Hoseok y Taehyung se habían quedado un rato juntos, abrazados hasta calmar sus sentimientos. El mayor acariciaba suavemente la cabellera de Taehyung. Este no se había dado cuenta de que Hoseok también había llorado en silencio y Hoseok agradeció internamente pues seguían sin gustarle que lo vieran llorar.
–Gracias. – dijo finalmente Taehyung, la sonrisa volviendo a su rostro mientras se separaba del mayor. –Por ser mi mejor amigo. –
Hoseok sonrió ante las palabras de Taehyung. –No somos amigos Taehyung. – dijo simplemente, aun sin borrar su sonrisa. Taehyung frunció el ceño, algo dentro de él se estaba rompiendo con la afirmación del mayor. –Somos más que eso, somos hermanos y nunca nos separaremos. – Hoseok acarició la mejilla del menor en un acto de afecto.
Taehyung se sintió volver a la vida y dio un último abrazo a Hoseok para sellar su nueva forma de reconciliación.
–Esas palabras son muy lindas. – Taehyung agradeció sinceramente. –Me cuesta creer que vengan de ti. – bromeó con Hoseok esbozando una sonrisa.
Hoseok soltó amablemente el abrazo y le dio un golpecito en la frente al menor. Taehyung se sobó ligeramente, no tomándolo a mal. –Estoy madurando, eso pasa. –
–Yo también quiero madurar. – Taehyung enrrabietó, fallando en su intento de permanecer serio. Sonrió a Hoseok ante su mal actuación. –Para decir cosas lindas como tú las dices. –
–Puede ser que... para tu cumpleaños, hayas madurado. Que te parece. – sugirió amablemente a Taehyung.
–Eso suena genial. – Taehyung estiró su mano derecha para coger un cojín del sofá. Lo acomodó en su regazo y entrelazó sus manos. –Ahora, más bebida. – señaló su boca con su dedo índice, en muestra de que Hoseok tenía que seguir haciéndole tomar como al inicio.
–Vale. – Hoseok asintió y cogió la misma botella que tomaron al inicio. Vertió hasta la mitad el vaso de Taehyung. Después de eso, cogió otra botella de la bolsa, esta sí era una bebida con alcohol de más del cincuenta por ciento. Para Hoseok ya no le surtía efecto esas bebidas con inferior porcentaje, así que se había traído una botella para él.
Sirvió en su vaso el alcohol que se iba a tomar.
–Yo también quiero de ese. – Taehyung señaló la última botella que Hoseok agarró antes de colocarlo en la mesa.
–Si te portas bien, te dejaré tomar de ese. Pero primero...– Hoseok cogió el vaso de Taehyung y lo posó en los labios del menor. –Empieza. – le ordenó cálidamente, Taehyung asintió y bebió poco a poco.
–Ya. – dijo Taehyung lamiendo sus labios. –Ya acabé con este, ahora quiero de ese. –
Hoseok miraba a Taehyung mientras le hablaba, juntamente; tomando de su vaso. Hizo una mueca al terminar de beberlo. –Ah, sí está un poco fuerte. – aclaró un poco su garganta. – ¿En verdad quieres tomarlo? –
–Sí, sí, sí, sí.... Quiero. – cogió la botella marrón, pero no la vertió hasta no ver una aprobación del mayor. – ¿Puedo? Por favor. – hizo un puchero, su sello personal desde que tenía uso de razón.
Hoseok estiró su mano y aplasto su puchero. –Ok, pero si te sientes mal o tienes ganas de arrojar me avisas. –
Taehyung asintió con su cabeza y se sirvió en su vaso una cantidad parecida a la primera ronda.
– ¿Así? – preguntó Taehyung.
–Sí, ahora...– estiró su mano para coger la botella y servirse él mismo su vaso.
Ahora los dos con sus respectivas bebidas, dieron un pequeño brindis.
–Por Taehyung. – empezó Hoseok alzando su copa. –Por su primera clase de como beber alcohol. –
–Por Hoseok. – le siguió Taehyung. –Por ser el mejor profesor de como beber alcohol. –
– ¡Salud! – chocaron sus vasos. Hoseok lo tomó igual como el anterior pero Taehyung después del primer sorbo empezó a toser.
