te dijeron eso de que a las mujeres hay que dejarlas pasar antes a un coche?" Me miró curioso.
"Si, pero eso no tiene nada que ver."
"Claro que si. Esto es igual que eso, tienes que dejar a las mujeres elegir." Sonreí triunfante. Iba a decir algo pero se detuvo y se calló. Reí divertida.
"Mujeres." Negó con su cabeza mirando al techo.
Le di un codazo en su brazo para recriminarle su comentario.
"Ouch!" Se quejó en voz alta, llevándose su mano izquierda a su brazo. "Es el brazo en el que tenía el gotero!"
Abrí mis ojos completamente, tragando saliva. Me alarmó tanto y me asustó que sentí ganas de pedirle perdón hasta por aquella vez que cogí uno de sus gorros sin decir nada porque necesitaba uno, y se lo rompí sin querer--si te estas preguntando que pasó...el gorro apareció en su habitación, se enfadó mucho y nunca le dije que había sido yo... ups--
"Oh Dios mío Justin. Lo siento mucho." Se podía ver la angustia en mis ojos, toqué suavemente su brazo remangado. "¿Estas bien?" Dije sintiéndome culpable.
El rió y sus carcajadas resonaron en el interior del ascensor.
Abrí mi boca indignada. "Gilipo*llas!" Le pegué esta vez en su pecho y salí del ascensor porque ya había llegado al hall.
"Hey!" Gritó para que me volviera, pero al contrario caminé sin hacerle caso. "Vamos _____, solo bromeaba." Reía divertido mientras se ponía a mi lado. Mi cara estaba sería.
"Cállate." Dije enfadada. Odiaba que hicieran eso. Y mas que él fingiera que le había hecho daño, haciéndome sentir culpable.
"Venga _____, no te pongas así." Siguió caminando a mi lado mientras divisaba a los guardaespaldas de Justin a la entra del hotel, esperándonos.
"Me hiciste sentir la peor persona!" Me quejé sin ni siquiera mirarle a los ojos. Caminando hacia sus guardaespaldas. Ni siquiera le dio tiempo a contestar porque le interrumpí, haciendo que Justin frunciera el ceño. "¿Nos vamos?" Sonreí a uno de los guardaespaldas, el asintió con su cabeza.
Salimos del hotel. Había paparazzi en la puerta. Mier*da. Salí yo primero con uno de los guardaespaldas y me metí en el coche grande que nos estaba esperando en la acerca que daba al hotel. Me metí rápidamente y luego salió Justin del hotel, le inundaban a preguntas sin parar y no paraban de hacer fotos. Rápidamente, corriendo, entro como pudo dentro del gran coche y se sentó. Me acomodé en mi asiento y justo cuando lo estaba haciendo, sentí desde afuera unos gritos de un hombre.
Justin frunció el ceño y miró a través de la ventanilla. Noté como su mandíbula se tensaba. Oh mier*da. Escuchaba atentamente todas las palabras que decía.
"Vete a la mier*da a América, pu*to idi*ota." Tragué saliva sintiendo el cuerpo de Justins tensarse.
Ocurrió en segundos, ni siquiera me dio tiempo a reaccionar porque rápidamente el salió del gran SUV negro al abrir la puerta y se lanzó a la calle. Intenté alcanzarle pero fue demasiado tarde. Miraba la escena desde los cristales tintados del gran coche.
"¿Que co*ño dijiste? ¿Que dijiste?" Justin gritó lanzándose hacia el cámara calvo todavía enfrentándose a él. Pero uno de los guardaespaldas sostuvo a Justin, evitando que el le pegara. Mi corazón iba a mil por hora. Pensaba que me iba a dar algo. No podía hacer nada. No podía salir. Tragué saliva.
"Te daré una jodida paliza." El guardaespaldas intentó calmar a Justin haciendo que regresara hacia la SUV negra y Justin le dio la espalda intentando subir de nuevo al gran coche. "No me importa una mier*da quien seas." Se sentó de nuevo en su asiento mientras se escuchaba en el fondo los insultos de aquel hombre, por llamarle de alguna forma adecuada. Aunque no se asemejaba ni eso.
"Vuelve aquí mari*cón. Ven aquí pu*to mar*icón." Aquella persona seguía diciendo, mientras Justin respiraba agitadamente y intentaba tranquilizarle.
"No le hagas caso. Pasa de él Justin. No vale la pena." Su mandíbula seguía tensa. No decía nada. En ese momento la puerta se abrió de nuevo y entró uno de los guardaespaldas, sentándose delante de nosotros y el coche arrancó mientras miraba desde el interior a aquel personaje.
"Gilipo*llas. Me ha ido a buscar. Lo se. Ha ido a joderme para que le contestara e hiciera algo y las cámaras lo grabaran." Justin murmuraba entre respiraciones agitadas. Le miré, él miraba al suelo, no decía nada. Estaba irreconocible. Nunca le había visto tan fuera de sí.
"La gente solo quiere eso, pero la clave esta en no darles lo que quieren." El guardaespaldas dijo delante de nosotros, le miré y asentí en acuerdo con él. Justin levantó su cabeza y le miró, suspirando mas tranquilamente.
"No les dejes que se metan en tu cabeza... una vez que lo hacen es fácil hacer lo que ellos quieren hacerte." Tragué saliva mirándole mientras pasaba mi mano por su espalda, tranquilizándole a la vez que le acariciaba.
"Ese tipo de hombres no valen la pena." El guardaespaldas dijo mirando a Justin.
"¿Hombre? Un hombre no intenta sacar de sus casillas a un chico de diecinueve años para que se lancé contra él porque quiere sacarlo de sus casillas mientras le provoca mas y consigue lo que todos quieren para destruirle." Ya esta, lo había dicho. Eso era lo que pensaba. "Ha sido un gilipo*llas y algo peor que no voy a decir." Suspiré frustrada.
Me dolía ver a Justin de esa forma y me jodía que esas "personas" se salieran con la suya haciéndole daño. Porque sabía que estaba dañado en su interior, por todo lo que había estado pasando los últimos días.
"Se podía ir a la jodida mier*da." Dije entre dientes con rabia. Justin se volvió y me miró a los ojos esbozando una mueca.
"Vaya, nunca te había visto así de enfadada."
"No quisieras verme así." Hice un gesto con mi cara y el rió. Mientras intentaba tranquilizarle. Suspiró, mirando por al ventana a la vez que se recostaba en su asiento del coche, bajo la mirada del guardaespaldas y yo.
"Ha sido una semana de mier*da... no se la deseo a nadie." Le comprendí tanto.
Es decir, tan solo es un chico de diecinueve años, no un hombre de treinta, famoso que esta acostumbrado a todo esto porque lleva toda su vida delante de una cámara.
A veces la gente se olvidaba que detrás de la fachada de una estrella adolescente, y detrás de aquella pared de chico famoso, rico, querido por millones de chicas y guapo, que intentaba vivir su vida lo mejor que podía, había una persona que con cada palabra de odio se rompía por dentro un poco más.
La gente a veces... no sabía que Justin Bieber también era persona, antes de artista.
Le miré a los ojos. Le abracé intentando tranquilizarle, como una amiga tranquiliza a su amigo, aunque me gustaría que fuera mucho más.
Él estaba mal y lo sabía.
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IMPOSSIBLE ESTA DEVUELTA!! ¿Que les parecio el capitulo? Para mi fue tan kahdkjhsaudioysadudjhsda lol
WHOA!! Ayer me dieron mi celular de nuevo. Viaje ese mismo dia en la noche y recien llegue. POR ESO... Les subi 2 caps ((:
LOVEU!<3