Más solo que nunca.
Así se sentía Taehyung.
Agotado por el desgaste físico al arruinar su cuarto, se quedó dormido en su suave cama, esa donde había pasado momentos maravillosos con Hoseok.
Más el sonido de su móvil lo despertó de un salto. Saliendo de su cama, se arrodilló para estar debajo de esta pues, para su sorpresa, ahí se encontraba el aparato. No tomó mucha importancia a eso, solo quería contestar esa llamada.
Apenas pudo ver el nombre de Hoseok en la pantalla, hizo lo que tiempo atrás no hubiera hecho.
Contestar.
Al otro lado de la línea se escuchó un suspiro de alivio. Hoseok había intentado comunicarse con el menor enumeradas veces pero este no contestaba.
–No me odies. – musitó Taehyung rápidamente, aun debajo de la cama, se sintió tan pequeño y la oscuridad no ayudaba a que se serenara.
Esa noche fue la primera vez que ambos se escucharon después de largos meses, que hasta sintieron que habían cambiado. Y tal como Hoseok le había prometido al menor, no hablaron de cosas del pasado o de su casi fantasma relación. Hoseok calmó al menor como lo hubiera hecho si hubiera estado ahí, excepto por el contacto físico, olvidando que lo quería abrazar y envolver en miles de besos, solo pudo darle palabras reconfortantes, tal y como lo había hecho años atrás... toda su vida.
~
A la mañana siguiente Mary ofreció al menor a que viviera con él; por miedo a que cometa otras locuras, no podía verlo cada momento pero en su casa si podría, al menos más que ahí. Pero Taehyung se negó rotundamente, no quería perder los últimos recuerdos de Hoseok con él si se iba de su casa.
Así pasaron los días con un Taehyung en altas y bajas. Las altas se debían a que ahora, se comunicaba con Hoseok más a menudo, hablaban de lo que hicieron en el día, de lo que harán en los días siguientes y si los han llevado a cabo. Eran como los chicos de antes, solo que algo había cambiado y era que no se tocaba el tema de lo que tuvieron alguna vez.
– ¡¿Y me lo dices así no más?! –
–No grites...–
–Pero... osea... ¡Te hiciste un tatuaje! Eso debió dolerte mucho. ¿Te dolió mucho? –
–No. –
–Hoseok. –
–Bueno si, pero solo un poco. –
–Eres un cabezotas. – le regañó Taehyung, mientras picaba su cuaderno, se imaginaba que le hacía eso al mayor por tonto, por hacerse ese tatuaje si sabía que iba a doler.
–Pero valió la pena, porque quedó como a mí me gusta. –
– ¿Y qué te hiciste? –
–Dos letras...–
– ¿Me pondrás a adivinar? –
–Tengo toooda la noche. –
–Ugh... tu nombre, el de tu mamá, tu papá, pajaritos... – soltaba cada cosa que se le venía a la cabeza, más solo recibía sonidos de desaprobación.
–Nada, nada...–
–Ay ya dime... quiero saber. –
– ¿Qué tal si lo ves? –
–C-como así, sabes que no puedo. –
–Entra al Skype. – soltó Hoseok con miedo al rechazo. Tuvo la atenta mirada al techo, esperando por la respuesta del menor. Solo escuchaba unos pequeños ruidos pero no sabía de qué era, tal vez si se demoraba era porque lo estaba pensando.
–E-está bien. Y-ya tengo la laptop encendida. – le informó Taehyung, cuando ya había hecho lo que le había dicho. Mentalmente se decía que le había hecho caso por la curiosidad de como era su tatuaje más no para verlo, aunque... si eran amigos si se podían ver. Taehyung respiró hondo para tranquilizar su corazón.
De un salto, Hoseok corrió hacia su computadora para encenderla.
Ambos seguían con los celulares pegados a sus orejas, sin medir el tiempo que les llevó esperar para a fin estar conectados y poder verse.
–Y-ya vengo. – le avisó Taehyung, muy nervioso. Cortó la llamada sin esperar a que Hoseok le contestara.
Frente al espejo del baño, Taehyung se retocaba su cabello, se veía su rostro si había algún barrito de por medio. Nada de nada, quería dar un buena impresión, así sea por unos minutos. Antes de salir vio en la repisa al costado de él, un lápiz negro... dudó, pensó que sería muy obvio pero... recordando la fiesta de Hoseok...
Respiro hondo y lo tomó.
Sin poder evitarlo, corrió de nuevo a su cuarto y se cambió de remera, la que tenía puesta era una simple y grande, con rapidez cogió un sweater tejido blanco que se ceñía más a su cuerpo.
Mientras eso hacía Taehyung, Hoseok se revisaba su tatuaje, en qué forma se lo enseñaría, se preguntaba si sería muy atrevido de su parte para con él menor, miró su ropa y dio gracias de no cambiarse después de llegar de la universidad pues no tendría tiempo ya que Taehyung había entrado en línea.
~
La primera impresión de ambos fue cautivadora, más Hoseok quien vio esos ojos después de meses, podría jurar que Taehyung estaba ruborizado, hasta ansioso y quien no lo estaría si Taehyung tenía frente a él a un Hoseok cambiado, su cabellera pelinegra ya no estaba con el mismo estilo, ahora tenía una melena de costado.
Los ojos delineados del menor no dejaron de mirarlo y Hoseok tuvo que romper el silencio con un saludo formal, como siempre se saludaban. En los primeros minutos conversaron de cómo han estado, aun si ya lo habían hecho minutos atrás. Ahora el nerviosismo estaba dentro de los dos.
Pasaron varios minutos y tocaron el tema por el que habían encendido sus computadoras.
Hoseok se había levantado de su sitio, enfocando la cámara parte de su torso, tomó el dobladillo de su camisa en el lado derecho y la levantó levemente con una mano, con la otra bajó sutilmente su pantalón, increíblemente con solo haber hecho eso, Hoseok se sentía muy descubierto frente al menor.
Taehyung por su lado, no aguantó las ganas y tocó la pantalla, justo encima de su tatuaje, aprovechando que Hoseok no lo podía ver. La imagen se le hacía muy sexy y temía romper con el trato.
– ¿Q-qué significa? –
–Aprovecha el día. Puede abarcar muchas cosas de la vida, y como yo lo digo... Vive el presente, aprovecha la vida. –
Después de unas horas, con la imagen del tatuaje de Hoseok, Taehyung se despidió del mayor, deseándole suerte en su examen que rendiría dentro de unas horas. Al apagar su laptop, Taehyung se inundó en la oscuridad, se había hecho de noche y no le importaba. Solo se metió a su cama e hizo lo que hace tiempo no hacía, masturbarse con la imagen de Hoseok en su cabeza.
[play y cierren los ojos]