Hoseok con su mano libre daba golpes en la espalda de Taehyung para que se calmara, afortunadamente no fue grave y Taehyung volvió a tomar otro sorbo, ahora en menor cantidad. Así fue como le agarró el truco. Para Taehyung, el secreto de beber alcohol era tomar en sorbos. Pero eso no aplicaba con Hoseok, se dio cuenta de que todos tienen diferentes maneras de beber.
Al terminar la segunda botella. Taehyung estaba con mucha energía. Hoseok le había explicado que era la adrenalina en su cuerpo por tener una nueva sustancia dentro de él. Le dijo que el alcohol etílico era perseguido por sus glóbulos blancos, esa era la razón por la cual sentía hormigueos por todo su cuerpo.
Taehyung creyó todo eso, en un momento determinado se había parado brusco y empezar a correr por toda la sala, la cocina. Diciéndole que si él corría podría ayudar a sus glóbulos blancos a atrapar a los invasores.
Hoseok se rió ante la idea de Taehyung. Al final Hoseok le tuvo que decir que no era cierto lo que le había dicho. Taehyung había hecho pucheros después de eso, insistió en que Hoseok sea el que le diera de beber de nuevo y así lo hizo el mayor. Se turnaban en beber.
Por la cuarta botella, a Taehyung se le escapaba risas flojas, algunas sin sentido. Hablaron de cuando eran niños. Cuando una niña le había pegado goma de mascar a Hoseok en su cabeza porque se subió primero al tobogán del parque, Taehyung le ayudó a sacar la mezcla de su cabeza pero en el proceso desprendía unas cuantas cabelleras. Hoseok recordó como tenía al final un hueco en su cabeza, tenía que andar con gorras para que no viesen su forzada calvicie, aunque sea pequeña.
Taehyung estaba detrás de Hoseok, seguían bebiendo. Acariciaba la cabellera del mayor diciéndole que ya creció. Aunque le vendría mejor un corte de cabello. Se levantó con intenciones de traer unas tijeras pero Hoseok le agarró de la pierna diciéndole que no se atreva o ya no seguirían bebiendo.
Taehyung no quería ponerle fin a sus clases así que decidió olvidar su oferta.
Por la sexta botella, ambos estaban ebrios. Apoyados en el respaldar del sofá. Conversaban trivialidades, ya no podían servirse sin derramar alguna gota fuera del vaso, así que tomaban directo de la botella.
–Tienes... un gran aguante caperucín. – Hoseok se rió ante el apodo que le acababa de decir a Taehyung.
–Y eso que... es mi primera vez. – arrastró sus palabras un poco. Tomando el último sorbo de la botella. –Ups, se acabó. –
–Oye, te lo tomaste todo. –
–No es cierto. – Taehyung levantó la botella para ver por el orificio y cerciorarse de que se haya acabado. –Solo le di una lamidita. – sacó su lengua y lamió el borde del pico.
–Uff...– Hoseok quiso pararse pero sus piernas no le respondían, les temblaban. Apenas y se paró con ayuda del sofá. –Ya... ya es suficiente. Ven. – llamó a Taehyung quien se giró a verlo. –Vamos a la cama. –
–A la camita. – Taehyung sonrió y se apoyó de las piernas de Hoseok para pararse pero al hacerlo su cabeza dio un vuelco repentino. –Hay no. – se agachó despacio para volver a su posición inicial. –Se me mueve todo. – rió ante la idea de que la casa estaba bailando.
–Taehyung tenemos que... ¿A dónde vas? – Hoseok avanzó un pasó siguiendo a un Taehyung, quien estaba gateando acercándose a las escaleras.
–Voy a la camita. – Taehyung sonreía, sintiendo que debió ser así como lo hacía cuando era bebé.
–Espera. – Hoseok también se agachó y empezó a gatear pero a pasos más largos. –¡Já! Te alcancé. – sonrió a Taehyung, chocando hombro con hombro.
–Ay. – Taehyung se resbaló un poco al no acertar en el segundo escalón donde quería colocar su mano. –Eres mala. – dijo Taehyung.
–¿Quién, yo? – Hoseok esperaba a que Taehyung avanzara.
–No, tu no. ¡Ella! – acusó a la escalera. – No me deja subir. – le dio un pequeño golpe al peldaño y siguió su camino.
Los dos subieron entre risas y empujones. A cuatro patas, como decía Taehyung.
–¡Ehehehe! – Taehyung reía al terminar de subir. –Te gané, perra. – insultó a la pobre escalera.
