𝗢𝟮𝟵. más cerca de la muerte
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Cada uno fue a hospedarse a una celda, cada uno tendría a una pareja por si las cosas llegasen a salir mal. A Rachel claramente le tocó con Glenn, ambos dormirían en la cama de abajo mientras Suni dormiría arriba, la niña al principio quería estar con Carl, pero ya el niño dormiría con su padre en la celda.
La celda estaba llena de sangre y suciedad, tanto en el suelo como la pared. El lugar olía asqueroso—toda la prisión en sí—, pero a la castaña no le importó. Estaba muy feliz de que por fin encontraron un lugar seguro, donde podrían dormir sin preocuparse de que los caminantes irrumpieran su lugar, junto a Glenn, Suni y el grupo.
—Aún puedo sentir tu emoción...—susurró Glenn en su oído. Habían pasado pocas horas desde que cada uno se hospedó en una celda, y todos en la prisión estaban dormidos menos Rachel, que a pesar de sentirse en un lugar seguro, estar acostumbrada a estar despierta ante el peligro se había hecho costumbre.
—Creo que aún sigo teniendo energía acumulada...—susurró sin voltearse, Glenn se encontraba detrás de ella mientras ambos estaban acostados en la cama de la celda, en la segunda cama de arriba Suni se encontraba profundamente dormida.
—Yo puedo ayudarte a disminuir esa energía...—ella sabía aquellas dobles intenciones en las palabras del asiático, así que aquello hizo que una energía extraña pasara por toda su espina dorsal.
—Suni está arriba, Glenn...—susurró a pesar de que también tenía ganas de ello, sin embargo, Glenn en ves de emitir palabra alguna, Rachel sintió como la mano del asiático descendió por la pierna de ella, hasta subir hasta su cuello, donde empezó a masajear con lentitud. Rachel tragó saliva.—Glenn...
—Está dormida y no nos ve...—susurró, su mano se movió hacia la blusa de tirantes y de botones que tenía la castaña, allí, empezó a masajear con lentitud el pezón de la mujer por encima de la ropa. Aquello hizo que Rachel cerrara los ojos ante el placer que le producía aquello.
Rachel se relamió los labios cuando la mano descendió por dentro de la ropa de su novia, ahora adentrándose a su ropa y de inmediato encontrando el pezón, antes de ello, se relamió el dedo con su saliva, un jadeo pequeño salió de los labios de Rachel cuando los fríos dedos de Glenn encontraron su pezón de vuelta. Ella alzó la mano, y descendió de dos botones más de su camisa—para que la mano de Glenn pueda entrar mejor—, él inmediato empezó a masajear con un poco más de fuerza aquella zona, la castaña se llevó una mano a la boca para evitar soltar gemidos debido a que la prisión estaba muy silenciosa y cualquiera podía escucharla.
Y Suni estaba arriba.
La otra mano de Glenn descendió por su pierna, haciendo que un escalofrío pasara por todo el cuerpo de la castaña, se sentía tan mojada allá abajo que agradeció cuando Glenn metió una mano por su pantalón.
—Uhmm...—suspiró cuando Glenn empezó a masajear su clítoris con lentitud, apretó más su mano contra su boca, una sonrisa burlona adornó el rostro de Glenn.
—Y eso que no querías..—y su movimiento en ambas manos empezó hacer más fuerte, haciendo a la castaña emitir gemidos en voz baja que no sabría si podía seguir conteniéndose. Rachel cerró los ojos con fuerza cuando sintió la corriente pasar por todo su cuerpo, para tan solo cortos segundos después Glenn retirar su mano de allá abajo, lamiendo su dedo.
—Creo que ya podrás dormir...—susurró rodeando su abdomen con sus brazos, Rachel dejó escapar varios jadeos ante de cerrar los ojos y dormirse.
La mañana siguiente llegó, y despertaron a la misma hora que despertaba hace meses. Era bastante temprano, debido a que irían al siguiente bloque para eliminar a los caminantes. Al principio, Glenn quería ir solo, pero Rachel le terminó convenciendo de que era mejor ir todos, así podría haber más protección, y por supuesto Rick estuvo de acuerdo ante eso.
Rachel ni loca dejaría ir al asiático solo entre la oscuridad, a un lugar rodeado completamente desconocido que fácilmente podría estar lleno de caminantes, era mejor ir todos y cuidarse las espaldas.
—¿Mamá, van tardar mucho?
La castaña sonrió y se arrodilló frente a ella, acariciándole el cabello con lentitud.—Cariño, vamos hacer todo lo que podamos, vamos a tener fe en ello, ¿sí?—la niña asintió.—¿Recuerdas cuando Andrea dijo que entraríamos dentro de poco a agosto?
—Eso fue hace un tiempo, mamá.—Suni hizo una mueca.—¿Ya pasó mi cumpleaños, verdad?
Rachel sonrió levemente.—Tienes nuevo años, y ni siquiera sé hace cuanto.—la castaña hace una mueca con triste, Suni se encoge de hombros.
—Ya no es lo que importa, ¿no?—Suni suspira.—Lo que importa es vivir.
Rachel asiente, aún con la mueca adornando su rostro.—¿Por que no te quedas con Beth y Carl hasta que volvamos? seguro querrán estar contigo un rato, sobre todo Carl.—la niña asiente.
—Vengan a salvo, por favor.
