Boogie puede manipular tu sistema óptico y hacerte ver tus peores pesadillas. Crea un ambiente completamente diferente a lo que te rodea y si no te mueres del susto, saldrás corriendo sin parar ni mirar atrás jamás. Me gustaría evitar esto y no hacerle esto a una chica tan... pero... Debo, por el bien de Blood Born High. Decidí ayudar a Boogie antes de que la chica llegara a la oficina de nuevo así que la llame a un salón vacío y tenebroso. Era un salón el cual la puerta de enfrente estaba raspada y llena de marcas. Al entrar, los pupitres y escritorios estaban en el techo y la pizarra se escribía sola. En realidad, era un amigo mío invisible escribiendo, pero le hice señas de que siguiera y no hablara, los asientos en el techo son para que los vampiros practiquen su suspensión gravitacional sin sus formas de murciélagos.
Entramos al salón y la chica no se asombró, de pronto me tenían que dar un Oscar por lo que estaba haciendo. Me tiré al suelo y comencé a gritar y pedir ayuda hasta que Boogie me arrastró hacia las esquinas oscuras del salón con su brazo en forma demoniaca como una sombra. Ariel ni siquiera reacciono.
Boogie apareció frente a ella en forma de sombra como si fuera un demonio con cuernos y garras. La chica no reaccionó y simplemente movió una lámpara que estaba a su lado y la sombra desapareció.
Boogie utilizó Boogiemare para enseñarle su miedo más profundo. La chica por un momento abrió los ojos como platos y postró su mano en su pecho en el lado izquierdo, cerró los ojos y los volvió a abrir, salió del salón y se dirigió a la oficina.
— Esa chica no debe de ser humana. –dije mientras Boogie se encontraba a mi lado boquiabierto hasta que terminé la oración y comenzó a llorar.
— Resistió mi Boogiemare... Es increíble, nadie puede resistirlo. ¡Ya no tengo razones para vivir! –dijo Boogie hasta que de pronto observó la puerta afuera y Ariel salió corriendo, tomó el autobús y se fue.
— ¿Por qué se habrá ido? ¿Ganamos? –sospechosamente dije mientras pensaba que hacía falta algo. Me dirigí a la oficina para hablar con el resto.
Entré a la oficina y ya tenían una fiesta. Mi padre bebiendo, Mary gritando como loca y Frankenstein dando vueltas en su silla como un retrasado y todos gritando. Al parecer sí nos deshicimos de la chica.
— Jamás dudé de mi Boogiemare, Drake, dije que funcionaría.
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Ariel POV
— ¡Me he olvidado de mi almuerzo en casa! –dijo la chica sentada en el autobús– Ahora tengo que ir a casa y volver aquí de nuevo...