–¿Perra? ¿Dónde hay una perra? – preguntó Hoseok volteándose, al llegar al final de la escalera. Buscó con su mirada por debajo, en la sala pero no vio nada.
–Esa perra. – señaló a la escalera. – No te juntes con ella, vámonos. – tiró del brazo de Hoseok haciéndole entrar a su cuarto.
Al llegar a su cama, Taehyung se ayudó a pararse gracias a su cama. Se deslizó suavemente hasta estar bien estirado sobre sus sábanas. Tenía una sonrisa en su rostro que nada lo borraba.
–Caballito ¿Dónde estás? – preguntó Taehyung alzándose con su codo para ver a Hoseok llegar hasta él.
–Aquí estoy, aquí estoy. – Hoseok subió a la cama y se acomodó al lado de Taehyung. –Ah. – dio un suspiro de alivio. –Creo que... me pasé. – Hoseok soltó una risa floja. En serio estaba mareado, se suponía que él no debió emborracharse demasiado para así tener el control de la situación.
–Hobie, estás borroso. – Taehyung estiró su mano derecha, tocando el rostro de Hoseok sin cuidado. El mayor se dejó tocar, pero se olvidó del permiso cuando Taehyung metió un dedo en su nariz.
–Oye. – Hoseok se quejó en medio de su embriagues, quitando las manos del menor. Lo sobó con su mano derecha. –Mi nariz es sensible. – le avisó con el ceño fruncido.
Taehyung sonrió y se acercó mucho, demasiado a Hoseok y le besó la punta de la nariz. –Es muy bonita. –dijo después de efectuar el acto. –Linda nariz. – repitió, acomodándose al costado de Hoseok, muy pegados. Solo hacía falta que Hoseok lo abrazara y así lo hizo.
–Hay mi Taehyung-ni es muy lindo. – le dijo con una sonrisa. Hoseok abrazó a Taehyung por el cuello, haciéndole al menor hundir su cabeza en su cuello pero con mucha presión. Lo arrullaba con fuerza demostrando que lo quería demasiado. Más a Taehyung se le hizo rudo y lo golpeaba en el brazo con su mano libre pues la otra era aprisionada por el cuerpo de Hoseok. –Hace tiempo no me decías hobie. – dio un beso muy exagerado y sonoro en la cabeza del menor, aun sin soltarlo. –Ya lo extrañaba. – Hoseok hablaba con un tono de voz más bajo de lo usual.
–¡Ya! – Taehyung empujaba a Hoseok del pecho al ver que los golpes en sus brazos no surgían efecto, quería librarse de ese agarre, no era que no se sentía a gusto pero se estaba asfixiando. –Idiota no respiro. – soltó al fin con su último aliento. La borrachera estaba ausente en ese momento, solo se sentía mareado y le dolía el pecho, una sensación ya conocida por él; y tenía miedo.
Hoseok soltó inmediatamente a Taehyung al escuchar lo último, pensó que era una broma pero al segundo descartó esa idea pues Taehyung estaba tosiendo, y recuperando su respiración. –Joder. – Hoseok palmeó la espalda de Taehyung, el mayor se levantó para hacer sentar a Taehyung en la cama. Tanto para los dos, los síntomas de embriagues habían huido.
–Respira. – le recomendó Hoseok, aun palmeando la espalda de Taehyung.
–Que... crees que.. Hago. – Taehyung dijo a penas, su voz estaba más ronca de lo normal y ese sentimiento angustiante de nuevo aparecía en su pecho.
Sin poder evitarlo Taehyung dejó fluir sus sentimientos, que en ese momentos volvieron a surgir; el de sufrimiento. Recuerdo del día del funeral de su abuelito. A los diez años de Taehyung; Sungho había fallecido, después de dos ataques al corazón en los últimos años después de haber sido encontrado en la puerta de su casa tirado. Para Taehyung perder a su abuelito fue un shock al instante; le informaron cuando él venia del colegio como cualquier día más en la entrada de su casa le esperaban Hye y Mary. Nunca podría adivinar lo que vino después.
Cuando le informaron de la situación de Sungho, Taehyung no tuvo reacción alguna, su expresión cambió a un semblante serio. Ni con la ayuda de Hye, quien lo llevó a su cuarto para que descansara pudo liberar alguna lágrima para demostrar su sufrimiento. Solo uno pudo hacerlo, Hoseok había entrado a su cuarto a petición de su madre para que conversara con él y liberara sus emociones pues si los contenía iba a sufrir él mismo.
