Navidad...
Cuando conseguí desabrochar la camisa, coloqué mis manos en sus hombros, dejando caer su camisa. Él por otro lado comenzó a acariciarme los pezones hasta que se endurecieron. Gemí cuando noté cómo me los pellizcaba suavemente. Ya me notaba húmeda.
Empecé a desabrochar su cinturón, y luego continué bajando la cremallera de su pantalón vaquero. Me sonrojé al notar el miembro de Christian ya duro y preparado para la acción. Me agaché, bajando conmigo sus pantalones y sus bóxers. Lo dejé desnudo ante mí. Me levanté y Christian me cogió por el culo, enrollándome las piernas en su cadera mientras nos llevaba a una pared. Me sobresalté al notar la fría baldosa de la pared en mi espalda. Me soltó lentamente hasta que toqué el suelo con mis pies descalzos. Me quitó la última prenda que me quedaba. Acarició mi feminidad con su pulgar e introdujo un dedo en mí. Gemí alto sin poder detenerlo. Él sonrió victorioso, justo como yo lo había hecho en la discusión. Bajé mi mano y empecé a acariciar su miembro. Él se tensó y fui yo quien sonrió esa vez. Sacó su dedo de mi entrada y lo lamió sensualmente. Me colocó los brazos en sus hombros, colocó su miembro en mi entrada y luego sujetó mi cadera con sus dos manos. Puso su cabeza en mi hombro y me susurró - ¿Lista? - Yo asentí y él se introdujo un poco en mí, pero paró al oír mis gemidos de dolor. - Al principio es cuando más duele, pero pasará, lo prometo - Esperé a que siguiera, pero alguien lo había agarrado del cuello. No me dio tiempo a ver lo que sucedía, solamente pude observar a Christian en el suelo, con un pequeño charco de sangre al lado de su cabeza y a Ángel sonriendo cínicamente frente a mí.
- Ya llegó el momento que estaba esperando... -Dijo Ángel y se acercó a mí.