Hoy es miércoles, no tenía clase hasta el viernes, así que decidí ir a casa de Vane, no la había visto desde el lunes antes de desmayarme, quería saber cómo estaba así que me vestí y me fui directo a casa de Vane, no fui en patineta porque quería caminar, ya me sentía mejor pero la paz no dura para siempre. Cuando llegue a casa de Vane toqué el timbre y Liz me abrió.
-Hola cariño- dijo abrazándome.
-Hola Liz- sonreí.
-¿Cómo estas mi nena? ¿Ya estas mejor?- me preguntó dulcemente.
-Si ya me siento bien- le dije.
-¡Bien! Es bueno saberlo- dijo regalándome una sonrisa.
-Liz, ¿Vane esta?- pregunté.
-No cariño, no está pero te dejó algo- dijo entrando para sacar algo y luego me entregó una carta.
-¿Una carta?- me pareció extraño.
-Si cariño, no se que dice pero me dijo que si venías a buscarla que te la diera- explicó Liz.
-Okay Liz, entonces me voy- dije.
-¿No quieres entrar?- me preguntó.
-No, sólo venía a ver a Vane, pero no está- dije sonriendo falsamente.
-Ok, cariño, pero no te olvides de mi-
-No, ¿Cómo crees Liz?- dije abrazándola, luego me despedí y me di la vuelta para irme, Liz cerró la puerta.
Camine hasta la acera de enfrente de la casa y me senté. Abrí la carta, empecé a leer y cada vez que leía más me llenaba de rabia y tristeza que la lágrimas se apoderaron de mi, nunca me había gustado que me vieran llorar y sin embargo ahí estaba yo sentada en la calle llorando de rabia y tristeza...
La carta decía que nuestra amistad necesitaba un tiempo; que ella necesitaba crecer pero yo se lo impedía. Que lo mejor era que acabáramos con nuestra amistad por ahora, que ella necesitaba ser alguien más que una tonta virgen, que ahora que tenía novio todo el mundo la saludaba, la respetaba: cosa que no pasaba cuando estábamos juntas, que ella me quería pero esto era lo mejor para las dos...
Cuando termine de leer rompí en llanto ¿Acaso esta era Vanessa Hemmings? ¿La chica que me había jurado amistad eterna?... La que ahora me daba la espalda porque tenía "novio", ¿Quién era esta estúpida que se hacía llama mi mejor amiga?
Esa no era ella, esa no era la Vanessa que conocí, la chica que le encantaban las bromas, la que le valía un comino lo que pensaran de ella, la chica que decía que lo único que importaba en la vida era la amistad... ¿Dónde esa Vanessa? Acaso ¿Le lavaron el cerebro? Si acaso este es un mal sueño que alguien me despierte ¡Porfavor!
No, no lo era, esto era real y me sentía vacía y más sola que nunca. Ahí yo _____ Hale: la chica que no le temía a nada, que se enfrentaba a todo y que no era débil, dejando el paso a _____ Hale: la chica con sentimientos que odiaba que la vieran llorar, la niña de papá, la chica que se entregaba a una amistad con el corazón... Estaba destruida, no ponía atención de lo que pasaba a mi alrededor sólo sentía que mi corazón se encogía de dolor, luego sentí que alguien se sentó junto a mi, no voltee, lloraba mirando mis pies con la carta entre mis manos pero podía saber quien era, reconocía su aroma y su presencia.
-¿Qué te pasa?- dijo, yo alce mi cara y lo mire, apuesto que yo estaba empapada en lágrimas, sin decir nada el abrió sus brazos dándome la señal que necesitaba, así que me tire en sus brazos y lloré. Llore como nunca lo había hecho en la vida, pero me sentía protegida en sus brazos: el me abrazaba y me daba besos en la cabeza, después de estar un rato en silencio donde sólo se escuchaban mis sollozos el volvió a preguntar.
-¿Qué te pasa?- dijo, abrazándome fuerte, yo alce mi cara y lo mire, paso sus dedos por mis mejillas limpiando mis lágrimas, pero las lágrimas no dejaban de salir, me separe un poco de él y le entregue la carta, la agarró y me miró.
Luego la empezó a leer mientras lo hacia podía ver en su rostro el enojo, estaba enfurecido, cuando término de leer me dedicó un "lo siento" y volvió a refugiarme en sus brazos, yo me hundí en su pecho, no había mejor consejo que estar en sus brazos, olía su perfume, como me encantaba su aroma.
-Es una tonta- lo oí susurrar con enojo. -¡Me va a oír!-
-No- susurré. -Si ella lo quiere así, así sera- dije mirándolo y de nuevo limpio mis lágrimas.
