[play al video/necesario]
Frío, frío
En pie me ves pero estoy muriendo, siento
Frío, frío
Una piedra fría soy no siento nada
Soy frío, baby.
Dios sabe que por ti...
Quiero ser feliz, y lo seré
Incluso si no lo puedo entender
Tanto dolor, duele en verdad
Y mi corazón no lo aguanta más
Si eres feliz me alegro por ti
Frío, frío
Tú bailas con él mientras miro
El teléfono y sigo frío
Era tu ámbar pero él es tu oro
Soy frío baby, Dios sabe que por ti...
Quiero ser feliz, y lo seré
Incluso si no lo puedo entender
Tanto dolor, duele la verdad
Y mi corazón no lo aguanta más
Si eres feliz me alegro por ti
No quiero ser frío
Deseo arreglarlo pero es el final
Oh ahora soy feliz, sé que lo estoy
Incluso si no lo demuestro hoy
Tanto dolor, duele en verdad
Y mi corazón no lo aguanta más
Si eres feliz me alegro por ti
Por enésima vez, Taehyung escuchaba esa canción como recordatorio de que debía dejar de llorar. Y lo había logrado después de varios días pero en su rostro ya no había ningún atisbo de alegría. La suya se había ido junto a Hoseok.
La mayor parte de su tiempo la desperdiciaba encerrado en su cuarto y escuchando esa canción. A penas y se alimentaba. Los intentos de Mary para que comiera no surgían mucho efecto, hasta tuvo que sacar el tema de Sungho; que no estaría contento con él si viera a su nieto marchitarse cada día, esos momentos eran en los que Taehyung parecía volver a la persona que era antes pero solo por minutos, cuando alguien estaba a su lado, más cuando desaparecían volvía al triste hábito que había hecho suyo.
Recordar.
Recordar cuando eran niños...
Sin duda fueron buenos momentos, con todo y sus peleas. Eran buenos recuerdos que sacaban al castaño un par de leves sonrisas cuando miraba a la nada. Cosas como esas le hacían pensar del porqué no fueron niños para siempre, así todo sería fácil... muy fácil.
~
Por quinta vez en el día, Taehyung veía la pantalla de su celular brillar, brillar por la llamada entrante.
Era Hoseok.
Pero no podía deslizar su dedo sobre la pantalla, solo estaba recostado en su escritorio, observando.
Suspiró audiblemente cuando la pantalla se volvió negra.
–Cinco. – musitó Taehyung apenas, con su mejilla pegada al escritorio.
Sabía muy bien el significado de eso, solo cinco llamadas hacía Hoseok al día luego esperaba al otro día para volver a la misma rutina con la misma respuesta... sin ningún Taehyung que contestara.
Hasta que después de una semana, Taehyung le mandó un mensaje a Hoseok, uno muy simple.
Hola.
Ese hola abarcaba muchas cosas en sí, un te extraño, un perdóname, un cómo te va, un ¿haz comida bien?, pero Taehyung no sentía que pudiera hacerle todas esas preguntas por el miedo de ser rechazado, por el que Hoseok le guardara algún tipo de resentimiento.
Pero cuan equivocado estaba cuando Hoseok volvió a llamarlo segundos después de recibir el mensaje, más Taehyung lo rechazó, no soportaría escuchar su voz y no tenerlo junto a él y ciertamente era el mismo sentimiento que tenía Hoseok, por eso mismo lo llamaba de forma desesperada, dejando de lado las cosas que estaba haciendo, dejando sus clases para no sentirse ofuscado ante una posible conversación con el menor. Al ver que Taehyung no le iba a contestar decidió ir a un lugar apartado, debajo de un gran árbol, empezó a mandar mensajes al menor, sin importarle que hubiera dejado su chaqueta dentro del salón y que afuera hacía un frío descomunal.
~
Por alguna extraña razón, el cual Wonsik y Jimin no sabían, Taehyung estaba más atento a las clases. Todo ocurrió de un día para el otro y eso no pasó desapercibido por ambos, ya que estaban preocupados por el menor, por lo que estaba pasando. Taehyung no les había contado del todo la historia, solo les contó...; cuando ambos lo habían encarado por su decaimiento, que Hoseok se había ido. Eso era todo. y eso había sido hacia varios meses.
Sus amigos intentaron animarlo con invitarlo a salir, jugar o ir a comer pero nada funcionaba, incluso intentaron contactarse con Hoseok pero este no les contestaba.
Hoseok solo quería tener comunicación con el menor.
Esa misma tarde, los chicos acompañaron al menor a su casa, incluso con la oposición del menor, cosa que no le tomaron importancia. Taehyung no podía negar que se sentía; ahora, bien con la compañía de ese par, incluso almorzó de lleno ante la atenta mirada de Mary, quien quedó maravillada pensando en que sus amigos lo habían ayudado.
Más tarde; cuando todos se habían ido, Taehyung pudo por fin contestar al mensaje que le había mandado Hoseok momentos después que había llegado a casa pero por motivos obvios no podía, quería tener privacidad, aunque sea cuando hablaba por teléfono.
Hoseok pensó que Taehyung se había retractado, otra vez, a la idea de solo conversar sin involucrar sus pasados, cuando Taehyung no le había contestado el mensaje. Tuvo ganas de romper su celular por ser el culpable de que Taehyung no le conteste, tal vez no se envió. No sabía a quién más echarle la culpa.
Debido a que Hoseok no había hecho ninguna amistad en su facultad, nadie notó lo decaído que estuvo en ese día en clases, ni lo poco que anotó en su cuaderno. Más en una esquina de la primera hoja estaba escrito Taehyung con un pequeño corazón al lado y en la parte inferior de la hoja una marca amorfa húmeda, una que se había deslizado por la mejilla de Hoseok, una casi imperceptible ante la vista de los demás.
~
Disculpa
Fue lo que Taehyung mandó al mayor por no contestarle de manera temprana. Más esta vez fue Hoseok quien no vio el mensaje, debido a que no llevaba una chaqueta con bolsillos, ni en su pantalón, así que lo había metido en su maletín en modo silencio, cuando se dirigía a casa.
Esa noche Taehyung volvió a caer en depresión, pensando en que había arruinado las cosas de nuevo, en que Hoseok ahora si lo aborrecía. Destrozó todo lo que había en su cuarto y esta vez no había nadie quien lo controlara. Nadie quien le dijera, todo va a estar bien... taehyung.