Taehyung estaba echado en su cama con los ojos abiertos aún con su ropa de colegio.
–¿Taehyung? – Hoseok se echó al lado de Taehyung, sin recibir alguna respuesta abrazó al menor en un cálido encierro. Lo atrajo a él por completo. –Tienes que llorar. – le dijo recordando las palabras de su madre. – Tienes que liberar tus sentimientos. –
–¿Por qué? – la voz de Taehyung hizo eco en el cuarto. Asustó un poco a Hoseok la voz tan profunda que emitió. Pudo notar en el acto que se estaba guardando todo.
–No lo sé... – dijo sinceramente Hoseok.
–Por que murió. – Taehyung estaba por quebrarse, agarró la camisa de Hoseok por el cuello y lo estrujó fuertemente, tanto como podía y Hoseok lo dejó; no le hacía mayor daño. –Por qué él. – Taehyung soltó el agarre suavemente, temblando en hombros y fue cuando Hoseok escuchó el primer sollozo de Taehyung. Le siguieron llantos amortiguados por el pecho de Hoseok. En ningún momento los dos tuvieron la intención de romper ese abrazo, se reconfortaban mutuamente.
–Ya no... quiero llorar. – le dijo Taehyung después de varios minutos de incontrolables llantos. Se sentía cansado, los ojos le dolían por tanto cerrarlos con presión. Pero sus lágrimas seguían saliendo sin permiso.
–¿Cómo te ayudo? – se ofreció Hoseok, levantando la cabeza de Taehyung de su pecho, agarró su mentón y con su pulgar suavemente limpiaba los rastros del llanto en su rostro.
Taehyung miró cálidamente los ojos de Hoseok, esos ojos marrones. Se le ocurrió de una situación años atrás, cuando vio a un niño siendo calmado por un chico mayor. –Une tus labios con los míos. – pidió Taehyung, esperanzado que Hoseok aceptase. Sabía que no le estaba pidiendo un beso de novios, solo quería un beso de hermanos; como el que había visto cuando tenía cinco años.
–¿Qué? – Hoseok entornó los ojos.
Taehyung le explicó lo que había visto años atrás, el motivo por el cual le pedía eso. En su lógica vio razonable; si funcionó con el niño ¿por qué no funcionaría con él?. Hoseok lo iba a volver a pensar cuando vio que Taehyung de nuevo se iba a romper a llorar. Taehyung no despegó su mirada de los ojos de Hoseok cuando este lo besó, solo tocó sus labios en un suave choque. Ambos se miraban por unos segundos pero después fue Taehyung quien cerró los ojos primero y Hoseok le siguió; siguiendo limpiando las últimas lágrimas que brotaban de los ojos de Taehyung.
El menor sintió un abrazo fuerte, esta vez sin sofocarlo. Los brazos de Hoseok lo rodeaban calurosamente.
–¿Por qué lloras? – le preguntó Hoseok.
Taehyung aceptó el abrazo y rodeó con sus manos en la espalda de Hoseok. Él siempre ha sido su soporte en momentos como ese.
–Extraño a mi abuelito. – soltó como pudo Taehyung, para que Hoseok no se preocupase.
Hoseok echó de nuevo a Taehyung en la cama suavemente, rompiendo el abrazo. El menor escondió su rostro en la almohada al no tener el pecho de Hoseok donde acurrucarse. Más Hoseok si estaba a su lado. La mano derecha de Hoseok pasaba por la espalda del menor, reconfortándolo; asiéndole sentir que él estaba ahí para Taehyung; siempre estaría ahí.
Hoseok estaba cautivado por Taehyung, mientras él lo observaba. Hoseok estaba seguro que ayudaría a Taehyung en lo que fuera por verlo feliz.
Dejó de hacer su recorrido por la espalda del menor y le tocó el hombro para que se girase y lo viese. Taehyung se encontró con los ojos marrones de Hoseok cerca tan cerca cada vez más que sin notarlo había dejado de llorar. Los labios de Hoseok eran tan suaves y tranquilizadores, fue como la primera vez que se lo pidió pero estaba vez fue Hoseok quien actuó. Dentro de Taehyung todo era un revoltijo, la tranquilidad que Hoseok le transmitía estaba ganando batalla a los recuerdos tristes.
Solo él podía calmarlo
Solo él,
Solo Hoseok.