-No mereces que ella te haga esto...-
-Ella no merece que me interponga en su camino- dije separándome un poco, pero aún así el me abrazaba.
-La lealtad es primero- dijo mirando hacia la nada, podía ver que estaba enojado.
-Luke, ella eligió esto, yo no puedo arruinar su felicidad- dije mirándolo.
-¿Y tu? ¿Tu te mereces esto?- dijo enfurecido mirándome a los ojos.
-No- susurré. -Pero no la voy a obligar-
-Sabes _____, tienes el corazón más hermoso que he conocido- cambio su mirada a una tierna y llena de compasión. -Sabes el verdadero significado de la amistad, la lealtad y no mereces esto-
-Luke, aveces debes de pasar por cosas así para saber que no todo es bueno...- dije separándome y mirando hacia la nada.
-Aún así, yo mataría si alguien te hiciera daño- dijo sin mirarme, el también miraba hacia la nada, yo cuando escuche esas palabras mi corazón empezó a latir a mil, quedamos en silencio, pero luego yo hable.
-Sabes Luke, quisiera saber que hay de malo en mi, ¿Por qué todas las personas son así conmigo?- dije, y lo mire, pero el no dijo nada, una lágrima salió de mis ojos y el la limpió, cerré mis ojos un momento para sentirlo, pero luego volví a preguntar.
-Dime Luke, dime por favor, necesito saber- dije, el suspiró.
-¿De verdad, quieres saber?- me preguntó y yo asentí con la cabeza y el suspiró para luego mirar hacia la nada.
-Bueno, _____ como te lo digo...- empezó. -Eres una chica diferente, a mí me encanta como eres- dijo, y sonreí. -Pero no todos piensan como yo, a veces puedes ser un poco presumida y te haces ver más que los demás, y puedes llegar hasta dar miedo. No eres de las chicas que se socializan sino que siempre estas sola en tu mundo, y tienes una boquita que hasta a mi me dan ganas de lavártela con jabón para que no seas tan grosera, no eres femenina, no demuestras lo dulce que puedes llegar a ser con las personas que quieres, como lo eres con mi mamá y con Chris, no te vistes como una chica, no actúas como la mujer que eres, eres rebelde que no a todos les gusta, tienes unas miradas que yo creo que si las miradas mataran ya hubieras matado a todos los de la Universidad. Eres orgullosa, antipática, un poco egoísta, no eres amable y hasta se puede pensar que no tienes corazón- cuando dijo todo esto, sólo pude quedar en silencio, lo último que había dicho me dolió, me quede ahí unos segundos pensando todo lo que dijo, el me miraba en silencio, yo limpie las últimas lágrimas que habían salido, me levanté y él me siguió con la mirada, y empecé a andar rumbo a mi casa.
-_____ espera, ¿A donde vas?... Oye lo siento...- fue lo único que alcance a escuchar, porque ya estaba lejos de ahí...
Camine toda la tarde sin rumbo no sabía a donde iba, sólo estaba sumergida en mis pensamientos y en las duras palabras de Luke que resonaban en mi mente con eco, puedo decir que hasta empezó a llover y no le di importancia, sólo caminaba y caminaba deseando que la lluvia se llevara todo mi dolor y confusión. Cuando dejó de llover, yo estaba empapada y aún así no me detenía pero cuando llegó la noche di la vuelta para ir hacia casa, camine mucho, se puede decir que prácticamente llegue al parque de diversiones que hay al otro lado de la ciudad, cuando llegue a casa ya era tarde, abrí la puerta de mi apartamento y entré: cerré la puerta y me empecé a quitar toda la ropa, luego me metí a la ducha y me di un baño caliente.
Salí desnuda del baño y me mire al espejo, mire cada parte de mi cuerpo y pensé, era verdad ya no era la chica de 13 años que amaba las patinetas y hacer bromas. Yo ya era una mujer de 19 años que se ocultaba en la apariencia de una chica rara, en eso sonó el teléfono, mire hacia la mesa donde estaba el aparato pero no conteste, pude ver que otra vez llovía así que apague todas las luces y me fui a mi habitación y ahí me acosté en mi cama, y sólo me cubrí con la sábana...
El teléfono me despertó, mire hacia la mesa de noche y vi que ya eran las 11:00 de la mañana, tenía pereza así que deje que la llamada entrara a la contestadora.
