Me despierto por la luz que entra por la ventana. Noto un peso en mi cintura y algo duro que sube y baja debajo de mí. En seguida sé que no es el colchón. Abro los ojos y lo que veo me impresiona y desconcierta, Peeta dormido, en mi cama, conmigo. Se encuentra aún dormido. No puedo evitar observarle, se ve tan tranquilo, tan relajado, tan sereno... Se remueve un poco y abre los ojos.
Peeta: - Buenos días...- Me sonríe y yo me sonrojo porque me ha pillado mirándolo. – Como has dormido?
No puedo evitar quedarme embelesada por tan bella imagen de él recién levantado y su sonrisa, sus ojos, su pelo desordenado y su voz ronca de recién levantado. Reacciono y le contesto tímidamente.
(TN): - Bien... Muchas gracias por quedarte anoche conmigo... Y siento si te he causado molestias...
Peeta: - No te preocupes, he dormido muy bien. – Me dice con una sonrisa.
Le sonrío de vuelta y me acomodo, es en el momento de acomodarme que me doy cuenta que aún sigo entre sus brazos y que estoy recargada en su pecho. Me retiro exaltada y muy avergonzada.
(TN): - Lo siento. -Le digo nerviosa. - Creo que deberíamos ir a desayunar.
Peeta: - Si, hay que desayunar. – Dice también nervioso. Recién se ha dado cuenta de la posición comprometedora en la que estábamos. A pesar de que es vergonzoso, me ha gustado estar entre sus cálidos brazos, es muy cómodo.
Nos levantamos de la cama y Peeta se retira a su habitación para cambiarnos.
Me ducho y me cambio por un vestido naranja de seda con hombros descubiertos, conjuntado con unas sandalias romanas con tachuelas, una pulsera, unos pendientes de estrellas y un collar de estrellas dorados y el collar de mi madre. El pelo me lo recojo en trenzas a los lados y caída en cascada del resto del pelo.
En el vagón-salón me encuentro a Katniss sonriente y contenta.
Poco rato después aparecen Peeta, una feliz Effie y un sobrio Haymitch. Desayunamos con tranquilidad y una vez que terminamos nos quedamos sentados hablando y comentando cosas sobre la fiesta de ayer.
Me desentiendo de la conversación cuando unos parajes familiares se ven desde las ventanas. No puedo evitar levantarme de golpe y correr hacia la ventana.
(TN): - Mirad!! ¡¡¡Ya estamos en el distrito 12!!! -Digo contenta de estar de vuelta a casa.
Peeta: - Como es posible? Si tardamos dos noches en llegar al Capitolio.
Haymitch: -Dales la bienvenida a los privilegios del Capitolio. Han decidido honrar al Distrito 12 con un tren de última generación.
(TN): - Si es idéntico al anterior...
Effie: - Si, son muy modernos en tecnología, pero en cuanto a decoración y estilo... - Dice indignada. Nos reímos por el comentario de Effie.
Conforme llegamos a la estación, comienza a verse a gente atentos a nuestra llegada. Katniss, Peeta y yo comenzamos a saludar de manera sincera a los nuestros.
Una vez el movimiento del tren cesa, nos dirigimos a la puerta de salida. Nos situamos detrás a la espera de que esta se abra. Effie nos comenta que nos quedemos unos segundos parados a saludar para que las cámaras capten nuestra llegada. A través de la puerta se escuchan los vitoreo y canticos con nuestros nombres.
La puerta se abre dejándonos ver a todo el distrito recibiéndonos. Capto a las cámaras del Capitolio en varios puntos de la estación. Nos dejan bajar y la gente comienza a saludarnos y felicitarnos. El alcalde nos recibe y nos da un ramo de flores a cada uno. Nos hacen una foto a los cuatro juntos. La familia de Peeta y la de Katniss junto con Gale se acercan felices hacia ellos. Les abrazan con alegría y felicidad.
Gale se separa de Katniss y viene hasta mí y sin esperármelo, me abraza.
