Capítulo 38

9.1K 519 5
                                    

Navidad...

Así pasé una semana entera. Ignoraba a Christian completamente. Yo había cambiado demasiado desde aquella noche. No había comido nada durante esa semana y las pocas veces que el señor me obligaba a comer lo vomitaba. Estaba deprimida. Tenía miedo y no se me ocurrió otra forma de protegerme que creando una coraza. Lo había visto en las películas, pero nunca lo había llevado a la realidad hasta ese momento. Realmente funcionaba. Por la noche, de madrugada, cuando Christian estaba dormido, me encerraba en el baño y descargaba todas las emociones llorando hasta que amanecía. Luego me duchaba y me acostaba, haciéndome la dormida. No podía hacer nada más. Hoy nos habían traído las bandejas con el desayuno. Claramente no iba a comer, pero cuando me levanté para ir al baño me caí al suelo. Sabía que iba a llegar ese momento. Me solía pasar cuando estaba débil y en ese momento la palabra 'débil' ni se acercaba a cómo me encontraba. No tenía fuerzas. Ya me costaba hasta andar.

Christian corrió hacia mí y me levantó del suelo.

- ¡Suéltame! ¡No te necesito! Simplemente me he caído. - Mentí.

- Nora, no soy idiota, aunque tú lo creas. Sé que has comido muy poco esta semana. Ahora te voy a llevar a la cama y te vas a comer todo el desayuno. - Me contestó pacientemente.

- No, claro que no voy a hacer eso. ¡No-te-ne-ce-si-to! ¡Aparta tus manos de mí, idiota! - Le grité.

Mis ojos ya estaban llenos de lágrimas. Era por eso por lo que había ignorado a Christian. Sabía que si hablaba con él, me derrumbaría y lloraría sin parar.
- Vamos, Nora, sé fuerte, no puedes demostrarle que eres débil. - Me dije a mí misma intentando animarme.

- Cállate - Respondió Christian mientras me cogía en brazos y me depositaba en la cama. Me tumbé y cerré los ojos, como hacía siempre cuando me aburría. - Nora, si piensas que lo que dije antes era broma, te aclaro que estás muy equivocada. Vas a comer, quieras o no. - Me dijo él.

Me levanté, quedando sentada en la cama, y lo miré fijamente intentando parecer furiosa.

- ¡No voy a comer! No tengo hambre. - Le grité.

- Eso es imposible. Llevas sin comer desde ayer por la tarde. - Dijo y me reí burlonamente.

- ¿Ayer? - Susurré sin darme cuenta, pero Christian lo oyó. Abrió los ojos sorprendido.

- ¿¡Cuándo demonios comiste por última vez!? Mas te vale ser sincera - Gritó Christian enfurecido.

- Bueno, yo... ¡Eso no es asunto tuyo! - Le respondí nerviosa.

- ¡Dímelo, joder! - Gritó y yo me sobresalté, nunca había visto a Christian de esa forma.

- No como desde... - Susurré.

- Vamos, Nora, dímelo, no pasa nada.

- ...aquella noche... - Dije susurrando. Recordar aquella noche fue la gota que colmó el vaso, exploté en llanto. Christian se puso tenso al escuchar aquello.

SecuestradaWhere stories live. Discover now