-¿Hola? _____, linda, soy yo tu madre, que al parecer ya me olvidaste porque ni una llamada me regalas... Bueno en fin nena te llamaba para decirte que te mande dinero, si cariño se que no te gusta la idea, pero nena ya es tiempo que cambies tu apariencia además Zack me contó lo de ese chico... Luke, así que nena ahí esta el dinero, quiero que lo primero que hagas es que te compres unos lentes de contacto, ya no te quiero ver con esos lentes como una nerd jaja, bueno preciosa cómprate ropa y por favor te lo pido, te ruego, que te cortes el pelo ¿Si? Para que de una buena vez por todas te peines. ¿Ok? Cariño debo irme tu papá te manda saludos, adiós mi nena ¡Te amo!
Cuando el mensaje terminó, sonreí. Esa era la respuesta que estaba buscando, mamá me la acaba de dar sin ni siquiera contarle lo que esta pasando, así que me levante y cuando lo hice me di cuenta que aún estaba desnuda y me sonroje, me metí al baño y salí rápido. Me puse unos jeans y una blusa, y por primera vez en la vida amarre mi cabello en una coleta alta, tome mis llaves y salí, se preguntaran a donde, pues hacia mi nueva vida, un nuevo comienzo.
Caminaba con una sonrisa en mi rostro y cuando llegue ahí me pare al frente de la puerta y toque el timbre, luego se abrió.
-Se te extrañaba, tonta- dijo tomándome de la mano y atrayéndome hacia el en un abrazo y de nuevo sonreí.
-Pensé que no nos llevábamos bien- dije riendo.
-Si, pero como te fuiste ayer, pensé que te había pasado algo... ¿Por qué no contestabas tu teléfono, eh?- dijo y yo reí.
-Bueno, es que no quería hablar y menos con el chico que dice que no tengo corazón- sonreí y el agachó su cabeza.
-Oye sobre eso, yo quería...- lo interrumpí.
-No seas tonto, ven, tenemos que hablar- le dije llevándolo adentro de la casa.
-Bueno, entonces vamos a mi habitación- dijo y yo me sonroje. -Eh... Ósea... Para... Para hablar...- dijo nervioso, luego tomó mi mano y subimos a su habitación. Cuando llegamos ahí, cerró la puerta y mis nerviosos se pusieron de punta así que me senté en su cama.
-Oye, es la primera vez que te veo sin el pelo en la cara- dijo para romper el silencio y luego rió.
-Si- sonreí. -Ayer estuve pensando muchas cosas y ya he tomado una decisión-
-¿Te vas a Miami?- vi terror en sus ojos.
-No, claro que no- reí. -Quiero que me ayudes- el me miró extrañado. -Si a cambiar en todo lo que dijiste ayer, en mi forma de ser, en mi aspecto, en ser más "femenina" todas esas tonterías y... Serás como mi juez y tendrás que presentarme chicos- dije.
-Ah, no... No... No y no- dijo levantándose de la cama.
-Si lo harás- dije con una sonrisa en la cara.
-¿Por qué sonríes? Dije que no y esa es mi última palabra- dijo Luke.
-Bueno, yo pense que lo harías, no querrás que tu papá se entere que tu y Calum en una de esas carreras dañaron su auto- sonreí con victoria, a cambio el abrió sus ojos como plato.
-Eh... Eh... Cómo... ¿Cómo sabes eso?-
-Pues sólo lo se- dije con simpleza. -Así que me vas a ayudar o no- dije y el suspiró.
-Estabien- dijo y sonreí. -Sabes, si me lo hubieras pedido sin chantajearme, sólo con algunos halagos hubiera aceptado-
-Si, claro como si no te conociera...-
-¿Acaso me conoces muy bien?- sonrió seductoramente y se acercó peligrosamente hacia mi.
-¿Vas a tratar de seducirme?- dije acercándome. -Pero ya te he dicho Luke, ese juego me sale mejor a mi- dije susurrando cerca de sus labios, para luego salir rápidamente de su habitación, el salió detrás mío y me agarró del brazo haciéndome mirarlo.
-¿Que acaso no te despides?- dijo seductoramente.
-Si, lo siento, lo olvidé- me acerque a el lentamente hacia sus labios, estaba tan cerca que podía rosarlos y por supuesto el pensó que lo iba a besar así que me desvié a su mejilla y le si un beso luego susurré. -Adiós Luke, te veo mañana- cuando me separe de el, le guiñe el ojo y salí de ahí lo más pronto posible porque mi corazón amenazaba con salirse.
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¡Wow, que intenso! Jaja:')
¿Les gusto? Si la respuesta a esta pregunta es un sí, denle las gracias a la autora original...*---*
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