—Vamos a volver a salvo, pequeña.—Glenn aparece por su lado, recargando su arma. Suni voltea a mirarlo con una leve sonrisa, Glenn sonríe y se agacha hasta su altura.—Mantén a todos a salvo aquí, ¿bien?—ella sonríe completamente, sintiéndose bien de que su papá confíe en ella.
—Lo haré, cuando ustedes lleguen todo estará en orden.—Suni alza el pulgar, aún con una fresca sonrisa en sus labios. La niña se retira hasta al lado de T-Dog, que se veía bastante solo.
—¿Pasa algo, pequeña?—T-Dog deja de limpiar su arma para mirar a Suni, ella se encoge de hombros.
—Vuelve a salvo, hombros anchos.—el ríe entre dientes y niega.
—Eres una ternura, jovencita.
—Ya se disparar, no soy una ternura.—la niña frunce el ceño, T-Dog sonríe.
—Sigues siendo una ternurita, pequeña Rhee.
Glenn se acercó a Rachel al notar su mirada preocupada.
—¿Estás segura de que quieras ir?
—Glenn, estoy segura. Además ya hablamos de esto.—él asiente y carraspea.
—Solo, no quiero que te pasa nada. Ten.—él se colocó detrás de ella, ayudándola a colocarse el chaleco, ella sonríe con diversión.
—Gracias Señor Rhee.—él asiente y sonríe.
—Vamos.—la castaña enfoca su mirada en su hija, sonriéndole con lentitud. Suni mira a sus padres y alza sus pulgares con una gran sonrisa, deseándoles suerte. Glenn y Rachel comparten una mirada antes de salir, con la compañía de Maggie.
Rick iba por la delantera mientras que los demás lo cubríamos por detrás. El corazón de Rachel latía tan rápido que aquello le ponía de los nervios, lo único que esperaba era que las cosas no saliesen mal, pero lastimosamente sentía que algo malo iba a pasar, sentía un fuerte dolor en su pecho que parecía que no quería calmarse.
En los pasillos no habían nada más que caminantes muertos tirados por el sucio suelo del lugar, y aquello causaba arcadas a la castaña; nadie hablaba y solo se podían escuchar sus mismos pasos.
En el pasillo se empezaron a escuchar ruidos, ruidos que no eran del grupo, eran ruidos de otra persona o de un caminante. Las cosas empezaron a salir mal cuando de un momento a otro cuando los sonidos se hicieron presente, y ahí se dieron cuenta de que se trataban de gruñidos; era una manada, una manada casi completa.
—¡Caminantes!—ese grito salió de la garganta de Rachel que hizo que se raspara la misma.
—¡Por aquí!—todos siguieron trotando a Rick, la castaña se topó con unos caminantes así que se tuvo que dar la vuelta, perdiéndose del grupo. Ella corrió lo más rápido que pudo tratando de encontrar a algún miembro, sentía su corazón latir con fuerzas al darse cuenta de que nadie estaba con ella y ya no escuchaba nada.
Se chocó con unos cuatro caminantes, los cuales mató más rápido de lo que pensó que lo haría. Siguió corriendo, buscando o tratando de escuchar algún sonido que la indicase donde se encontraba el grupo.
—¿Glenn? ¿Rick? ¿Hershel? ¿Daryl? ¿Maggie?—susurró no tan alto, pero si lo posible para que un humano la escuchase, no recibió respuesta por lo cual siguió caminando tratando de no tomarse con ningún caminante.
En su mano derecha portaba su arma mientras que en la historia tenía una pequeña linterna para iluminar el entorno, su mirada viajaba a todos lados tratando de buscar algún indicio de que el grupo estaba ahí recientemente.
Paró abruptamente cuando unos gritos se hicieron presentes, la castaña corrió lo más rápido posible hacia el lugar de donde provenían, y paró en seco cuando encontró la escena protagonista; Hershel, su pierna un caminante la había mordido.
—¡Hershel!
Todos aparecieron, y la castaña soltó un suspiro de alivio cuando su mirada se cruzó con la de Glenn. Los hombros lo ayudaron a caminar, más de una docena de caminantes venía en dirección hacia ellos, Rachel, al no saber que hacer, empezó a dispararles a los caminantes cercanos que llegaban.
—¡Estamos bloqueados!—el grito de Rick hizo que su corazón saltara asustado, llegaron a un lugar vacío, al entrar completamente, entre Daryl y Rachel cerraron la puerta antes de que algún caminante les tome por sorpresa.
T-Dog, Daryl y Rachel bloquearon la puerta mientras veían como a Hershel lo colocaban en el suelo, Rick cogió un hacha y la castaña inmediato apartó la mirada, cerrando los ojos con fuerza.
Los jadeos de Hershel se hicieron presente cuando Rick empezó a cortar su pierna, un escalofrío pasó por el cuerpo de la castaña. Al girar la mirada, se topó con la mirada asustada de Glenn.
Rick terminó con su parte, dispuesto a vendar a Hershel, pero un susurro de parte de Daryl lo hizo detenerse.
—Agáchense.—todos le hicieron caso al arquero, tirándose al suelo de inmediato. La castaña, al girar su vista, se encontró con las miradas de unos hombres tras las rejas, vestían de prisioneros y tenían una cara de confusión mezcladas con curiosidad.
—Maldición.