Gale: - Lo ves, te dije que una de las dos ganaría. No me esperaba que fuerais las dos, pero así es mucho mejor.
(TN): - Muchas gracias. Deberías dedicarte a leer el futuro. - Le digo en un intento de bromear. Él se ríe y asiente, me deja para volver con Katniss.
Madge también se acerca a abrazarme y felicitarme, se lo agradezco con una sincera sonrisa.
No puedo evitar sentirme sola al ver a Peeta y Katniss con sus respectivas familias. No tengo nadie que me haya echado de menos y que se alegre de mi victoria como sus familias lo hacen por ellos.
...: - Puedo ver por donde se dirigen tus pensamientos, y te digo que no estás sola.
(TN): - Como sabes que estoy pensando?
Haymitch: - Bueno, eres un libro abierto y se me da muy bien leer a la gente cuando no estoy borracho. – Le sonrío divertida. – Bueno, venga vamos, te enseño cual va a ser tu casa de ahora en adelante.
(TN): - Mi casa? – Le pregunto desconcertada.
Haymitch: - Si, ¿no os lo he dicho? Vaya supongo que no es cosa del alcohol entonces. No tienes de que preocuparte, la casa de tu abuelo sigue siendo tuya y las cosas que se han considerado indispensables ya están en tu nueva casa de la Villa de los Vencedores.
Un carruaje nos lleva hasta la entrada de la villa. No sé qué es de Katniss y Peeta porque ellos se han quedado en la estación.
Caminamos entre un montón de casas hasta quedar en frente de una enorme casa blanca.
Haymitch: - La casa de Katniss es la de tu derecha, la de Peeta es la de enfrente tuyo y yo vivo en la casa de al lado de Katniss. Todos estamos cerca para cualquier cosa. Ah sí, se me olvidaba, dentro de 2 horas pasaremos a buscarte para ir a la fiesta de bienvenida en la plaza central enfrente del ayuntamiento y luego a casa del alcalde a cenar. -Hago una mueca de desagrado.
(TN): - Y es necesario que asista?
Haymitch: - Me temo que si princesa, ni yo me quedo escaquear. Enserio tengo las mismas ganas de ir a esa fiesta que tú.
(TN): - Estoy cansada de tantas celebraciones y falsedad, no lo digo por nuestro distrito, pero he acabado saturada del Capitolio.
Haymitch: - No quiero deprimirte, pero ves acostumbrándote, esto solo acaba de empezar. -Suelto un suspiro de cansancio.
(TN): - Tengo que arreglarme más de lo que ya estoy?
Haymitch: - Bueno si fuera por mi hasta con un saco de patatas podrías ir pero te recomiendo que lo hagas, si Effie ve que asistes con el mismo vestido se va a poner histérica e insoportable.
(TN): - De acuerdo... pero no tengo nada bonito en mi ropa... - Le digo triste.
Haymitch: - Oh por eso no te preocupes, tu armario debe estar repleto de ropa, zapatos y complementos nuevos, más regalos del Capitolio. – Dice con tono sarcástico.
(TN): - De acuerdo... Pues ya veré... Gracias. Hasta luego. -Veo a Haymitch desaparecer en su casa y me tomo un respiro antes de adentrarme yo en la mía. Lo primero que se me pasa por la cabeza al pasar por la puerta es que no sé qué voy a hacer con una casa tan grande y solo para mí. Si ya de por sí me siento sola, con esta casa tan grande va a ser peor.
Recorro la casa de arriba abajo. Por suerte la decoración es moderna pero más campestre y no hay signos del Capitolio. Hay en total cuatro habitaciones con un baño en la habitación principal, es decir la mía, otro baño para el resto de habitaciones en la planta alta y un baño más en la planta baja. En la planta baja hay un estudio al final del pasillo, un salón grande y una cocina grande.
Me tumbo en el sofá sin saber que hacer. El sueño me va venciendo hasta que caigo completamente dormida.
Unos golpes en la puerta me despiertan. Me despierto un poco exaltada y extrañada. Cautelosamente voy hacia la puerta y la abro, me encuentro a ...